Después de la escuela, Seungmin y Chan se fueron juntos a una tienda de ropa que, según palabras de Seungmin, era muy buena. Ambos llevaban puesto su uniforme y Bang cargaba con las mochilas de ambos.

Mientras caminaban, hablaban de cosas triviales hasta que salió el tema de los bóxers de Chan.

Seungmin se burló, diciendo: — Wow, ¿quién en serio querría unos boxers sucios?

Chan frunció el ceño, no queriendo imaginar qué pervertido quería eso.

— Osea, son boxers sucios, llenos de sudor. ¿Quién en su sano juicio quisiera eso?

Seungmin sonrió con coquetería y miró a Chan.

— De seguro, la persona que te robó los boxers debe estar deleitándose con el increíble aroma de esos boxers. Dijo Seungmin solo para molestar a Chan, y el mayor solo le dijo:

— Ya, Kim, no es gracioso. Esto es vergonzoso. Chan se puso rojo y se tapó la cara, sintiéndose muy nervioso, avergonzado e incómodo.

— Detente, Seungmin. Ya no es divertido.

Seungmin se rió y puso una mano en el hombro de Chan. — Lo siento, Bang. No puedo evitarlo.

Cuando llegaron a la tienda de ropa, ambos entraron. Seungmin se dirigió a la parte donde están los boxers, seguido por Chan. Seungmin se fue por una parte y Chan por otra, buscando algo bueno que le quede.

Seungmin le mostró unos boxers azules a Chan, y el mayor solo los miró y se volteó. No le gustaron.

— Oye, Bang, ¿cuál es tu talla de ropa interior? —le preguntó Seungmin seriamente.

Chan solo respondió:

— No sé, nunca lo averigüé. Dijo Chan con un leve sonrojo.

Seungmin sonrió coquetamente y le dijo:

— Ah, vamos, Bang, ¿cómo no vas a saber tu talla? Dijo ahora serio.

— ¿No has comprado ropa interior antes?

— No, mi mamá siempre me compra —dijo Chan, cada vez más sonrojado.

Seungmin se rió. — ¡Eso es increíble! ¿No tienes curiosidad por saber tu talla?

— No, no es importante —dijo Chan, tratando de ignorar a Seungmin.

Pero Seungmin no se rindió.

— Vamos, Chan, ¿o tienes el trasero muy gordo y necesitas unos extra grandes? —dijo Seungmin, riendo un poco al imaginarse eso.

Pero sabía que Chan sí tenía el trasero grande, su "big butt bro".

Chan se puso más rojo y miró a Seungmin con frustración.

— Detente, Seungmin. Ya no es divertido —dijo Chan, tratando de mantener la calma.

Seungmin sonrió.

— Lo siento, Bang. Solo quiero ayudarte a encontrar los boxers perfectos —dijo Seungmin, aunque seguía burlándose de Chan.

Chan, ya muy avergonzado, solo le dijo:

— Bueno, para que te calles, mi talla es 32. Feliz.

Dijo Chan con la mirada seria.

Seungmin solo asintió y siguió buscando. En eso, Chan se fue por la otra parte de la sección de ropa interior, buscando varias tallas, pero no una que le quedara. En eso, volteó a ver un maniquí que estaba en esa sección y se quedó enamorado. Eran unos boxers color negro con líneas color rojo en la parte del elástico de la marca Vetemen's. Se veían muy bien en ese maniquí. Chan estaba mirando esos boxers y le gustaron de verdad.

Seungmin fue a ver qué estaba haciendo Chan, ya que no se le oía. Entró en la sección donde estaba Bang y lo miró, que estaba como perdido, su mirada puesta en el maniquí. Tocó su hombro.

— Oye, Chan, ¿qué pasa?

Preguntó Seungmin.

Chan le dijo, aún con la mirada puesta en el maniquí:

— No ves, Min? Creo que quiero esos boxers.

Dijo Chan, para después voltear a ver a Seungmin con una bella sonrisa.

Seungmin volteó a ver el maniquí y fue a verificar la talla.

— ¡Genial! Tienen tu talla. 32. Dijo Seungmin, sonriendo.

— ¿Te gustan de verdad?

Preguntó Seungmin.

Chan asintió.

— Sí, me encantan.

Seungmin se rió.

— Bueno, entonces vamos a comprarlos.

Seungmin miró a Chan, feliz al parecer, estaba muy feliz y eso le gustaba. En eso, el menor le dijo:

— Muy bien, entonces pruébatelos.

Dijo Seungmin, y Chan, con la ayuda de Seung, quitó los boxers del maniquí y fue a los vestidores a probarse los boxers.

Seungmin estuvo esperando en el sofá enfrente de los vestidores. En eso, Chan solo sacó la cabeza de los vestidores y le dijo a Seungmin:

— Oye, Seung...

Dijo en un susurro, que sí alcanzó a oír el menor, ya que volteó a verlo. A seungmin sé le hizo que se veía muy bonito de esa forma su cabeza solo afuera pintada con un bello color  carmín sonrió.

— Me da vergüenza salir así, solo estoy en boxers.
Dijo Chan, avergonzado.

Seungmin solo sonrió y le dijo: — Vamos, Bang, siempre te he visto en boxers.

Dijo Seung con una mirada despreocupada.

— Sí, pero eso es cuando estamos solos en mi casa. Aquí hay mucha gente y me da vergüenza que me vean. Dijo Chan con un leve puchero.

Seungmin solo le dijo:

— OK, ammm... ¿Qué tal si solo sales rápido para verte? No hay nadie aquí, solo nosotros.

Dijo Seung para después voltear y verificar que nadie estuviera cerca.

— Vamos, Chan, no seas tímido.

Le dijo Seungmin, sonriendo.

Chan salió del vestidor con los bóxers negros con elástico rojo de Vetemen. Seungmin se sorprendió al verlo, su mirada recorriendo el cuerpo de Chan.

Seungmin no podía creer lo que veía. Chan tenía un cuerpo trabajado, definido, con abdominales un six pack marcado y hombros anchos. Los bóxers se ajustaban perfectamente a sus caderas y muslos.

Pero lo que realmente llamó la atención de Seungmin fue el bulto prominente debajo de los bóxers. Seungmin se sintió avergonzado por su reacción, pero no podía evitar mirar fijamente.

—¿Te... te quedan bien?, tartamudeó Seungmin, tratando de disimular su sorpresa.

Chan se rió, sin notar la reacción de Seungmin— Sí, creo que sí. ¿Te gustan?

Seungmin asintió, aún en shock. —Sí... sí, te quedan perfecto.

Seungmin se levantó del banco, acercándose a Chan. —Vamos a pagarlos, dijo, tratando de mantener la calma.

Mientras caminaban hacia la caja, Seungmin no podía evitar mirar el bulto debajo de los bóxers de Chan. Se sentía atraído hacia él, y no sabía cómo manejar esos sentimientos.

Mientras pagaban, la señora de la caja sonrió.

—Tienen suerte, caballeros. Hay una promoción con los bóxers de la marca Vetemen. Por la compra de uno, pueden llevarse dos bolsas que contienen 5 pares de bóxers de colores diferentes gratis.

Chan y Seungmin se voltearon a ver, sorprendidos y emocionados.

—¿De verdad?, preguntó Chan.

La señora asintió. —Sí, es una oferta especial. La marca Vetemen es muy buena y famosa, y queremos celebrar su éxito.

Seungmin sonrió.
—¡Genial! Vamos por las dos bolsas.

Chan asintió entusiasmado. —Sí, por favor.

La señora sonrió y les entregó las dos bolsas.
—Gracias por su compra, caballeros. Disfruten de sus nuevos bóxers.

Chan y Seungmin se despidieron de la señora y salieron de la tienda, emocionados y felices.

Chan llevaba las dos bolsas en los hombros, sonriendo de oreja a oreja.— Esto es increíble. Tengo 11 pares de bóxers Vetemen ahora.

—Wow, es increíble que ubiera oferta. Estás de suerte, Bang.

Mientras caminaban, Chan se sentía eufórico. No solo había encontrado los bóxers perfectos, sino que también había obtenido dos bolsitas gratis.

Chan salió con una sonrisa de oreja a oreja.

— Gracias, Seungmin. Me alegra haber encontrado estos boxers.

Dijo Chan.

Seungmin sonrió.

— De nada, Bang. Estás muy bien con tus nuevos boxers.

Dijo Seungmin.

Salieron de la tienda, listos para disfrutar del resto del día.

Mientras caminaban, Chan comenzó a fantasear sobre cómo lucirían los bóxers en diferentes situaciones. —Imagina cómo me veré en el gimnasio con estos bóxers, dijo sonriendo.

Seungmin se rió. —Seguro que impresionarás a todos.

De repente, Seungmin se detuvo y miró a Chan con una sonrisa pícara.
—Sabes, Chan, deberías modelar los bóxers para mí.

Chan se sorprendió, pero se rió. —¿Qué? ¿Quieres que haga una sesión de fotos en ropa interior?

Seungmin asintió. —Sí, sería divertido. Y puedo tomar las fotos para ti.

Chan se sintió un poco nervioso, pero la idea también le parecía emocionante. —Bueno, ¿por qué no? Pero solo si prometes no compartir las fotos en línea.

Seungmin se rió. —Lo prometo. Será un secreto entre nosotros.

Chan sonrió, sintiendo una gran euforia por lo que van a hacer.— Vamos a hacerlo entonces.

Que tal?

Espero y les guste mi nuevo fanfic.

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En fin disfruten