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E aquí el final de una historia de amor, e aquí, el inicio de una vida juntos.

Caminaba con una sonrisa tan grande que mis cachetes dolían, las manos me sudaban por los nervios y sentía que el ramo de flores pronto se me caería por lo mismo.

Y ahí estaba él, parecía igual de nervioso que yo. Estaba vestido con una lindo (y muy sexi) esmoquin negro, una camisa blanca debajo, una pequeña flor blanca en el bolsillo y unos muy blancos tenis.

Una vez a su lado, reímos mostrando que ambos teníamos tenis puestos.

-queridos hermanos -el padre comenzó a hablar- estamos hoy reunidos aquí para celebrar el matrimonio entre dos almas que se aman plenamente.

El resto es rutinario, el típico discurso, el "acepto" y el beso.

No supe como llegamos aquí, pero aquí estamos. Y estamos bien.

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-¡Uno, dos, tres! -avente el ramo al aire y me voltee rápidamente para ver quién la había atrapado-

Cami.

Ambas chillamos, a la vez que kj reía sabiendo lo que, eventualmente, pasaría.

-¡Pido ser la madrina! -grite-

-¡Yo voy a ser la madrina del niñe sprusehart, perras! ¡Wooooo! -celebro Madeleine.

Todos reímos.

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Estábamos acostados, yo en su pecho, sintiéndolo subir y bajar lenta y tranquilamente.

Estar aquí, así, me da mil años de vida.

El ya estaba prácticamente dormido, pero yo no.

Acaricié las cicatrices que aún sobresalían sobre su pálida piel. Tanto por lo que pasamos para estar aquí, ahora, tanto dolor, al final valió la pena.

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-cole... -murmure, tratando de ocultar mis ojos cristalinos de su mirada-

-mmm -volteo a verme- ¿Que pasa?, ¿Que tienes? -su tono de voz se volvió a uno de preocupación

-cole... -le tendi el pequeño aparato, levanté la mirada, y logré ver cómo abría los ojos- lo sien... -no pude terminar, cuando unos labios se posaron sobre los míos, luego, el me cargó para darme vueltas en el aire mientras reía.

-¿Lo sientes?, Por dios, ¡Vamos a ser papás!, ¡Es el mejor día de mi vida! -sonrei al ver si emoción.

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-a la cuenta de tres, sabremos cuál es el sexo del bebé.

-¡1, 2, 3!

Polvo... ¿Azul y rosa?

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-hola bebés, soy papá, pero me pueden llamar papá. -rei ante la tierna imágen.

-cole, ellos aún no te pueden oír, ¿Recuerdas?

-yo creo que si -hizo un puchero viéndome, y luego volvió su vista a mi vientre 6 meses- es más, yo sé que sí.

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Alzó a los dos niños, nuestros hijos, Julieta y Jack, como si fueran loas frágil del mundo y los observó, los observó.

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Prácticamente salió corriendo del cuarto y frunci el ceño.

-¿Que pasa?

-voy al baño, necesito vomitar. -primero lo ví extrañada, y luego recordé que era su primera vez cambiando a dos niños recién nacidos y estalle en carcajadas.

-¡Ni aguantas nada! -le grite en burla, caminé al cuarto, abrí la puerta y en cuanto el fetudo olor llegó a mis fosas nasales, yo igual corrí al baño.

Huele a que hay un muerto en descomposición, nmm.

F I N

Hemos llegado al final de esta historia wiiiii

Gracias a todos los que leen, los aprecio y agradezco mucho.

Antes, escuchen las canciones que les pondré en el sgt apartado, chaito