Han pasado dos meses desde que JiMin tuvo tal encuentro y solamente le ha quedado el amargo recuerdo, las conversaciones y los encuentros con su mejor amigo se han visto cortos después de la mención de su novio. Al pelirosa le irrita su simple mención, si antes estaba emocionado por YoonGi, ahora estaba preocupado y ansioso por ver el final de tal relación.

Pensar en su mejor amigo y su novio ha estado atormentado su cabeza, más el estrés que ha estado soportando gracias a la universidad. Gracias al cielo, uno de sus amigos lo ha invitado a uno de los antros más grandes y lujosos de Gangnam, con el único objetivo de despejar su mente.

ㅡEntonces me dijo que tenía dos entradas para mí y un acompañante. Ah, solo sé que beberé una cantidad generosa de mi alcohol favorito.

ㅡEntonces solo iras a liberar el estrés con un acompañante.

ㅡ¡He dado todo de mi! Merezco esto después de entrar a un mundo tan complejo como es la universidad, a veces siento que no puedo respirar.

ㅡSi puedes respirar JiMinnieㅡ respondió con voz dulce desde el celular ㅡCon ayuda de un tanque de oxígeno, pero lo haces.

ㅡVaya, me encanta el apoyo moral que le das a tu mejor amigo, simplemente eres todo lo que necesito.

La leve risa que YoonGi dejó fluir envío una emoción punzante al pecho del pelirosa, esa misma que lo hacía dudar de tantas cosas cuando se trataba de su mejor amigo.

JiMin se acomodó en la cama y llevó la mirada hacia el techo de su habitación. Sospechaba que la emoción que lo amenazaba estaba presente desde tiempo atrás, desde antes de la universidad pero que se había mantenido oculto en lo más profundo de su ser, solo para convencerse y protegerse al mismo tiempo, era como un escudo de cobardía que le impedía arriesgarse porque no quería perder a YoonGi, lo quería tanto que estaba por sobre sus propios sentimientos.

ㅡY parece que te perdiste nuevamente en tu mundo de preocupaciones.

ㅡLo siento, suelo divagar demasiado y ya lo sabes.

ㅡPor eso mismo te llamé. ¿Entonces cuando es la fiesta? Y ¿A quién llevarás?

ㅡEste viernes a las diez y dime que sí estás disponible.

El pálido al otro lado soltó una queja ㅡA esa hora comienza mi programa de Drag Queens favorito, no piensas en tú mejor amigo y su felicidad.

ㅡPor Dios Min YoonGi, haz un pequeño sacrificio por ir a beber una copa conmigo al menos, créeme que me encargaré de tener una cantidad generosa de alcohol para nosotros. Además, hace mucho no nos vemos...

ㅡTendrás una para ti y una para nosotros, muy bien. Nos vemos el viernes JiMin. Te quiero.

Inconscientemente JiMin sonrió, escuchar aquello lo había emocionado de una forma increíble, como cada vez que lo veía, a él y solo él. Estaba por responder algo realmente cursi cuando sus veinte segundos de valentía lo atacaron, pero un...

"¿Cariño, con quién hablas?"

La sonrisa en sus labios desapareció de forma inmediata al reconocer la voz del novio de YoonGi, seguido de la sincera respuesta del pelinegro que fue respondida con un bufido. Un sonido lo asustó, se trataba de un chasquido, y ahí supo que debía colgar antes de seguir escuchando aquello.

ㅡAdiós, Minㅡ y colgó.

Del otro lado de la línea alguien se había quedado estático por la respuesta tan fría. Se limitó a suspirar y recostarse en su sofá, evitando el contacto físico de su pareja, misma que sonreía por su cometido.

El pantalón se pegaba gentilmente a su piel, la camisa negra y floja mostraba su pecho gracias al cuello en V, junto a los collares de plata, elegía con cuidado los anillos que se pondría en las manos, era lo único que faltaba para estar completo. Park JiMin amaba verse bien, resaltar entre los demás.

ㅡDios Santo, Park JiMin vas a derretir corazones hoyㅡ dicho esto, esparció su fragancia favorita en sus clavículas expuestas. Sabía perfectamente que esa noche más de una persona sería abatida por una simple sonrisa suya.

JiMin levantó su bolso al recibir la notificación del Uber que lo llevaría, tomando su abrigo cerró su departamento, esperando que YoonGi ya se encontrara allá.

Había comenzado, la fiesta que estuvo esperando había comenzado y ya tenía en sus manos un trago de su alcohol favorito, sentir el ardor amargo en su paladar lo entusiasmaba a tal manera de comenzar a balancearse por sí solo frente a la barra. La música estaba resonando, las personas se apegaban a otras como salvajes, podía deducir en cómo terminaría todo dentro de unas horas, se preguntaba si acaso él...

ㅡ¡JiMinie!ㅡ el pelirosa volteó al escuchar una voz más que conocida, sonriendo inmediatamente al verlo.

ㅡ¡Taehyungie!ㅡ respondió.

ㅡMe alegra verte aquí, por un momento pensé que no vendrías.

ㅡMe tienes muy poca fe Taehyungie, cómo podría rechazar una fiesta con tan buen alcohol.

ㅡ¡Oh! JiMinie, quería presentártelo en un mejor ambiente, pero aprovechando el momento. Él es mi novio, Jeon JungKook.

Detrás del peliazul se asomó un hombre más alto, de figura esbelta y un largo cabello azabache, en la mano que había apoyado en la cintura del moreno se podían ver algunos tatuajes ㅡMucho gusto, Taehyung me ha hablado maravillas de tiㅡ y JiMin creyó que su mandíbula tocaría el núcleo de la tierra.

Frente a él estaba el mariscal de campo que por un tiempo lo había atormentado por una equivocación, por un completo malentendido. El aclamado heterosexual Jeon JungKook, mismo hombre que había sido la causa principal por la que su vida había cruzado con la de YoonGi, le sorprendió lo increíble que podía ser el destino y lo pequeño que era el mundo.

La presentación terminó con una disculpa sincera de parte del azabache, pues tiempo después se había enterado de la mentira de su entonces pareja, en conjunto de otras infidelidades, como recompensa JiMin obtuvo un trago gratis y continúo entre los demás visitantes, aunque no dejaba de revisar su celular cada cierto tiempo.

ㅡMaldita sea Min ¿Me vas a dejar plantado?

Hombres y mujeres pasaron cerca del pelirosa, algunos alcanzando a bailar una canción y cuando Park veía a donde querían llegar solo se alejaba, de esa forma se mantuvo hasta que las doce marcaron con fuerza su reloj, maldijo una y otra vez el apellido de su amigo y también a su pareja.

Era tarde y estaba cansado, iría por más alcohol y bailaría una última vez antes de irse a un hotel.

ㅡBarman, el más fuerte de la noche. Necesito olvidar a alguien por el momento.

ㅡQue sean dos.

El pelirosa volteó hacia su izquierda, reconociendo la fragancia que lo hacía flaquear. Se trataba de YoonGi, luciendo su cabello largo y una camisa blanca, los dos botones iniciales abiertos para relucir su blanquecina piel, JiMin quiso jadear ante las alucinaciones que tuvo con tan simple vista.

ㅡPasó tanto tiempo que pensé que había sido abandonado, estuve a punto de irme con el gemelo no reconocido de Robert Pattinsonㅡ YoonGi solo carcajeó ㅡ. ¿Donde dejaste a tu novio? Ya que te sigue a todos lados.

ㅡEn su departamento dormido, no quería dejarme venir y por eso el retaso, además, el tráfico en Gangnam es como el infierno.

JiMin sonrío, en parte porque lo del tráfico era verdad. Los tragos fueron puestos frente a ellos y bebieron con tranquilidad, hasta que JiMin se puso de pie llamando la atención del pálido, escuchó la canción y lentamente se adentró al centro, fijando su mirada en la felina de YoonGi que solo lo seguía con curiosidad.

El baile era una de las fortalezas de JiMin, por lo que acariciar su cuerpo con sus propias manos levantando cuidadosamente su camisa mientras movía sus caderas, era solo un inicio, la sensualidad lo cubría junto a las luces del antro, el sudor perlaba su rostro y cuello, cada movimiento era dirigido al hombre que estaba a unos metros de él.

YoonGi intentaba pensar que aquello era algo común en su mejor amigo, estaban en un antro y quizás solo era la adrenalina del momento, sin embargo, cuando un sujeto cualquiera había malentendido las señales de JiMin, no lo pensó dos veces antes de caminar hacia él y envolver su cintura con ambas manos.

I can't believe we're finally alone
I can't believe I almost went home

Park quiso reír, pero simplemente se apegó al cuerpo de YoonGi, fijando su mirada en los penetrantes agujeros negros del pálido, perdiéndose en su profundidad mientras continuaba bailando, cada vez de forma más erótica e insistente, bastaron segundos para que la expresión de Min cambiara y lo acompañara en el seductor baile.

Movimientos sincronizados, manos grandes apretando con fuerza, el aliento de JiMin chocando en el cuello del otro.

Electrizante, tentador y seductor. Era como caer en una copa de vino que tenía como nombre Park JiMin.

ㅡHe esperado tanto, tanto estar a solas contigo, te extraño YoonGi, te extraño y te necesito tanto.

ㅡCreí que querías verme en una relación, pero ahora veo todo lo contrario, dime ¿Qué me puedes decir ahora JiMInie?ㅡ susurró contra su oreja, apegando sus labios a ella, provocando un jadeo en el más bajo.

JiMin se alejó para observar a su mejor amigo, cada detalle de su rostro lo tenía grabado en su mente, no había ni un solo punto que no le gustara de él. Lo admitía finalmente, impulsado por el alcohol quizás, pero admitía estar enamorado del hombre frente a él.

ㅡPodría ser un mejor novio que élㅡ y lo besó.

Lo besó intensamente hasta perder los sentidos, sin importarle nada ni nadie se arriesgó, sorprendiéndose cuando fue correspondido con mayor intensidad, las manos de YoonGi recorriendo su espalda por debajo de la camisa erizó su piel, la excitación lo aturdió cuando fue aún más fogoso y descontrolado.

ㅡPuedo hacer toda la mierda que él hace, incluso mejor.

JiMin empujó su pelvis contra la del mayor, sintiendo la presión de ambos miembros contra sus pantalones, jadeando volvieron a presionar sus bocas, hambrientos del otro.

Los deseos más impulsivos de JiMin se cumplieron cuando tomó la muñeca de YoonGi y este no resistió, dirigiéndose a las afueras del antro.

El pelirosa solo pudo agradecerle al universo por haberlo planeado de esa forma.

¡Gracias por leer!