Ya habían transcurrido unos días desde el día del partido y todo fue de maravilla para el equipo de stray hills habían ganado el partido de 6 a 5 un gol más que ubieran anotado los del otro equipo y perdían pero gracias a Chan lograron llevarse la victoria.

De igual forma la relación de Chan y Seungmin se estaba convirtiendo poco a poco en algo más después del partido Seungmin se quedó a dormir en casa del mayor para celebrar con unas botanas películas y uno que otro beso tímido de parte de ambos.

Aun no eran nada pero muy pronto lo serían eso se prometía Chan.

Después de aquella noche, Chan y Seungmin se volvieron inseparables. Pasaban todo su tiempo libre juntos, ya sea estudiando, jugando fútbol o simplemente pasando tiempo en casa de Chan.

La relación entre ellos se estaba convirtiendo en algo más profundo y significativo. Chan se sentía cada vez más atraído por Seungmin, y podía ver que Seungmin sentía lo mismo.

Un día, mientras estaban sentados en el sofá de la casa de Chan, Seungmin se acercó a él y le dio un beso suave en la mejilla. Chan se sonrojó y sonrió, sintiendo su corazón latir con emoción.

—¿Qué fue eso? -preguntó Chan, tratando de parecer casual.

Seungmin se sonrió y se acercó un poco más a Chan.

—No sé -dijo Seungmin-.
—Solo me pareció que era el momento adecuado.

Chan se sintió un poco nervioso, pero también emocionado. Sabía que esto era solo el comienzo de algo más grande.

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Félix se acercó a HyunJin y le preguntó si estaba bien, ya que había notado que HyunJin parecía un poco distraído estos últimos días.

—¿Qué pasa, HyunJin? Te he notado un poco distraído últimamente.

HyunJin lo miró y se sonrojó un poco. Se volteó hacia otro lado, tratando de esconder su rostro. Luego, se calmó un poco y se volvió a mirar a Félix.

—Todo bien, Félix —dijo HyunJin, tratando de sonar convincente—. No pasa nada.

Pero Félix sabía que HyunJin no estaba diciendo la verdad. Podía ver la preocupación en sus ojos.

En realidad, HyunJin estaba distraído porque estaba sintiendo emociones que nunca antes había sentido por otra persona. Sentimientos que ni con Chan había experimentado. Se sentía confundido y no sabía cómo manejar sus emociones.

HyunJin se sentía confundido y no sabía cómo expresar sus sentimientos hacia Félix. Era un sentimiento que nunca antes había sentido, y no sabía cómo manejarlo. Se sentía como si estuviera flotando en un mar de emociones, sin saber cómo encontrar la orilla.

Félix, con sus pecas decorando sus mejillas, lo hacía sentir loco. Sus ojos brillantes y su sonrisa radiante lo hacían sentir como si estuviera en un sueño. HyunJin no podía creer que alguien como Félix pudiera hacerle sentir de esa manera.

Desde que conoció a Lee Félix, sus emociones ya no eran las mismas. Se sentía más vivo, más emocionado, más todo. Y no sabía cómo manejarlo.

HyunJin se sentía abrumado por las emociones que estaba experimentando. No sabía cómo manejarlas, pero había algo que estaba claro: su sentimiento hacia Chan se estaba extinguiendo de forma lenta.

En su lugar, estaba cayendo por los encantos de Félix. La forma en que Félix sonreía, la forma en que se reía, la forma en que lo miraba... todo eso estaba haciendo que HyunJin se sintiera cada vez más atraído hacia él.

Y algo que HyunJin estaba aprendiendo era que del amor nadie se escapa. No importaba cuánto intentara resistir, no importaba cuánto intentara negarlo... el amor siempre encontraba la forma de hacerse presente.

HyunJin se sentía un poco asustado al pensar en esto. No sabía qué significaba para él, no sabía qué significaba para su futuro... pero sabía que no podía ignorarlo.

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Mientras caminaban por los pasillos de la preparatoria, Chan y Seungmin se reían y hablaban de sus planes para el fin de semana. Seungmin quería un café frío y Chan lo acompañaba, como siempre.

Ambos jóvenes se habían vuelto inseparables últimamente, y eso era algo de lo cual los estudiantes se habían dado cuenta. Algunos de ellos incluso habían empezado a especular sobre la naturaleza de su relación.

Pero Chan y Seungmin no se preocupaban por lo que los demás pensaban. Estaban demasiado ocupados disfrutando del tiempo que pasaban juntos.

Al llegar a la cafetería, Seungmin se dirigió hacia la barra para pedir su café frío. Chan se sentó en una mesa cercana, esperando a que Seungmin regresara.

Mientras esperaba, Chan no podía evitar sonreír al pensar en cómo había cambiado su vida desde que conoció a Seungmin. Se sentía más feliz, más relajado, y más seguro de sí mismo.

Y todo gracias a Seungmin.

Seungmin se acercó a Chan con dos cafés fríos en la mano. Chan lo miró caminar hacia él y se sintió tan enamorado del menor.

El chico vestido con el bello uniforme escolar parecía radiar una energía y una confianza que hacían que Chan se sintiera débil.

Para Chan, Seungmin era el epítome de la perfección. El uniforme escolar que todos los estudiantes llevaban parecía quedarle perfecto a Seungmin, resaltando su fina cintura y su figura. Chan no podía evitar sentirse atraído por la belleza y inocencia de Seungmin.

—Aquí tienes, Channie —dijo Seungmin, sonriendo, mientras le entregaba uno de los cafés fríos.

Era obvio que el menor noto como Chan literalmente lo devoraba con la mirada pero lo trato de evitar.

Chan tomó el café y sonrió, sintiendo su corazón latir con emoción.

—Gracias, Seungmin —dijo Chan, sonriendo de vuelta a Seungmin.

Seungmin se rió y se sentó a su lado, poniendo su mochila al lado de ambos.

—No hay de qué, Channie —dijo Seungmin, sonriendo—. Sé que te gusta el café con leche de plátano haci que pedí que le pusieran. Dijo el menor sonriendo.

Chan se sintió un poco emocionado al escuchar las palabras de Seungmin. Ah como amaba a su niño lo conocía tan bien.

Chan y Seungmin decidieron salir de la cafetería y dar un paseo por las gradas del estadio de la escuela. El sol comenzaba a declinar, y el aire se estaba enfriando un poco. Ambos jóvenes se sentaron en las gradas, mirando hacia el campo de fútbol.

—¿Sabías que hoy es el cumpleaños de puppy M? —dijo Seungmin, sonriendo.

—¿En serio? —preguntó Chan, riendo—. No lo sabía. ¿Qué edad cumple hoy? Dijo el rubio amaba a él cachorrito de seung.

— hoy cumple 3 años—dijo Seungmin, sonriendo de oreja a oreja.

Chan asintió con la cabeza, y ambos jóvenes se quedaron en silencio por un momento, mirando hacia el campo de fútbol.

—Oye, Chan —dijo Seungmin, rompiendo el silencio—. Dejé algunas cosas en tu casa. ¿Puedo pasar por ellas más tarde?

—Claro —dijo Chan—. Pero ¿no vas a quedarte a dormir hoy?

Seungmin negó con la cabeza con un leve sonrojo.

—No, mi mamá quiere que esté en casa esta noche. Mis tíos llegaron de visita y quiere que esté allí para cenar con ellos.

Chan asintió con la cabeza, y ambos jóvenes se quedaron en silencio por un momento, mirando hacia el campo de fútbol.

Después de eso ambos jóvenes se quedaron en un silencio cómodo ambos con la compañía del otro los hacia sentir cómodos a gusto como si eso estuviera bien solo escuchándose el sonido de las los chicos golpeando el balón.

En eso El sonido de la campana se hizo presente avisando que las clases ya iban a empezar y ambos chicos se levantaron y salieron de las gradas.

— Channie puedo pasar por mis cosas más tarde a tu casa?. Dijo el menor mirando la expresión de su Hyung.

Chan estaba tirando sus basos a la basura y dijo
— claro mongi tu no te preocupes por eso mi casa es tu casa. Dijo para seguido de ello resivir un tierno beso en la mejilla de parte de Seungmin.

Seungmin rió nervioso y bajo la cabeza y luego miró a Chan de nuevo. — muchas gracias Channie te lo agradezco enserió. Hizo una pequeña pausa. — yo iré a mi primer clase de matemáticas bye. Dijo el menor para seguido de ello irse corriendo.

Chan solo sonreía como un tonto una sonrisa boba amaba tanto a Seungmin a su Mongi.

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Unas horas más tarde era la hora de descanso Chan y Seungmin se fueron a la cafetería juntos esa era su 5ta clase y era con la profesora de literatura ambos jóvenes compartían casi todas las clases juntos en excepción matemáticas.

Ambos pidieron su comida y se dirigieron a almorzar a una meza casi al fondo con sus platos listos para comer.

Se sentaron y empezaron a hablar de sus clases y que podían hacer después de la jornada escolar.

Mientras ambos saboreaban su comida, Chan estaba muy decidido en querer confesarle su amor a Seungmin. Ese día quería pedirle que sea su novio, y eso lo emocionaba pero a la vez lo ponía de nervios. No sabía cómo decirle a Seungmin esa palabra "me gustas" o "Seungmin, quieres ser mi novio?" Sin trabarse o tartamudear, en serio. Era tan difícil confesar tu amor por alguien que te tiene babeando por él. En serio, era tan difícil pedirle noviazgo a Kim Seungmin, a su mong mong.

Chan miró a Seungmin, que estaba comiendo con una sonrisa en su rostro. Se sentía tan afortunado de tener a Seungmin en su vida, y no quería perder la oportunidad de decirle cómo se sentía. Tomó una profunda respiración y se preparó para decir lo que sentía.

"Vamos, bang, no lo arruines".

Eso pensó Chan y miró a Seungmin y empezó a decir lo que quería.

— Oye, Seung, ¿tienes algo más que hacer esta tarde? — preguntó el mayor de igual forma, mirándose nervioso.

Seungmin parpadeó varias veces y miró a otro lado para seguido de eso volver su mirada a Chan. — No, no hay nada importante más que ir a mi casa y todo — dijo el menor para seguido de eso preguntar — ¿Por qué la pregunta, hyung?

Chan respiró hondo, listo para decir su plan.

— Me gustaría saber si te gustaría ir conmigo al cine después de la escuela, digo, ya que tú me dijiste que deseas ver una película que llegó hace poco. Hizo una pausa para volver a tomar aire. — Quería saber si te gustaría y si tienes tiempo, obvio — dijo el mayor sonriendo de forma nerviosa, esperando impaciente la respuesta de Seungmin.

El menor estaba un poco conmovido, ya que si él quería ir a ver una película que acaba de llegar, era una de su saga favorita y deseaba verla en la pantalla grande.

Seungmin sonrió y con un bello sonrojo dijo: — Claro, hyung, me encantaría ir contigo al cine. Dijo el menor, mirando al mayor. — Mis tíos van a llegar más tarde a casa, así que tengo tiempo. Dijo el menor.

Chan expulsó todo el aire que tenía retenido, se sintió aliviado de que Seungmin le dijera que sí. Muy bien, la parte uno de su plan estaba completa. Seungmin lo miró entusiasmado y dijo.

— ¿Y será en cuanto acabe la escuela o cómo? Dijo el menor, curioso.

Chan lo miró otra vez y lo pensó un poco antes de decir: — Pues, si quieres, Minnie, puede ser una o dos horas después. Tómate tu tiempo, aunque te ves precioso como andes, la verdad. Dijo el mayor, sonriendo.

Seungmin se rió nerviosamente y sus mejillas se tiñeron de rojo. Le dio un pequeño golpe en el brazo a Chan y dijo: — Ya, hyung, es usted un coqueto. Sabes que me gusta llevar ropa más de mi estilo a lugares como ese. Dijo el menor, haciendo un bello puchero que obviamente Chan moría por besar.

Chan se rió y se inclinó hacia adelante, su rostro cerca del de Seungmin.

— No te preocupes, Minnie, te verás perfecto sin importar qué ropa lleves — dijo Chan, su voz suave y agradable.

Seungmin se sonrojó aún más y miró hacia abajo, su cabello cayendo sobre su rostro. — Gracias, hyung — dijo Seungmin, su voz baja y suave.

Chan sonrió y se inclinó hacia atrás, su corazón latiendo con emoción. Se sentía tan feliz de haber podido invitar a Seungmin al cine y de que él hubiera aceptado.

De repente, la campana sonó, señalando el fin del recreo. Chan y Seungmin se miraron y sonrieron.

— Vamos, Minnie, tenemos que ir a nuestra próxima clase — dijo Chan, sonriendo.

Seungmin asintió con la cabeza y se levantó de su asiento. Chan lo imitó y juntos salieron de la cafetería, listos para enfrentar el resto del día.

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Horas más tarde, después de una larga jornada escolar, la clase de artes había llegado a su fin. Era una clase que al menor le apasionaba.

Ambos jóvenes salieron de la preparatoria, y Chan se ofreció llevar a Seungmin a su casa, ya que quería vestirse para la ocasión. Así, ambos se dirigieron a la casa del castaño.

Mientras disfrutaban del paseo en carro, hablaban animadamente. Chan se detuvo y miró a Seungmin con una sonrisa.

— Oye, Min, ¿te parece si paso por ti a las 5:30? — preguntó Chan,
observando cómo Seungmin se lo pensaba un poco antes de asentir con la cabeza.

— Sí, claro. Ya estaré listo a esa hora — dijo Seungmin, sonriendo de oreja a oreja. — ¡Qué emoción! Vamos a ir a ver la película que estuve esperando por mucho tiempo — añadió, moviendo sus piernas con entusiasmo.

Chan se sintió sumamente feliz al ver a Seungmin tan emocionado. Quería hacerlo feliz por el resto de su vida.

Más tarde, después de que Chan dejara a Seungmin en su casa, el rubio fue rápido a casa de su buen amigo, Ceo Changbin, para pedirle unos consejos. No quería arruinar todo en su confesión a Seungmin. Estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo, y sabía que Changbin podría ayudarlo a calmarse y a encontrar las palabras perfectas.

Una vez que estacionó su carro, fue a tocar la puerta, tocó varias veces, pero no hubo respuesta. En ese momento, escuchó pequeños gemidos y sonidos de golpes dentro de la casa. El rubio se sintió un poco avergonzado, ya que estaba interrumpiendo, pero era una emergencia. Necesitaba el consejo de Changbin antes de que se reuniera con Seungmin.

Después de unos minutos de tanto tocar la puerta, esta fue abierta por un Changbin sin nada puesto, solo sus bóxers, y lleno de sudor y agitado. Era obvio lo que pasaba allí. Changbin miró a Chan con una mezcla de sorpresa y frustración, pero luego se rió y dijo: — ¡Ah, maldito Chan! ¡Qué mal momento has elegido para visitar!. Dijo el pelinegro pasando sus manos por su cara.

Chan miró la escena, un poco avergonzado pero a la vez feliz por su amigo. Sabía que él y Jeongin tendrían una buena relación. —Binnie, necesito de tus consejos, por favor. dijo el Rubio, su mirada de suplica.

El pelinegro solo miraba a su amigo, dispuesto a ayudarlo con lo que tuviera, pero también necesitaba liberar la tensión que había abajo de sus bóxers. —¿Qué necesitas, Chan?. dijo Bin, ya mirándose un poco más calmado.

—Necesito tu consejo, dijo el Rubio en serio. —Hoy tengo planeado pedirle a Seung que sea mi novio, pero no sé cómo hacer para que se sienta especial el momento. Dijo el Rubio, enserió, que necesitaba la ayuda de su amigo.

Changbin lo pensó un poco, se sintió sumamente feliz de saber que por fin su amigo quería dar ese paso, y claro que lo iba a ayudar para que por fin su amigo le pidiera noviazgo a Kim Seungmin. Changbin asintió feliz y dijo.

—Claro, bang, yo te ayudaré. Tú solo dime qué tienes planeado y te ayudaré a prepararlo. Dijo el más bajo, dejando a su amigo pasar a su departamento.

Una vez dentro, Changbin cerró la puerta y se dirigió al sofá, donde se sentó y se ajustó sus bóxers al parecer sus ganas de sexo se abian ido—Okay, bang, dime todo. ¿Qué has planeado para el gran momento?. preguntó Changbin, sonriendo.

Entonces, así, Chan se sintió apoyado por su amigo, que aunque lo interrumpió en un momento lujurioso con su chico, siempre lo seguía en sus locuras.

Y este era un momento importante en la vida de Chan, era obvio que Bin lo ayudaría. Ellos siempre se apoyaban en todo, igual que cuando Changbin se quería declarar a Jeongin. El Rubio lo ayudó, y fue todo en una hermosa casa enfrente de la playa, donde Bin se declaró a su Jeongin, y Chan los dejó solos para que hicieran lo que querían. Ellos siempre se apoyaban en todo, tanto en el amor como en toda tipo de locura.

Así que, si Changbin le iba a ayudar a su amigo a declararse a Seung en un bello lugar, Chan estaba contento con eso. Porque Chan no sabía cómo decirle a Seung "me gustas" sin tartamudear o sin ponerse nervioso.

Changbin sonrió y se levantó del sofá, se dirigió a la cocina y sacó una botella de agua de la nevera. —Vamos a empezar a planear, bang. dijo Changbin, sonriendo. —Quiero que me cuentes todo sobre tus planes y lo quieres hacer.

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Que tal?

Espero y les este gustando perdón x no aver actualizado enserió 😭

Les tratare de actualizar más seguido lo prometo.

Los tqm lo saben.