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Epílogo

—Dios, no puedo creer que no nos hayan contado nada. — Jisung refunfuñó, cruzándose de brazos, formando un berrinche como todo un niño pequeño.

—¡Lo sé!— Seungmin le siguió, ofendido.

—Ya, ya. Lo siento, pero fue algo que sólo pasó. — sonrió. — Al fin sé que mi bebé sí me corresponde. — sonrió más, y Seungmin hizo una mueca por lo bobo que se veía de aquella manera.

—¿Y desde cuándo son novios? Al menos dame detalles, Hwang Hyunjin. — ordenó Han, fingiendo estar molesto.

—¿Ah? Oh... um, nosotros t-todavía no... quiero decir... — sudor frío instalándose en todo su cuerpo.

—¡No me digas que aún no son novios!— Seungmin gritó, sorprendido.

Hyunjin tragó saliva, negando con la cabeza, viendo a Han haciéndose un facepalm y fingir golpearse contra esta.

—Qué desesperación me generan. Tendré canas antes de lo previsto. — Jisung se horrorizó, moviéndose de un lado para otro mientras agitaba sus manos.

—Yo ya las tengo desde hace meses, cuando se hacían llamar mejore amigos. Mira. — Seung señaló y, evidentemente, un pelo blanco destacaba en el perfecto cabello rojizo del  chico.

Han carcajeó inevitablemente.

—¡Oh, oh, ahí tienes otr-

—Bueno, ¿pueden parar? No vine a decirles esto por nada. Necesito ayuda. — Hyunjin interrumpió, haciendo un puchero y frunciendo el ceño a la vez, cruzándose de brazos.

—Ya, está bien, ¿qué necesitas, gruñoncito?— cuestionó Jisung, frunciendo sus labios y juntando sus cejas, haciéndole ver extremadamente tierno.

Seungmin se acercó a ambos, dispuesto a escuchar lo que el pelinegro quería.

—Yo... quiero pedirle a Lix que sea mi novio. —paró unos segundos, viendo a los ojos a Han y luego a Seungmin. —hoy mismo. —escuchó a sus amigos suspirar. —O sea, en serio. —asintió. —quiero que sea mi novio ahora, ya, right now, y para siempre. —sus manos se movían nerviosas, él mismo se veía extremadamente nervioso.

¿Y si a Felix no le gustaba lo que tenía planeado? Miles de escenas donde todo fracasaba llegaron a su mente.

—Yo no quiero que me rechace. —Hyunjin dijo al aire, imaginándose aquellas situaciones horribles.

—Y no lo hará. —obvió Seungmin, volviendo a Hwang a la realidad. —Es decir, incluso si le pides ser su novio casualmente viendo una serie en el sofá te dirá que sí y te dará muchos besos en la cara. —relató lo que en su mente Felix hubiese hecho si aquello pasaba así.

—Esa es la completa y total verdad. —asintió el pelinaranja, pasando unos de sus brazos por encima del cuello de su mejor amigo, es decir, Seungmin. —Y entonces, ¿qué quieres que hagamos? ¿En qué quieres que te ayudemos? —sonrió con emoción, esperando a que Hwang hablara.

—Pues…

Felix se encontraba cómodamente sentado en su linda cama de colores pasteles. Sí, era muy fan de esos claros y suaves tonos. Le agradaba verlos, por lo que decidió comprarse sábanas de aquellos colores tan combinables con su propia personalidad.

Rió bajo, recordando como habían pasado el receso con Mingi la semana pasada. La verdad, por una parte se sentía mal, su nuevo amiguito –como él le llamaba– había querido llamar su atención de diferentes formas mientras él se encontraba sentado en las piernas de Hyunjin dándose besitos. Lee no era tonto, sabía que le había atraído a Mingi, pero su completo corazón estaba concentrado en tan solo una personita, y esa era quien estaba ahora mismo yendo hacia su casa, pero eso Lix no lo sabía y tampoco tenía que saberlo aún.

Sus piernas estaban estiradas, flotando en el aire mientras sus manitas levantaban a su peluche favorito; un koala. Le gustaban mucho, y se puso realmente triste cuando anunciaron que estaban funcionalmente extintos. Tanto que Hyunjin había tenido que ir a su casa a consolarlo con muchos besos, abrazos y mimos.

Volviendo al tema, Felix estaba muy feliz en ese momento, recordando como Hyunjin no dejaba de darle besitos en el cuello, en las mejillas, en los labios ¡en los labios!, y en la comisura de los labios mientras él hablaba con Song. Bueno, al menos Mingi dejaría de intentar algo con él, no quería tener que rechazarle.

Bajó al koala que tenía de peluche y lo abrazó con mucha fuerza mientras bajaba a la vez sus piernitas, moviéndolas ansiosas ante el recuerdo que vagaba por su mente hacia muchos minutos.

La puerta fue tocada, pero Lix estaba demasiado en su mundo como para darle importancia.

—Mi lindo Jinnie hyung. —susurró con una sonrisa, mirando los cuadros en la repisa de enfrente, donde en la mayoría aparecían ellos dos juntitos.

La puerta fue tocada otra vez, y recordó que sus padres no estaban en casa.

—¡Oh! —dejó su peluchito a un lado y bajó corriendo hacia la planta baja. —¡Lo siento! —gritó para quien se que estuviese afuera lo escuchara, ahora se sentía mal por hacer esperar a aquel ser detrás de la puerta.

Una vez abierta la puerta, estaba preparado para dar una extensa biblia de por qué había tardado tanto en abrir, pero la sonrisa de su lindo Hyung lo llevó a otro mundo, quedando embobado.

—Hola, bebé. —Hyunjin saludó, sus mejillas sonrojadas por alguna razón que Yongbok no comprendió, y no pudo pensar mucho en el por qué ante un genuino ladrido que se escuchó.

Felix automáticamente bajó la mirada, encontrándose con el peludo amigo quien tenía la lengua afuera, moviendo su cola de un lado a otro.

Otro ladrido. A Lix le brillaron los ojos.

Felix se acuclilló, sacándole la correa y levantando con mucho cuidado al canino tan bonito que por alguna razón desconocida estaba allí.

—¿Y él quién es,Jinnie? —cuestionó, viendo al perrito con los ojos brillantes cuán perlas preciosas. —¿Adoptaste un perrito? —preguntó, su sonrisa cada vez se ensanchaba más, abrazó al animal sin mucha fuerza, emocionado. —Es muy lindo. —asintió, mientras lo mecía de un lado a otro, viendo a este queriendo lamerle el rostro. Rió suave al igual que Hyunjin.

—Sí, es muy lindo. —Hwang asintió, apretando entre sus manos las flores que llevaba, sin llegar a romperlas ni hacerles daño. Felix no las había notado, ya que toda su atención estaba en la hermosa criatura entre sus brazos. Tragó saliva, completamente dispuesto a animarse. Han y Seungmin tenían razón, ¿no?, ellos se aman y el castañito le dirá que sí de la forma de que fuera la propuesta. —y, en realidad... e-ese perrito, lo adopté p-para ti... —vió a Felix levantar la mirada rápidamente, sus ojitos volviéndose acuosos. —yo... yo quiero que lo cuides t-tú, lo traje... lo traje para ti. —dijo, viendo la primera lágrima de Lee descender por su mejilla.

—¿En serio? —Felix cuestionó, y cuando vio a Hyunjin asentir no pudo evitar soltar más lágrimas, viendo al canino entre sus brazos otra vez, quién lo veía con la lengua afuera, y ante la cercanía no dudó en lamerle la naricita, haciendo reír suave a Felix.

—Yo también... —habló de nuevo, captando la total atención de Lix otra vez. —también quería pedirte algo. —casi susurró, tragando saliva y viendo a los ojos a su hermoso Felix.

Yongbok asintió, a sabiendas de lo que vendría, apenas ahora notaba las lindas flores que el azabache llevaba entre las manos. Dejó al perrito en el suelo, agarrando del antebrazo a Hyunjin y jalando de él para que entrara, luego cerró la puerta, no quería que el canino se escapara, aunque éste tampoco parecía querer hacerlo, pues se escuchaban sus patitas golpear contra el suelo, estaba trotando por toda la casa.

—Dime, hyung. —casi susurró igual, sus mejillas empezando a tomar un color rojizo, precioso ante los ojos de Hyunjin.

—A decir verdad... —empezó el azabache. —tenía planeado hacer esto hace mucho, incluso antes de que supiéramos que estábamos correspondidos el uno al otro. Bueno, porque, ya sabes... me gustas hace muchísimo tiempo. —afirmó,  viendo las mejillas del contrario sonrojarse, ahora sí,  con intensidad. —Cada vez me gustas más, y a veces eso me preocupa porque no sé si es posible amar tanto a alguien como yo te amo a ti. —vió al perrito pasar entre ellos, yendo hacia la cocina. Ambos rieron suaves al verlo.

>> Me tienes muy enamorado, Lix, supongo que lo sabes mejor que nadie y-

—Yo también estoy muy enamorado de ti, hyung. —interrumpió, asintiendo a sus palabras y viendo las mejillas sonrojadas del azabache, quién se acercó y agarró sus manitos y le dió las lindas flores, viéndole con un brillo en los ojos, aquel brillo especial que solo aparecía cuando Felix miraba a Hyunjin. —Y a veces también me asusta lo que siento por ti. —susurró. —no estoy seguro si se puede amar así a una persona, con tal intensidad, hyung, ¿es normal?

—Súper normal. —asintió Hyunjin, con una sonrisa. —los dos sentimos lo mismo, bebé. —la sonrisa de Felix deslumbró, y escucharon otra vez las pataditas del cachorro; rieron. —Quiero estar junto a ti para siempre, Lixie, quiero estar a tu lado y acompañarte en todo lo que hagas, siempre siempre. —afirmó. —Y no importa si la vida no quiere que estemos juntos, igual yo permaneceré a tu lado, fuese como fuese, aún si te quieres casar y no es conmigo, estaré contigo sosteniéndote cuando lo necesites y viéndote sonreír como tanto me gusta que lo hagas. Siempre voy a estar contigo. No lo dudes, por favor. —pidió, sus ojitos cristalizándose. Felix ya estaba con las lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—Yo-

—Espera, déjame terminar. —pidió otra vez, acariciando las mejillas del menor. —Quiero que seas mi novio, Lixie, mientras la vida no lo permita, quiero que estemos juntos mucho, mucho tiempo como pareja. Quiero besarte, más de lo que ya hago, y presentarnos ante todos como novios. Quiero- ¿sabes? Acabo de darme cuenta que las cosas que quiero hacer ya las hacíamos de por sí, incluso antes de saber que nos correspondemos.

Felix rió entre lágrimas al igual que Hyunjin, eso era verdad.

—Diría que quisiera despertar contigo todas las mañanas, ver tu carita adormilada en mi pecho, pero es algo que igualmente pasaría si no fuésemos novios. —rió, besando la frente de Lix.

—Tienes razón, Jinnie. —Felix asintió.

—Igual quiero hacerlo. Quiero que seas mi pareja. Venir a verte todos los días incluso luego de clases. Darte muchos besos, muchos abrazos, muchos mimos, decirle al fin a tu madre, suegra, y a tu padre, suegrito. Quiero hacer muchas cosas contigo, Felix. Claro que, si tú me lo permites. — sonrió, besando ahora la naricita roja del menor. —¿Entonces? ¿Quieres ser mi novio, amor?—preguntó, sintiendo un sinfín de emociones en el estómago y, principalmente en el corazón, su corazón latiendo desenfrenado. El australiano no sabía si podía estar mucho más tiempo sin largarse a llorar de emoción y alegría.

—Ni siquiera deberías cuestionar algo tan obvio, Jinnie hyung. —rió. —Claro que quiero, bebé lindo. —abultó sus labios, demostrando la ternura que Hyunjin le proporcionaba.

Rieron al mismo tiempo, y Felix no esperó mucho para rodear con sus brazos el cuello de Hwang para proceder a besar sus labios. Hyunjin tampoco esperó para rodear la cinturita del menor. Un beso lento, con cariño, mucho, mucho amor de por medio.

Escucharon al perrito ladrar mientras sus patitas trotaban, sintiendo al canino en sus pies. Ambos rieron en medio del beso. Separándose, llevaron sus miradas hacia abajo, efectivamente el animal estaba acomodado en sus pies, ya que estos estaban muy cerca de los otros.

—Entonces. —Felix comenzó, bajando sus manos del cuello contrario y bajando hasta tener al perrito entre sus brazos nuevamente. Se enderezó, meciendo al cachorro mientras le decía algo inaudible a oídos de Hyunjin. Felix rió, tan tiernamente que el azabache también lo hizo. —papá Jinnie, —la voz tierna hizo querer llorar a Hyunjin. —nuestro nuevo hijito quiere saber qué nombre le pondremos. —sonrió.

Hyunjin jamás creyó poder estar tan feliz en toda su vida. Siempre se preguntó, ¿será que había hecho algo demasiado bueno como para tener en su vida a Lee Felix? No lo sabía, pero le agradecía completamente al Hyunjin de su vida pasada.

Estaban realmente muy, muy enamorados el uno del otro.

Se amaban con locura y quedaba demostrado con huella en cada uno de sus actos. La felicidad que de transmitían uno al otro cuando estaban juntos, si  dudas era algo que cualquier ser humano quisiese para su vida.

Ellos se amarían para siempre, porque así el destino, la vida y ellos mismos lo querían.

Le enseñarían al mundo lo que el amor es.

Ellos podían, siempre y cuanto estén juntos, amándose.

Ese sentimiento perduraría en ambos corazones.

Y para siempre.

Hola hola!


¿Qué tal?

¿Qué te ha parecido este epílogo? Me disculpo por tardar tanto en publicarlo.

Todavia quedan dos extras así que no te preocupes 💗

También quería añadir que tengo otra historia publicándose. Se llama Cute Kitten y es Hyunlix también, agradecería si pudieras pasarte a darla una oportunidad. Cute Kitten no es una adaptación si no un libro mío, escrito por mí.

Nos vemos en los próximos capítulos, chao!

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