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El inicio

Nota de autora

Este fic originalmente lo hice con BTS y lo escribí hace cuatro años, pero lo he modificado para hacer esta historia de Stray Kids porque había sido demasiado divertida de escribir, y sé que alguna vez dije que no haría más fanfics escolares, pero es tan lindo de escribir que es un comfort. Este fanfic solamente tendrá los capítulos explícitamente escritos, o sea, solo tres aksjdnasd. Espero que les guste esta historia corta.


En una escuela de buenos recursos...

Bang Chan caminaba con cierta preocupación por el limpio pasillo escolar, mientras rascaba la cicatriz de su brazo derecho y planteaba en su mente distintas excusas y perdones para sacar a su amigo de la oficina del director, que, aunque sea que lo que haya hecho no fue de mala intención, él le mantendría un ojo a todo lo que se viniera porque-

-Deja de pensar -se quejó SeungMin-, me alteras los pensamientos.

Llevaban dos meses en la escuela más decente que los ochos podrían entrar, y pareciera que la estadía duraría menos que el tiempo que estudiaron separados.

-No te quemes la cabeza -recomendó SeungMin que, como buen trabajador que era, dormitaba en el pasillo-. Felix es demasiado torpe como para hacer algo malo. Un animus iocandi.

-Por eso mismo me preocupo -respondió Bang Chan a medida que iba hacia su amigo y quedaba frente a él-, ¿qué tal si hace sus trucos de magia y termina- no sé, incendiando de nuevo la corbata del director?

-Impresionante que hubiese pasado una vez.

-¡SeungMin!

-Lo máximo que él podría hacer sería, no sé, ¿sacar un conejo del sobrero? -SeungMin se incorporó del suelo y se rascó la cabeza; tres horas de sueño le daba una terrible jaqueca.

-Oh, dios, no tuvimos que dejarlo solo -Bang Chan volvió a pasar sus manos por su rubio cabello y comenzó a caminar en círculos de nuevo-. Listo, tendremos que irnos de acá. ¿Cómo le explicaremos a nuestros padres que expulsaron a Felix?

-La verborrea te hace dejar de procesar tu pensamiento. -Con toda la pereza del mundo, SeungMin se levantó del suelo-. Solo porque haya llamado a Felix a su oficina no significa que lo van a expulsar.

Desde su derecha, sintieron los pasos rítmicos y despreocupados de MinHo mientras que, a su lado, HyunJin jugaba con su pequeño hurón blanco entre sus manos.

-¿Cómo demonios lo entraste? -SeungMin le preguntó a HyunJin-. Y- no, espera, ¿dónde lo escondías?

-A Jiniret le gusta esconderse en mi gorro -contestó HyunJin con una cautivadora sonrisa-, el problema es que ahí duerme, y en la noche le da ataques de hiperactividad. Así que, lo estoy cansando.

Bang Chan y SeungMin miraron a MinHo para saber si estaba al tanto de eso, y, como siempre, él solo se encogió de hombros con desinterés.

-¿Y qué pasó? -volvió a hablar HyunJin-. Nos convocaste a una reunión de emergencia. Espero que no sea tan emergente.

-No está bien emplea-

-A Felix lo llamaron de la oficina del director -interrumpió Bang Chan.

-Oh, mierda -soltaron los otros dos.

-¿Y JiSung, ChangBin y JeongIn? -preguntó SeungMin, antes de acercar su mano hacia Jiniret-. Eres el animal más lindo que alguna vez he visto.

-Gracias.

-Le hablaba al hurón, HyunJin.

-Creo que debe estar con una chica- al menos ChangBin -excusó HyunJin, con una mueca-, o eso asumo. JeongIn, como el buen estudiante que es, en clases. Asumo que JiSung también.

-¿JiSung? ¿Estudiando? Está tramando algo.

-No podemos darnos el lujo de que él también esté tramando algo. Sé que él trama algo siempre -aclaró Bang Chan con rapidez-. Está tramando algo. Algo que salió mal e hizo que Felix terminara en problemas. MinHo -MinHo saltó cuando Bang Chan lo apuntó-, ¿dónde está JiSung?

La densa mirada de Bang Chan fue lo suficiente como para que el aspecto soberbio de MinHo decayera en evitar el contacto visual.

-Ahí viene -anunció HyunJin-, mal hablados.

SeungMin y Bang Chan se giraron para ver cómo JiSung corría por el pasillo con una contagiosa sonrisa y un control remoto en la mano. Se detuvo frente a ellos y, entre jadeos, mostró el control a ellos.

-¡Lo conseguí! -gritó, victorioso-. ¡Con esto podemos salvar a Felix!

-¿Para qué nos sirve un control remoto? -le preguntó Bang Chan.

-Es el ingenio de JeongIn.

-¿Y dónde dejaste a JeongIn?

-Está en clases. Duh.

JiSung tanteó su bolsillo de uniforme y se lo tendió a Bang Chan. -JeongIn es un genio: la escuela funciona a través de wifi y bluetooth, y todo tiene una codificación. JeongIn decodificó la codificación traducido en una nueva codificación de clave que nos ayudará a controlar cada aspecto de la escuela.

-Cohesionaste tan mal las palabras -SeungMin comentó, asombrado.

-¿Cómo demonios esto nos ayudará a salvar a Felix? -volvió a criticar Bang Chan sin pisca de entender. Miró al resto del grupo que estaba más entretenido jugando con Jiniret para saber si es que tenían idea de lo que JiSung quería decir; sin embargo, y como siempre, el chico era de otro planeta-. Okey, ¿al menos funciona?

JiSung bufó, le quitó la lista de códigos y lo comprobó él mismo.

-Observa. «Luz principal del pasillo» -leyó JiSung, y tecleó los dígitos en el control remoto-. «veiente-ocho-tres-siete-ocho».

Al ingresarlos, presionó el botón de encendido del control para, casi por arte de magia, las luces del pasillo se apagaran.

-¡Tarán!

-Woah... -balbucearon los otros cuatro.

-Soy genial.

-Tú no. Es JeongIn -atacó HyunJin-. Él es fantástico.

-Quiero intentar. Quiero intentar. -Con una perturbadora emoción, SeungMin quitó el control remoto y el papel a JiSung. Con grandes ideas comenzó a marcar códigos que más le llamasen la atención, y poco a poco se decepcionó cuando notó que nada pasó-. Esto es patético.

-Son en todas partes del establecimiento, increíble -halagó Bang Chan, igualmente vacilante. Quitó el control remoto de SeungMin y leyó los códigos-. ¿Qué es esto?

-¿Qué es esto qué?

Bang Chan mostró: «armario del conserje: 3449129»

JiSung se encogió de hombros sin saber a lo que se refería, y sin piedad marcó el número y colocó play.

Un graznido conocido se escuchó.

-¿ChangBin?

Los seis giraron y vieron cómo del armario del conserje se abría de golpe; de allí, ChangBin y una chica, ambos a medio vestir, escapaban entre graznidos e insultos completamente empapados.

-¿Qué mierda pasó? -preguntó ChangBin. Al notar su grupo de amigos, se dirigió hacia ellos aun con la desconocida de la mano-, y no me digan que no fueron ustedes porque que fueron ustedes.

-Así que a eso se refería a "Armario del conserje" -notó HyunJin, asombrado-. Activa los rociadores.

-Es demasiado ambiguo. Creo que JeongIn debería corregirlo -opinó SeungMin.

ChangBin pasó su cabello mojado hacia atrás y bufó. -¿Por qué están reunidos en medio del pasillo en horario de clases? ¿Teníamos reunión de culto y no me avisaron, o qué?

La chica se tensó frente a ellos.

-Uh, ¿s-sabes ChangBin? -La chica se zafó de él y comenzó a arreglar su blusa-. C-creo que me tengo que ir, ¡adiós!

ChangBin volvió a bufar y a encarar a sus amigos. -¡Me la espantaron!

-No es como si no fueras un fácil -habló MinHo, e ignoró la mirada que ChangBin le dio solo por jugar con Jiniret.


Hwang So-Yoon.

-Felix lleva media hora encerrado allí adentro -SeungMin insistió, sentado en el suelo del pasillo con su cabeza apoyada en el muro-. ¿No deberíamos ocupar el control remoto para sacarlo de allí?

-Dudo que Felix esté en un problema grave -dijo ChangBin quien, junto a Bang Chan, abanicaba su camisa para secarla-. Las expulsiones son inmediatas, o así fue en la última escuela que estuve.

-Tal vez solo es una entrevista, no hay por qué ser tan extremistas -respondió HyunJin-. Es Felix. Es inofensivo. Todo estará bien...

Sonidos de tacones se escucharon tanto que retumbaban en la escuela. La mayoría de los estudiantes se encontraban en clases, por lo que el sonido en los pasillos se escuchaba más fuertes que de costumbre siendo así un gran llamado de atención a los seis chicos. Solo alguien podía caminar así y esa era Hwang So-Yoon

-Oh Dios... -exclamó Bang Chan mientras se levantaba, y fue seguido por el resto del grupo para caminar hacia la chica.

Formidable, alta gracias a los tacones, un traje de dos piezas completamente liso y de color sobrio hacia ver a Hwang So-Yoon casi una deidad que caminaba por los pasillos de la escuela con un portafolios en mano y su típica mirada neutral inexpresiva que ocupaba cada vez que hacía su labor.

-Noona... -llamó HyunJin, y fue hacia su hermana mayor para abrazarla.

La chica salió de su papel y sus ojos sonrieron al recibir a HyunJin.

-Noona... -coreó el resto del grupo con el mismo tono de cariño para abrazar a So-Yoon.

Desde que ella se había casado había dejado de vivir en el edificio, por lo que era inminente el echarla de menos cada vez que necesitaban que alguien abogara por ellos cada que hacían algo que sobresalía de la norma (hacer un desastre).

-¿Por qué no nos ha venido a ver? Eres muy cruel... -JiSung murmuró, amurrado, aún abrazado a la chica.

-Entre mi esposo y el trabajo se es difícil coordinar para el resto de ustedes cuando yo vivo en Busan -explicó So-Yoon con afecto, antes de cambiar su rostro por completo para dar una facción mucho más tosca-. YongBok tiene suerte de que me encontrase en un seminario acá, porque de otra forma él ya habría terminado en la calle.

-¡¿Por qué?! -graznó Bang Chan.

-¿Por qué debes venir a resguardar a Felix, Noona? -preguntó SeungMin-. ¿Qué le pasó?

-¿No saben lo que pasó?

-Bang Chan nos avisó que Felix fue citado a la oficina del director, pero no sabe por qué -contestó HyunJin, y colocó en el hombro de So-Yoon a Jiniret.

-Sea como sea, no debe de ser tan malo -aclaró So-Yoon-. YongBokkie siempre ha sido un buen chico.


A Felix lo castigan por pobre

Dentro de la oficina del director, Hwang So-Yoon estaba sentada en uno de los asientos de cuero junto a Felix, quien jugaba con sus manos nerviosamente luego de haber sido sometido a la experiencia más cercana de tortura psicológica en los últimos cuarenta y cinco minutos. El director observaba a ambos con una mirada agotada, notorio de querer acabar con el caso lo más pronto posible.

-¿Eso es un hurón? -preguntó el director, con la vista en la criatura blanca sobre el hombro de la chica.

-Eso no importa. -Con total profesionalismo y espalda recta, So-Yoon sacó de su portafolios el reglamento escolar, del contrato escolar, el manual de educación del Ministerio de Educación de Corea del Sur, y una copia de la Constitución en edición bolsillo-. Nos iremos a temas legales si expulsa a Felix.

-Tengo todo el derecho, ¿sabe? Solamente nos han pagado la matrícula, pero sus estudios no se soportan con solo eso. El señor Lee nos debe pagar las mensualidades que debe que, irónicamente, han sido todas. El sostenedor de la escuela no lo mantendrá por mucho tiempo.

-Usted sabe cuál es la situación de Felix, y la ley dice que estudiantes como él está en las condiciones para ser casos preferenciales y que puede seguir en la comunidad escolar -afirmó So-Yoon.

-Lo siento señorita, pero la escuela no es perteneciente del estado. Es de una cadena de escuelas privadas que se rigen bajo el reglamento que la corporación impone -recalcó el director, con su dedo puesto en el escritorio para enfatizar cada una de sus palabras-. Y la corporación dice que si el alumno no paga más de tres mensualidades consecutiva, se le cancela la matrícula.

-¿Sabe? No hay que ponerse tan tensos -intentó intervenir Felix con falsa naturalidad. Se inclinó frente al director para sacudir su mano detrás de la oreja del hombre, y sacó una tarjeta de allí-. Vaya con su hija al circo de mi familia y, no sé, tal vez así nos ayuda a que pueda pagar la matrícula.

-¡¿Qué demonios hiciste con mi oreja?! -El director gritó, consternado.

-¡Solo es un truco de magia!

-¡O me consigue el dinero para pagar la mensualidad o se larga de la escuela! Un alumno puede ser reemplazado fácilmente.

-¿Un alumno puede ser reemplazado fácilmente? ¿Acaso son piezas de algo? -So-Yoon intervino con total incredulidad-. ¿Así es como ve usted a sus propios estudiantes?

-Es una fuente de dinero más, obviamente un chico no hará la diferencia si es que diez más pueden rellenar su lugar con mucha más competencia y disciplina que él -discutió el director, antes de chasquear su lengua y sobremirar a Felix-. Rarito.

Bien, algo que So-Yoon nunca se le dio bien fue el trato de personas tercas, por eso ella trabaja en el ministerio de artes autorizando proyectos a nivel nacional y no en tribunales. A la chica no hay que encontrarla cuando se busca, aunque sea proveniente de una familia astrologa creyente de las energías universales ella no adquirió el estado zen y detona ante cada impedimento.

Desde fuera de la oficina los seis chicos escuchaban atentamente la conversación con sus oídos pegados en las paredes, la secretaria miraba con cierto desprecio a los irrespetuosos alumnos que estaban invadiendo la privacidad de la importante reunión.

No tan importante porque se escuchaban gritos.

-Ave, Caesar, morituri te salutant -murmuró SeungMin ante los gritos-. Los muertos te saludarán. Estamos acabados.

-¡¿En serio lo dices?! -Bang Chan preguntó.

-¿Qué diablos están haciendo?

Los seis se giraron coordinadamente para encontrarse con Yang JeongIn, quien jugaba con la corbata del uniforme despreocupadamente.

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Bang Chan-. ¿No deberías estar en clases?

-¿No deberían estar ustedes en clases? -replicó JeongIn, ante la vista de los otros cinco chicos-. Estoy aburrido. Mis compañeros son muy tontos.

-Son chicos de tu edad. Debes de convivir con ellos -recriminó HyunJin.

-De iure, ni siquiera deberías de estar acá -aclaró SeungMin.

-De iure, chúpame el pene, SeungMin.

-¿Creen que sea hora de intervenir? -ChangBin cuestionó, ignorando por completo cómo JeongIn se acercaba para unirse a ellos.

MinHo palmeó la espalda de JiSung, y a él se le iluminó la bombilla tras los ojos.

-¡Tengo una idea!

Los chicos miraron a JiSung sacas de su bolsillo el papel con los códigos para el control remoto y con una asomada lengua entre sus labios comenzó a idear algún plan que los ayudase a sacar a Felix de allí.

-No me digas que ocuparás el control para salvar a Felix -dijo ChangBin.

-¿No crees que ya son suficientes problemas con tener al brujo allí adentro? Y, ¿qué harás? ¿Inundar la oficina del director hasta que los tres se ahoguen? -cuestionó SeungMin-, pero si quieres podemos quemar la escue-

-SeungMin no.

-Nunca me dejan liderar las ideas.

-Podemos activar la alarma de incendios -ideó JiSung-. No matamos ni quemamos a nadie, y tendremos el tiempo suficiente para distraer al director y dejar que Felix se vaya con sus primos a Corea del Norte.

-No, So-Yoon está solucionando el tema, confiemos en ella -aclaró Bang Chan. Caminó hacia JiSung tendió su mano hacia él-. Pásame el control remoto.

-No.

-La idea de JiSung es buena -concordó MinHo-. O podemos activar los rociadores de su oficina.

-MinHo, no seas infantil. -le reclamó ChangBin, se ganó al lado de Bang Chan y teniendo su mano a JiSung-. Hannie, el control remoto.

-No quiero. -JiSung abrazó el control.

-SeungMin... -pidió Bang Chan.

SeungMin rodó los ojos y se acerca tras la espalda de JiSung para abrazarlo y dejarlo con los brazos inmóviles; ChangBin y Bang Chan aprovecharon la oportunidad para arrebatar el control remoto, pero MinHo se interpuso también poniendo sus manos, provocando una disputa de la cual habían acordado que nunca más pelearían (la última pelea que tuvieron por un control remoto fue a los catorce y sólo porque Bang Chan no quería ver Acapulco Shore). JeongIn, ofendido de que querían usurpar su creación, defendió a JiSung intentando apartar a Bang Chan.

ChangBin estaba tomando a delantera y estaba logrando conseguir el control remoto de las manos de JiSung, pero MinHo ocupó la sucia jugada de hacer cosquillas en las axilas del de hombro anchos logrando que se retorciera y sin querer apretase números al azar.

-Mierda.

Y se escucharon gritos en la oficina del director.

Cuando la puerta se abrió los chicos salieron de su paso rápidamente para mostrar a Hwang So-Yoon mojada, tomada de la mano a Felix para salir de allí rápidamente. Seguidamente, salió el director con Jiniret en la mano, y lo sacudió con ferocidad.

-¡Jiniret! -gritó HyunJin tras ver a su mascota.

-¡No los quiero acá! ¡A ninguno! -bramó el director a los chicos mientras lanzaba el blanco hurón a HyunJin-. ¡Están todos suspendidos!

-¡No los puede suspender! -So-Yoon gritó de vuelta-. ¡Porque yo misma los retiro de la escuela! ¡A los ocho!


No es rentable que ocho chicos deban ser cambiado de escuelas juntos

Tenían siete años cuando hicieron ese pacto en la casa de SeungMin para el cumpleaños de JiSung, un pacto bastante inocente que consistía en una lista de deseos para el pequeño grupo de amigos donde quemaban -por cortesía de SeungMin- algún objeto valioso con el fin de ser eso la fortaleza de su amistad, y una de las leyes que ellos crearon para que su amistad perdurara era el siempre permanecer en la misma escuela sin importar el costo de esta, figurativamente, claro. Era todo puesto en la mentalidad de los niños.

Al pasar los años, cuando iban por su primer año en la escuela media, decidieron que sería mejor separar caminos ya que su amistad no dependía de estar en el mismo establecimiento cuando todos vivían en el mismo edificio. Fue así como SeungMin y Bang Chan fueron a una escuela humanista, MinHo y Felix a una artística, HyunJin a una técnica, ChangBin fue a otra escuela técnica y JiSung a una municipal; fueron normales sus primeras semanas de clases hasta que el mundo comenzó a conspirar en contra de ellos.

O las escuelas no hacían clases, o había problema con sus compañeros o simplemente los expulsaban -en el caso de SeungMin y su piromanía-, MinHo no fue a la escuela por un mes tras caerse por las escaleras, la escuela de ChangBin cerró por falta de dinero y la escuela de HyunJin hicieron un paro indefinido; Felix se ganó una acosadora, y Bang Chan decidió abandonar el establecimiento tras ver escenas "bastantes impura" dentro del salón. Fue así como, les gustó o no terminaron, en la escuela municipal de JiSung.

Tras el paso de los años llegaron a la secundaria, y en su segundo año encontraron la maravillosa escuela donde todos los titulares de los chicos accedieron a pagar para que los ocho -sí, porque lastimosamente JeongIn tenía que ir con ellos a todas partes, aun cuando era menor que todos ellos- estudiasen en el mismo establecimiento sin que alguien saliese herido o acosado, y fue la mejor opción hasta que los padres de Felix tuvieron problemas con el pago y no supieron qué hacer con la situación.

Aunque los chicos juntasen el dinero para pagar la mensualidad de Felix, no los volverían a dejar a entrar allí. No después de todo eso.

-Es bastante complicado encontrar una escuela para ocho estudiantes a estas alturas -habló la madre de Bang Chan mientras revisaba en su computadora escuelas en Seoul y la madre de ChangBin se encargaba de contactarlas junto al padre de SeungMin.

-Lamentamos lo ocurrido, creímos que la amenaza no era en serio -se disculpó la madre de Felix, mientras se inclinaba.

-No puedes ser tan inconsecuente ante estas situaciones, YooNa -le regañó la madre de Bang Chan, completamente molesta-. No pudiste quedarte callada. Te podíamos ayudar para que no ocurriese esa situación.

-Ninguno es como que esperara a que el chico sacara una carta de la oreja del director -murmuró la madre de JiSung.

-Lo mejor fue sacarlos de allí -habló el padre de SeungMin-. Digo, tal vez era una de las mejores escuelas del país y te daban alimento de verdad, ¡pero los maestros le enseñaban ciertas cosas a nuestros chicos que no deberían saber!

-¿Educación cívica?

-¿Opinión crítica?

-¿Matemáticas?

-Sigan buscando escuelas, mejor -refunfuñó.

Por su parte, SeungMin se encontraba atendiendo a sus amigos como el buen anfitrión que era. Su departamento era conocido en el condominio de edificios como un bar interno para poder pasar un buen rato les da un buen soporte económico a la familia de Kim, con ilegales juegos de apuesta y tragos de cóctel.

En la pequeña isla recién instalada se encontraba Felix, lamentándose como de costumbre acompañado por MinHo que comía un pudín de chocolate y lo miraba de manera juzgadora, como él decía que era su forma de consolarlo. En la conocida mesa de póker que tenía el bar, ChangBin le entregaba cartas a Bang Chan y JiSung para una nueva ronda de blackjack, donde apostaban conchas de mar que habían recolectado durante el verano; JiSung lamentaba por ir perdiendo. Finalmente, HyunJin se encontraba sobre el sofá con auriculares y con inciensos a su alrededor con el fin de hacer reiki a sí mismo.

-Soy un mal amigo, en verdad no creo poder perdonarme esto... -se lamentó Felix, y estrelló una vez más su cabeza contra la isla-. Fue la escuela más decente donde pudimos quedar y por mi culpa ustedes fueron expulsados.

MinHo solo se encogió de hombros.

-Tal vez debería ir a hablar con el director y pedirle que los regrese otra vez. Ahí veo como yo me las arreglo.

MinHo no respondió.

-¿Sabes? No tengo que caer en el pesimismo, pero no puedo evitar hacerlo cuando toda la culpa recae a mí.

MinHo sigue sin decir algo.

-Por mi culpa están siendo ustedes los perjudicados...-Felix sollozó y dio una cucharada al pudín de MinHo-. Era el pase directo para que Bang Chan fuese a la universidad a estudiar leyes...Y tal vez con la escuela puesta en el curricular probablemente le habrían dado empleo a SeungMin en el McDonald's...

Y MinHo no habló.

-Deberías consolarme, Lee Know...

-¿Qué quieres que te diga? Nos expulsaron por tu culpa -contestó MinHo con normalidad.

-Ow... -Dicho eso, Felix comenzó a sollozar más fuerte, y estrelló reiteradas veces su cabeza contra la isla. MinHo simplemente entró en pánico.

La puerta se abrió de golpe, Felix se levantó de golpe y un escalofrío recorrió su espina dorsal.

-Estoy muerto.

-¡¿Por qué cada vez que hay un desastre siempre tiene que ser por culpa de uno de ustedes?! -exclamó JeongIn, completamente molesto mientras caminaba enfurecido hacia Felix-. ¡¿No ves que la luna iba a estar en la casa de Acuario?!

-Te recuerdo que soy Virgo, y que eso no me interesa para nada -se lamentó Felix, aunque se dejó ser ahorcado por JeongIn-. Acaba con mi sufrimiento, pequeño saltamontes.

-Para ser hijo del matrimonio más pacífico de la ciudad, no es muy pacífico que digamos -le susurró Bang Chan a JiSung.

MinHo quiso escapar de la escena del crimen, lentamente rodeo la isla para irse donde sus amigos jugaban blackjack, sin embargo, a medida que rodeaba el marco de la puerta, pudo encontrar en su marco características líneas horizontales que marcaban el crecimiento de estatura. MinHo se agachó para ver con mejor definición mientras escuchaba de fondo los insultos de JeongIn y delineó con sus dedos las líneas, recordando las emocionantes aventuras que habían vivido desde pequeños.

«ChangBin no creció mucho...», se burló en su mente al recordar que ChangBIn siempre fue el más bajo del grupo.

Un flashback de cuando los siete se encontraban en el jardín del condominio social, tenía siete años cuando vieron la nieve en vivo en directo en Seúl y sin dudar se abalanzaron sobre la nieve, jugando a la guerra entre ellos para que al final de la tarde terminar completamente empapados; fueron a la casa de SeungMin donde se dieron un baño, y luego de prepararse chocolate caliente se tomaron las medidas de estatura para acabar la disputa entre Bang Chan, ChangBin y JiSung de quién era más bajo.

«Ahora que lo pienso... No pudimos hacer todo eso solos.»

Y una idea se le vino a la mente.

-Oigan...

Aún con su suave voz que no le gustaba elevar las otras siete personas -si, hasta HyunJin- miraron al pelinegro expectantes a lo que diría.

-¿Qué ha sido de Jamie Noona?


Park Jamie, la que fue niñera sin una paga justa

Park Jamie, psicóloga escolar, cuyo pasatiempo era el crochet, el karaoke y trabajar en su próxima investigación que la ayudará a salir de la horrible escuela en la que se encontraba.

-Inútiles..., ¿cómo mierda no pueden hacer un simple test vocacional? -refunfuñaba mientras revisaba las encuestas que les realizaba anualmente a los chicos de último año-. Son tan..., agh...

Había llegado allí por casualidad. La entrevista de trabajo había sido en otro lugar ajeno a la escuela, por lo que Jamie ilusamente aceptó el trabajo, pero cuando cruzó la mampara y se dio cuenta que estaba cruzando un campo de batalla donde los salones paralelos se lanzaban botellas y papeles húmedos con qué tipos de líquidos quiso renunciar enseguida.

-El contrato es de seis años -volvió a refunfuñar la mujer, imitando de mala manera la voz del director-. Mientras no tengas algo mejor que esto, entonces tendrás que quedarte.

Park Jamie suspiró y se masajeó su sien, sintiendo como un dolor de cabeza se aproximaba por toda la situación; queriendo regresar urgentemente a la época donde su única preocupación era tener buenas calificaciones en la escuela y que los niños que cuidaba no se comiesen los cables.

«Ah...Esos niños...»

Cerró los ojos para que el recuerdo de siete niños de diez años llamándola Noona ante cualquier estupidez provocó cierta calidez en su pecho, recordando a la perfección como la abrazaban, le acariciaban el cabello y le daban besos en la cara cada vez que se despedían para que la chica regresase al día siguiente, a las tres de la tarde en algún departamento de los chicos para poder cuidarlos todos juntos.

-Noona, Minnie incendió mi juguete.

-¡Noona! ¡Noona! ¡Noona! ¡Logré sacar una moneda de mi nariz!

-Noona, ¿podría justificarme con citas de la constitución el por qué querer robar un banco es ilegal? Es para un juego.

-Noona, creo que quemé el microondas.

-Noona, Linoring quiere ir a ver el gato de la vecina del edificio cuatro.

-¡Noona! ¡El señor de la televisión dijo que Cáncer tendría una gran fortuna! ¡Va a ser millonaria, Noona!

-Noona... ¿Podría cantarme?

Abrió los ojos de golpe y recuperó la compostura.

-Si sigo pensando en ellos me pondré sensible... -se dijo a sí misma mientras pasaba sus dedos bajo su rostro, evitando que las lágrimas cayeran-. El delineador está muy caro como para andar desperdiciándolo de esta manera.

Suspiró reiteradas veces cuando su celular comenzó a vibrar. Con rapidez y una respiración para calmarse contestó, sin embargo, antes de responder ya escuchaba gritos de la otra línea.

-¡¿Está llamando?! ¡¿Ya contestó?!

-Tal vez no tenga saldo.

-¡Yo siempre tengo saldo!

-¿No creen que se enojará porque la contactamos luego de como treinta años?

-Nah.

-¡¡¡Noona!!! ¡¡¡Noona!!!! ¡¡¡¿NOS OYE?!!!

Bien, aquí está el dolor de cabeza.

-¿Hannie? ¿Eres tú?

-¡¡¡Noona!!! ¡¡¡Sí, soy...!!! ¡¡¡Déjenme hablar!!!

-Dile hola de mi parte.

-Sí, de la mía también.

-¡Noona! ¡Noona! ¡He conseguido un hurón y se llama-

-¡A nadie le importa, HyunJin! -se escuchó el coro de siete.

Jamie no pudo evitar carcajear, escuchó varios insultos en la otra línea y un forcejeo, una puerta cerrándose y finalmente una respiración agitada.

-Lamentamos eso, Jamie. -Jamie no pudo evitar sonreír tras escuchar la voz del padre de SeungMin al otro lado de la línea-. Los chicos están un poco... emocionados.

-Lo note, señor Kim. ¿Cómo han estado los chicos?

-Sanos y saludables, tal y como los dejaste por última vez.

-Me alegra mucho oír eso. Ahora, ¿A qué se debe el llamado?

-Bueno... -Jamie pudo sentir el nerviosismo del padre-. Escuché por la madre de JiSung que estás trabajando en una escuela, ¿no?

«Oh, Dios...»


Ni de chiste ven el lado bueno a las cosas

Jamie no les había dado mucha descripción sobre la escuela, pero sí que había conseguido ocho cupos para que los chicos estuviesen inscritos allí. La escuela les quedaba a quince minutos en tren, aunque no había un problema real por vivir cerca de la estación de trenes salvo que los muebles temblaran cada dos minutos.

Los condominios sociales eran algo inestable, por lo que no es novedad que se muevan de vez en cuando sin la necesidad del tren; los departamentos de los últimos pisos tenían goteras y las paredes sean de papel, pero para el gobierno era mucha inversión hacer seis edificios de cuatro pisos cada uno de buena calidad.

O más habitaciones, como en el caso de familias como la de JiSung, quien tenía tres colchones en una habitación donde dormían seis personas más él y el sofá cama de la sala de estar donde duermen dos personas más, más la cama de sus padres. El hacinamiento era real dentro de esas cuatro paredes.

-Tengan mucho cuidado -les despidió la señora Han a JiSung y a MinHo en un susurro para no despertar a los dos hermanos menores de JiSung que dormían en la sala-. No saben a lo que se enfrentan.

-Noona dice que no es nada del otro mundo -MinHo susurró, queriendo tranquilizarla-. Aunque dudo que nos hagan algo. Somos un grupo grande.

-Tenemos a Bang Chan, y él ya da miedo -convenció JiSung, y le dio un beso en la mejilla a su madre-. Cuídate hoy.

-Se los digo a ustedes. -La señora Han besó en las mejillas a MinHo y echó a los dos de la casa.

-¿Hoy vas a trabajar o pasas por las niñas? -preguntó JiSung a MinHo mientras bajan las escaleras para juntarse con el grupo en la entrada del condominio.

-Debo trabajar. Lo siento.

-No te preocupes, yo pasaré por ellas -empujó juguetonamente-. ¡Ah!, casi se me olvida.

JiSung sacó su mano derecha de su bolsillo y se la tendió frente a MinHo, mostró cómo su dedo anular era adornado por un bello anillo plateado con una gema de fantasía púrpura en el medio.

-¿Por qué la trajiste? -preguntó MinHo preocupado, y tomó la mano del chico para observar la nostálgica joya.

-Siempre me daba buena suerte, y como hace poco la encontré en la caja, decidí que sería un buen momento de utilizarla -explicó con alegría, apartó la mano de MinHo, pero JiSung decidió esconder sus dedos en el bolsillo del polerón del chico-. Espero que no te moleste.

-Mi abuela te jalará de los pies si la pierdes, Hannie.

-Lo sé~

Fue pronto el encuentro en la entrada del condominio con los otros seis. JeongIn se mostraba principalmente disgustado por el nuevo cambio de escuela y el uniforme de este, el resto tampoco estaba muy contento porque el verde no les sentaba mucho y la corbata de moño era verdaderamente ridícula.

-¿Listos para irnos? -preguntó Bang Chan.

La verdad es que no; tal vez la pereza implementada desde su nacimiento les impedía ser felices el ir a la escuela, sin embargo, si admitían estar listos para ir los ocho a un nuevo lugar, teniendo fe de que nada malo puede ocurrir en esa nueva escuela.

Lamentablemente nunca fueron característicos de tener buena suerte.

. . .

La siguiente parte la subiré mañana, gracias por leer <3

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