Para tener 17 años vivo sola, no es que mis padres estén muertos o que ellos trabajen mucho ni nada, yo fui la que decidió irse, siempre me a encantado viajar, es algo que disfruto mucho, mis padres me apoyaron y me ayudaron en conseguirme una casa en los Ángeles, y siempre todas las navidades y cumpleaños voy a verlos, mantengo mucho contacto con ellos, voy a la prepa en las mañanas y por la tarde trabajo en un Gym, tengo un trato con el dueño, yo limpio y cuando todas las personas se hayan ido practico unos minutos en el área de Boxeo, mi sueño es convertirme en boxeadora profesional, pero para eso se necesita mucho dinero y por eso estoy trabajando, aunque me conformo con unas horas en ese Gym.

Salgo de mi casa rumbo a la cafetería donde me vería con Beth mi mejor amiga.

Tomo un taxi y espero que este llegue, pago lo debido y bajo de el.

Camino hacia la entrada y la veo sentada en una mesa pegada a la ventana.

– Annie – me llama Beth me acerco hacia donde se encuentra y la saludo – te pedí un café y unas donas – nos sentamos.

– Cuéntame eso tan importante que tenias que decirme – me apoyó con los codos en la mesa.

– Pues que... – se quedo callada mirándome – ya tengo novio – me quede sin palabras.

– Wow.... Eso es... Wow – sonreí y comí de mis donas – como se llama ?? – tome un sorbo de café.

– Jack – me respondió comiendo tranquilamente de su pastel.

Ella es muy bonita, su cabello es pelirrojo, ojos grises, con pecas en las mejillas, mientras que yo soy castaña, ojos cafés con un toque de verde.

– Hoy vas a ir al Gym ?? – me miro.

– Si, igual que todos los días – le di un sorbo a mi café.

– Yo quería que fuéramos a un antro hoy en la noche — me miro dandole un mordisco a la dona

– Niña, hoy no pero  mañana que es viernes con todo gusto vamos a donde tu quieras – le dije tomando mi celular para ver la hora 3:45pm, agarre mis cosas y le di un billete a Beth. – llego tarde al trabajo mañana nos vemos en la prepa y luego en la noche nos vamos al antro. – me paro de mi asiento y me acerco a ella para despedirme.

— Que suerte tienes, todas las tardes ves a chicos sin camisa y muy musculosos – me río de su comentario.

— Aveces me siento afortunada – me sonríe y le doy un abrazo.

Salgo del café y tomo un taxi, espero a que llegue al gym y bajo.

Empujo sus grandes puertas de vidrio con fuerza para poder pasar, cuando entro subo unas escaleras y saludo a la señora Marta la recepcionista.

Entro a los vestidores de mujeres y me coloco el uniforme del Gym que consiste en una playera de manga corta azul rey con el nombre del gym y un pantalón negro, me hago una coleta alta y agarro las cosas de limpieza; camino hacia donde están las pesas y comienzo limpiando las mancuernas, luego me paso a los espejos.

– Hola Annie !! – me saluda Lucas, el es mi mejor amigo de aquí, practica boxeo, es alto, cabello negro, piel bronceada y musculoso.

– Que hay Lucas !! – agarro el carrito y me voy junto con el al área de costales. – No deberías estar entrenando ?? – le pregunto limpiando algunos de los guantes.

– Pero siempre puedo dejar de entrenar por saludar a mi mejor amiga – se acerca para darme un abrazo, pero agarro el frasco con agua que tengo detrás de mi y lo roceo en la cara haciendo que el de un brinco hacia atrás limpiándose la cara.

– Gracias, ya me refrescaste – me dice, suelto una risa y el se da la vuelta para irse a los costales.

(...)

Hace un rato que termine de limpiar y estoy sentada en el ring viendo como entrenan, hasta que el ruido de la puerta ser abierta llama mi atención, de ella entra un chico alto como 1.70, facciones marcadas, cabello castaño claro, ojos castaños muy claros, y cuerpo trabajado (Chico basado en hechos reales, solo que con algunos cambios, como la edad （＾ν＾）) camina hasta donde esta Mario que es el entrenador de boxeo, hablan de algo, y el chico se mete a los vestidores para hombres.

— Pero a ti luego luego se te van los ojos – me dijo Lucas sentándose a mi lado.

– Claro que no – desvío la mirada hacia Lucas.

– Y has pensado entrar a las peleas de invierno?? – me miro, suspire y me acomode en mi lugar.

– Si, pero no puedo, no tengo una preparación adecuada, se algunas cosas, pero no las suficientes para subirme a ese ring y poder ganar – lo mire y el me dio una sonrisa tierna.

— Inténtalo, no importa si pierdes, lo importante es que lo hayas intentado — me dio un empujón en el hombro.

Giro la mirada hacia los vestidores y veo de nuevo al chico salir de el, pero ahora esta con un pantalón gris para deporte y sin nada arriba y.... Joder que bueno estaba, desvío la mirada rápido poniéndome mas roja que nada.

– y luego dices que no An — se ríe de mi y da un salto para bajarse de mi lado.

Me quedo en el mismo lugar hasta que Marta me llama, camino hacia ella quien me entrega un sobre con lo que supongo es dinero.

– Tu paga de hoy querida – me sonríe.

– Gracias – lo tomo y voy hacia donde están mis cosas, lo guardo y salgo topándome con Mario.

– Ya has pensado en lo que te dije ?? – nos acercamos al área de costales.

– Si, pero aun no junto el dinero suficiente para que me entrenes – me cruzo de brazos.

– Pues apúrate, por que no quiero cambiar de opinión – se va dejándome sola.

(...)

Ya se habían ido todos, son como las 10:00 pm, ya me encargaría de cerrar el gym luego, voy hacia donde están mis cosas y saco una playera de tirantes verde obscuro, y unos pantalones para deporte me los coloco y rehago la coleta, salgo de los vestidores y tomo unas cuerdas para saltar, comienzo a brincar para calentar.

Luego de estar unos minutos así, me coloco unas vendas alrededor de mis manos para luego colocarme los guantes de boxeo, camino hacia los costales, me paro frente a uno, me pongo en posición y comienzo a pegarle, golpes duros y seguidos, trato de sacar todo el estrés que llevo, le voy dando vuelta al costal mientras sigo pegando.

– Así que a la chica de limpieza le gusta el boxeo – doy un brinco en mi lugar y volteo a ver a la persona que me habla, encontrándome con el chico castaño de esta mañana recargado en la pared con los brazos cruzados.

– Si me gusta y??  – no me gusto que me haya dicho "Chica de la limpieza" aunque eso hago aquí, lo dijo con cierto tono que no me agrado.

– Tranquila fiera – se acerca hacia donde me encuentro quedando parado frente a mi y hay es cuando me doy cuenta que mida más de ese 1.70, ya que me saca una cabeza y media. – te estuve observando y tienes buena técnica – se acerca mas y retrocedo un paso. – Tu no eres una novata niña, cuantos años tienes 15?? – sonríe de lado.

– No, tengo 17 – retrocedo un paso.

– Y desde los cuantos años practicas el boxeo?? – se acercó otro paso.

– 10 años – retrocedo tres pasos – y lo tuve que dejar años 15. – el queda parado enfrente de mi.

– Inscríbete en las peleas de invierno – me dice cruzado de brazos.

– No ganaría, nunca lo podría hacer – aparto la mirada de el.

– Por que piensas eso – Frunce el ceño.

– Es la verdad, nunca podría hacerlo. – me cruzo de brazos.

– Que decepción de chica – lo miro a los ojos – Cuando estabas en ese costal, le pegabas de una forma diferente a lo que una chica aria, tu lo disfrutabas, te gusta el boxeo y no puedo creer que estés diciendo que no puedes – negó con la cabeza, sentí feo porque sabia que era verdad lo que decía, no puede ser que me rinda así, las palabras de la chica que me molestaba de niña siempre rondaban en mi cabeza "Nunca vas a poder, no sirves para nada, eres un desastre en esto", esa chica iba con migo en boxeo y por ella lo abandone, por ella y otras cosas que no me gustaría recordar, me creí tanto sus palabras que hasta yo pensé igual.

– TU QUE SAVES !! – le grite.

El no dijo nada, solo se dio la vuelta para irse pero lo tome del brazo – Si dices que puedo, entonces ayúdame y entrename tu – el ladea su cabeza para mirarme.

– Yo no ayudo a personas, yo solo pienso en mi – me dice.

– Por favor, aunque piense que  no puedo es algo que siempre e querido, es mi sueño – El se giró encarandome.

– Bien, te entrenare, pero con una condición – se acercó más a mi – Nunca pienses que no puedes, si este es tu sueño lucha por el Annie. – y sin mas se dio la vuelta y se fue, dejándome con una gran duda.

¿Cómo es que sabe mi nombre?