Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XIV. The loss of an eye, discord, and a new dragon rider. (+18)

XIV. La pérdida de un ojo, la discordia y un nuevo jinete de dragón.

CONTENIDO EXPLÍCITO.

❝ El precio de tu codicia es tu hijo e hija...

¿Qué vas a hacer cuando haya sangre en el agua? ❞

¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C

˓ ֹEL CIELO ENCAPOTADO DE MARCADERIVA TEÑIA LA TRAGEDIA. El viento mecía con ímpetu demostrando la fiereza de los dioses o el lamento de estos, y las lúgubres palabras de los desconocidos hacia la familia afectada. La tristeza era reflejada en ese par de ojos violáceos que pese, a las malas miradas se mantuvo firme a lado de su esposa e hijos, ¿qué le esperaba luego de despedir a su hermana? quizás, beber cuanto vino soportase o simplemente echarse a la pena.

No se atrevía a dirigir consuelo a sus padres, ni mucho menos a su otro hermano menor, Laenor Velaryon. Soporto las funestas palabras de despedidas de su tío Vaemond Velaryon, al igual que el resto lanzaba uno que otro señalamiento.

Luego arrojaran el freto al mar, la gente se disipó con intenciones de brindar condolencias a la familia. Rhagnar, depositó un sutil beso en los labios de la princesa heredera, se apartó del lado de sus hijos y se dirigió a las niñas que dejo su hermana.

— Adoradas niñas— dijo en un tono bajo e hincándose a la altura de las más jovenes— he perdido mi hermana, es cierto, pero, ustedes les han sido arrebatada a una madre. Baela y Rhaena, deben exaltar lo valerosas que son ante estas circunstancias.

Las niñas pequeñas se unieron al adulto en un dulce abrazo cuyos sollozos eran la armonía entre ellos, de alguna manera, dichas infantes era el único recuerdo que su hermana acento de la anticipada partida.

— Una de ustedes será jinete de Vhagar — menciono tras separarse con pronta lentitud— prometo, que las llevaré a reclamarla o pueda que su padre, se atreva.

Rhagnar las acogió nuevamente un rato más con intenciones de sentir en ellas a Laena. Sin más, se marchó tras visualizar a Rhaenys acercándose ¿cómo podría encarar a su madre? simplemente, huía por la cobardía que eso le causaba. Anduvo de lado a lado, siendo un títere de pesares ajenos, falsos, y ruines.

Incluso la reina en un acto de supuesta nobleza se aproximó.

— La noticia del fallecimiento de Laena fue una rotunda sorpresa para todos — agarró las manos del hombre con el propósito de transmitir los sentimientos— mis más sinceras condolencias, Rhagnar.

El Velaryon observó por encima del hombro de la reina a Criston Cole cuyo hombre permanecía en la hostilidad en el mirar, tal vez, rememorando el evento ocurrido antes de mudarse por completo a roca dragón (ego herido) así mismo, como gesto de superioridad sonrió, y acepto el pésame de la Hightower. Otto, se disponía a observar la escena a un par de metros de distancia (retorno al antiguo puesto que había sido expulsado debido que Lyonel Strong, cayó enfermo en circunstancias extrañas.)

— Mi hermana ha muerto — el afligido tono fue sustituido por uno fuerte sin titubeos— pero, no su legado. Mis sobrinas poseen sangre de dragón por lo que reclamaran a las mejores criaturas, majestad.

Indirecta o no pueda que aquello sonara una advertencia. Rhagnar notó que debía empezar a mover las piezas para que su esposa ascendiera al trono sin ningún obstáculo, sin embargo, la estripe de los Higtower estaban un paso más adelante, lo veía, lo sentía y eso no lo permitiría. Una débil llovizna empezó a rosear a aquellos desprotegidos incluyendo a Rhagnar que, relumbraba tan sereno, melancólico, apoyado en el borde que dictaba al océano.

Las lágrimas fueron camufladas por las gotas que desprendía el cielo.  El pecho se contrajo a una fuerte punzada donde se suponía que se ubicaba el corazón más le falto el aire al atestiguar a Laenor en un punto bajo, entrelazado con el mar, llorando al vació, deseaba encararlo y gritarle que él tuvo la oportunidad de salvarla, pero, solo se trató de un cómico cobarde.

Se alejo de la vista tan fúnebre tras el aumento de la lluvia que indicaba en convertirse en una pronta tormenta, alumbró aun panorama desconsolador: Rhaenys y Corlys abrazados descargando todo el dolor acumulado, sus primogénitos acompañados a sus sobrinas y  Sir Harwin por ende, allí un poco retirado yacía su esposa, la princesa heredera, Rhaenyra Targaryen sin despejarle la vista a él y más atrás estaba Daemon Targaryen, hostil y lidiando la perdida a su manera.

— ¡Sir Harwin conduce a los niños a dormir! — vociferó dando la espalda sin esperar una respuesta. 

Quizás, luzca un tanto irrespetuoso por no despedirse, pero, ¿acaso estaba obligado a ejercer un estúpido código? se marchó y se introdujo al helado castillo. La calidez que solía añorar había desparecido como si Laena hubiese hurtado cada detalle de felicidad, camino sin ánimo hasta lo que sería el aposento que ocupaba.

Al adentrarse fue recibido por las memorias que dejaba en lo recóndito. No habían movido ni una sola pieza, los objetos ostentosos esparcidos en la mesa que reposaba a lado de la cama junto a papeles, un par de plumas regadas, sin embargo, la amarga sensación basto para derrumbar la insólita nostalgia. Rhagnar se deshizo de los ropajes de duelo quedando simplemente con el pantalón y descubierto el pecho bajo la disposición descansar aunque se mantuvo sentado con la vista perdida.

El repentino chillido de la puerta podría haber sido un factor de desconcentración para el hombre solo se trató de un sonido usual, permaneció inmune.

— ¿Cariño? —  la voz dulce de Rhaenyra perpetuó el silenció— no cargues la pena por tí mismo.

Rhagnar, ladeo la cabeza encontrándose la silueta desnuda de su esposa. La mujer situó delante de él, acuno el rostro ajeno entre las manos.

— En el momento que nuestras almas se consolidaron fuimos y seremos uno solo. Donde vayas, yo estaré. Si lloras, yo sostendré las amarguras ¿lo recuerdas? siempre y para siempre en la salud, enfermedad, en las tragedias y en la felicidad.

Rhaenyra beso con delicadeza las mejillas encharcadas del opuesto. La lentitud de los besos se desplazó a mandíbula, de la mandíbula al cuello y del cuello al pecho. Así mismo, la lengua de la femenina se deslizo al contorno de los pectorales.  Era una de las maneras más cuerdas que conocía la princesa heredera para sanar las cicatrices invisibles del alma, no tardo en repar incontables besos hasta llegar a la parte inferior que aún permanecía oculta.

Poco a poco con erotismo retiro la prenda, de modo que, se dedicó a otorgar húmedos besos en el falo cual iniciaba el despertar. Rhagnar, lamió los labios tras a vivir las más extrañas sensaciones y dejo que su esposa continuara.

¡Oh! los masajes que la mujer apertura por la extensión causó un excitante cosquilleó a la vez que introdujo con descaró el glande en la boca para así succionar con lentitud. La boca del hombre se entreabrió, las manos por inercia se dirigieron a la cabeza de la femenina y emprendió un ligero vaivén, la velocidad aumentaba por lo que se escuchaba en retirados minutos como ella se atragantaba.

— Déjame....Déjame... tocarte — imploró en un gemido tras sentir espasmos causa de la excitación.

Rhaenyra, brindó una última succionada a la coyuntura de notar que un líquido transparente surgía. La princesa se acomodó en la cama, dejando a la plenitud al descubierto cada atributo que poseía. ¿La tristeza forjaría un rechazó? por supuesto que no, Rhagnar se aproximó con tal de sentir a su amada, se acomodó encima, aunque con precaución de no lastimarla en el proceso, las manos se posaron en cuello y recorrieron con tal de sostener con firmeza los senos.

— Eres mía como yo soy tuyo, esposa— susurró roncamente entre tanto deslizaba los dedos en los pezones erectos.

La necesidad causó que atrapara la boca contra la suya; un beso fogoso que hasta las lenguas se entrometieron, Rhagnar apretó con ímpetu los pechos y así con la desesperación resbaló la mano a la feminidad ajena.

Fueros los dedos que inauguraron la exasperación en la mujer. Una estimulación calmada en el clítoris generando unos cuantos suspiros por aparte de Rhaenyra causando que se desconcentrara del beso.

— Necesitó más...dame...dame — jadeó. El pecho subía y bajaba, el sudor prontamente empañaba la frente.

Acarició al punto de sentir un líquido expulsado. Se trató de la señal de Rhagnar para introducir los dedos en la entrada con tal de moverlos, así mismo, el hombre se apresuró en brindar atención en los senos cuya acción dejo en libertad a la princesa en gemir a lo alto el nombre de su esposo. 

La pelvis de Rhaenyra comenzó a dar espasmos signo que fue tomada como positiva. El Velaryon se incorporó encima de la mujer, dejando de un lado la vagina de esta, la observó fijamente los orbes violáceos.

— Mi musa, mi todo — dijo al instante de alinear el pene en la cavidad.

La princesa incrusto las uñas en la piel opuesta, lod movimientos que su esposo ejerció solo genero una satisfactoria excitación, lo abrazó con tal de sentirlo más adentro y por inercia movió las caderas con intención de introducirla más a fondo.

— Quiero estar...estar arriba — gimoteó. 

Así fue, en un par de segundos la princesa yacía en la posición solicitada. Apoyo las manos en el pecho desnudo con tal de tomar el impulso, las pelvis se contrajeron a lo que el ritmo aumento junto los gemidos de ambos.

Un calor sacudió el cuerpo del hombre y a los minutos se corrió dentro de la mujer. El líquido espeso escurrió entre las piernas acto que obligó a Rhaenyra a tumbarse a un costado, agotada por el esfuerzo ejercido.

Se cubrieron con las mantas, sin embargo, Rhagnar la tomo de las caderas apego el trasero contra el abdomen.

— Aun no termino... esposa — a pesar de que él ya había culminado estaba consciente que faltaba para que ella concretara. Las manos bajaron hasta la parte inferior por lo que repitió el mismo proceso,  pero, esta vez metió los dedos de sopetón.

Estimulo, apretó contra él, y finalmente la mujer llegó al anhelado orgasmo.

— Eso estuv....

La joven no logró terminar la oración debido a la intromisión de Ser Harrold Westerling agitado, con una expresión abochornada. 

— Mi princesa y mi señor... el rey los necesita en el salón principal — dijo— tal parece que sus hijos están malheridos.

Bastaron con aquellas palabras para que los dos adultos se incorporaran de un salto. Ambos, nuevamente se vistieron con las prendas fúnebres, y se organizaron los peinados como pudieron. Ha decir verdad, se encaminaron al lugar solicitado con la mayor rapidez, pasos apresurados, las manos bien entrelazadas, la tenue luz de las antorchas apenas iluminaban los angustiosos rostros.

 Abrieron la puerta del salón principal y el panorama se mostró desconsolador. Lord Corlys junto a Rhaenys protegían a todos sus nietos manteniendo detrás de ellos (Jace de seis años, Luke; cinco, Rhaegon cuatro y Aethan, solo tres) 

— ¡Niños! — exclamó en coro el matrimonio Targaryen—Velaryon. Los padres de los afectados se acercaron a examinar las heridas tan notorias.

— ¿Qué ocurrió? — demandó el heredero de Drifmark a su primogénito mayor. El menor estaba aferrado a los ropajes de su abuela, Rhaenys.

— El tío Aemond se enfureció porque Rhaena reclamó el dragón de la tía Laena, Vhagar — comentó casi en un susurró. Es así como, Rhagnar notó a sus sobrinas más atrás siendo acogidas por el príncipe canalla además protegidas por Laenor, en cuanto a ellas solo presentaban uno que otros rasguños poco ostentosos— Rhaegon y Aethan lo descubrieron las intenciones de nuestro tío Aemond, el enfurecido los lanzo a una pila de bosta de dragón por lo que, nos llamaron. Llevamos espadas de maderas del patio de entrenamiento, tratamos de defendernos, pero, tío es más alto, fuerte, por lo que nos derrotó. Luke me defendió y paso lo que paso... aparte de eso, nos llamó bastardos.

Jacaerys hablaba tan rápido que Rhagnar prestó minuciosamente atención. Se levantó de allí y cubrió junto a su esposa a los niños, la mano del hombre se deslizo con cautela al lado diestro donde reposaba la espada, tomo el pómulo de esta.

Los infantes iniciaron una discusión contra Aemond que lucía tan lamentable; la sangre estaba derramada y el ojo arrebatado sellado. 

— Suficiente....suficiente — la voz débil del rey hizo acto de presencia— ¡silenció!... Aemond quiero la verdad lo que paso, ahora.

El viejo se movilizo con dificultad a su ahora tuerto hijo, este le miraba.

— ¿Qué más vas a oír? tu hijo fue mutilado — siseó con repudió la reina— esos niños fueron los culpables.

— Fue un accidente — interpuso Rhaenyra. Jace se colocó a un lado de su padre quien lo acogió por los hombros, Luke estaba en protección de su madre, Rhaegon y Aethan con sus abuelos incluso al lado de ellos Ser Harwin.

— ¿Accidente? el príncipe Lucerys trajo una navaja a una emboscada — rugió Alicent — él pensaba a matar a mi hijo.

Rhagnar observaba con odió a la reina. De joven no era tan desagradable tanto que en un pasado la encontró atractiva, sin embargo, el paso de los años corrompe a las personas tanto si poseen un poder.

— ¡Son mis hijos que fueron atacados y obligados a defenderse! — contratacó Rhaenyra— ¡Se mencionaron insultos repugnantes contra ellos!

Rhagnar apretó el pómulo a lo que el rey se giraba para encarar a su heredera.

— ¿Qué insultos? — inquirió.

— la legitimidad de mis hijos se ha puesto en duda...— Jacaerys se agarró fuertemente de Rhagnar.

— ¿Qué?

— Él nos llamó bastardos...— dijo el primogénito de la princesa.

El rostro de incredulidad de Alicent fue todo un poema. Rhaenyra continuó defendiendo a sus hijos, no obstante, lo que colmó el vaso fue el querer cuestionar al príncipe Aemond.

— ¿Por un insulto? — indagó — ¡mi hijo perdió un ojo!

— Pues tú hijo, majestad, no es una blanca paloma — fue el turno de Rhagnar de interponerse— más bien, por poco asesinan al príncipe Jacaerys, siguiente en la sucesión, y si el príncipe Lucerys, mi heredero no hubiese intervenido... no solo estaría llorando la muerte de mi hermana sino la de un hijo, mi reina. Agradece a los dioses que solo fue un sucio ojo perdido.

La reina boqueó sin saber que responder. Viro los ojos al lugar de descanso del arma de Rhagnar y mientras el rey buscaba respuesta de donde escucho tales blasfemias, el heredero de Driftmark fue más astuto, ágil; La estirpe de Alicent Hightower ya era un problema.

— ¿Sabes lo que pienso, Alicent Hightower? — el nombre de la reina danzo como un dulce amargo—estás celosa porque Rhaenyra fue desposada por amor y no por deber...es así como tus celos provocan que sisees una ilegitimidad que solo hace ilusión tu mente trastornada, su gracia.

Un resentimiento se atajó por completo en la reina cuando Rhagnar intervino más encima, estaba dispuesto a proteger a su familia, un ambiente hostil surgió.¡Oh! el primer de los tantos enfrentamientos de la fracción negra contra esa denominada verdes.

Ante la incontinencia del rey Viserys y el solo deseo de proteger a su heredera, la reina tomo cartas en el asunto, agarró la daga de acero Valyrio que portaba su esposo y se encamino a cobrar una deuda lanzándose contra Rhaenyra. 

El heredero al notar tal audacia desfundo la espada y la dirigió al cuello de reina. Gritos inundaron el sitió.
Criston Cole no logró defender a su reina debido a que, Sir Erryk junto a Sir Harrold lo detuvieron.

— ¡Suelta a la legitima heredera al trono! — vociferó tan alto que la voz asustó a los presentes. Nunca vislumbraron a Rhagnar encolerizado hasta ese instante— quienes insulten a mi familia han de perder la cabeza.

Un ligero corte se deslizo en la piel contraria.

— ¿Dónde está el deber y el sacrificio? aplastados por ti una y otra vez — encaró la mujer que, no le interesaba la amenaza previa.

—Es agotador, ¿no es así? esconderse bajo el manto de tu honradez... pero, ahora todos te ven como eres.

Desde luego, aquel comentario no lo recibió con agrado que en un momento a otro hirió a la princesa, Rhagnar aparto tan deprisa el arma y se encaminó preocupado a su mujer. Lastimosamente, los pecados de los padres recaen en los hijos aquello lo comprendieron a la perfección.

Una deuda quedó abierta; ojo por ojo.

Unas horas más tarde, la familia del rey regresó al desembarco a cambio la de la princesa heredera aguardo en Marcaderiva mientras realizaban respectivas curaciones. Rhagnar juro que sí, han de lastimarlos estaría dispuesto a inclinar a esos a la muerte, por lo tanto, escribió cartas asegurándose la fidelidad de los que se arrodillaron a su esposa.

Tenían de su lado a Vhagar ¿que podría ocurrir? en el año 121 d.C, tal vez, porque la culpa carcomió al rey, Aemond Targaryen reclamó al Dragón Caníbal.

NOTA: CHAN CHAN, ¿QUÉ LES PARECIÓ? los leo, un giro repentino, si.

Las edades y las situaciones están basadas un poco en el libro,

Entre más votos y comentarios más rápidos los capítulos ;)

Pueden seguirme en:

Posdata: subiré unos cuantos videos con posibles spoiler o no, ya saben.

TIKTOK: @jegulusedits

NO OLVIDEN VOTAR, COMENTAR Y SEGUIRME.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro