
018
"Amenaza - Salida ¿de amigos?"
Jacob
Días después...
Suspire presionando mis sienes, el dolor de cabeza ya me tenía obstinado. Acabo de terminar una reunión para un nuevo transporte de mercancía, todo había sido un revuelto de contradicciones y desacuerdos, hasta que por fin llegamos a un acuerdo.
Hago unos últimos arreglos con mi secretaria en la sala de reuniones y me voy a mi oficina.
Me aburro con tanto papeleo que leer y firmar, que corregir y que ordenar. Cuando a eso de las 11 de la mañana escuché un alboroto fuera de mi oficina y levantándome para ir a ver la puerta se abre estrepitosamente.
-¡¿Que te pasa imbécil, porque entras así?!-reclamo enojado a un enojado Sebastian.
Dos guardias y mi secretaria venían con él, persiguiéndolo.
-Señor, se nos escabulló...-dijo uno de los guardias.
-Lo lamento señor, entró muy rápido...-habló mi secretaria angustiada.
-Tranquilos-les digo-¿Y tu que quieres?-le hablo al hombre castaño muy severo.
-Vine a dejarte algo en claro, Morgan-se acerca a mi a pasos lentos, los guardias se alertan-Alejate de Camille, ella lleva a mis hijos en su vientre...
-Dejate de niñerías, Hill, tus amenazas no tienen el mismo efecto de cuando adolescentes-le corto serio.
-Estoy hablando en serio, Morgan, alejate de ella, no me conoces y no sabes de lo que soy capaz de hacer por ella...-dice rojo de ira.
-No eres capas de nada, Hill. Camille no es un objeto, y los niños ni son tuyos, ni mios, eso no lo sabemos aún-digo calmo.
Sebastian toma las solapas de mi traje mirándome más que enojado.
-No me hagas hacer que hagas caso a las malas, Morgan, estas advertido-sisea entre dientes, soltándome casi tumbándome.
-Acompañen al señor Hill, a la salida señores. Vuelve a tu puesto, Victoria-comunico a los presentes con calma.
Los guardias toman a Sebastian de los brazos pero se suelta con brusquedad, alejándose con un mal semblante de loco, los hombres los acompañan y mi secretaria se va cerrando la puerta.
-Maldito día...-murmuro entre dientes, sobando el puente de mi nariz para calmarme.
Regreso a mis quehaceres, ignorando la escena anterior.
[*]
Camille
Arrugue mis cejas un poco disgustada. El atuendo que traia dejaba ver mucho mi panza. Un jean, una camisa de botones color rosa de mangas cortas, que dejaba entre ver mi panza y unas zapatillas rosa de encaje con un lindo laso al frente.
-Que enorme estan, Dios-los acaricie y patearon. Sonreí contenta.
Camine a la cama y tome el pequeño bolso para a la final salir del apartamento.
Hoy, después de varios días de tanta insistencia, saldre con Jordan. Él chico puso bastante empeño en convencerme, tanta charla, conociendonos un poco y negando todo lo que proponia, acepte salir con él, hablandole claro. La verdad es que no habia querido salir con él por el motivo de que me siento un poco insegura, tendre dos hijos y tengo que pensar en ellos antes que nada; con Jordan acordamos ir lento, conocernos a fondo, ver a que tanto llegabamos. A él le encantan los niños, y no tenia problemas.
Cuando le comente a mi familia que saldria con alguien, todo aullaron un 'aleluya'. Mi madre muy contenta empezó a hostigarme con preguntas de quien era el hombre, de donde era, de donde lo conocia y así, Candelaria ya sabiendo todo trato de ayudarme con la ropa muy contenta, Will, Esteban y Kyle solo me dieron el aviso de que si pasaba algo que no me gustara, les llamara y ellos solucionarian.
Espere frente al porche del edificio donde vivo, a Jordan, quien insistió en buscarme para ir a desayunar. Eran las ocho y media de la mañana y como era ya normal mis hijos jugaban al futbol dentro de mi panza.
-Auch-sisee adolorida, tocando un costado de mi panza, donde una fuerte patada me llegó-Tremendos-golpee levemente el lugar, provocando un revoltijo de los bebés y el que se quedaran quietos.
El claxon de un auto me hizo sobresaltar y cuando levante el rostro, Jordan iba bajando de un lindo Corolla gris metalico.
-Buenos días preciosa.
Sus labios chocaron en mi mejilla con cariño y delicadeza, se alejó y me sonrió entusiasta.
-Buenos dias, Jordan-le devuelvo la sonrisa.
-Adelante, madame...
Hace señas de reverencia y todo para que me acerque al auto, entre risas subimos y partimos.
[*]
Llegamos a una cafeteria que tenia la apariencia de una casa pequeña, Crocanticas era el nombre que portaba el local, con una decoracion de unas galletas. Servian desayunos, almuerzos y cualquier tipo de postres, en especial las galletas.
Nos sentamos en una mesa, eran redondas con cuatro sillas. El lugar era pequeño, pero lo suficientemente grande para unas cuantas personas, era calido con una melodia de fondo que daba una linda impresion de seguir viniendo. Pero el olor a galletas recien horneadas, pasteles y demas dulces hacian que tu boca se volviera agua, y el como se veian en la recepcion, dentro de la vitrina, eran deliciosos.
Nunca habia venido a este sitio y por Jacob me entero que es nuevo el local, y que las comidas y postres eran un deleite, asi que confiandome por él, deje que Jacob decidiera por mi. Y mientras esperabamos nos entretuvimos en una agradable charla, conociendonos mas pero esta vez en nuestras reacciones.
-¿Como estas hoy? ¿Que tal los bebés?-pregunta muy interesado, sonriendo.
-Yo estoy bien. Hoy estos futbolistas amanecieron energéticos-conteste tocando mi panza, sintiendo a los bebés moverse un poco.
Ríe divertido.
-Tal vez en vez de futbolistas, seran boxeadores... Como tu-dice, con voz calma, en cautela.
Suspire cansina, acariciando mi panza.
-No me gustaria que siguieran mis pasos-digo al fin.
-Los hijos casi siempre siguen los mismos paso de sus padres-dice.
Aprieto mis labios inconforme.
-Los obligare a estudiar una carrera sin violencia-sentencio seria.
Su risa inunda nuestra burbuja.
Sonrío divertida.
Una mesera se nos acerca con dos menú.
-Buenas tardes-sonríe amable.
-Yo quiero una porción de pastel de zanahoria con un americano-pide Jordan sonriente a la señorita, que se sonroja timida.
Yo sigo leyendo el menú.
-Yo... Una porción de pastel de chocolate, este de la foto-le señalo una esquina del menú, donde hay un pastel de chocolate con relleno de chocolate derretido, la chica anota-Y un... Jugo de... ¿Mora? ¡No! Mejor de Guayaba y Melón, si.
La chica anota todo con paciencia y sonriente. Recoge los menu y se va.
Con Jacob seguimos hablando y por ratos miraba por la ventana que estaba a nuestro lado, notando que desde hace mucho un auto negro estaba del otro de la calle pero no le di importancia y seguí prestando atención a mi salida.
***************
¡OH POR DIOS!
¡DOBLE ACTUALIZACIÓN!
Esto no pasa hace años , wouh.
Espero de verdad que me perdonen el retraso, si tienen alguna pregunta, sobre mi o de la novela, comenten aquí o muy bien por el privado *;)*
Nos vemos luego.
VOTEN Y COMENTEN
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