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IX The alleged bastard children.

IX. Los supuestos hijos bastardos.

❝Hijo del corazón.

 Deja ya de llorar, junto a ti

 yo voy a estar y nunca más te han de hacer mal. ❞

¡NO LECTORES FANTASMAS, POR FAVOR! :C

˓ ֹ   BODA. La gente del desembarco del rey  se encontraban expectante por la celebración que se llevaría a cabo en un par de horas. Para el asombro de los plebeyos estos mismos fueron invitados cordialmente por el monarca de los siete reinos, quizás, este simple hecho alentó a la población aun revuelo para rebuscar los mejores trapos.

Por otro lado, Rhagnar Velaryon se preparaba tanto físicamente como mentalmente para la gran ceremonia. Rhaenys ayudaba a su querido hijo en terminar el traje clásico de la antigua Valyria aunque con un ajuste particular, en el espaldar se tallaba con piedras preciosas un dragón entrelazado con un caballito de mar, indicando la unión de ambas prestigiosas casas.

— Serás un excelente consorte, mi muchachito— lo sostuvo por las mejillas. Le brindo una cálida sonrisa.

— Fui criado por la mejor princesa— devolvió la sonrisa—  asi que no te preocu-

Los agradecimientos quedaron atascado debido aun inesperado acogimiento. Un sollozo lo alertó y a pesar que deseo mantener distancia, el aferramiento del agarré impidió tal acción por lo tanto accedió.

—  Parece que fue ayer que te mantuve recargado sobre mi pecho — susurró con apenas un hilo de voz— quiero confesarte que cuando murió mi padre sucumbí aun dolor tan  insoportable.... pero de pronto, alumbraste como un regalo divino de los dioses.

La mujer se alejo arribando los cristalinos orbes violáceos, sorbió la nariz. Seguido a esto, se colocó de puntitas para plantar un prolongado beso en la frente denotando la bendición de una madre.

Rhagnar dispuesto a responder un imprevisto bulliceó lo obligó a detenerse. El señor de los mares, Corlys Velaryon realizo acto de presencia consecutivos de Laena y Laenor quienes lucían elegantes para la ocasión.

— ¡Mi muchachito! — bramó con alegría dirigiéndose a su esposa e hijo— en unos minutos debemos dirigirnos al pozo del dragón.

La familia Velaryon mantuvieron una entretenida conversación con tal disminuir los nervios por estar prontamente al ojo publico, rieron como nunca, bebieron vinos que los criados ofrecían, aun así en sigilo Laena se posicionó al lado de su hermano mayor.

— ¿Amas a la princesa, hermano mío? — nuevamente inquirió casi en un susurró.

—  Locamente y desesperadamente la amo, hermana mía — bastó con esa respuesta para que la menor ladeara una sonrisa de lado a lado.

Luego de unos tantos minutos de parsimonia un guardia manifestó que la hora decretada había llagado por lo que, partirían directo al sitio de la ceremonia. La familia Velaryon se pavoneaban con elegancia, de hecho, el porte de ellos era similar a que danzaban por los aires, la belleza que emanaba era digna de envidiar en especial de los vástagos del matrimonio.  Se arrimaron aun gran portón y al ser abierto ingresaron de primeras Lord Corlys acompañados de Rhaenys Targaryen, atrás de ellos venían Rhagnar Velaryon, Laena Velaryon y por último Laenor Velaryon.

Al adentrarse, sus padres se situaron en un gran mesas seguido de sus hermanos y delante del heredero se ubicaba la princesa. La femenina extendió la mano, una sonrisita coqueta se asomó en el rostro del hombre, la acogió entre la suya y deposito un casto beso en los nudillos ajenos.

— Estas preciosa, esposa— alagó al momento de conectar miradas.

El vestido de la princesa ceñía perfectamente la figura demostrando que encajaba correctamente con el apodo de la ❛delicia del reino❜, y al igual que su consorte poseía un similar estampado en la parte detrás pero este se detallaba más delicado. Los invitados lanzaron gritos jubilosos por la interacción de la realeza es así que, Rhagnar y Rhaenyra se voltearon para saludar a tanta gente desconocida, sonreían tan hipócritamente.

Tanto el heredero como la heredera se ubicaron en los respectivos asientos al lado del rey pero, Viserys I Targaryen acogió en un abrazo paternal al que seria esposo de su apreciada primogénita.

— ¡Sean todos bienvenidos! — levantó el timbre de voz causando el interés  de la muchedumbre—   Me honra que decidan acompañar en este instante tan especial para mi  heredera...decreto que disfruten a tal punto de llenar las panzas vacías, beban hasta caer en el sueño ademá.....

La voz del monarca decayó cuando las puertas una vez más extendieron dejando a la vista a una jovencita. ¡Oh!la reina se presentó pero, lo que desató los murmullos fue la vestimenta que traía puesta, quizás, una silenciosa declaración de guerra hacia la princesa heredera debido a los acontecimiento ocurridos con el padre/ antigua-mano del rey. El verde resaltaba el cuerpo de la femenina e inevitablemente varios atajaron a la belleza de esta aunque Rhagnar simplemente tomo el atrevimiento de reina como una advertencia.

— ¡Disfruten! — finalizó Viserys sumamente incomodo. 

La música empezó a inundar el lugar por lo que rápidamente el heredero de Driftmark se levantó y dirigió su mano a su prometida.

¿Me concede este baile, cariño?— cuestionó en un ronco acento Valyrio produciendo una que otra mirada a la pareja.

Rhaenyra asintió. Tomó la mano sintiendo la calidez del contrario. Los siseos se manifestaron tan deprisa al estar en el centro del salón pero, él solo la miraba a ella como si se tratara de una diosa retratada y ella lo miraba a él como si se tratara de un ángel caído del cielo con la misión de salvarla. Danzaron aun suave compas, las sonrisas quisquillosas de dos enamorados surgieron y juntó a esto los cotilleos, ¡oh! la delicia y el  deleite todo un espectáculo para el ojo de los pobres mortales ,sin embargó, los celos orondos empañaban a cierto platinado que comía amargado en la mesa detrás, Daemon Targaryen repudió con cada fibra aquel hijo de Corlys por haberse interpuesto de algo que era completamente suyo por nacimiento.

— Posteriormente de nuestra noche de bodas — susurró pegado al oído contrario— volaremos por todo los siete reinos, mi princesa. 

— ¿Por qué? — preguntó con el mismo tono que empleó el joven.

—  Ha de ser libre, esposa mía, estas paredes solo esperan que pujes un vigoroso heredero a cambió yo deseó que conozca las verdades después de estos muros— pausó para darle una sutil vuelta—  te enseñaré, princesa.

Cuando la pareja de prometidos se dirigieron a sus respectivos asientos pudieron percibir las miradas poco cordiales incluyendo la de un Daemon Targaryen y la de una Alicent Hightower, sin embargo, no permitieron intimidarse por lo tanto a todo pronostico entrelazaron las manos, mostrando un símbolo de unión a quienes le deseaban la separación.

Las horas avanzaron entre risas acompañados un sin fin de comida, no obstante,  cesaron toda acción tras un anunció del rey que a su lado yacía el septo.

La pareja se  ubicaron frente a frente en medio del salón siendo asi juzgados en silenció. Rhaenyra tragó de saliva a causa de los nervios pero, Rhagnar trató de alentarla con una sonrisa. Expectantes, los novios proceden a cortar los labios con una filosa hoja de vidriagón para así emplearla como tinte para marcar las frentes de ellos.

— Yo, Rhaenyra Tagaryen, heredera al trono de hierro te tomo a ti, Rhagnar Velaryon, heredero de Driftmark — el joven le causo una pequeña raja en la palama de la mano a su prometida, viceversa— como mi legitimo consorte real, te amaré con la intensidad del fuego de dragón. Los dioses nuevos como antiguos serán testigos de este compromiso con buena fe. La casa Targaryen ha resurgido luego de que la han manchado de sangre corrupta, regresemos a la gloria perdida, cariño.

 Una fuerte referencia a la reina cosa que amargó a la susodicha.

— Yo, Rhagnar Velaryon, heredero de Driftmark te tomo a ti, Rhaenyra Targaryen, heredera al trono de hierro —liaron ambas manos pactando con sangre su conexión— como mi reina y esposa, te amaré con la intensidad de mil fuegos de dragones. Los dioses nuevos como antiguos serán testigos de este compromiso de buena fe. El amor que he de proclamar a la heredera es el más puro que otro ni le podrán dar, estoy al servició de mi princesa, reina, esposa y madre de los futuros vástagos. 

Con ello dio ❛terminado❜ la rivalidad por el cariño de la princesa con el príncipe canalla. Los novios sonrieron a par a par evidenciando la picardía que se cargaban, asi que finalmente se fundieron en un caluroso beso seguido de los aplausos, ¡oh! las lenguas tejieron del excelente reinado que liderarían en un porvenir cercano.

Se cuenta que aquella noche dos bandos se empezaron a trazar en el mutismo. Por un lado,  estaba los verdes (Criston Cole envuelto en colera o celos le juro lealtad a la actual reina, desertando del lado de Rhaenyra) liderado por Otto Hightower. Por el otro,  yacía los negros que  al parecer ganaron terreno grotescamente y el reclamo de Rhaenyra era ya un hecho... ¿O no?

Sin embargo, se dice que cuando los esposos fueron a los aposentos a realizar los actos profanos estos se escabulleron a la madrugada, dejaron una carta con los detalles explicito de la aventuraran que acarrarían y se marcharon (Harwin Strong, caballero real, los escolto en el largo viaje) el acontecimiento se trato de un revuelo a la mañana siguiente.

La primera parada fue al valle Arryn debido al simbolismo que esto representaba para la princesa. La visita fue bien recibida porque al parecer atisbaron como si trataran del mismo Aegon el conquistador al lado de Visenya y Rhaenys.

— Mi madre provenía de aquí— comentó una tarde Rhaenyra con un tono melancólico—  ella estaría regocijante al saber que tengo a alguien que por primera vez me abrazo sin intenciones de lastimarme..

Rhagnar contempló atento a cada palabra de su esposa, no tardo en ortorgarle un efímero beso en la cien de ella.

—  Entiendo, esposa— suspiró— quizás, tú madre me coloco aquí para protegerte.

— La perdida fue compensada — susurró. Entrelazaron los dedos para asi proseguir el sendero del pequeño prado.

La princesa y el próximo señor de los mares hicieron tratados para la armonía  entre casas. Bajo promesas se marcharon para invernalia, al norte, donde fueron recibidos con el mayor acogimiento. Los Stark y Targaryen congeniaron de inmediato y se relata que la dicha estadía se trató de la más prolongada, los cotorreos indican que fue ahí donde se encamaron un par de veces. 

Luego de pactar un acuerdo con los Stark procedieron a partir a lomos de dragones. Bastion de tormentas los esperaba aunque la llegada no fue amena de hecho, dio indicios con un poco de hostilidades hasta que prometieron que el primer hijo se casaría con alguna hija que tuvieran para asi, amenguar los intentos de guerra.

— Tengo que decirte algo, Rhagnar — Rhaenyra se reincorporo dejando caer la sabana mostrando una vez más la desnudez.

— ¿Mmmm? — entre abrió los ojos.

— Tendremos un hijo, esposo— susurró. Descendiendo la mano aun evidente (diminuto) abultado vientre.

Rhagnar se enderezo velozmente, atónico observó fijamente el semblante de la princesa en busca de una posible broma, sin embargo, al notar la seriedad del asunto permaneció perplejo, sus ojos viraron al vientre de la mujer luego al rostro de esta, repetidas veces.

— ¿Seré papá? — masculló aun incrédulo.

—Seré mamá — afirmó con fuerza Rhaenyra.

— ¡Seré papá! — el jubilo se manifestó mezclándose con el brillo en los orbes ajenos. Rhagnar no tardo en fundirse en un fogoso beso que por las hormonas celebraron a lo alto.

¡Dioses! a primera hora partieron pese a que muchos dirían que viajarían directo al desembarco, no, una ultima expedición a Dorne donde casi los echan a diestra y siniestra aunque aquel acto fue impedido por la diplomacia de Rhagnar que, supo como lidiar con los asuntos manteniendolos bajocontrol.  Claro, tambien consiguieron una alianza no tan estable pero al fin y al cabo alianza, permanecieron un par de buenas lunas hasta que el vientre se formo más grande.

Obligados por las circunstancias decidieron retornar al desembarco.  ¡El arribamiento se trato de una inesperada sorpresa! claro, no ha de imaginarse  que en el año 114 d.C que la heredera al trono se avistara con una enorme panza que exclamaba que prontamente daría a luz.

A cuento el rey que se apuro a los aposentos de Rhaenyra , toda reprimenda fue acunada al notar el estado cual se encontraba su pequeña niña. Ese mismo día, una celebración aconteció a lo grande mimando con demasía a la heredera causando que la reina solo fuese una sombra pues, tambien estaba a nada de alumbrar otro vástago.

— ¡Maldigo a tu pene por engendrarme un bebé! — gritó Rhaenyra sosteniendo con ímpetu la mano de su esposo.

Al fin de cuentas el día llegó...

— ¡Puje, princesa! — bramó una dama de compañía— ¡Se asoma la cabeza del príncipe o princesa!

Rhagnar solo acalló soportando el dolor que su mujer le traspasaba. Apartó con delicadeza los cabellos platinados del rostro de esta, beso las encharcadas mejillas de la joven que solamente empujaba asustada.

Ella temía morir...

El temía perderla...

Un último aliento calo hasta que un chillido perpetuó el aposento. La heredera dejo caer hacia atrás la cabeza, sollozando. Inmediatamente le entregaron el bebé a la princesa, ¡un varón parió de cabellos oscuros como la noche pero de ojos violáceos ! Rhagnar se debilito al presenciar la pequeña criatura, las lagrimas danzaron dejando vulnerable su alma.

Rhaenyra con cariño entregó el bulto a lo que este lo acunó con cuidado, temeroso a lastimarle.

— Jacaerys Velaryon— propuso balbuceante cuando los orbes del pequeño se conectaron con los suyos, el niño sonrió— Gracias, esposa mía— deposito un casto beso en los labios.

El príncipe heredero había alumbrado al mundo siendo asi el niño más consentido tanto por sus  abuelos como por sus padres, sin embargo, las malas lenguas de la  reina danzaron profanando una ilegitimidad por la ❛apariencia del bebé❜, insinuando cotilleos que el niño era un bastardo engendrado por Harwin Strong, acompañante del viaje.

Aquellos señalamiento solo generaron unos cuantos derramamientos de sangre por las habladurías de más sobre el tema de bastardos, ¡oh! Rhagnar estaba dispuesto de asesinar a quienes insultaban a su familia.

NOTA: La verdad deseé realizar una historia muy diferente que he leído de Rhaenyra. AL menos que tenga un buen amorcito y no tanto sufrimiento por ahora.

Una boda muy diferente al Canon ¿les gustó? o....

Hare un capitulo adicional para cerrar este acto por que quiero relatar otras cosillas.

¿Teorias?, ¿Qué esperan leer en los siguientes caps?

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