"Habitación - Baby Shower" Parte II

Camille

Y llegó el día.

Eran las 4 de la tarde y todo estaba listo, la fiesta sería en el patio trasero de la casa de mis padres y junto a todos nos organizamos para decorar todo y todo había quedado hermoso. Espectacular.

Estaba en mi antiguo cuarto terminando de arreglarme, o mas bien, esperando que Cande terminara de arreglarme. Llevaba un vestido rosa con flores azules, de escote y tirantes, algo largo y cruzado en la falda, junto a unos tacones color arena, traía mi cabello recogido en un rodete y un maquillaje leve.

Ya listas salimos al patio, no tardarían en llegar los invitados, los cuales no serían muchos. Cuando estamos en el patio mis padres, hermano y manager estaban regados por el mismo, y también habían unos pocos guardaespaldas para alejar a los periodistas, que era obvio no faltarían.

-Camille...-voltee a ver a Kyle-Deberías dar unas palabras a la prensa-hice una mueca de molestia pero él hizo su cara más seria.

Sin más, entramos a la casa y salimos de ésta al frente, donde se ubicaban varias personas con micrófonos y cámaras, que eran retenidos por los guardaespaldas. Sonreí y nos acercamos.

-¡Camille! ¡Camille! ¡Camille!

Gritaban todos.

-Sé responderán algunas preguntas pero en orden y selección-intervino Kyle con voz severa.

Todos hicieron silencio e indique a un reportero.

-Señorita, Grigio ¿Cuéntenos cómo está llevando su embarazo?

-De maravilla. Esto de la maternidad no es tan malo, es algo increíble y no puedo estar más feliz-contesto sincera, aún sonriendo.

Señalo a una mujer.

-Cuentenos, señorita Grigio, ¿Quien es el padre de su bebé? O más bien de sus bebés, porque por fuentes confiables, se nos a comunicado que tendrá mellizos ¿Es eso cierto?

Inhale para relajarme y me esforcé por no ponerle mala cara.

-La identidad del padre de mis hijos es algo confidencial por los momentos...

-¿Porque? ¿Acaso no sabe quién es? Tengo fuentes que dicen que pueden ser de Sebastián Hill o Jacob Morgan ¿Es que usted acaso quiere retenerlos?

-Antes de preguntar cosas... Incoherentes, informese bien-respondo seria y un poco agresiva-Yo soy y seré padre y madre de mis hijos-termino.

Y así siguieron unas cinco o seis preguntas más, tanto buenas como malas, hasta que decidí que era suficiente. Los periodistas se fueron satisfechos, o la mayoría, y los invitados empezaron a llegar.

Los primeros, cómo era de esperarse, fueron Sebastián, por cinco minutos antes, y Jacob después. Ambos habían traído más regalos, luego se dispersaron, muy lejos del otro y muy lejos de mi. Y así empezaron a llegar los demás invitados, desde los Choi y Wang HyunSoo hasta familiares de mis padres y conocidos cercanos, todos con regalos que eran puestos en una mesa junto a la mesa donde estaban los adornos y dulces, los cuales ya me había comido yo la mayoría.

Muchos se acercaron a mi y me felicitaron, me desearon lo mejor, hicieron preguntas sobre mi embarazo y hasta fotos nos tomamos.

Todo estaba tan lindo y armonioso. Pude pillar hasta a mi hermano con Tory, algo acaramelados, a Candelaria con Kyle hablando, aunque pillaba como sonreían, a mis padres siendo tan felices... Y por otro lado a Jacob y a Sebastián, alejados. Ellos poco se me acercaron, solo para entregarme los regalos, preguntarme algo, tomarnos fotos y así, pero aún así sentía sus miradas, sobre todo la de Sebastián.

-Camille...-gire, con la boca llena de brownie, a ver a Choi MaehJi-Wouh, que hambre tienes-ríe, y avergonzada trague y sonríe.

-Si, prácticamente como por tres-digo y tocando mi panza, reímos.

-Que lindo...-susurra con ternura-Con Sang planeamos tener uno para después de la boda... O tal vez antes-acota contenta.

-Eso es genial. La verdad que cuando me enteré todo fue... Inesperado, pero ahora estoy muy feliz. No envejecere sola-sonrío en grande, acariciando mi panza.

-Y dime... ¿No planeas emparejarte?-pregunta cautelosa-No digo que con el padre de tus bebés. Nunca te he visto con algún hombre, aparte de tu hermano y manager-reitera.

-No lo se...-hago una pausa y suspiro-Nunca presté atención a eso. Solo llegue a tener dos relaciones serias antes de empezar el boxeo y me enfoque tanto en mi carrera que deje mi vida amorosa a un lado-me encogí de hombros.

Ji solo sonríe.

-Camille

Voltee ante la voz desconocida

Un hombre y una mujer, muy conocidos, me miraban sonrientes.

-¿Que hacen ustedes aquí?-interrumpe otra voz pero en tono enojado.

Sebastián había llegado con nosotros.

Note como los mayores se ponían tensos y nerviosos.

-Queriamos conocer a nuestros nietos-contesta el hombre son firmeza pero note el temblor en su voz.

-Oh, mi madre debió a verles enviado la invitación-intervengo para aligerar el ambiente tenso, la pareja me mira y Sebastian también-¿Cómo están señores Hill? Tanto tiempo sin verlos-les saludo cortésmente, sonriendo y estrechandole la mano.

-Si, mucho tiempo-dice la señora sonriendo, incómoda.

-Les comenté que Camille tiene siete meses, y los bebés crecen sanos y fuertes-interrumpe Sebastián, tomando el atrevimiento de tocar mi panza muy contento.

-Si, ya vemos. Nos alegra mucho tu embarazo, Camille-dice el señor Hill sonriendo.

Sentía la mismísima tensión entre nosotros, me incomodaba y mis bebés lo sentían porque se removían mucho, provocándome dolor, que oculte bien.

-Señores, Hill

Y mis padres llegaron para salvarme, aproveche y me aleje de las manos de Sebastián que aún me sostenían.

Mi madre fue quien saludó primero.

-Me alegra que hayan venido-sigue diciendo.

-Gracias por la invitación. Estamos muy felices de ser abuelos-dice la señora Hill.

-Bueno, aún no sabemos quién es el padre en realidad...-dice Will, con cautela pero seguro.

-Es obvio que soy yo, señor Davis, todos sabemos que Jacob es demasiado aburrido para no querer cuidarse-interrumpe Sebastián muy seguro de si, y burlón también.

Mire a mis padres para que no dijeran nada más y note como los padres de Sebastián se incomodaban.

-Bueno... Camille ¿Nos permites una foto?-propone la señora Hill.

Asiento y Sebastián se ofrece, o más bien le arrebata la cámara a sus padres, para tomar la fotos.

Nos acercamos a la mesa de regalos y adornos, y nos acomodamos, los señores Hill cada uno a un lado mío. Ambos tomaron mi panza, sonreímos a la cámara y mirando yo a Sebastián, la foto se tomó.

Sebastián me provocaba escalofríos, y realmente deseaba que mis hijos no llevarán su sangre.

La foto fue tomada y en un alejamiento de Sebastián sus padres me miraron preocupados.

-Camille, nos gustaría hablar contigo de algo importante-empieza la mujer.

-¿Sería posible que nos viéramos mañana? No queremos arruinar la celebración-interviene el hombre.

-Esta bien. Pueden ir a mi departamento. De todos modos estaré disponible mañana-contesto un poco nerviosa.

Ambos asienten y Sebastián llega.

-¿Todo bien?-pregunta inquisidor.

-Si, todo bien-respondo seria y segura.

Él asiente y se me queda mirando, con sus ojos de colores oscuros.

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La reunión siguió su curso y todo fue genial. Todos la pasamos bien porque hasta juegos planeamos, dónde él ganador conseguía un premio dependiendo del juego y de quién participaba, si un hombre o una mujer.

Hubieron juegos de lucha, dónde participaron Estaban con Kyle, ganando mi manager y Soo con Sang, quedando empatados. Después hubo un juego donde tenían que medir mi panza con papel higiénico, participaron las mujeres, ganando una prima de mi padre, Ji y mi madre, Candelaria se molestó en ese juego y fue a los brazos de Kyle para buscar consuelo, provocando miles de silbidos e insinuaciones. Y por último hubo uno para niños, porque era de esperarse que irían, este fue dirigido por mi padre, trataba de que él daba una orden de algo que debían buscar los niños en los atuendos de sus padres o en las mesas donde se ubicaban con un tiempo determinado, y quién sumará menos tiempo ganaba. Así fue, ganando dos niños, uno una colección de figuras de acción de superhéroes y otro, cómo era niña, también un kit de maquillaje infantil; los hombres habían ganado un cupón de una tienda de ropa de deportes y las mujeres diferentes combos para el hogar.

Y así paso la tarde, divertida y sin complicaciones. La fiesta acabó casi a las 9 de la noche, los invitados se fueron contentos y con un trozo de pastel.

Sebastián y Jacob se fueron después de una leve charlar de lo increíble que fue la fiesta y que estarían al pendientes para la próxima ecografía.

Acomodamos todos, limpiamos un poco y al tener listo todo, no me quedó de otra que quedarme en la casa de mis padres por lo tarde que era.

Y así acabó la noche.

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