ఌ 02: Bóxeres nuevos
Después de la escuela, Jeongin y Chan se fueron juntos a una tienda de ropa que, según palabras de Jeongin, era muy buena. Ambos llevaban puesto su uniforme y Bang cargaba con las mochilas de ambos.
Mientras caminaban, hablaban de cosas triviales hasta que salió el tema de los bóxeres de Chan.
Jeongin se burló, diciendo:
—Wow, ¿quién en serio querría unos bóxeres sucios?
Chan frunció el ceño, no queriendo imaginar qué pervertido quería eso.
—O sea, son bóxeres sucios, llenos de sudor. ¿Quién en su sano juicio quisiera eso?
Jeongin sonrió con coquetería y miró a Chan.
—De seguro, la persona que te robó los bóxeres debe estar deleitándose con el increíble aroma de esos bóxeres —dijo Jeongin solo para molestar a Chan, y el mayor solo le dijo:
—Ya, Jeong, no es gracioso. Esto es vergonzoso —Chan se puso rojo y se tapó la cara, sintiéndose muy nervioso, avergonzado e incómodo—. Detente, Jeongin. Ya no es divertido.
Jeongin se rio y puso una mano en el hombro de Chan.
—Lo siento, Bang. No puedo evitarlo.
Cuando llegaron a la tienda de ropa, ambos entraron. Jeongin se dirigió a la parte donde están los bóxeres, seguido por Chan. Jeongin se fue por una parte y Chan por otra, buscando algo bueno que le quede.
Jeongin le mostró unos bóxeres azules a Chan, y el mayor solo los miró y se volteó. No le gustaron.
—Oye, Bang, ¿cuál es tu talla de ropa interior? —le preguntó Jeongin seriamente.
Chan solo respondió:
—No sé, nunca lo averigüé —contestó Chan con un leve sonrojo.
Jeongin sonrió coquetamente y le dijo:
—Ah, vamos, Bang, ¿cómo no vas a saber tu talla? —dijo ahora serio—. ¿No has comprado ropa interior antes?
—No, mi mamá siempre me compra —dijo Chan, cada vez más sonrojado.
Jeongin se rio.
—¡Eso es increíble! ¿No tienes curiosidad por saber tu talla?
—No, no es importante —dijo Chan, tratando de ignorar a Jeongin.
Pero Jeongin no se rindió.
—Vamos, Chan, ¿o tienes el trasero muy gordo y necesitas unos extra grandes? —dijo Jeongin, riendo un poco al imaginarse eso.
Pero sabía que Chan sí tenía el trasero grande, su "big butt bro".
Chan se puso más rojo y miró a Jeongin con frustración.
—Detente, Jeongin. Ya no es divertido —dijo Chan, tratando de mantener la calma.
Jeongin sonrió.
—Lo siento, Bang. Solo quiero ayudarte a encontrar los bóxeres perfectos —dijo Jeongin, aunque seguía burlándose de Chan.
Chan, ya muy avergonzado, solo le dijo:
—Bueno, para que te calles, mi talla es 32. Feliz —dijo Chan con la mirada seria.
Jeongin solo asintió y siguió buscando. En eso, Chan se fue por la otra parte de la sección de ropa interior, buscando varias tallas, pero no una que le quedara. En eso, volteó a ver un maniquí que estaba en esa sección y se quedó enamorado. Eran unos boxers color negro con líneas color rojo en la parte del elástico de la marca Versace. Se veían muy bien en ese maniquí. Chan estaba mirando esos bóxeres y le gustaron de verdad.
Jeongin fue a ver qué estaba haciendo Chan, ya que no se le oía. Entró en la sección donde estaba Bang y lo miró, que estaba como perdido, su mirada puesta en el maniquí. Tocó su hombro.
—Oye, Chan, ¿qué pasa?
Preguntó Jeongin.
Chan le dijo, aún con la mirada puesta en el maniquí:
—¿No ves, Jeong? Creo que quiero esos bóxeres —dijo Chan, para después voltear a ver a Jeongin con una bella sonrisa.
Jeongin volteó a ver el maniquí y fue a verificar la talla.
—¡Genial! Tienen tu talla; 32 —dijo Jeongin, sonriendo—. ¿Te gustan de verdad? —preguntó Jeongin.
Chan asintió.
—Sí, me encantan.
Jeongin se rio.
—Bueno, entonces vamos a comprarlos.
Jeongin miró a Chan, feliz al parecer, estaba muy feliz y eso le gustaba. En eso, el menor le dijo:
—Muy bien, entonces pruébatelos.
Chan, con la ayuda de Jeongin, quitó los bóxeres del maniquí y fue a los vestidores a probarse los bóxeres.
Jeongin estuvo esperando en el sofá enfrente de los vestidores. En eso, Chan solo sacó la cabeza de los vestidores y le dijo a Jeongin:
—Oye, Jeongin...
Chan llamó en un susurro, que sí alcanzó a oír el menor, ya que volteó a verlo. A Jeongin sé le hizo que se veía muy bonito de esa forma su cabeza solo afuera pintada con un bello color carmín sonrió.
—Me da vergüenza salir así, solo estoy en bóxeres —dijo Chan, avergonzado.
Jeongin solo sonrió.
—Vamos, Bang, siempre te he visto en bóxeres —dijo Jeongin con una mirada despreocupada.
—Sí, pero eso es cuando estamos solos en mi casa. Aquí hay mucha gente y me da vergüenza que me vean —dijo Chan con un leve puchero.
Jeongin solo le dijo:
—OK, ammm... ¿Qué tal si solo sales rápido para verte? No hay nadie aquí, solo nosotros —sugirió Jeongin para después voltear y verificar que nadie estuviera cerca—. Vamos, Chan, no seas tímido —le animó Jeongin, sonriendo.
Chan salió del vestidor con los bóxeres negros con elástico rojo de Versace. Jeongin se sorprendió al verlo, su mirada recorriendo el cuerpo de Chan.
Jeongin no podía creer lo que veía. Chan tenía un cuerpo trabajado, definido, con abdominales un six pack marcado y hombros anchos. Los bóxeres se ajustaban perfectamente a sus caderas y muslos.
Pero lo que realmente llamó la atención de Jeongin fue el bulto prominente debajo de los bóxeres. Jeongin se sintió avergonzado por su reacción, pero no podía evitar mirar fijamente.
—¿Te... te quedan bien? —tartamudeó Jeongin, tratando de disimular su sorpresa.
Chan se rio, sin notar la reacción de Jeongin.
—Sí, creo que sí. ¿Te gustan?
Jeongin asintió, aún en shock.
—Sí... sí, te quedan perfecto.
Jeongin se levantó del banco, acercándose a Chan.
—Vamos a pagarlos —dijo, tratando de mantener la calma.
Mientras caminaban hacia la caja, Jeongin no podía evitar mirar el bulto debajo de los bóxeres de Chan. Se sentía atraído hacia él, y no sabía cómo manejar esos sentimientos.
Mientras pagaban, la señora de la caja sonrió.
—Tienen suerte, caballeros. Hay una promoción con los bóxeres de la marca Versace. Por la compra de uno, pueden llevarse dos bolsas que contienen 5 pares de bóxeres de colores diferentes gratis.
Chan y Jeongin se voltearon a ver, sorprendidos y emocionados.
—¿De verdad? —preguntó Chan.
La señora asintió.
—Sí, es una oferta especial. La marca Versace es muy buena y famosa, y queremos celebrar su éxito.
Jeongin sonrió.
—¡Genial! Vamos por las dos bolsas.
Chan asintió entusiasmado.
—Sí, por favor.
La señora sonrió y les entregó las dos bolsas.
—Gracias por su compra, caballeros. Disfruten de sus nuevos bóxeres.
Chan y Jeongin se despidieron de la señora y salieron de la tienda, emocionados y felices. Chan llevaba las dos bolsas en los hombros, sonriendo de oreja a oreja.
—Esto es increíble. Tengo 11 pares de bóxeres Versace ahora.
—Wow, es increíble que hubiera oferta. Estás de suerte, Bang.
Mientras caminaban, Chan se sentía eufórico. No solo había encontrado los bóxeres perfectos, sino que también había obtenido dos bolsitas gratis.
Chan salió con una sonrisa de oreja a oreja.
—Gracias, Jeongin. Me alegra haber encontrado estos bóxeres —dijo Chan.
Jeongin sonrió.
—De nada, Bang. Estás muy bien con tus nuevos bóxeres —dijo Jeongin.
Salieron de la tienda, listos para disfrutar del resto del día.
Mientras caminaban, Chan comenzó a fantasear sobre cómo lucirían los bóxeres en diferentes situaciones.
—Imagina cómo me veré en el gimnasio con estos bóxeres —dijo sonriendo.
Jeongin se rio.
—Seguro que impresionarás a todos.
De repente, Jeongin se detuvo y miró a Chan con una sonrisa pícara.
—¿Sabes, Chan? Deberías modelar los bóxeres para mí.
Chan se sorprendió, pero se rio.
—¿Qué? ¿Quieres que haga una sesión de fotos en ropa interior?
Jeongin asintió.
—Sí, sería divertido. Y puedo tomar las fotos para ti.
Chan se sintió un poco nervioso, pero la idea también le parecía emocionante.
—Bueno, ¿por qué no? Pero solo si prometes no compartir las fotos en línea.
Jeongin se rio.
—Lo prometo. Será un secreto entre nosotros.
Chan sonrió, sintiendo una gran euforia por lo que van a hacer.
—Vamos a hacerlo entonces.
Les deseo un feliz año, corazones lindos. 💖
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