006
"Tory - Visita"
Camille
Una semana después...
-¿Ya pensaste quien puede ser el padre?-me pregunta Esteban.
Giro a él, dejando de ver las vitrinas del centro comercial.
-No se Esteban. Las fechas coinciden y no recuerdo haber usado protección-contesto tranquila, aunque por dentro moría de ansiedad.
-Deberías hablar con ellos. Ya deben saber que estas en estado y querrán saber quien es el padre... Claro, si es que no son tan idiotas como para creer que eres una cualquiera y...
-Ya, ya entendí-lo interrumpo con molestia. Ríe y suelto un resoplido.
-Pero...
Miro a mi hermano cuando calla de repente, éste miraba un punto fijo a su izquierda.
-¿Que miras?-le pregunto, sobresaltandolo.
-Nada-sigue caminando, adelantándome pero miro a donde él miraba.
Una chica no tan alta, de short mezclilla, camisa holgada manga larga pero hasta el abdomen y adidas blancas, y un hermoso cabello castaño miraba una vitrina de zapatos.
-¿Esa no es Tory?-pregunto asombrada.
Esteban gira a mirarme.
-¿Que? No, vamos-reniega y toma mi mano para seguir.
-No-golpeo su mano en mi muñeca, me suelta ofendido-Llevo años sin verla, esta cambiada-comento sonriendo, camino a ella.
-¡¿Que?!-chilla molesto-¡Camille!-gruñe molesto y me sigue.
-¿Tory?-dudo mirando su espalda.
La adolescente gira y me mira con sus grandes ojos esmeraldas brillantes, me mira sorprendida.
-¿Camille?-inquiere y sonríe-¡Hola!-chilla y me abraza efusiva. Reímos.
-Hola-murmuro sonriendo.
Se aleja y me mira, mas mi abdomen.
-No se te nota la pansa ¿o es la camisa?-duda mirándome.
Llevaba una franela gris holgada con un simple chándal negro y sandalias color piel.
-Me veo muy gorda-comento arrugando la nariz.
-Pero te ves bien-sonríe, mira detrás mi y deja de hacerlo-Hola Esteban-saluda educada.
-Hola Tory-lo escucho serio.
La incomodidad se sentía en el aire. Y podía suponer que Esteban miraba a todos lados menos a Tory Hanmann, prima de mi mejor amiga Candelaria y el viejo amor platónico de mi hermanito.
[*]
-¿Como es posible que te hayas acostado con... Él?-insinúa la castaña incrédula.
Bufo.
-Yo tampoco-murmura Esteban a mi lado. De reojo lo miro mal.
-El alcohol es muy peligroso-comento tranquila, dándole vueltas al batido con el pitillo.
Tory ríe y de reojo veo como Esteban se le queda mirando embobado.
-¿Y tu? ¿Y los novios?-curioseo e interiormente sonrío.
Bufa dándole un sorbo a su malteada.
-Por ahora no tengo y tampoco quiero por el momento-contesta con molestia.
Río, Esteban suspira.
-¿Porque? ¿Mal de amores?-bromeo burlona.
-Los hombres son unos desgraciados sin neuronas-reclama molesta, bufa.
-¡Oye!-se queja Esteban indignado.
-Lo siento, pero es verdad-dice igual, mirándolo.
-No todos los hombres son iguales lindura-reitera mi hermano socarrón. Tory se sonroja y sonrío apretando los labios.
Hay amor en el aire.
[*]
Las risas volvieron a inundar el comedor y el rojo de mi cara creció más.
-Pero lo mas chistoso era que siempre decía que iba a ser una gran cocinera-se rieron más ante el comentario de mamá.
-Imposible creer que siempre hayas querido ser de todo y al final decidieras ser boxeadora ¿Quien eras? ¿Barbie?-se burla Kyle. Todos ríen, niego girando los ojos.
-En mi defensa... Nunca había probado el boxeo, hasta mi primera pelea en secundaria-reitero.
-Si-afirma Will serio-Aun recuerdo como pague el hospital del chico-reí fuerte.
-Ups.
Reímos y acabamos la cena, en el momento que tocan el timbre de la casa.
-Yo voy-digo levantándome.
-Esteban, ayudame-ordena mamá seria.
Esteban se queja y voy a la puerta principal.
La abro.
Unos ojos verde claros me miran serios.
-Jacob...
[*]
-¿Que haces aquí?
No había nadie, todos estaban en sus respectivos cuartos y nosotros en la sala, con una tensión muy palpable.
-Me entere de tu embarazo-se levanta del sofá; asiento tranquila.
-¿Y?
-¿Como que, y?-reclama molesto-¿Es mio?-pregunta señalando mi abdomen.
-No se-me encogí de hombros.
-¡¿Como que no sabes?!
-¡Porque no se! ¡No solo me acosté contigo!
-Lo imagino pero tienes tres meses, los mismos meses en que nos vimos la última vez. A menos que...
-Me acosté con otra persona-termino seria.
-¿Entonces no es mio?-pregunta confuso y molesto.
-¡Que no se!-reclamo frustrada-No se si Sebastian uso...
-¿Sebastian?-interrumpe incrédulo y molesto-¿Te acostaste con Sebastian?-su voz sale contenida.
-¡Estaba muy tomada!-defiendo.
-Por dios-murmura suspirando, se aleja pasando sus manos por su, lindo, pelo castaño-¿Como harás?-curiosea mirándome.
-Por el momento lo normal. Ir a mis citas con la ginecóloga y esperar a que me digan cuando puedo hacerme unas pruebas para saber quien es el padre del bebé-digo, suspira.
-Esta bien. Si el bebé es mio me haré cargo, con los dos-dice serio.
-Gracias-contesto incómoda y nerviosa.
-¿Él... ya lo sabe? ¿Has hablado con él?-pregunta.
-No. No he podido...-suspiro y me siento, me imita y me mira-Aun proceso esto del embarazo, no me llegó en el momento que esperaba- En realidad, no lo esperaba, pienso-Cuando pueda iré a hablar con él... Claro, si lo consigo-reitero obvia.
-Esta bien-asiente y se levanta-Me voy, estoy cansado-dice.
-Ok. Te acompaño-me levanto.
Caminamos a la puerta, la abro y sale parándose en el umbral. Parecía algo incómodo y nervioso.
-¿Sera... sera... que pue... tienes una foto de la... de la ecografía?-balbucea sin mirarme.
Sonrío un poco, asiento.
Me alejo y voy a mi cuarto, de mi mesita de noche saco un sobre blanco y salgo.
-Ten-se lo paso, lo toma.
-Gracias-sonríe y lo abre-Que lindo...-murmura viendo el papel. Me mira sonriente, sonrío-Por favor... Cuando tengas cita me llamas. Quiero ir-pide amable.
-Esta bien-contesto sorprendida.
-Nos vemos-dice, extendiéndome el sobre.
-Quedatelo, tengo otro-digo sonriendo poco.
-Bien. Adiós-camina.
Veo como se va y debo admitir que ese pantalón de vestir le queda de lo más bien.
-Dios...-muerdo mi labio inferior con picardía-Malditas hormonas-y cierro la puerta.
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