ACLARACIÓN: EL "ANTES" VA A SER LA CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO ANTERIOR Y EL "AHORA" ES MUCHO DESPUÉS DE ESE DÍA.

Ahora.

—¡Es imposible!—exclamo, con las lágrimas amenazando por escapar.

—Es posible, Allison. Tienes 11 días.

Caigo al suelo devastada, confundida, rota.

¿En qué momento mi vida se convirtió en un desastre?

Su sombra comienza a desvanecerse hasta tal punto de desaparecer totalmente de mi vista, dejándome sola en la oscuridad.

Todas esas palabras vuelan por mi mente y golpean sobre mi pecho repetidas veces. Es como si mi mente colapsara y desbordara un mar de sentimientos escondidos en lo más profundo de mí. Esos sentimientos tan jodidamente importantes que me destruían en un abrir y cerrar de ojos.

Esto me enfada y me entristece a la vez. Me embarga de furia como nunca.

En este momento, caigo en cuenta de que llorar no resolvería nada. No vale la pena pasar toda la noche llorando e intentando hablar, es un desperdicio de tiempo.

Antes.

Trent y yo nos observamos por un par de segundos. Eternos, en pocas palabras. Lentamente, una sonrisa se le fue escapando. 

—¿Tan celoso es?—susurró.

Asentí, sonriendo de lado.

—¡Demasiado!—exclamé. Él soltó una carcajada.

—Te aseguro que tu novio está demasiado celoso.

Me sonrojé por lo de "novio". No podía creer que Trent pensara que ese idiota era mi novio. ¿En serio, Trent? ¿Fue lo único que se te ocurrió? 

—No, no es mi novio—Negué.

Él me observó incrédulo.

—Entonces, es un punto a mi favor—habló. Sonreí tímidamente—. Vamos, Allison. Él es un desgraciado contigo; él se comporta como un idiota contigo, te insulta y tú le dejas lastimarte—paró unos segundos para observarme. Sinceramente, él tenía razón—. Admítelo, tú te sientes muy atraída por él y con eso él puede aprovecharse de ti—Otra vez, dijo algo en lo que tenía razón—. ¿Vas a dejar que te lastime?

Negué.

—No, desde hoy nunca más.

Ahora.

Me pongo de pie, tambaléandome de a ratos. Mi vista es borrosa gracias a las lágrimas que se deslizaban como una catarata. Tenía mil y un razones para llorar; para estar de esta manera, para estar desvaneciéndome en el suelo como una pluma, para sentirme como una idiota. Sin embargo, no iba a quedarme aquí.

Corro hacia mi habitación, sintiendo que mis lágrimas siguen deslizándose por mis mejillas. En el proceso puedo sentir que algo se incrusta en la planta de mi pie derecho. Muerdo mi labio inferior, intentando callar el dolor que se deslizaba por todo mi pie. Desgraciadamente, apreto el labio con tanta fuerza que hace que sangre.

Maldigo en voz baja una vez que llego a la planta superior de mi casa, que está demasiado oscura. Sin embargo, una pequeña ventana ilumina una madera mal instalada; con la que seguramente me podría haber tropezado. Es lo único bueno que me pasa en este día.

Doy lentos pasos hacia esa ventana, intentando ver a través de la oscuridad. Cuando estoy lo suficientemente cerca de la ventana, puedo escuchar un ruido proveniente del exterior de mi casa. Termino de acercarme a la ventana y le echo una rápida mirada a la ventana. Aunque sólo hayan sido segundos pude notar que algo malo estaba sucediendo allí.

Antes.

Trent sonrió.

Igualmente, y sin previo aviso, me depositó un corto beso en los labios. Sonreí como una idiota mientras se alejaba de mí.

—¿Nos vemos luego?—preguntó con felicidad. Demasiada felicidad.

—B-bien—tartamudeé. 

Él volvió a besarme; pero me besó más lento, con más tranquilidad y delicadeza. Volví a sonreír. Sin embargo, cuando el se alejó de mí me llegó una especie de mal presentimiento al estómago. Golpeó de manera tan fuerte que me dió un mareo momentáneo.

Toda esta mala pinta me decía que algo muy malo iba a suceder, pero ¿qué importa? no me sucederá nada malo en un día tan feliz. ¿Esa es la palabra? Sí, feliz es la palabra correcta para este extraño día.

Me dirigí nuevamente al comedor, donde aún seguían gran parte de los alumnos. Todo estaba normal mientras me hacía paso entre las mesas. Todo menos un pequeño detalle.

Me quedé estática frente a esa mesa.

Ahora.

Parte del vecindario está en la calle, mientras que coches de policías rodeaban una casa muy reconocida para mí. Vuelvo a observar la ventana, ahora manteniéndome allí más tiempo. 

Sabía que estaba en lo correcto, algo muy malo está sucediendo en este momento.

Si ahora voy a mi habitación como me han dicho me perderé este "espectáculo" que sucede afuera. Obviamente, no me lo perderé ni muerta. 

Observo cada detalle del exterior; gente hablando entre sí de manera preocupada, luces rojas y azules, una docena de policías escondidos detrás de las patrullas, armas y armas por doquier, todo hecho un completo desastre. Y como si no fuera suficiente, un Fluence negro se estaciona en frente de mi casa. ¿Tiene que aparecer él ahora?

¿En serio, Aaron?

Antes.

Esa escena logró que mi corazón dejara de latir, y también que una ola de furia me atacara como nunca. Juraba que esta la pagaría.

En ese momento, el infierno se desató.

                                       ----------------------------------------------------------------------

n/a: En el siguiente capítulo seguirán  los "Antes" y "Ahora" con las continuaciones de este capítulo.