Se sentía un tanto incómodo estando al lado de su casi exnovio. El castaño suponía que después de todo aquel show con Minho, por fin el pálido lo dejaría en paz, pero como aquel show resultó darle mejorías con Hwang Hyunjin, Minho decidió seguir tendiendo en uso a Jeongin.

Y sí, Jeongin sabía que era un completo idiota por querer seguir al lado de Lee, aún sabiendo que algo en su interior se desarrollaba por Chan y sabiendo que era un simple juguetito de distracción.

—¿Qué te pasa? —preguntó uno de los amigos de su novio a Jeongin.

—Nada —balbuceó.

Se veía obligado a responder con monosílabos, pues simplemente la guerra que se generaba a cada segundo más prudentemente en su interior, lograba quitarle el habla de una vez por todas.

¿Chan? ¿Minho? ¿Ambos? ¿Sentimientos? ¿La tierra es cuadrada o redonda? ¿Por qué? ¿Chan lo quiere? ¿Minho lo quiere? ¿Siente algo por Minho? ¿Minho alguna vez se sintió atraído hacia él? ¿Chan le gustaba? Pregunta tras pregunta era generada por el cerebro inteligente, en parte, de Yang, mientras que miles y miles y miles de respuestas le seguían por detrás.

De un momento a otro, sintió como Lee enrollaba el brazo en sus hombros. Se sintió ligeramente incómodo por aquello, y en parte feliz, pero todo sentimiento se esfumó cuando vio como Hwang Hyunjin pasaba por enfrente suyo.

Bufó en alto y su mirada se dirigió al pelinegro de unos metros más adelante de él. Chan estaba distraído viendo algo del otro lado de la cafetería, justo a la ventana de unos metros a su lado.

Chan se había convertido en alguien muy importante para él. ¿Conocerlo poco? Quizá, pero en realidad había logrado renovarle un sentimiento que hacía tiempo se había esfumado.

Hwang Hyunjin era alguien realmente muy agradable. Había logrado cruzar palabras con él antes de que "todo aquello" ocurriera, pero justo en ese instante lo único que sentía por él era odio.

—Uh —susurró con amargura en sus cuerdas.

Hyunjin estaba hablándole a Chan. Se suponía que solo el mismo Jeongin podía hablarle y sentarse con él, se suponía que solo él podía estar con él y caerle bien y que solo podía molestarlo él.

Bajó la mirada algo decepcionado por el sentir que en su estómago se había presente. Recordaba ese sentir, alguna vez cuando había comenzado apenas a salir con Lee y que lo había visto con otro chico muy atractivo.

—¿Celos? —se susurró a sí mismo, mirando aún a sus pies en el piso.

Celos. Una palabra que le decía tantas cosas. Quizá aquel sentimiento de aleteos que había sentido una tarde que hablaba con él, no habían sido náuseas.

¿Era posible? ¿Acaso era posible que se estuviera enamorando de Bang Chan? No entendía al mundo, ¿cómo era posible que después de conocer a alguien, tu vida cambiara tan drásticamente?

Vio una sonrisa lejana, muy conocida, linda y aclamada, proveniente de la mesa que había estado observando. ¿Chan riendo tan repentinamente? ¿Por qué no se hartaba del repentino hablar de Hyunjin?

—¿Tan fácil es hablar tan cercanamente a él? —susurró triste refiriéndose a su amigo Chan.

Si era que podía seguir entrando en el término "amigos".

¿Cuándo todo pareció dar un giro tremendamente estúpido? Lo único que lamentaba Jeongin en aquellos instantes era no haber conocido Chan tiempo atrás, donde nada de relaciones existían, donde sí pudo haber tenido una oportunidad.

Las cosas pasaban por algo, así que alejó ese deseo creciente de su mente y se fijó en el ahora, aunque todo parecía estar mucho mejor en una realidad alterna.

Algo en su interior se rompió y por primera vez supo qué era sentirse un hueco en el corazón.

Porque para su pesar, comenzaba a sentir cada vez con más frecuencia mariposas, porque para su pesar, comenzaba a enamorarse de Chan.