Capítulo veintitrés !!
—Ya, h-hyung, vayamos a c-clase que ya va a tocar el timbre. — pidió separándose momentáneamente del agarre que Hyunjin tenía en su cintura mientras besaba su cuello, ambos estaban apartados del resto –que iban a sus respectivas aulas ya que en unos minutos sonaría el timbre– en un pasillo donde rara vez alguien pasaba por allí.
Hyunjin se dejó guiar embobado por el pequeño castañito que le había agarrado la manito para empezar a caminar al aula.
—¡Hey, Lix!
—Oh. ¡Hola, hyung!— Felix sonrió, meneando la manito libre que tenía hacia la dirección donde el alumno nuevo estaba.
O como Hyunjin le decía, idiota con completo de bad boy: Christopher Bang, también conocido como Bangchan.
El pelinegro se posicionó más cerca de Felix, atrás suya, rodeando con sus brazos la cintura del castañito, apoyando su mentón en la cabeza del menor.
—¿Qué te parece si compartimos el siguiente receso?— cuestionó el pelirrojo, llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.
Automáticamente Lee inclinó su cabeza hacia atrás para mirar a Hyunjin.
—¿Quieres?— preguntó con una sonrisa tierna, llevando sus propias manos encima de las contrarias que tenía en sus pancita.
—Claro, amor. — asintió, besando la frente del castañito cuando éste sonrió aún más.
El timbre sonó, indicando el final del receso.
—Ya nos tenemos que ir, hyung. Lo vemos después, ¿en la cafetería?— cuestionó, moviéndose hacia adelante –para ir al salón– mientras Hyunjin lo seguía detrás, pegado a su espalda mientras veía con seriedad a Christopher.
—Sí, como sea. — casi gruñó. — Nos vemos, Lix. Chico. — se despidió de ambos, incluso sabiendo cuál era el hombre de Hwang, dándose media vuelta y caminando lejos.
—Vamos, Jinnie hyung. — dijo, mirando hacia arriba otra vez, encontrándose con los ojitos de Hyunjin, quién lo miraba con total adoración.
—Vamos, bebé. — accedió, moviéndose tras él.
Felix y Hyunjin entraron al aula, Hwang abrazando de la cintura al menor mientras caminaban. Para todos aquella escena era totalmente normal, pero no dejaba de ser tierna.
Ambos enamorados fueron a sentarse en sus respectivos lugares, sonriendo. Estar así de juntos les proporcionaba aquello, total alegría y emoción.
—Lix. — Han le llamó, haciendo que el menor rápidamente girase hacia su dirección, se sentaba detrás de él, Hyunjin también giró, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros de Felix. — Quise preguntar esto desde que los vi, ¿quién es ese chico grandulón?— el rubio susurró, como si fuese un secreto que nadie podía saber.
—¿Chan hyung?— cuestionó, y Hyunjin no pudo evitar rodar los ojos. — Es un nuevo estudiante, el primer día me vino a hablar y ahora somos amiguitos. — sonrió, dejando a relucir aquella sonrisa tan encantadora.
—Ahh... — comprendió el mayor, asintiendo lentamente. — Pues no parece querer ser muy amigo, ese chico te come con la mira... — alargó la vocal cuando le dió cuenta de lo que estaba diciendo. — da.
—Ah, no, no, no. Eres un idiota. — Seungmin bufó, viendo la mandíbula apretada de Hyunjin.
—Lo siento. — Jisung murmuró, apenado. — Yo... yo no-
—¿Que hyung quiere qué?— Feix preguntó inocentemente, su ceño fruncido ya que no entendía de qué hablaba el rubio.
—Nada, nada. — el pelirrojo negó, queriendo disipar las dudas de Felix para que no tuviese que escuchar lo que su mejor amigo quería dar a entender.
—No lo escuches, bebé. No dijo nada. — negó Hyunjin, agarrando con suavidad su mentón y acercándolo a su rostro, rozando sus labios por varios segundos para después apresar su labio inferior.
La mandíbula de Han y Seungmin parecieron crujir. Podían sentir el suelo tocar sus barbillas.
Las mejillas de Felix estaban rojas cuando se separaron, siendo la primera vez que se daban un beso que todos podían ver.
—¡Oh por D-
—Señorita Yuna, ¿no querrá gritar en la oficina del director?— la voz del profesor-tutor hizo eco en todo el salón, el silencio se hizo casi insoportable.
—No. Lo siento. — la pelinegra dijo apenada, sentándose correctamente en su lugar.
Hyunjin y Felix se enderezaron en sus lugares, prestando atención al profesor.
—Como sabrán, en una semanas serán las vacaciones de mitad de año, por lo tanto, he decidido hacer algo antes de que dicha fecha llegue. — empezó el profesor de matemática, también su tutor. Las caras de los alumnos se deformaron en muecas, no queriendo saber de qué se trataba aquello. Sabían que no era nada bueno.
—¿Qué es?— una pelinegra, Wonyoung, preguntó curiosa.
—Decidí cambiar de lugares. — el barullo empezó inevitablemente, quejas y más quejas escuchándose, más el profesor ignoró totalmente aquello. — Considérenlo una oportunidad para subir nota aquellas personas que tienen baja mi materia. — solucionó, yendo hasta el escritorio, ignorando las constantes quejas de los estudiantes, agarrando una especie de libreta.
—Jinnie, no quiero. — negaba el castañito, aferrándose al cuerpo del mayor, quién lo abrazaba con fuerza.
—Yo tampoco, amor. Nadie quiere. — murmuró, observando como algunos de sus compañeros intentaban convencer al profesor para que no cambiara los lugares.
—Yo quiero sentarme contigo siempre, Hyunjinnie, no quiero cambiarme. — su cabecita se movió de lado a lado en negación otra vez, su rostro escondido en el pecho del mayor.
Hyunjin se movió un poco en su asiento, buscando que el menor tuviese mayor comodidad en su pecho, y así podría abrazarlo mejor.
—Ya tengo todo perfectamente ordenado. — el profesor volvió a hablar, pese a que sus alumnos trataban de convencerle. — A medida que los voy llamando, ustedes en silencio se cambian, ¿quedó claro?— cuestionó el adulto, ganándose un desganado "sí" por parte de todos.
La realidad es que nunca los habían cambiado de lugares. Hyunjin y Felix se habían sentado juntos siempre. Y el profesor no parecía querer sopesar la opción de dejarlos como estaban.
Sólo observaban como algunos se iban parando y cambiando a medida que el adulto los iba llamando y diciéndoles dónde tenían que sentarse, hasta que el momento que Felix no quería que llegara, inevitablemente llegó.
—Shuhua, tú te sentarás con Hwang. — leyó.
La castaña oscuro agarró sus libros y se levantó de su asiento, a sabiendas de dónde estaba Hyunjin, se acercó al banco donde ahora sería su lugar.
Felix puchereó, separándose del mayor y agarrando sus libros mientras el profesor seguía diciendo los nuevos lugares.
Hyunjin sabía que no deberían ser exagerados, no era el fin del mundo ni tampoco significaba que no se verían más en la vida, sólo era un minúsculo cambio de puestos, pese a ello, no quería que Felix no estuviese más a su lado en las clases como siempre había sido.
Lo peor, es que al ser su completo tutor –encargado de su curso– deberían sentarse lo que restaba del año de aquella manera, por lo tanto, quedaba en definitiva que no se sentarían más juntos.
Felix quiso levantarse, pero como todo un niño pequeño, Hyunjin agarró su brazo, tirando de él.
—Jinnie hyung... —regañó. —Shuhua noona no puede quedarse parada en lo que queda de la clase. —explicó el menor.
—Pero-
—Felix, tú te sentarás con Beomgyu. — leyó nuevamente el adulto, levantando sus lentes del puente de su nariz cuando estos se deslizaron un poco.
Felix miró hacia adelante, viendo a Choi quien le hizo una seña con la cabeza para que se fuese a su lado.
Anteriormente Taehyun se sentaba a su lado, pero ahora estaba en otro sitio.
—No. — Hyunjin negó, abrazando de la cinturita al menor para que no pudiese ir. El australiano se vió obligado a posar una de sus rodillas en la silla para no caer ya que Hwang lo tenía apresado.
—Vamos. Sólo son lugares. — Shuhua bufó, cruzándose de brazos y viendo a Hyunjin seria, pues sabía que si veía a Felix no podría estar "enojada".
—Noona tiene razón, Jinnie hyung. Le prometo que nos abrazaremos muchísimo como koalas bonitos en el receso. — habló, suave, abrazando del cuello a Hyunjin y dejándole un besito en su cabellera negra.
Hyunjin asintió lentamente, dejando de abrazar al menor, quien bajó la mirada y le sonrió antes de dejarle un pequeño beso en la nariz, rozándolas entre sí, haciéndole reír suave. Sus ojitos brillando con adoración cuando vieron los del castañito.
A veces los papeles se invertían. Hyunjin parecía un pequeño bebé. El bebé de Felix.
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