Prólogo
Por fin había llegado a mi país de origen, Hollywood, Florida. Apenas el avión aterrizó junto a mi hermano bajamos de el, fuimos por nuestras maletas y al tenerlas esperamos fuera del aeropuerto.
–.Dios ¿porque tardan tanto?-se quejo mi hermano Esteban, moviendo su pierna con exasperación.
–.El trafico, tal vez-contesto colocándome un sombrero negro grande sobre la cabeza. Hacia mucho sol.
Esteban iba a hablar otra vez pero se callo cuando un motor llamó nuestra atención. Una camioneta negra se estacionó frente a nosotros y de inmediato del lado del copiloto salió una mujer de piel blanca, estatura media, cabello castaño y ojos cafés, vestida formal pero luciendo juvenil.
–.¡Mis niños!-exclamó llegando a nosotros para fundirnos en un apretado abrazo.
–.¡Mamá!-nos quejamos, nos dejaba sin respiración.
Se separó, no sin antes darnos un beso en las mejillas.
–.Los extrañe tanto amores mios-dice llorosa.
–.Nosotros a ti mamá-le dice Esteban.
Le sonrío.
Un hombre mas alto que mi madre con piel blanca, ojos azules y cabello claro, se posiciona detrás de ella sonriendo feliz.
–.¡Papá!-exclama mi hermano yendo al hombre para abrazarlo con efusión.
–.¿Como estas hija? ¿Y el trabajo?-me pregunta mi madre tomándome del brazo para caminar.
Suspiro. Mi trabajo, un trabajo bien duro, que me agota tanto.
–.Todo bien. Cansado, ya sabes-contesto mirándola a los ojos.
–.Ese trabajo es muy duró cielo...
–.Pero me gusta igual mamá. Sabes que siempre me gustó la adrenalina. El boxeo me lo otorga-cuestiono.
Bufa rendida haciéndome reír, ella sonríe cariñosa.
–.Hola Camille-volteo seria para ver al hombre.
–.Hola William-le estiro mi mano, la toma sacudiéndola un poco.
Nos quedamos mirándonos serios un momento, antes de sonreír y darnos un beso en la mejilla como saludo, mi madre y Estaban ríen antes de que subirnos a la camioneta.
***
Estaba sentada en mi cama con mi portátil encima de mis piernas revisando mi correo, leyendo los mensajes de diversas personas. Cuando estaba por leer un correo de Kyle, mi mánager, la puerta de mi cuarto es abierta abruptamente, antes de levantar la mirada de soslayo pude ver algo correr a mi y un peso posarse encima de mi quitándome casi todo el aire.
–.¡Maldición, Candelaria!-gruño molesta–.¡Quitate! Pesas mas que antes-protesto.
–.Ay, perra-dijo alejándose de mi para sentarse frente a mi–.¿Como estas? Hace mucho no nos vemos Cami-comenta nostálgica.
–.Perdón por eso, el trabajo me tiene muy ocupada. Pero siempre nos mantenemos en contacto Cande-le digo seria.
Nos reímos un poco.
–.¿Iras a la fiesta?-pregunta de repente haciendo referencia a lo que ya se.
–.No-contesto levantándome llevando conmigo mi portátil.
–.¿Porque?-pregunta quejosa.
–.No quiero ir a lo que alguna vez fue mi infierno-respondo bromista haciéndola reír.
–.Vamos. Yo quiero ir, y no quiero ir sola...
–.Pero irán otras personas que conoces Candelaria. Además de que no quiero encontrarme con...-me callo bufando.
–.No sabes si ellos irán Camille-dice ella molestándose ya.
Me cruzo de brazos quedando ambas de frente a la otra. Sus ojos verdes hacen una batalla con los mios cafés.
–.No voy a ir-digo firme.
–.Si. Iras-afirma severa.
Fruncimos el ceño molestas, con el propósito de ver quien gana.
***
Al final termine poniéndome un vestido blanco de manga larga con escote en mis pechos y espalda, dejándola al descubierto, era de doble tela, abajo liso y por encima de éste de encaje, hasta la mitad del muslo, me calce con unos tacos negros cerrados y ondule mi cabello en las puntas, me maquille ligero y tomando mi bolso de mano, salí de mi cuarto que esta en la casa de mi madre y de Will. Baje las escaleras encontrando a Esteban solo con un chándal gris.
–.¿Quien eres tu y que hiciste con mi hermana?-pregunta serio después de haberme analizado.
Frunzo los labios achicando los ojos.
–.Idiota-se ríe.
–.Estas aceptable hermanita-dice sonriendo burlón, le pongo los ojos en blanco.
Termino de bajar las escaleras en el momento que suena el timbre de la casa. Esteban va abrir y mi madre junto a Will salen de la cocina.
–.Hija, estas bellísima-dice mi madre con una sonrisa mirándome.
Sonrío.
–.Gracias mamá-contesto.
–.¡Buenas noches familia dos!-exclama Candelaria entrando con un vestido rojo pegado a su cuerpo hasta los muslos, con escote corazón, maquillaje ligero y unos tacos negros.
–.Hola Cande, estas hermosa-le dice mi madre.
–.Gracias mi Sol-contesta mi amiga halagada.
–.¿Una foto?-pregunta Will.
–.¡Si!-contesta la rubia antes que yo.
Candelaria toma mi brazo halándome a ella. Sonríe encantadora y yo con aburrimiento también sonrío. Will es quien toma la foto con una cámara plateada.
–.Bien-dice al final.
–.Bueno, nosotras nos vamos-interrumpo a Candelaria cuando va a hablar.
Tomo su brazo para llevármela a la puerta.
–.¡Adiós!-grita mi madre cuando ya estamos afuera.
Le sacudimos la mano en despedida. Nos subimos al ferrari rojo de Cande y ésta arranca.
***
Cuando llegamos, nos bajamos y observo todo con detenimiento, todo sigue igual que hace cinco años atrás. La fiesta se daría en el gimnasio donde al entrar un camarógrafo esperaba por los ex-estudiantes. Nos tomamos tres fotos diferentes y fuimos a una mesa a sentarnos un momento. Todo estaba oscuro lo único que lo alumbraba eran unas luces de colores. Habían muchas personas, pude reconocer a mas de la mitad, entre ellos a dos personas muy esenciales.
–.¡Joder, Candelaria!-exclamo molesta, ella me mira confusa–.Me dijiste que no vendrían-le reclamo.
–.Ah, no. Yo dije que a lo mejor no fueran-replica en defensa.
–.Dios-murmuro suspirando.
–.¡Ay dios, es Evans!-grita levantándose entusiasmada.
–.¡Candelaria!-la llamo pero no me escuchó.
Bufo levantándome para ir por algo de tomar. De una mesa grande tome una bebida de la cual al probarla supe que llevaba alcohol.
–.¿Camille?-me tenso.
Una figura masculina con traje se postra frente a mi.
–.Hola Jacob-saludo incomoda.
–.¿Como estas?-pregunta serio, pero note en su ojos la curiosidad.
–.Muy bien ¿Y tu? Supe que abriste tu propia empresa como siempre quisiste-comento tranquila; las noticias y sus obsesiones por empresarios ricos.
–.Si. Pude abrirlo, aunque me costó mucho-comenta indiferente.
Bebo un poco del vaso y de reojo pude ver unos ojos de colores distintos mirarnos con seriedad.
–.¿Viniste sola o con Candelaria?-pregunta intrigado.
–.Vine con ella-contesto y sus facciones se relajan.
–.Oh-dice solamente.
Iba a decir algo mas pero unos hombres mas llegaron interrumpiendonos. Unos de ellos me saludaron y empezaron una conversación con Jacob. Incómoda y nerviosa me fui alejándo de ellos, sintiendo su mirada en mi y millones de emociones que creí escondidas.
***
Llevaba varias horas en la reunión bailando y tomando, tanto alcohol tenia en el sistema que no sabia ni lo que hacia. Veía borroso, solo sabia que estaba con Candelaria. En un momento me dieron ganas de ir al baño así que le dije a mi amiga que me esperará y me fui antes de que dijera algo. Cuando estuve en el baño me apoye en el lavabo y suspire abarrotada de alcohol. Escuche la puerta y una voz conocida.
–.Tanto tiempo mi querida Cami-me recorrieron escalofríos.
Me volteé.
–.Hola Sebastian-le digo seria.
Sonríe y se acerca a mi, no se porque pero no hice nada, todo lo contrario.
***
Sin mirarlo me arreglo la falda del vestido.
"¿Que carajos acabó de hacer" me pregunto cuando salgo del baño algo tambaleante.
–.Fue un honor volver a estar contigo, Cami-susurra en mi oído con voz ronca.
–.Aquí no paso nada Sebastian-le digo firme y seria.
–.¿Por que dices eso?-pregunta molesto.
Lo miro inexpresiva, seria.
–.Aquí. Nada. Paso-recalco cada palabra volteandome.
–.Si, claro-responde enojado.
***
Después de aquel acontecimiento busque una botella de agua y fui a las áreas de salones donde me senté en el piso recostada a los casilleros con las piernas estiradas. Estuve ahí como una hora repitiéndome lo estúpida que soy. El alcohol dejo de hacerme efecto así que podía pensar con claridad.
Suspiro cansada, cerrando los ojos.
–.¿Que haces aquí?
Pegue un pequeño grito y casi suelto la botella.
–.Dios...-susurro dejando una mano en mi pecho, giro al individuo–.Nada, solo estaba descansando-contesto a Jacob.
–.¿Te llevo a tu casa?-pregunta acercándose.
–.No-niego.
Estira su mano a mi, dudosa la tomo sintiéndola tibia, me jala levantándome y dejándome cerca de él.
–.¿Segura?-pregunta inconforme.
Mis ojos caen en sus labios rosados y sin evitarlo tomo su nuca para pegar los mios a ellos y empezar una batalla de lenguas.
***
Abro los ojos de a poco cuando siento los rayos del sol pegar en ellos, los cierro de nuevo.
–.Dios-murmuro cuando siento una punzada en mi cabeza.
Giro mi cuerpo y al hacerlo siento algo junto a mi así que abro los ojos encontrando un cuerpo desnudo y unos ojos verdes mirarme.
–.No. Puede. Ser-murmuro entre dientes.
Me siento en la cama aguantando el dolor de cabeza y miro a todos lados notando que estoy en un departamento de hotel.
–.Buenos días-murmura alegre.
–.Callate-le digo enojada.
Me levanto de la cama y empiezo a buscar mi ropa para vestirme.
–.¿Te vas?-pregunta sentándose en la cama confundido.
–.Si-contesto fría. Lo miro-Aquí no paso nada ¿ok?
–.Pero Camille...
–.Nada Jacob-lo corto–.Nada paso aquí ¿oíste?-pregunto seria, resignado asiente y se tira a la cama.
Termino de vestirme y camino a la puerta.
–.Adiós-dice pero no digo nada y me voy.
Maldita vida la mía.
*
*
*
*
*
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro