09
DELILAH SE DETUVO frente al cuadro de la dama gorda, pero, había olvidado por completo la contraseña.
—Eres una tonta Delilah Sparks—se habló a si misma, golpeando su cabeza un par de veces, pero luego volvió a peinarse.
—am...¿Cabeza de dragón?—preguntó la Hufflepuff y la mujer se movió, para dejarla pasar.
Entró muerta de la vergüenza, y apenas vio a Sirius, se disculpó.
—Lo siento, me retrase porque no sabía que ponerme y la contraseña y...—comenzó a mover sus manos, en su cara se notaba el arrepentimiento y hasta incluso, sentía que lloraría— comprendo si no quieres que vaya pero...
Black sólo la abrazo, apegándola a su cuerpo y escondiéndose en su cuello, y mientras él se preguntó ¿Qué le había pasado a la chica para reaccionar de esa forma?
—no vuelvas a verme así nunca más, por favor...—pidió el gryffindor— ni te disculpes, porque no has hecho nada malo
—¿Entonces... puedo ir?—preguntó confundida y asintiendo ante sus palabras.
—¿Por qué no podrías ir?—se apoyo en el hombro de ella, para mirarla con una mueca— ¿quién te ha hecho tanto daño, mujer?
—No no, olvídalo...—negó, tratando de evitar un conflicto.
Sirius iba a protestar, insistir incluso, pero Lily se acercó.
—¿nos vamos?—preguntó.
Y al parecer, el camino a Hogsmade no fue tan incomodo como pensaba, a pesar de que iba de la mano con su "novio", se fue charlando con Lily sobre cosas del mundo no mago, teniendo muchas cosas en común.
—¿Te gusta Abba?—preguntó la pelirroja ansiosa.
—¿Qué si me gusta?, ¡me encanta!—sonrió.
••••
ESTABAN SENTADOS EN una mesa en "Las Tres Escobas", mientras Sirius y Potter iban por las cervezas con mantequilla, Remus decidió hablar.
—¿Y cómo comenzaron con Sirius?
—Bueno... realmente fue el quién comenzó esto, y lamento mucho de la carta Remus—dijo avergonzada— alguien robó mi diario y mi set de cartas y la envió...
—Oh... no pasa nada—asintió el licántropo con una sonrisa cálida, aunque, se sentía un poco dolido y tonto, quizás, debió haber sido más rápido.
—Era bastante obvio que Sirius comenzara algo, pero, me agrada mucho que seas tú su novia—Lily comentó— siento que le harás muy bien
—Gracias...
Cuando llegaron los dos chicos con las jarras, dejaron las cervezas de mantequillas y se sentaron junto a sus chicas, abrazándolas.
—¿Cómo te pidió Sirius ser tu novio?—preguntó curioso James.
—¿Cómo?—la voz de la Hufflepuff confusa.
—Es que, llegó al cuarto con galletas—Peter respondió— pavoneándose que su novia le hizo unas galletas
—Oh...—los novios falsos se miraron con confusión.
—¿Es importante?—preguntó Black, tratando de pensar en alguna tonta historia.
—Realmente lo es—Evans insistió— pero, me gustaría saber la versión de Delilah, ¿podrías contarnos?
—Bueno...—dio un gran sorbo a la bebida, tragándose casi todo el contenido y Sirius le tomó su mano libre, para darle confianza y tranquilidad .
¿Qué podía decir?, ¿Qué sonaría creíble y qué no?... no lo sabía.
—Bueno, fue en la cocina—comentó, mientras aclaraba su garganta— yo estaba horneando galletas y... hablamos un rato y me lo pidió, nada de otro mundo
—Que aburrido eres Cornamenta—negó Potter.
—Ni siquiera le gustaba—el licántropo dijo bajo, pero por el ruido del ambiente no se escuchó.
—No es aburrido, realmente Sirius no es muy "romántico"—Peter comentó— así que, para mi, está bien
—No es que no lo sea—Delilah decidió hablar, evitando que Sirius abriera la boca para discutir— solo que fue algo muy rápido, estoy segura que si pudiera haberlo hecho de otra forma, lo haría
Y cambiaron el tema de conversación. La mente de Lilah estaba en otro lugar en estos momentos, se sentía demasiado extraña estando con gente que apenas conocía y se regañaba mentalmente por un "plan" que no funcionaría, pero, le daba vergüenza decirle que si podían dejarlo, por miedo a la reacción de Black.
•••
SIRIUS ACOMPAÑO A DELILAH a su sala común, o más bien, a la puerta.
—La pase bien hoy—comentó el más alto— realmente les agradas, mucho a decir verdad
—Ellos también me agradan, de hecho, Lily es más simpática de lo que pensé—sonrió la chica, quitándose el pañuelo del cuello.
—Si...—asintió y luego habló— Remus te miraba demasiado, ¿intentaste hablar con él?
—¿Remus?—preguntó y luego negó— realmente no... hablé mayormente contigo y con Lily, ya sabes, soy extrovertidamente introvertida—levantó sus pulgares riendo— además, igual sería un poco feo si hablara con él si estoy contigo, ¿no lo crees?
—No, ¿por qué crees eso?—preguntó riéndose— puedes hablar con quien sea teniendo novio Lilah, tener pareja no te limita a conocer otras personas
—Bueno... yo sentí que era fuera de lugar—se encogió de hombros— vi a tu ex en las tres escobas... ¿hablaste con ella?
—No, ni la noté—se sinceró y le tomó la mano— ¿crees que puedas hacerme un favor mañana?
—Bueno...—Sirius le quitó el pañuelo de las manos— ¿Qué necesitas?
—Mañana, tú y yo, mi habitación—le guiñó un ojo.
—¿Ese es el favor?, ¿estar contigo en tu habitación?—y el chico asintió— ¿algo sexy o..
—Ve en pijama... o bueno, en tu mejor pijama—soltó una risa— mañana te lo devuelvo
—Puedes quedártelo—la chica le sonrió— ¿a qué hora?, ¿llevo algo?
—después del desayuno—dijo sonriente, besándole la nariz— y lo que quieras, nos vemos babygirl
—¿No puedes buscar otro apodo?—frunció el ceño, mientras veía a Sirius caminar de espaldas riéndose— no se, algo más normal como sweetie o algo
—Mmmm... no, babygirl suena bien para mi
•••••
PIJAMAS. AQUELLA PALABRA había dejado a Lilah despierta toda la noche, con agujas e hilos, cociendo retazos de algunas cosas que había cortado, mientras sus amigas la miraban con curiosidad.
—¿Qué demonios estás haciendo?—Christine preguntó curiosa.
—Un pijama—respondió Lilah y Adelaide.
—¿Y para qué?, creí que con tus pantalones raros y tus sudaderas feas bastaban y sobraban—se encogió de hombros Chris.
—Sirius me invitó mañana a estar con él, así que, estoy haciendo un pijama—les mostró a sus amigas lo que llevaba.
Era un pijama de dos piezas, pantalón y polera manga larga de distintos retazos, y se veía bien.
—Lilah, si quieres ser la criatura de Victor Frankenstein, estás más que lista—Adelaide se dirigió a su armario, sacando un baby doll rosa palo para pasárselo.
—La estas metiendo a la boca de los leones Addie, literalmente—rodó los ojos la tercera, yendo a su armario y sacó un mameluco de gatito— ponte esto y ya
—Gracias Chris...
Y las chicas luego de un rato, se fueron a dormir. Lilah se despertó temprano e hizo su rutina normal, para ponerse el pijama que su amiga le había prestado, portando solo sus calzones de hello kitty bajo el pijama de polar.
Fue a la cocina para comenzar a preparar galletas, pastelitos y otras cosas para pasar la tarde, ademas de un par de termos con té con miel y café con leche, guardando todo en una mochila que había llevado con ella. Lo dejó en su habitación después de empacar todo y fue a desayunar con sus amigas, llevando una conversación bastante normal.
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