—No. Él no quería cargarme en su espalda. — explicó Felix mirando a la pantalla de su móvil. Estaban grabando una insta stories mientras caminaban por la vereda hacia una cafetería donde ir a desayunar.

—En mi defensa, son las nueve de la mañana, aún estoy muy cansado y aunque eres demasiado pequeño y liviano, ayer salí a un bar y el cuerpo me pesa. — dijo Hyunjin mientras bostezaba y se inclinaba a la altura de Félix mirando a la pantalla, porque sino, se veía solo parte de su hombro.

—Si me decías antes no te invitaba a desayunar para que pudieras descansar. — comentó, mirando al azabache aún grabando.

—¿Y dejarte ir solo? No, deja me muero de sueño. — dijo abrazando por la espalda a su mejor amigo aún caminando.

—Jinnie~. — sonrió Felix, dejando un besito en la mejilla del más alto, quien tenía su mentón apoyado en su hombro.  — Estamos yendo a una cafetería, es domingo así que hay que aprovechar. — rió bajito mirando a la pantalla otra vez.

—Cute. — sonrió el azabache, separándose finalmente de Felix y posicionándose más atrás, dejando que la cámara pudiese ver su cara.

Felix enfocó la cara de Hyunjin, haciendo zoom en esta, Hwang estaba mirando al otro lado de la vereda.

—¡Mira! Ahí hay una cafetería. — anunció, apuntando al otro lado de la vereda, mirando al castaño y dándose cuenta que lo estaba enfocando. — ¡Hey, me veo horrible!— rió el azabache, tapándose la cara.

Felix rió.

—Nunca te ves horrible, niñito.

—Niñito tú, niño. — contraatacó, destapándose la cara finalmente, mirándolo con el ceño fruncido fingiendo estar molesto.

Felix rió y dejó de grabar, subiendo la insta stories y guardando el móvil.

—Solo me ganas por tres meses. — bufó Lee, frunciendo el ceño y mirando a Hyunjin.

—Sí pequeñito~. — se burló el azabache, entrelazando sus manos con las de Felix, parándose en el borde de la acera, mirando a ambos lados de la calle para cruzar.

—¡Hey! ¡No te burles!— se quejó el castaño, juntándose más a su mejor amigo y cruzando la calle a la vez.

—No me estoy burlando, mi vida. — dijo entrando a la cafetería, mirando el interior buscando una mesa desocupada, no encontraba ninguna vacía.

—Sí lo estás haciendo. — murmuró, soltándose del azabache y entrando al interior, había bastante personas allí.

—¡Oye, espera! ¡Te vas a perder!— semi gritó Hyunjin, siguiendo A Felix.

El castaño bufó. Sabía que era algo bajito, pero no necesitaba que se lo dijeran todo el día, aunque le parecía bonito que se lo dijera su mejor amigo, pero no lo iba a confesar.

—¡Jinnie, Jinnie, mira, encontré un lugar!— saltó emocionado Felix, llamando la atención del azabache, quien pasaba entre la gente.

—¡Aww! ¡Qué tierno!— chilló alguien que pasaba justo por al lado. — Amor, mira que chiquillo. — sonrió la azabache desconocida mirando a su novio, este volteó y sonrió con ternura al igual que su novia.

—¡Hey! ¡No soy un chiquillo!— se quejó golpeando el suelo con su pie, cruzándose de brazos.

—¿Cuántos años tienes?— sonrió con ternura mirando al bajito.

—Parece de doce. — sonrió el chico.

—¡Tengo dieciséis!— se quejó levantando sus manos al aire en forma de protesta.

—Cálmate, cálmate. — pidió Hyunjin llegando a su lado y sosteniéndolo de la cintura, mientras Felix escondía su carita sonrojada en su cuello y lo abrazaba por la cintura. Hwang sobó su espalda y le dió un besito en su cabellera castaña.

—No me gusta ser bajito, Jinnie. — se quejó dramatizando, la pareja ya había desaparecido yendo a pedir su desayuno.

—A mí me pareces lo más adorable y bonito con tu estatura, bebé. De verdad ser bajito hace que tengas tu toque, ¿sí?— preguntó, acercando al castaño a la silla de la mesa, éste aún estaba abrazando al azabache.

Felix asintió, saliendo de su escondite en el cuerpo del mayor y sentándose con un puchero en sus labios.

Puchero que Hyunjin quería besar.

¡Hola hola!

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