015
"¿Trato? -Mudanza"
Camille
Yo
Sebastian, hola... ¿Estas ocupado?
Yo
Jake, hola... ¿Estas ocupado?
Tome un sorbo de café mientras esperaba una respuesta, viendo a mi madre acomodar los vivieres en los cajones y la nevera de la cocina.
El primero en responder fue Jacob.
Jacob
Cami, por los momentos no tanto. ¿Porque? ¿Que necesitas? ¿Es por el bebé? ¿Paso algo con él?
Parpadeo ante la decena de preguntas.
Yo
No te preocupes, no es nada grave. Solo quiero hablar contigo del futuro del bebé.
Me llegó otro mensaje, de Sebastian
Sebastian
Cam, ¿como estas? Sabes que para ti nunca estoy ocupado. Dime ¿que necesitas?
Yo
Quiero hablar contigo. Del bebé.
Jacob
Oh, claro. ¿De que o que?
Sebastian
Claro. ¿Donde nos vemos?
Yo
En la cafetería frente al Central Park.. ¿En una hora?
Yo
Prefiero hablarlo en persona. En la cafetería frente al Central Park, en una hora ¿puedes?
Sebastian
Esta bien, nos vemos ahí preciosa.
Jacob
De acuerdo, allí nos vemos.
Suspire y deje mi taza vacía en la mesa. Mi madre se sienta frente a mi un poco divertida pero preocupada.
-¿Estas segura de lo que haces hija?-pregunta cariñosa.
-Si mamá-respondo segura.
Mi madre suspira alejando con su manos su cabello de la cara, antes de unirlas y mirarme a los ojos con resignación.
-Bueno... Por lo menos me darás un nieto. Pero...-hace un pausa apretando los labios antes de seguir hablando-Pero me gustaría también que formaras una familia completa... Y que seas feliz.
-Mamá...
Se levanta de la silla y dándome un beso en la frente junto a una caricia se va de la cocina, dejándome con un deje de tristeza.
[*]
Candy
Me avisas para irte a buscar :·)
Yo
Dale, dale ·_·
El taxi me dejó al frente de la cafetería y después de pagarle, baje y me senté en una mesa de afuera del local. Una mesera se me acercó a los segundos tomando mi orden y se fue después, volviendo en pocos minutos con un batido de frutas.
Espere pocos minutos, observando a las personas caminar frente al parque o salir de el, también a los s autos pasar y a los animales. Y sin darme cuenta una sombra paró frente a mi mesa.
-Camille...
Levante la mirada, entrecerrando los ojos por el sol, encontrando una silueta trajeada.
-Jacob...
Me levanto de la silla para saludarlo educadamente.
-Camille...
Otra voz masculina me llama tras mi espalda. Volteo.
-Sebastian...
Frunzo los labios divertida y un poco incomoda de esta situación. Una típica escena de novela.
-¿Nos sentamos?-sugiero mirándolos intercalados, sonriendo un poco incomoda.
Jacob y Sebastian se dan unas miradas serias y molestas antes de sentarnos juntos en la mesa, yo entre ambos.
-¿Que quieres decirme, Camille?-preguntan, al unísono, dándose unas miradas asesinas después.
-Quería llegar a un acuerdo con ustedes...-comienzo seria, teniendo la atención de ambos-Apenas nazca el bebé, le haré unos análisis para saber quien es el padre, y ya después pautare los horarios de visita y los pago, si es que...
-Camille ¿piensas que dejaré a mi hijo a la deriva?-reitera Jacob algo molesto.
-Camille ¿seras madre soltera? ¿No crees que sería mejor que el bebé nazca en una familia completa?-habla Sebastian serio.
-Primero, es mi hijo por los momentos-gruño, callandolos-Segundo, si, criare a mi hijo sola-determino segura-Y tercero, mi hijo no crecerá sin una figura paterna, por mas que conmigo sea suficiente. Por lo mismo haré que cuando nazca mi hijo sepan los resultados y que mi abogado hable con alguno de ustedes ¿de acuerdo?-gruño molesta ahora.
Sebastian apretó su mandíbula molesto.
-De acuerdo, solo espero que ese bebé sea mio-dice Jacob con voz suave y seria.
-Ese bebé es mio, imbécil-gruñe Sebastian enojado.
-Eso ya lo veremos en los análisis-interrumpo su disputa-Les estaré informando del avance medico de mi bebé y podrán acompañarme a las ecografías siempre que puedan ¿trato? ¿Algo que agregar?-les pregunto calmada.
Con todo lo dicho, no creo que tengan dudas, al fin y al cabo no pueden opinar mucho de mi bebé. Y así fue, ninguno agregó nada, e intercambiando unas cuantas palabras mas, se fueron y avise a Candelaria de venirme a buscar.
[*]
Hoy ya podía mudarme a mi nuevo departamento, que gracias al señor Sensar estaba todo amueblado, no le hizo falta llevarse sus muebles y me los dejó como un regalo. Le agradecí mucho eso.
Y con anticipación tengo las llaves del departamento, por que en estos momentos con Candelaria y mi madre nos dirigiamos para allá.
Íbamos charlando tranquilamente, de trivialidades, hasta que a mi madre se le ocurre la idea de pasar por un supermercado para "festejar" mi nueva independencia.
No pude evitar reír ante dichas palabras.
[*]
Abrí la puerta blanca con mi llave y deje pasar a mi amiga y a mi madre, mientras yo llevaba mis maletas. Estando ya en la sala de estar las mujeres empiezan a husmear y yo solo las dejo solas un momento para llevar las maletas al cuarto, dejarlas y salir otra vez, encontrando solamente a Candelaria en la sala, sentada en un mueble.
-¿Y mi madre?-le pregunto a la rubia, tirándome a su lado.
-¡Ten cuidado niña, puedes hacerle daño al bebé!-me reprocha, pellizcando mi muslo.
-¡Au! ¡Estúpida!-acaricio mi zona afectada, mirándola mal.
-Tu mamá esta en la cocina-dice sonriendo con labios cerrados, inocente.
Chasqueo gruñona y me levanto, caminando a la cocina donde estaba mi madre sacando las compras de las bolsas y guardándolas.
-¿Que harás de cenar, mamá?-le pregunto sentándome en un taburete del mesón, Cande se sienta a mi lado, agarrando un paquete de galletas rellenas.
-Unos espaguetis con salsa y carne-contesta sonriéndome, siguiendo con sus cosas.
Nos estancamos en otra conversación basada en problemas de afuera o cualquier tontería, hasta que llegó el límite de aguanté de Candelaria.
-¿Y a que acuerdo llegaste con los chicos?-pregunta cautelosamente mi amiga.
-Me sorprende que allás aguantado tanto en no preguntar amiga-confieso con una ceja arqueada, divertida.
Candelaria sonríe inocentemente, comiéndose una galleta.
Mi madre niega divertida mientras corta las verduras para la salsa.
-Bueno, aja, cuenta chica-exaspera la rubia, toqueteando mi brazo apoyado en el mesón con brusquedad.
Suspire, jugando con el empaque de las galletas.
-Les dije que cuando el bebé naciera le haría unos análisis para saber quien era el padre y ya después acordaríamos que hacer, ya saben...-aprieto los labios.
-Hija ¿y de verdad no tienes una sospecha de quien puede ser...?-pregunta mi madre intrigada.
-La verdad, yo nunca fui tan fuerte contra el alcohol-me encojo de hombros.
-¿Los chicos estuvieron de acuerdo? Digo, conociéndolos, me extraña que aun no se hayan peleado por quien tomara tu mano...-sigue hablando mi amiga divertida.
-Ya no estamos en la preparatoria, Candelaria, ellos no pueden ponerse a pelear por algo que no pasará-digo seria y segura.
-Supuse que dirías eso...-murmura divertida-Igual me extraña que no pelearan... O tal vez están esperando hasta el día del nacimiento...-reitera mirándolos sorpresiva.
-No digas tonterías niña. Sebastian y Jacob ya son unos adultos maduros y deben afrontar sus responsabilidades-dice mi madre y me mira, pero ahora preocupada-Pero yo aun estoy algo preocupada por ti hija...-susurra.
-¿Porque motivo, mamá?
Suspira, dejando el cuchillo.
Entonces duda al hablar y balbucea.
-Yo... Y tu... No, bueno, no mantenemos esa comunicación entre madre e hija, no una tan estrecha ¿entiendes?
Frunzo el ceño algo confusa pero asiento a sus palabras.
-Dime que quieres decirme, mamá, sin rodeos-apuro sin paciencia.
Bufa impotente.
-¿Piensas dejar el box? ¿Por lo menos en algún momento? ¿O te independizaras como es debido? Osea ¿no has planeado alguna vez conocer a alguien para casarte? Mi nieto debe crecer en una familia y...
-Mamá-la interrumpo, la cocina queda en silencio-Quiero lo mejor para mi hijo...
-Lo se, hija, y también sé que a mi nieto le sobrara tu amor pero debes saber que él o ella debe crecer en una familia, para que...
-Mi hijo tendrá mas que una familia con ustedes...
-¡Camille!
Callo ante su grito molesto.
-Camille, lo que quiero decirte es que no quiero que te quedes sola. Tu bebé no siempre sera un bebé, crecerá, madurara y se ira para hacer una familia y tu quedarás sola, con sus visitas y muestras de amor si te da, pero no tendrás quien opaque del todo tu soledad, y yo no siempre estaré aquí. ¿Entiendes que quiero decirte?-expresa suavemente ahora.
Lamo mis labios antes de mordisquearlos un poco. Bajo la mirada, pensativa. La verdad es que solo pensé en mi hijo, como siempre, pensando en los demás antes que en mi. No había ideado nada para mi, solo para mi hijo, porque sera mi vida, y seré feliz con él, siguiendo sin problemas.
-Viviré mi presente, tendré a mi hijo y mientras hago su futuro veré que pasa, mamá-murmuro mirándola, seria, sin nada mas que agregar.
Y si más adelante me espera algo, pues no me queda de otra que recibirlo y si no, pues es porque así tuvo que ser mi vida.
Solo mi hijo y yo...
O no se si alguien mas.
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