012
"¿Niño o niña?"
Camille
Dos días después...
La alarma de mi teléfono sonó y así lo deje, sonando. No quería levantarme, estaba agotada y no por algún ejercicio físico, si no por el psicológico. Hace dos días fue mi "cita" con Sebastian y desde ese día no he podido quitármelo de encima; me llama, me textea, me visita y él no era el único, Jacob era otro también, que no paraba de enviarme mensajes preguntadome como estaba, que hacía, que como iba el bebé, de todo me preguntaba, pero de una manera un poco seca e indiferente.
No me molestaba que estuvieran pendientes de mi salud, lo que me molestaba era que me cuidaran tanto como si no supiera de mi condición, como si no fuera independiente. Eso me agobia, porque hasta mi familia hace lo mismo.
Tome mi teléfono ya harta y apague la alarma. Mi puerta fue tocada.
-¡¿Quien fastidia?!-grite malhumorada.
-¡Mas respeto niña!-riñe mi madre con voz severa, detrás de la puerta-¡Y levantate, tienes una cita a la que acudir!-ordena más severa.
No la escucho mas y con un bufido me levanto de la cama. Camino al baño y tomo una ducha de lo mas relajante, que calma mis tensiones y mis preocupaciones. Hoy por fin sabría si el bebé seria niño o niña, aunque porque lo que sé no siempre el bebé se deja ver. Salí ya bañada y me aliste con algo simple, un jean negro apretado, una sudadera con dos perfiles, el del lado izquierdo blanco con el ojo abierto y del lado derecho color negro con el ojo cerrado, y unos zapatos blancos con negro.
Solo recojo mi teléfono y algo de dinero. Salgo del cuarto yendo directo a la cocina, donde estaban todos reunidos.
-Buenos días-digo alto, sentándome en la mesa junto a Esteban, quien estaba todo soñoliento y en pijama aun.
-Buenos días-contestan todos y mi madre me pone un plato con el desayuno en frente, le sonrío en agradecimiento y se aleja.
-¿Quien vendrá por ti, Camille?-pregunta Esteban, llevando su vaso de jugo de naranja a la boca.
-Me voy sola, en taxi-contesto indiferente, llevando una cucharada de huevo con jamón y queso a mi boca.
-¿Quieres que te lleve? Voy de pasada por la clínica, te dejo allí-sugiere Will amable.
-Si puedes claro-contesto.
-Ningún problema-murmura simpático.
-¡Callense y coman!-nos regaña mamá desde la cocina, y nos callamos para seguir comiendo.
[*]
Will se detiene en la acera frente a la clínica.
-No vayas a decir que es hasta que yo llegue ¿estamos?-ordena serio y frunzo en ceño incrédula.
-A la ve...-murmuro mirándolo ceñuda, divertida-Lo que digas, Will-abro la puerta del auto y salgo.
-¡Lo digo en serio, Camille!-volteo para verlo por la ventana baja-Sería bonito que nos dieras la noticia estando todos juntos-acota sensible.
-Si, Will, no te preocupes, lo haré-prometo segura.
Nos despedimos, arranca y se va, y yo sigo el camino a las puertas. Entro a la recepción, encontrando a dos hombres sentados por separados en unos sillones de espera, me acerco al escritorio donde hay una mujer mayor como recepcionista.
-Buenos días-hablo llamando la atención de la mujer, que sonríe cálidamente.
-Buenos días, ¿su nombre por favor?-pregunta amable; escucho el movimiento de las sillas detrás de mi.
-Camille Grigio
Teclea en el computador.
-Aquí esta, tiene cita con la... ¿Dr. Gisela Contreras?-me mira, asiento; siento dos presencias detrás de mi y la mujer me mira confusa pero no hace preguntas-En unos cinco minutos la recibirá, espere por favor que yo le avisare-asiento y me alejo dando las gracias.
Ignoro a ambos hombres y me siento en un sillón color beige con expresión neutra. Jacob y Sebastian no dicen nada, solo se sientan juntos en unos sillones y todo queda en silencio.
Nadie decía nada, todo estaba en silencio, lo único que se escuchaba era el tecleo de la computadora, Sebastian y Jacob solo me miraban, cautelosos, presentían que no estaba de buenos humores y esperar me malhumoraba mas.
-Señorita Grigio, ya puede pasar-comunica la mujer sonriéndome amable.
Al fin, pienso sarcástica y me levanto, ambos hombres me siguen silenciosos, creo que estaban nerviosos. Subimos unas escaleras cortas y al final de estas había una puerta, la cual estaba abierta y en ella tenia pegada una placa con el nombre de la ginecóloga.
-Buenos días
Una mujer alta, en bata blanca, piel morena, cabellos negros sujetados en una cola alta, sonrisa maternal y de edad entre los 45 y 50, ojos mieles y mirada suave, sale de una puerta al fondo del cuarto.
-Buenos días-respondemos educados, entrando a la sala.
Éste era pequeño, pero lo suficientemente grande para caber los cuatro, tenía los típicos instrumentos que necesitaban los ginecólogos para una revisión.
-Camille Grigio-sonríe Gisela con entusiasmo, acercándose a mi para abrazarme, se lo devuelvo de igual manera-Niña, que grande estás-se aleja y le sonrío-La ultima vez que te vi en persona tenías dieciocho años y la ultima vez que te vi por televisión fue hace unas dos semanas y un poco mas-reímos divertidas.
Gisela fue quien me vio, a mi y a Esteban, cuando estábamos en el vientre de mi madre. Ella y mi madre se volvieron muy amigas, que al final Gisela se volvió la madrina de Esteban.
-Un gusto verte también, Gisela-comento agradable.
Sonríe feliz.
-No perdamos tiempo y prosigamos
Las ansias vinieron a mi apenas me senté en la camilla. Mire frente a mi a Gisela frente a la pantalla del monitor.
-¿Cree que podamos ver su sexo...?-pregunta Sebastian, rompiendo el silencio; lo notaba ansioso.
-Según me dijo Sarah, tienes tres meses, por lo tanto el feto ya debe de tener sus partes lo suficientemente formadas para saber que es-comunica encendiendo la pantalla-Acuestate, Cami-pide amable.
Me acomodo en la camilla para poder mirar la pantalla, ambos chicos se sitúan detrás de Gisela, curiosos, ansiosos y nerviosos.
-Veamos...
La pelinegra unta un gel en mi vientre descubierto y pone un aparato conectado a la pantalla, donde se ven rayas negras y blancas y una rara formación como de una semilla algo grande.
-Ahí esta tu bebé linda
Señala la semilla. Río contenta.
-Parece una semilla grande...-murmura Jacob embelesado con la imagen.
-Tiene sus manos pegadas al pecho y... Oh...
Gisela arruga su ceño, nos alarmamos.
-¿Que pasa?-pregunto temerosa.
Creo que mi corazón se saldrá de mi pecho.
-Tiene las piernas cerradas, por lo tanto no me deja ver nada-se lamenta algo entristecida.
Puedo escuchar un suspiro de alivio salir de los hombres junto con el mio.
-Bueno, Camille, el bebé esta en perfectas condiciones, lamentadolo mucho el pequeño no se quiso dejar ver, tal vez para la próxima-anuncia-¿Les imprimo una foto?-nos pregunta.
-Si, por favor-responde Jacob rápidamente, entusiasmado.
Gisela asiente y me entrega una servilleta.
-Una pregunta...-habla Jacob, captando nuestra atención-¿Es posible hacerle una prueba de ADN al bebé estando aun en su vientre?-pregunta a Gisela, señalándome.
Mi corazón se dispara y mi respiración se corta.
Sebastian, interesado pone atención a la respuesta.
-Si, si es posible-responde ella, poniendo en nervios a mi cuerpo-Pero no ahora, el bebé no esta lo suficientemente formado para hacerlo, después de los siete meses, si se puede-comenta seria, mirándome comprensiva.
Los hombres asienten conformes con la respuesta.
Gisela nos da una copia de la ecografía a cada uno y nos despedimos, no sin antes decirle que vaya un día de estos a la casa por invitación de mi madre, acepta y salimos de la clínica.
Estando ya afuera respiro con tranquilidad.
-Camille ¿quieres...?
-No-interrumpo a Sebastian de forma cortante, siguiendo mi camino para parar un taxi.
-Camille ¿gus...?
-Tampoco. Adiós-corto a Jacob, deteniendo un taxi, subo y los dejo a ellos en la acera.
[*]
Todos me miraban, expectantes a la noticia. Mamá estaba feliz, Will también, Esteban estaba ansioso, hasta Kyle y Candelaria estaban presentes entusiastas.
-¿Entonces...?-me alienta mamá para que hable.
-¿Es niño, verdad?-insista Esteban contento.
-¡Claro que no!-ataca Candelaria-Es niña-sonríe mirándome.
-No es cierto, es...
-¡Callate! No tienes derecho a opinar-interrumpe Cande a Kyle, molesta.
-¡Callasense todos!-gruño con molestia, todos callan mirándome-Candelaria, Kyle tiene el mismo derecho que tu de opinar al ser mi mánager y un gran amigo-ella resopla molesta, suspiro calmándome-No se si es niño o niña...
-No entiendo...-murmura Esteban interrumpiéndome confundido.
-El bebé tenía las piernas cerradas y no se quiso dejar ver-contesto encogiéndome de hombros tranquila.
Todos se quejan desanimados.
-Pero la suma debe aumentar-dice Kyle, mirando a los otros dos hombres.
Las mujeres fruncimos el ceño mirándolos confusa.
-El triple-comenta Esteban.
Arqueo una ceja.
-Echo-acepta Will, y los tres chocan manos.
-¿De que hablan?-pregunta mi madre desconfiada.
-De una apuesta-contestan simples.
Ruedo los ojos indignada, sabiendo de que va la apuesta.
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¡Lamento la tardanza mis amados lectores!
Sigo con las preguntas...
¿Niño?
¿Niña?
¿Gemelos?
¿Gemelas?
¿Niña y niña?
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