꒰ Dulces sueños, bebé ꒱
¡ 15 !

—Iremos a dormir, ¿sí, dulzura? —preguntó Jimin, abrazando de su cintura con fuerza.

Yoongi asintió, dejando un pequeño beso en el cuello del mayor mientras éste caminaba con cuidado a su habitación, subiendo las escaleras de igual manera.

Silencio más la suave respiración del menor era lo que reinaba en la habitación cuando entraron.

La cama del castaño, a comparación de la cama de Yoongi, era más pequeña. La del rubio era de dos plazas, mientras que la de Jimin era de una plaza y media.

El castaño sostuvo con uno de sus brazos el cuerpo del menor y con la otra destapó las sábanas de su cama.

Yoongi ya se encontraba dormido, el cansancio lo venció y no ayudó en mucho el calor que emanaba el cuerpo de su hyung.

Jimin lo apoyó en el suave colchón con un cuidado descomunal, como si fuera una pieza de cristal que debía ser cuidada y tratada con suma delicadeza.

Una vez pudo dejar al menor en la cama, éste se acomodó a su gusto. Jimin sonrió, tapando el pequeño cuerpo con las sábanas.

Besó su frente, luego fue en busca de un colchón en el que podría dormir en el suelo. La cama no era pequeña, pero prefería que Yoongi durmiese muy cómodo.

Ambos ya estaban en pijama, por lo que cuando pudo poner el colchón de una plaza en el suelo, al lado de su cama, se acostó, cubriéndose con mantas y una cobija gruesa para el frío.

Luego de ver un momento sus redes sociales, se dispuso a dormir.

Todo estaba bien, el silencio dominaba la casa y la misma habitación, hasta que el sueño del castaño se vio interrumpido en medio de la noche cuando un peso encima de él hizo que abriese sus ojos de golpe; encontrándose con una cabellera rubia bastante familiar apoyada en su pecho.

Sintió a Yoongi removerse encima de él, buscando mayor comodidad en su cuerpo.

Jimin estaba confundido, siempre olvidaba hasta su nombre cuando apenas despertaba.

Unos segundos bastaron para que reaccionara, dándose cuenta que Yoongi estaba durmiendo en su pecho.

—Yoon... —llamó. No es que quisiera despertarlo, pero le preocupaba que quizá el menor había tenido una pesadilla.

Yoongi balbuceó un poco antes de que levantara su cabeza, su cabello estaba desordenado y un ojo lo tenía cerrado.

—¿Hm? —preguntó, mirando a Jimin.

—¿Pasó algo, bebé? ¿Tuviste una pesadilla? ¿No estabas cómodo en mi cama?

Yoongi negó, frotando uno de sus ojos.

—Jiminie hyung~ —se quejó como si estuviera a punto de hacer un berrinche—, ¿por qué duerme aquí?, tiene que dormir con YoonYoon —puchereó.

Jimin sonrió con ternura, acariciando los rizos rubios de Yoongi.

—Quería que durmieras cómodo, mi vida —contó antes de que Yoongi se pusiera como un gatito gruñón.

—Estaba más incómodo solo —bufó, viéndose como un niño caprichosamente tierno.

—Está bien, está bien —se rindió el mayor con una sonrisa.

Yoongi –con ayuda del mayor–, se escondió bajo las sábanas, encontrando comodidad incluso si era en el suelo, y lo único que lo separaba de ello era el colchón.

Jimin atrajo al menor a su cuerpo, aunque ya estuviesen demasiado juntos a causa del colchón de una plaza.

Yoongi se acomodó nuevamente en el pecho de Jimin, oliendo su aroma, por lo que decidió colocarsse un poco más arriba de él.

Y sí, con "un poco más arriba" se refería a estar completamente arriba de él, mientras Jimin lo abrazaba con ambos brazos desde su cintura.

—Dulces sueños, bebé —murmuró, cerrando sus ojos.

—Buenas noches, Jiminie —susurró, cerrando sus ojos igual, durmiéndose cómodamente en los brazos de Jimin.

La persona de la que estaba enamorado.