𝐀𝐂𝐓𝐎 𝐈𝐈𝐈: 𝐇𝐚𝐬 𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐬𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬.

❝ Persigues a dos chicas, pierdes la indicada.❞

━━ ˓ ֹ 𖥻 LA SONRISA FANTASMAL DE LA PRINCESA RHAENYS TARGARYEN, fue lo ultimó que vislumbró Rhagnar tras ser tragado por el voraz fuego. Una inevitable oscuridad lo sepulto e inmediato en un recoveco voces tan familiares se consagraron en un solo punto, sumiéndolo en una desesperante agonía; Lucerys Velaryon retumbo tan fuerte en medio de las lagunas siendo eclipsado por otro tono más dulce.

"Aun no es tú hora, padre."

" Nos vemos en otra vida, hijo mio."

"Tan solo en un rato podremos reunirnos, padre."

"Te has vuelto un excelente padre, mi niño."

Prontamente, la falta de oxígeno se presentó provocando que las voces se disiparan causando la angustia. El hombre trataba de dar bocanadas, sin embargo, una sensación candente se coló: iba a desfallecer. Quería quedarse, sí, estar cerca de esos que no vería más, pero una impetuosa fuerza lo agarró sin intenciones de soltarlo y, una cegadora luz se presentó.

Despertó de golpe generando un sonido casi inhumano. Tosió, se tardó en acostumbrarse a la iluminación que lo obstruía aun así la visión se acoplo deshaciendose de las manchas borrosas que veía.

— ¡Padre! — un exclamor junto un peso aturdieron el recién levantado.

Enfoco a sus hijos quienes lucían consternados: Jacaerys, Rhaegon, Aethan, Aegon y Viserys, se abalanzaron sin interesar los quejidos del Velaryon, especto con dificultad a los demás; su esposa sumida en el llanto siendo acompañada por Corlys junto a Laenor. Fue entonces que, una revalancha de imágenes lo sacudieron al atisbar a su padre solo sin Rhaenys; la vista se nublo al evocar la tragedia, la mujer que pudo reinar había muerto.

Su culpa. 

Se reincorporó con tal entorpecimiento en seguida de que sus hijos lo soltaran, no obstante, cuando deseo mover las piernas para colocarse de pie estas ni siquiera le respondían a cambio un corrientazo lo obstruyó hasta la medula espinal, un alarido enfermizo emergió de la boca del Velaryon dejando a las personas que esperaban el despertar sin aliento debido a la nueva reacción.

— ¡Mis piern...piernas! — el pánico lo inundo sucesivo de un impetuoso dolor que lo doblego. Un extrañó sentimiento lo abatió tal como si le arrebataran ahora el poco oxigenó.

» Babelon« pensó.

— ¡Traigan al maestre! — el grito eufórico de Rhaenyra alertó al consorte.

A los minutos, inmovilizaron a Rhagnar quien sudaba por los repentinos espasmos. Los sollozos de Rhaenyra se escuchaban a las afueras de la habitación puesto que por poco pierde el amor de su vida, tal vez, los dioses se compadecieron por ella que le permitieron tenerlo más tiempo; sus hijos la abrazaron brindando el consuelo que tanto le faltaba.... pueda que esta vez seria la última que su familia estaría tan unida.

Cuando lo estabilizaron; Rhaenyra se acercó angustiada al maestre mientras su esposo caía inconsciente por el abrupto esfuerzo.

— Ocurrió lo que tanto temía, alteza...— dijo en un tono moderado— las piernas del consrote real están pulverizadas.

— ¿Co-comó?...... — titubeó, retrocediendo por la repentina noticia— ¿usted podrá aliviarlo? — la mujer palideció y observó por encima del hombro del anciano a su maltratado esposo.

— Rece mi reina porque solamente la voluntad de los dioses podra restaurar el mal hecho— alentó, aunque parecía irónico lo que decía.

Rhagnar Velaryon, no solo perdió a una hermana, dos hijos, una madre, un dragón sino también fue castigado "irrevocablemente". ¿Qué más tendrían que perder para poder ganar y gobernar?

DONDE LOS DIOSES mortifican al rey consorte por los pecados cometidos

O

DONDE EL MATRIMONIO de la reina legitima se comienza a quebrar.

SHAENYS.

❝¿Una criada como yo puede

provocar preciosas risas a su alteza? me siento

honrada por el alago. ❞

DAEMON TARGARYEN.

❝¿No tienes suficiente con que estamos perdiendo la 

puta guerra? sino también eres el 

causante de las lágrimas de mi reina, invalido. ❞

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