XVI.Life and death.
XVI. Vida y muerte.
❝Que idea más extraña envolverte
en sabanas, ¿te parece bien, mi libélula? ❞
¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C
━━ ˓ ֹLOS ESFUERZOS POR PROTEGER A SU FAMILIA POR UNA CONSPIRACIÓN, sentaron mal a la salud del reciente "recuperado" Rhagnar Velaryon. El milagro se convirtió en un inesperado dolor de cabeza y tras protagonizar una grotesca escena por el honor, a las horas cayó en cama envuelto de sudoración, temperaturas altas, una tos acompañada de residuos de sangre. Los nobles empezaron a cotorrear que era el alma de Vaemond Velaryon que, se disponía a llevárselo debido al "injusto" asesinato.
-Estar aquí me enferma-bromeó. Aunque aquel comentario inocente no fue bien recibido por el protector y amigo Harwin Strong no le quedo de otra que al heredero reír con falsa alegría, mostrando las perlas blancas con un tinte carmesí- eres mi máximo confidente, ¿no es así, Harwin?
El repentino comentario acaparó la atención del grandote; pese a la peste, ahí encamado se veía el hombre feroz que aun continuaba moviendo las piezas del juego. La habitación no asentaba aun aspecto vivaz como años atrás, no obstante, recaía a una angustiosa oscuridad anunciando el mal presagió.
- Así es, mi señor-respondió automáticamente firme en la posición.
En las orbas violáceas acentuaba las dudas cuyas inquietudes percibió el de hebras rizadas. En años nunca se cuestionaron la fidelidad, la lealtad, pero, ahora que Rhagnar yacía más paranoico en su lecho todo cambiaba drásticamente.
- Antes de contraer esta asquerosa enfermedad -se reincorporó con debilidad-intercambie correspondencia con una mujer que se apoda "gusano blanco." No malinterprete, amigo mío-se apresuró en decir al notar el rostro desencajado del contrario- necesitaba estar al tanto de los movimientos de los enemigos mientras estábamos lejos.... la sucesión de una mujer al trono de hierro es cuestionable y lo cuestionable es sinónimo de complot, por lo tanto, he de luchar por ella y mis niños para asegurar un provenir prospero, sin embargo, mis temores han sido confirmado.
-¿Confirmado, mi señor? - Harwin se aproximó al costado de la cama- ¿Acaso...
-Efectivamente, tenemos intrusos en la fortaleza que escalan con tal de asentar un hombre en el trono-agarró la leche de amapolas que reposaba en la mesa del costado con tal de beber y calmar dolores- me han dado nombres, pero, no estoy seguro.
-¿Quieres que yo...?
-Si, amigo- volvió a sentar cabeza en la almohada luego de ingerir todo el brebaje-averigua quien es un traidor, ahí en la mesa tengo el nombre de uno del posible alevoso y que tu amor no prive el buen juicio, HarwinStrong .
La conversación murió al igual que el fuego que iluminaba el aposento. Harwin Strong quedó con una ardua tarea con tal de demostrar fidelidad a la legitimidad. Por lo tanto, esos mismos días la notable mejoría de Rhagnar fue motivo de una celebración, claro, bajo órdenes del rey Viserys.
Para celebrar su restablecimiento se organizó un banquete el primer día del 129 d. C. Tanto la princesa como la reina recibieron la orden de asistir, con todos sus hijos. Como muestra de amistad, cada mujer vistió el color de la otra y se hicieron muchísimas declaraciones de amor, lo cual causó gran placer al rey, pero, una creciente desconfianza en el heredero de Driftmark.
La mesa estaba rellena de exquisitos alimentos, bebidas finas, y de engañosas alegrías. Rhaenyra se situaba a un lado de su padre, el rey Viserys, y al otro lado de este estaba la reina, Alicent, al costado de Rhaenyra se ubicaba su esposo Rhagnar que, a diferencia de su mujer se negó a utilizar colores verdes bajo el pretexto que el azul oscuro con toques carmesí resaltaba mejor sus ojos. Al lado de Rhagnar, estaba Jacaerys junto a Baela, y de esta misma estaba Lucerys quien a sus respectivos costados estaba Rhaela, así mismo, se hallaba Rhaegon de trece acompañado de Aethan de tan solo doce, Rhaenys, madre de Rhagnar se encontraba más que feliz a lado de sus nietos, por otro lado, los infantes menores Viserys de nueve y Aegon el menor de ocho, se localizaban en una recamara profundamente dormidos.
Helaena, segunda hija del rey se hallaba con Aegon el mayor, más al fondo estaba Aemond el tuerto, y al aledaño de la reina se estaba la mano del rey, Otto.
- ¡Quiero hacer un brindis! - la voz de la reina se alzó por encima del bulliceó- ¡agradecer por la recuperación del esposo de mi hijastra...además felicitarla por el pronto nacimiento de mi nuevo "nieto".
Las mejillas de la reina se estiraron que por un breve momento Rhagnar creyó que se le encalambraría. Quizás, se trató de un pesar por la actitud enferma del monarca por lo que se abstuvo en comentar vulgaridades, por el contrario, Rhagnar se levantó con la copa en alto, una falsa devoción se coló en los ojos de este, y observó fijamente a la mano del rey. El heredero de Driftmark alzó la copa por ser Otto Hightower y le dio las gracias por su leal servicio como Mano. Ser Otto, a su vez, alabó la valentía del consorte.
Las risas, el intercambio de relatos épicos adornaron la mesa tanto que los plebeyos creyeron que las disputas habían finalizado. A las pocas horas el rey Viserys tuvo que retirarse pues aún se fatigaba fácilmente. Debido a esto, Aemond el Tuerto se puso en pie para brindar por sus sobrinos Velaryon y habló con admiración satírica por su pelo castaño, sus ojos marrones... y su estirpe.
-Jamás he visto a nadie más linajudo que mis dulces sobrinos -concluyó- Con que bebamos por estos cuatro mozos de tan pura sangre.
Jacaerys, el primogénito del matrimonio golpeó con violencia la mesa tras la camuflada insinuación.
-¡Hijo! - el tono gélido de Rhagnar freno todo intento de un altercado, obligándolo a sentarse-agradezco el brindis por mis niños, Aemond el tuerto.
La sonrisa del platinado desapareció, malhumorado, regresó al asiento aunque un plebeyo le colocó un cerdo delante provocando una ligera risa entre Lucerys y Rhagnar quien entendía a la perfección la referencia. Rhaenyra molesta por la actitud de su cónyuge le pateo la espinilla provocando un quejido, él la miro y ella solo alzo los hombros desinteresada.
- Compórtate- siseó por debajo- pareces un niño chiquito.
Entonces, fue el turno de la princesa en sostener la copa causando que la atención recayera en ella.
- Un brindis por el compromiso de mis hijos - dijo y el rostro de Rhagnar se desencajo por completo- mientras mi esposo estaba en cama, Rhaenys aceptó la unión entre Jacaerys con Baela y Lucerys con Rhaela, además el príncipe Daemon aprobó y con su bendición, esperamos celebrar una boda próximamente.
Cuando la princesa retornó al asiento inmediatamente el heredero de Driftmark la interrogo por tomar decisiones a sus espaldas.
-Antes situaciones desesperadas medidas desesperadas- respondió banalmente dando por concluido la pequeña disputa.
Más tarde aún, al breve instante que la música apertura la atmosfera, Aegon el Mayor se ofendió cuando Jacaerys pidió un baile a Helaena, su esposa. Se intercambiaron palabras iracundas, y ambos príncipes habrían llegado a las manos de no ser por la intervención de Rhagnar.
-Es hora de dormir-dijo colocándose de escudo entre los príncipes. Aemond aun costado atisbaba con bronca al esposo de su media-hermana- incluyendo a quienes beben y quien solo ve.
-¡Rhagnar! -protestó Alicent mofándose con intenciones de defender a su vástago-no te permito que estes más a la defensiva con mis hijos.
Una sonrisa se curveó en los belfos ajenos.
-No malinterprete, majestad - contestó con aparentemente vehemencia- yo tampoco permito que insinúen una ilegitimidad- la mano cayó en el pomo de la espada generando tensiones.
Rhagnar vislumbró a Harwin en la entrada y este le asintió con una allegada cautela. La princesa Rhaenyra ,sus hijos, primas y esposo regresaron a a Marcaderiva a la mañana siguiente pese que Rhagnar insistió que su madre fuese con ellos, la mujer se negó con el pretexto que deseaba acompañar un rato más al rey en el lecho.
Ese mismo día tras la ida de la familia real, por la tarde, Larys Strong pereció debido a un supuesto envenenamiento. Mucho se ha especulado incluso incriminado a Rhagnar aunque bien se sabe que el asesinato fue a causa de los parloteos del Strong menor, se conoce, que las palabras que caían de sus labios como la miel de un panal, y ningún veneno tuvo jamás sabor tan dulce, por lo tanto, silenciarlo sería un problema menos ¿o no?
En los contiguos dias la negrura sepultaba a Marcaderiva, la ventisca anunciaba un diluvio y las olas se mecían con violencia. Rhaenyra reposaba en la cama matrimonial acompañada por su consorte quien brindaba a una atención prolongada al abultado vientre, brindo diversos besos, le canto, relato las batallas y profeso el anhelo por conocerle.
-Si es niña, Visenya- propuso roncamente la princesa mientras acariciaba la cabeza de su esposo- será guerrera tal como la conquistadora que le hace el honor.
- Si es niño, Baelon- comentó dándole profundo beso en el vientre antes de regresar a la altura de su mujer- sea lo que sea lo amaré, mi amada. Solo me queda agradecer por la felicidad que me has dado.
Estuvieron dispuesto a interceptar sus labios, sin embargo, un crujido los alertó más encima el peso en la cama. Un hermoso niño de hebras doradas con ligeros detalles marrones se coló en el campo de visión de los adultos, metiéndose en medio de estos, los orbes violáceos los miraba acusatoriamente.
-¿Madre, padre, puedo dormir con ustedes? - murmulló Viserys. Rhaenyra como Rhagnar no supieron en cómo darle a una negativa por lo que, accedieron, acunaron al niño y procedieron a dormir, incomodos, pero, con una sonrisa.
A primera hora de la mañana el castillo de Marcaderiva yacía en movimientos. La princesa iba y venía practicando el Valyrio con su hijomayor por ende Rhagnar estaba instruyendo a los menores incluyendo a su futuro heredero, a cambió, Laenor Velaryon, hermano de Rhagnar se hallaba probando que caballero seria perfecto para sus sobrinos.
Lucerys Velaryon se connotaba más melancolía, absortó de las lecciones. ¿Qué era lo que lagunaba la mente al joven? Rhagnar dejo de explicar a Rhaegon como Aethan y se dirigió a Luke, lo tomó por lo hombros, le sonrió.
- ¿Qué es lo que te molesta, mi pequeño dragón? -inquirió. No lo cargo por nueve lunas en el vientre aun así lo conocía cada faceta. Cuando hacia pucheros por la tristeza, la fruncida de seño ante el enojo u los abrazos que otorgaba al regocijarse.
-Jace será un excelente rey - balbuceó, inquieto por la mirada de su padre- ¿y yo...? no puedo, al instante que sea amo de los mares no te tendré... no podré con esto, padre, no soy perfecto como tú.
- Tú, mi dragón, serás más que perfecto - lo tomo del rostro juntando la frente- eres mi hijo, mi heredero y mi orgullo. Te guiaré hasta donde me permitas, serás mi sucesor, y tus esfuerzos quedaran escritas en las crónicas.
Padre e hijo se fundieron en un abrazo. Un futuro incierto prometió bajo el manto encapotado de la mañana, sin embargo, los presagios se cumplen y al momento que Rhaenys Targaryen entró por la puerta principal, agitada, con el rostro pálido, abrió tensiones que no debían.
Rhagnar permaneció al lado de su hijo, Lucerys, Rhaenyra junto a Jacaerys se unieron a los costados, tanto Rhaegon como Aethan se posicionaron aledaño de sus hermanos mayores. El heredero estaba consciente que aquella expresión no era proveedora de excelentes fortunias.
- Viserys está muerto- soltó la bomba. El hombre viro a la su esposa, preocupado, temiendo que dicha noticia generara algún estrago- Aegon fue coronado... los verdes vienen por nosotros y mis nietos.
-¿Alicent...- tartamudeó ante la esperanza que la amistad que hubo aun existiera- ¿ella acepto el reclamó?
Rhanys suspiró y dudosa respondió.
-Si, lo hizo.
Lo siguiente que ocurrió fue lo inevitable; Rhaenyra rompió fuente, no obstante, el líquido no era transparente sino rojizo. Al borde de los nervios la condujeron al aposento e inmediato Rhagnar tomo el mando para proteger Marcaderiva, aunque, a los minutos se traslado a los aposentos de su esposa dejando a cargo a Laenor de las acciones Bélicas.
Resonaba chillidos procedentes de la habitación matrimonial de la soberana Rhaenyra Targarye quien exasperaba pujaba, sollozaba por el delirante dolor, y aunque Rhagnar deseo acercarse los pies estaban pegados en el suelo. El heredero de Driftmark iba y venía con ayuda de su único hermano vivo, su madre e hijos, estaba al borde del colapsó más encima que eran tres dias consecutivos que Rhaenyra bregaba y se estremecía.
No salía de cuentas hasta el siguiente giro de la luna, pero los acontecimientos de Desembarco del Rey habían infundido en la princesa una furia implacable que, al parecer, había precipitado el nacimiento, como si el fruto de sus entrañas estuviese airado también y bregase por salir. La princesa lanzó imprecaciones durante todo el alumbramiento; trató de atraer las iras de los dioses sobre sus hermanos paternos y su madrastra, la ahora reina, incluso detalló los tormentos que les infligiría antes de concederles la muerte.
Maldijo asimismo al niño que gestaba; se aferraba el abultado vientre mientras el maestre Gerardys y la comadrona trataban de trabar sus aspavientos, y gritaba: «¡Monstruo, monstruo, sal ya!, ¡sal ya!, pero ¡que salgas ya!». Cuando al fin llegó al mundo el infante, en efecto, resultó ser un monstruo: una niña que nació muerta, contrahecha y deforme, con una oquedad en el pecho en el lugar que debería ocupar el corazón y una corta y gruesa cola escamosa.
Rhagnar al notar a su mujer encorvada, meciéndose con el feto muerto en brazos, llorando, se aproximó, aun así la negatividad de ella lo alejo. Permaneció a la cercanía de Rhaenyra, observó el panorama tan desconsolador, ¡dioses antiguos o nuevos! convocó para vengarse por la aflicción.
-Mi amada...
- ¡Lárgate!, déjame, déjame-imploró -no se inmutó a cambio esperó hasta que la mujer se dispuso para ir a envolver al bebé con intenciones de cremarla.
Ambos estaban destrozados, rotos, han perdido un pedacito de ellos. Rhagnar dirigió toda la colera, el dolor, el resentimiento al mar, gritó tan fuerte que creyó que se escuchó hasta todo poniente. Más tarde, Rhaenys recibió con pesar a su hijo, lo acuno tal como cuando era un niño y el rego todas las lágrimas en el pecho de la mujer, Marcaderiva ya no se trataba de un lugar acogedor porque solo residía el dolor, el odio.
Harwin Strong contemplaba el suceso impotente... Tan solo pudiese colaborar más. Por otro lado, los hijos de Rhaenyra y Rhagnar se encontraba igual o peor.
La niña difunta había recibido el nombre de Visenya, anunció la princesa Rhaenyra al día siguiente, cuando la leche de la amapola le había aliviado lo peor de los dolores.
-Era mi única hija y la han matado. Me han robado la corona y han asesinado a mi hija, y es menester que lo paguen-rugió y el consorte estaba sereno al lado de ella, apoyándola en las decisiones.
Y los dragones danzaron unido al derramamiento de la sangre que se esparciría por los siete reinos.
NOTA: Saque varios escenario del libro ¿que les pareció? decidí que en vez se sentarse por completo en rocadragón seria marca deriva por un buen rato. uwu
En el capítulo anterior escribí 127, hubo un error cronológico, por ende, ya corregí. ♥ ¿les gustaría maratón de esta historia?
Por cierto, no olviden que tengo en mi perfil una historia disponible de la casa de dragón que se titula como Eclipse, va narrada de acuerdo con el libro, y uno que otro acontecimientom de la serie. uwu
NO OLVIDEN VOTAR, COMENTAR Y SEGUIRME.
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