XI. La oscuridad se avecina.

❝ ¿Podemos estar para siempre asi de cerca? ❞

¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C

━━ ˓ ֹEL SANGUINARIO. Asi era como denominaban al primogénito de Lord Corlys  Velaryon y la princesa Rhaenys  Targaryen, un apodo que hacia justicia a la nueva faceta que ejercía fue entonces que poco a poco el "deleite del reino" se convirtió en una mancha de su pesado. Quienes se osaban a dar de lengua suelta colocando en tela de juicio la paternidad de los vástagos del heredero de Driftmark, la cabeza era lo que perdían....Desde luego el temor  era tanto que era escaso los susurros de duda incluyendo silenciar lo siseos de la fracción ajena, los verdes.

Rhagnar, vivía orgulloso de aquellos niños , fruto de su amor, por lo que, de vez en cuando lograba escapar del consejo con tal de pasar tiempo con su familia (Viserys, hacia de vista gorda ante las fugas de su yerno pues, le recordaba a una juventud extinta)  incluso, forjo una amistad muy estrecha con el protector de Rhaenyra, Harwin Strong, generando que la cercanía de ambos hombros causara uno que otro cotilleo en la corte aunque este siempre fue silenciado.

— Papi, ¿podemos volar en tú dragón? — una voz infantil se coló en el despacho de Rhagnar.

El hombre  apartó con agilidad los papeles que leía con una notable flojera, sin embargo, en el rostro de le reflejo una automática sonrisa. Jacaerys, se infiltro  sosteniendo el dragón de peluche que le obsequió desde que era un bebé.

— ¿Podemos, hijo mío? — cuestionó.

— El pequeño Luke tambien quiere — intervino deprisa, colorado por olvidar el hecho de que su hermano prácticamente le rogo.

— Hablaré con tu madre— dijo al  momento de levantarse del asiento, estirándose— ella le agradaría viajar con alguno de ustedes en lomos de Syrax, asi competiríamos.

Jacaerys, se le iluminó la mirada e inmediato dio unos ligeros saltos por la propuesta.

— ¡Yo ire contigo, padre! — exclamó con entusiasmo— ¡le avisaré a mami y a Luke!

Con esa misma energía el menor se marchó. Rhagnar solo vislumbraba la dirección en la que desapareció su primogénito, definitivamente, esa felicidad no la cambiaba por nada del mundo ni por las mejores guerras, su lugar era ese. Quizás, en el 118 d.C se trató de una de las épocas doradas para la casa de dragón porque en los cielos se veía a menudo a esas bestias revolotear, competir, juguetear y no eran difícil reconocer a los jinetes.

— ¡Te ganaré, esposo! —rugió con violencia la princesa y en el acto Syrax aumento la velocidad.

Jacaerys pataleó por la ventaja que su progenitora los adelantó como señal del berrinche, debido a esto  Rhagnar no tardo en  complacer al más joven, compitiendo a la par con Syrax ganándose uno que otro rugido por las bestias aladas y siendo un espectáculo digno. 

— La única forma que me ganes es quemándome, cariño — contratacó, confiado.

Y así, conforme los años transcurrían vivian al máximo el matrimonio. Viserys, primero de su nombre, amaba con tanto fervor los hijos de su hija que, se cotilleó durante un buen tiempo las palabras dichas por el rey: "algún día este será tu asiento, muchachito", expresó, tras sentarlo a Jacaerys Velaryon en el regazo.

Viserys no era el único que manifestaba un amor profundo hacia sus legítimos nietos sino tambien estaban Rhaenys y Corlys quienes, lucían en estar en competencia constante con el rey por el amor de los niños.

— Padre, no presiones a Rhaegon — objetó Rhaenyra tras lanzarle una mirada de advertencia al mayor.

— Pá, deja tranquilo a Aethan — el turno de manifestar fue de Rhagnar.

Los dos monarcas de sus respectivas casas luchaban por la atención de los infantes aunque en el proceso, los llenaban de oro, juguetes, espadas de madera con tal de ganarse el apreció.

— ¡Es hora de dejar a mis nietos! — ingresó alegre Rhaenys. Se pavoneo hasta llegar a la ubicación de su esposo y primo, sin ejercer tanta fuerza los aparto.

Los más jovenes plasmaron una sonrisa en el rostro por ende, casi al mismo tiempo estiraron los brazos balbuceando palabras poco entendibles.

—Abu, abu — canturrearon frenéticamente.

Los padres de las criaturas no tardaron en carcajear por el rostro emblemático de los hombres que, aparentemente demostraban la inminente derrota. Rhagnar abrazó por la cintura a quien era su esposa, y se mantuvieron en la dicha hasta que los otros miembros restantes de la familia Velaryon— Targaryen hicieron acto de presencia en el aposento. Jacaerys Velaryon, se estiró  más de lo usual connotando los rasgos tanto paternos como maternos,  apenas contaba con cinco años y Lucerys, que al igual que sus hermanos era el reflejo de sus padres  pero más inclinado a su madre, contando con cuatro años.

— No logró dominar el Valyrio, padres — se mofó con tristeza Jace, abochornado por las clases con los maestres— Luke es buenisimo.

Jace se sentó en una de las sillas con una expresión contraída, sin embargo, Lucerys simplemente lo consolaba con un inocente apretón en la mano. Rhagnar estaba dispuesto en brindar un discurso motivacional asimismo, las palabras fueron arrebatadas por Rhaenys.

— Tú padre era un desastre con el Valyrio, bonito Jace — intervino apresuradamente.

— ¿Desastre? era el niño más problemático en aprender — prosiguió Lord Corlys.

La inesperada intromisión del matrimonio Velaryon generó en el primogénit s de este un escandaloso rubor, Rhaenyra prontamente al percatarse la situación carcajeó.

— ¿Enserio, abuelitos? — inquirió el pequeño quien poco a poco le regresó el brillo a los ojos— no lo puedo creer...mi padre que es tan bueno en todo tambien era un fracasado...

— ¿Papá? — se volteó Luke atónico directo al adulto.

El heredero de Driftmark estuvo dispuesto a reñir por las falsas acusaciones  no obstante, una vez más lo interrumpieron.

— Eso no es todo, muchacho — Viserys sonrió de lado a lado— Tú madre no era muy buena en las clases, ni se diga con el Valyrio — suspiró el rey— mi difunta esposa y reina, tuvo una paciencia increíble con respecto a la enseñanza de nuestra niña-

Rhaenyra se quedó en el mutismo por lo que, su esposo empezó a reírse.

— ¿Dónde esta mi h...hermano? — inquirió tratando de contener las risas.

— Esta en Pentos, hijo — contesto Corlys— visitando a sus sobrinas que de por cierto, deberían ir.

Cuando Laena contrajo nupcias la noticia fue un golpe en el estomago para el heredero, pese que Rhaenyra se regocijo para el hombre era un sentimiento totalmente diferente. Una parte de él detestaba con cada fibra al príncipe Daemon Targaryen, el señor lecho de pulgas puesto que, pensó que solo jugaría con su querida hermana menor, de modo que cada temor fue silenciado al vislumbrar un matrimonio estable.

¿Qué tanto  perduraría la felicidad?  El año 120 d.C  se avecinó junto a los problemas que indicarían a la insólita destrucción.

Los trovadores denominaron este evento:  la apertura del baile...

NOTA:  Ya el próximo capítulos estarán situados con la serie. La edad de Jace y Luke están acorde con el libro, agregaré escenas extras tambien.

PREPAREN PAÑUELOS PARA ESTE ACTO.

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