XII. La gota que colmo el vaso.

❝Pero, una vez que te das la vuelta, nos odian.

¡Oh! que miserable, todo el mundo quiere

ser mi enemigo. ❞

¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C

━━ ˓ ֹIRACUNDO, el heredero de la casa Velaryon se encontraba. ¿Cómo era posible que deseaban imponer quien lo sucedería luego de su descenso? se cuestionó una y otra vez, hasta ingresar a lo que sería el aposento matrimonial. El adulto no se percató que sus hijos yacían presentes allí por lo que, al darse cuenta de los infantes no tardo en acercarse, se hinco a la altura de estos y quizás suene como un loco infantil tras las feroces palabras que aconsejaría a los menores, pero, era más la colera del momento que la razón propia.

— Mis dulces niños, Jacaerys y Lucerys — colocó las manos en los hombros de los jovenes— hoy irán a domar sus respectivos dragones ¿no es así?

Ambos, infantes hincharon el pecho en señal de orgullo.

— Si, padre— respondieron en coro.

— Siempre he considerado que un buen regalo para aquel que no posee un dragón seria un cerdo rosa con alas, ¿no creen?

Pueda que los vástagos del heredero de Driftmark que entre risas captaron esa señal, inocentes, dirían, aunque, ese era el desquite que tendría hacia la reina que lo provoco en las horas de las mañanas, quizás, con esa enseñanza consideraría en no entrometer la nariz ganchuda en los asuntos de su casa.

Rhagnar nunca se imaginó que la fortaleza se convertiría en una prisión cual deseaba huir prontamente, sin embargo, el deber estaba en quedarse a lado de su esposa y si aquello a ella le apetecía, de acuerdo estaría.

— Dime, mi buen amigo — suspiró antes de beber un buen tragó de vino—  la fortaleza esta completa de traidores, ¿podre defender a mi esposa, Harwin Strong?

El guardia observó por el rabillo del ojo la expresión melancólica de su acompañante. Se trataba de tantas madrugadas que el de hebras oscuras lo buscaba para beber, desahogarse y maldecir a los Hightower. Harwin para Rhagnar era un fiel confidente al punto que le confiaría hasta vida a él.

—  No te has de angustiar, mi señor —masculló— siempre he de protegerte a ti y la familia real.

Rhagnar se mantuvo un par de minutos en silenció tratando de grabar el inusual alumbrado cielo nocturno.

— Presiento un mal proviene— confesó de repente causando que acaparara la atención de Harwin.

—Estaré contigo, mi señor.

Con esto ultimo, la conversación se extinguió.  Era entendible que la paranoia del heredero de Driftmark emergiera pese que, no lo quisiese admitir estaba en lo cierto; el trono de hierro entraría en una pelea cuando el rey pereciera, lo podía vislumbrar y temía que su apreciada familia se desangrara debido a la ambición. Las lunas transcurrían por consiguiente en vez de apaciguar cada preocupación aumentaron considerablemente.

— Propuse un matrimonio entre Jace con Helaena — dijo de sopetón Rhaenyra hacia su esposo.

El agarré de las manos entrelazadas que el matrimonió se fue aflojando por parte del hombre, deteniéndose de golpe.

— ¿He oído bien, cariño?— indagó un poco desconcertado.

— Estoy agotada de la enemistad que existe — justificó por la mirada de su amado— y creí que un compromiso solucionaría, ya sabes respetando la amistad que hubo en un pasado. 

— ¿Aceptaron la propuesta? — tragó en seco. 

La de hebras platinadas soltó una amarga carcajada confirmándole una esperanza al hombre.

— No, tal parece que es un agravió para la reina — contestó en un tono afligido.

—  La reina es una idiota— soltó el agarré para sostener entre las manos el rostro de la princesa— te prometo que un día hincaran las rodillas a ti por que yo, tú verdugo haría eso por ti. 

El matrimonio se enfrascó en el más tierno beso, sellando cada temor que el porvenir los perseguía. Definitivamente, estar en brazos el uno al otro era una zona llena de confort pues, desde que se consolidaron en uno y afirmaron el desear un hogar, encontraron la estabilidad que tanto han de necesitar.

— Jace y Luke quiere que su padre los vea entrenar— murmuró Rhaenyra contra los labios del opuesto.

Rhagnar gruñó consecuente sujetó a su esposa firmemente de la cintura, acercándola.

— Por otro lado mi querer es llevarte a nuestra cama — con la punta de la lengua lamio el labio inferior de la femenina —para hacerte el amor...con la finalidad de plantarte otro niño.

El heredero de Driftmark contra todo pronosticó acorraló a la princesa detrás de un muro y en el proceso le planto un fogoso beso demostrando el anhelo carnal, la mano descendió hasta el muslo contrario sujetándolo con fuerza asi mismo levantado el vestido, Rhaenyra jadió por lo inesperado mientras que su cónyuge, con la otra mano que tenia a disposición le acarició por encima uno de los pechos. Hambrientos se restregaban con la seguridad de desvestirse allí.

Desesperado, el Velaryon se apartó y sin aguardar una orden se hinco a la altura de los pies de la mujer, alzó las faldas de la contraria con intenciones de introducirse en estas.

— No lo hagas, R...Rhagnar — imploró con angustia.

El hombre hizo de oídos sordos al descender un poco la ropa interior, lo suficiente para que le diera acceso a lo que necesitaba. Separó con cautela los labios inferiores de la parte intima, y se acercó a tal punto que con la ayuda de la lengua lamió el clitoris un par de veces, incluso cambió el ritmo probando de una manera circular, los gemidos de la mujer se trató de un excelente presagió incitándolo a proseguir.

La princesa bajo las manos directo a las faltas acariciando encima del sitio donde estaría la cabeza de su esposo, viro los ojos a causa de la sensación tan gratificante que se desplegaba entre las piernas. Gimió con descaró al percatarse como la lengua fue remplazada por los dedos del Velaryon. Anhelo gritar el nombre del hombre cuando la velocidad aumento, sollozó al instante que fueron dos dedos cuales entraron en la cavidad interior.

— Dame...dame más— rogó sin interés de que alguien los pillara. De hecho, estaba tan extasiada que solo le importaba satisfacerse.

Unos minutos después cuando la feminidad de Rhaenyra empezó a brotar un liquido transparente, Rhagnar se levantó como si nada siendo ignorante como la joven yacía con las mejillas rojas, sudorosa.

— Bueno, mi princesa— sonrió inocente— he de ir a alabar a nuestros niños. Dale cariño  a Rhaegon y Aethan de mi parte.

Silbante y regocijante, el heredero de Driftmark se marchó directo al campo de entrenamiento dejando atrás a una femenina con las piernas ya temblorosas, maldiciendo el nombre de su amado.

La inmensa sonrisa del Velaryon se disipo tras escuchar el bulliceó en el exterior.

— ¡Los rumores han de ser cierto! — bramaron a lo lejos a lo que Rhagnar reconoció el dueño de la voz—  defiendes a estos niños como si fueras un padre...¿ a caso...?

Fue entonces que, Rhagnar  apresuró los paso y saco de un costado de la cadera la espada que reposaba, la tomo firmemente del pómulo, el filo apuntaba hacia adelante es más rozando el mentón de Criston Cole.

— No te preocupes Harwin —  siseó desafiante. Los jovenes que estaban allí entre abrieron la boca— Dilo, insinúalo, vamos Cole asi me darás el poder de rajarte la puta yugular.

— Mi...mi señor — tartamudeó— Yo.. yo no quería.

El filo generó una sutil abertura en las carnes contrarias.

— Mis hijos no son bastardos, ¿esta claro? — la voz dura del heredero causo que la gran mayoría se le erizara la piel, considerablemente era un hombre pacifico pero, quienes dudaban se convertía en una bestia—  ¡¿me entiendes?!

—Si...si— castañeo, suspiró de alivio tras testiguar como la espada fue retirada pese a eso, la dicha no perduró al recibir un fuerte puño en la mandíbula

— No existirá la misericordia una próxima vez — colocó un pie encima del pecho de Cole, presionando para así, clavar la espada aun lado, ocasionando una herida sobre el pómulo— por que te juro por los nuevos y viejos dioses que, te decapitare sí escucho blasfemias de tu boquita...—pausó— Jace, Luke y Harwin, nos vamos.

Ese encuentro de insinuaciones bastó para que la poca paciencia de Rhagnar acabará. Ese mismo día, cuando la noche acaeció el matrimonio Velaryon-Targaryen, hicieron maletas y con la aprobación del rey partieron a Dragonstone siendo escoltados por varias doncellas, guardias y sobre todo se trató del último trabajo que le competiría a Harwin Strong antes de regresar a su tierra natal, Harrenhal.

NOTA: ¿Teorías? los leo.

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Posdata: subiré unos cuantos videos con posibles spoiler o no, ya saben.

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