Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 56💋


Pegando un pequeño bostezo, Jimin cogió la camiseta de Yoongi y se la colocó para cubrir la desnudez de su cuerpo, pero cuando intentó levantarse de la cama, un brazo salió de la nada rodeando su cintura y otra vez se encontró recostado sobre su espalda contemplando el techo de su habitación.

—¡Yoongi! —exclamó entre risas.

Por supuesto que su pareja no respondió, solo se acurrucó más a su costado, enterrando su rostro en la curvatura de su cuello mientras lo rodeaba con un brazo y una pierna.

—Dormir... —murmuró en un suspiro.

—Tú puedes seguir durmiendo si quieres, pero yo debo de levantarme —indicó acariciando el brazo sobre su abdomen—. Tengo que tomar una ducha y desayunar antes de salir.

—No hay que salir —se quejó y besó su cuello—. Cama buena, dormir mucho más —expresó.

—¿Dormir? —repitió divertido—. Estás restregando tu cadera en mí, obviamente quieres hacer algo más que dormir —indicó sintiendo la dureza de su pareja restregarse contra él.

—No hables como si tú no estuvieras igual —argumentó arrastrando su mano por su abdomen hasta llegar a su miembro, el cual rodeó apretadamente.

—Yoonie —gimió, apenas conteniéndose de mover su cadera—. No seas malo, sabes que debo de salir.

—No necesariamente tienes que salir hoy —besó su hombro.

—Tengo que salir para ver tu regalo —protestó débilmente.

—Ya te dije que no necesito un regalo, solo tú —le recordó mordiendo su piel.

—Pero también tengo una hora con el psicólogo —jadeó y eso pareció ser suficiente para que Yoongi cesara el movimiento de su mano al menos, pero siguió manteniendo sus ataques a su cuello.

—Hoy es sábado —protestó.

—Sí, y desde que en la semana trabajo y el resto de la tarde prefiero pasarla contigo, elegí tomar una hora de nuestro fin de semana. Solo será una y así podremos pasar el resto juntos —explicó.

—Está bien, te perdono —anunció y se movió subiéndose sobre su cuerpo, atrapando su cabeza con sus antebrazos.

—Uh... ¿Yoongi?

—Solo será algo rápido —aseguró comenzando a mover sus caderas, logrando que sus entrepiernas desnudas se restregaran juntas.

—¡Hyung! —exclamó con sorpresa, alzando sus manos para colocarlas a los costados cerca de sus costillas, sus dedos enterrándose suevamente en su piel—. ¡Dios! —gimió imitando sus movimientos.

—Rodea nuestras erecciones hermoso, mastúrbanos —ronroneó Yoongi y gimió profundamente cuando su pareja obedeció.

Bajando su cabeza, atrapó los labios de Jimin en un beso desordenado que iba en sintonía con sus movimientos de cadera.

Soniditos sucios y dulces súplicas comenzaron a escapar de los labios de su pareja, el calor abordó sus cuerpos, y en algún punto, sus besos dejaron de funcionar como tal, pero aun así mantuvieron sus bocas juntas como si ni siquiera pudieran considerar el alejarse.

Justo como Yoongi había dicho, fue rápido, desordenado y un poco sucio.

Jimin fue el primero en estremecerse y cerrar sus ojos mientras el nombre de su esposo escapaba profundamente de su garganta al encontrar su clímax, y en seguida, Yoongi le siguió capturando su boca en un verdadero beso jadeante y dulce que se prolongó hasta que sus respiraciones se fueron calmando.

—Ya tengo que levantarme —le recordó Jimin, disfrutando no sólo de la boca de su pareja, sino que del peso de su cuerpo recargado en el suyo.

—Uhm, entonces deja de besarme —respondió sin moverse ni soltarlo, sus dientes atrapando su labio inferior y tirando de este.

—Tal vez si tú lo dejaras de hacer primero, yo podría hacerlo —argumentó acariciando su espalda—. Vamos hyung, estuviste de acuerdo con dejarme levantarme cuando te dije que tenía una cita con el psicólogo hoy —le recordó.

—Sí, pero quién se levanta temprano un sábado —bufó y besó dulcemente su nariz antes de retirarse saliendo encima de su cuerpo para recostarse a su lado.

Sentándose, Jimin contemplo divertido a su pareja, quien exponía toda su desnudez sin importancia alguna mientras lo miraba fijamente.

—No tienes que hacerlo, puedes quedarte aquí —argumentó quitándose la inservible camiseta para limpiarse a sí mismo y a su pareja—. ¿Cómo es posible que a tu edad tengas tanto apetito sexual? —preguntó juguetón, levantándose rápidamente de la cama.

Para su mala suerte, no alcanzó a salir completamente del alcance de su pareja y terminó con un amoroso golpe en una de las mejillas de su trasero que resonó en toda la habitación.

—¡Yoongi! —chilló cubriendo la nalga afectada con su mano.

—Soy mayor que tú solo por cuatro años, niño. Además —le observó recorriendo cada parte muy desnuda ante él—, ¿realmente crees que podría resistirme a todo ese dulce cuerpo hecho solo para mí? —negó.

—Cuido mi cuerpo por mí, no por ti —le sacó la lengua infantilmente y desapareció rápidamente en el baño.

Con una sonrisa tirando de sus labios, Jimin cruzó la habitación ignorando la cómoda bañera para meterse en cambio en la ducha, ya que, si seguía sus deseos, se quedaría en el agua más de una hora probablemente.

No pasó mucho tiempo después de meterse, que sintió un cuerpo igual de desnudo y mojado, presionándose con el suyo.

—Pensé que te quedarías en la cama más tiempo —murmuró recargándose en su cuerpo.

—No tiene sentido flojear si tú no estás ahí —respondió depositando un beso en su cuello antes de ayudarle a bañarse.

Manteniendo las manos traviesas afuera por primera vez, ambos se bañaron el uno al otro con eficiencia antes de salir de la ducha.

—¿Me irás a ir a dejar? —repitió mientras su pareja deslizaba sus manos por su cuerpo, secándolo.

—En realidad, me gustaría acompañarte a tu sesión, pero de todas formas me tendría que quedar a fuera y si alguien me reconoce se comenzarán a preguntar y no quiero a esos estúpidos hablando mierda como que te has vuelto loco por simplemente ir a un psicólogo —explicó besando su cuello al terminar.

—Pensé que no te importaba lo que los demás pensaran de ti —le recordó comenzando a secar su cuerpo.

—Así es, pero me enfurece cuando comienzan a hablar mierda de ti —arrugó su nariz.

Jimin soltó una risita tierna y se levantó levemente en la punta de sus pies para besar su nariz.

—Está bien, sus comentarios me dejaron de afectar tanto desde que estás a mi lado —prometió rodeándole con sus brazos por un momento.

—¿Alguien de tu familia te ha vuelto a molestar? —preguntó Yoongi, siguiéndolo a la habitación para comenzar a vestirse.

La presencia de su padre y sus palabras inmediatamente aparecieron en la mente de Jimin, haciéndole dudar un momento.

—No realmente —respondió evitando su mirada mientras buscaba algo de ropa—. No he visto a Su-ji o mi tía desde hace tiempo, y por lo que sé, Hoseok y su prometida alcanzaron a irse justo a tiempo antes de que todo se cayera.

—Pensé que tu padre podría haberte ido a molestar ahora que las reelecciones pasaron y fue prácticamente humillado —explicó vistiéndose.

—¿En serio? Ni siquiera estuve realmente al pendiente de ello como antes —comentó comenzando a vestirse también.

—Todavía está la posibilidad de que te moleste, así que ten cuidado y no te separes de tu sombra cuando estés afuera —pidió.

—¿Por qué? —preguntó sin poder evitarlo, observándolo.

Era estúpido, lo sabía, pero hace tiempo que Yoongi estaba evitando que se encontrara con su padre y ahora por culpa de este se encontraba pensando que era debido a otras estúpidas razones que porque solo estaba preocupado por él.

—Siempre que te encuentras con la escoria de tu padre o alguien de tu familia, terminas herido física o emocionalmente y yo no quiero nada más que ver una sonrisa en tu rostro —expresó, alzando su mano para acariciar su mandíbula—. Odio verte deprimido, me gusta cuando estás alegre.

Con su corazón cálido por las palabras de su pareja, Jimin sonrió y unió sus labios en un corto beso sin poder evitarlo.

—Sabes, creo que ya te amo —dijo juguetonamente, pero no por ello siendo menos cierto.

En respuesta, Yoongi apresó su rostro con ambas manos y le besó de aquella forma que le hacía olvidar el mundo entero.

—Bien, eso es todo por hoy —anunció la mujer frente a él y Jimin sonrió.

—Gracias por todo —pronunció levantándose.

—¿Señor Min? —llamó, logrando que se detuviera cerca de la puerta y le observara.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—Tal vez estoy siendo entrometida, pero no pude evitar observarlo más distraído de lo normal —indicó—. Si algo le perturba o molesta, sería bueno si lo hablara para la próxima sesión, tal vez se sentirá mejor si habla de ello —comentó.

—Oh, no... Yo —suspiró—. Lo siento, solo es un asunto personal que no incumbe nada de nuestras sesiones de mi infancia y esa cosa —explicó.

—Aun así, usted puede hablar de todo lo que le moleste —aclaró su psicóloga—. Así se tratase de hace diez años o de un suceso del día anterior, no importa, mientras le afecte de alguna forma es importante hablarlo —expresó.

—Yo... Lo tendré en cuenta —asintió despacio, no muy seguro aún.

Después de todo, sentía que, si se ponía a hablar de su padre y lo que este le había dicho en su oficina, solo lograría levantar más dudas que ni siquiera deberían de estar ahí.

Esa misma mañana, por ejemplo, estúpidamente se preguntó si Yoongi no deseaba que se encontrara con su padre porque escondía algo, pero en realidad, solo era porque estaba preocupado por él y nada más.

Lo cual era entendible considerando las condiciones en las que terminaba cada vez que era visitado por alguien de su familia, emocionalmente agotado o con un golpe en su rostro o cuerpo.

Retirándose, Jimin se acomodó sus lentes de sol y salió siendo inmediatamente seguido por su sombra.

—No llames al auto aún —pidió mientras salían del edificio—. Quiero pasar a comprar algunas cosas.

—El señor Min me dijo que le avisara cuando terminara su sesión —anunció.

—¿Ya le dijiste? —se detuvo observándolo.

—No.

—Entonces espera un momento, quiero comprarle su regalo y será algo difícil si él está a mi lado —explicó retomando el camino.

—Por supuesto —asintió—. Pero se lo tengo que informar a su jefe de seguridad —anunció mientras observaba a su alrededor, satisfecho de que nadie les estuviera siguiendo de momento.

—Claro, pero dile el motivo —indicó—. Si no se lo dices y Yoongi está cerca, querrá venir a buscarme.

—Sí, señor —asintió sacando su teléfono celular.

Entrando en el centro comercial, Jimin fue directamente a la tienda que Taehyung le había presentado para la sorpresa en la oficina.

Comprando todo lo que necesitaba, salió y le envió un mensaje a su pareja para que le fuera a recoger.

—¿Crees que debería de comprarle algo más? —preguntó pensativamente a su sombra.

—Es decisión suya, señor —respondió respetuosamente.

—Bueno, supongo que le puedo comprar algo para aparentar frente a los demás —sonrió contemplando una tienda de relojes.

Yoongi tenía toda una colección de ellos y sabía que uno más no le molestaría, en especial desde que le había expresado que le gustaba el nuevo modelo sacado por Rolex.

Entrando a la tienda lujosa, Jimin observó los aparadores hasta que encontró el que buscaba.

Sonriendo satisfecho con su segunda compra, se sentó a esperar a su pareja mientras se distraía en su teléfono celular.

Cuando contempló una foto suya reciente, se detuvo y apenas se contuvo de alzar la cabeza para observar a su alrededor.

Era increíble lo fácil y lo rápido que le podían ubicar, aún más de que encontraran tan interesante el seguirle un fin de semana.

—¿Hay algún paparazzi cerca? —preguntó a su sombra parado detrás de él.

—Sí, señor, pero todos mantienen su distancia.

—¿Crees que capturaron cuando entré en las tiendas? Si suben algunas de esas fotos mi pareja sabrá de qué se trata mi regalo —expresó con un mohín.

—No los vi hasta que salió de la última tienda, señor —respondió—. ¿Debería de ir a preguntarles? —se ofreció.

—No, le diré a Jungkook, de todas formas, Yoongi no está muy al pendiente de lo que dicen en los blogs, Kook es el encargado de ello —expresó y volvió a su teléfono leyendo los artículos.

Tenía que admitir, que estaba impresionado como algunos tenían suposiciones bastante acertadas sobre él escogiendo el regalo de Yoongi.

Cuando mencionaron los regalos anteriores que había recibido, la curiosidad pudo con él y presionó el enlace para ser llevado a otra página.

De un momento a otro, lo que había terminado averiguando sus antiguos regalos de cumpleaños, termino leyendo sobre por qué Yoongi no estaba celebrando una gran fiesta ese año y las teorías que lo ligaban sobre superar el trauma.

Trauma.

Una conversación con Yoongi llegó a su mente y recordó como este mencionó tener esas fiestas glamurosas como castigo por haber estado en una mientras sus padres morían.

Sus padres...

Mordiendo su labio inferior, Jimin dudó antes de finalmente buscar sobre la muerte de los señores Min, no encontrando nada extraño hasta que un nombre familiar apareció en un artículo, pero no podría recordar de dónde o por qué.

—¿Ya estás listo, hermoso? —preguntó una voz frente a él.

Alzando la mirada, Jimin contempló a su pareja parado frente a él y sonrió saliéndose de internet.

—Lo estoy —asintió, levantándose con sus compras en manos.

—¿Qué veías que te tenía tan distraído? —preguntó curioso—. Llevaba sus buenos segundos mirándote ahí.

—Nada, solo navegaba en internet cuando me salieron los regalos que recibiste al año pasado —explicó en parte, solo omitiendo cierta información.

—¿Es siquiera eso entretenido? —preguntó frunciendo el ceño.

—Tal parece que para los otros sí —asintió tomando su mano mientras caminaban—. ¿Almorzamos por aquí o en la casa? —cuestionó.

—Si no te molesta que nos estén siguiendo...

—¿Y si compramos comida chatarra y vamos a un parque? —propuso.

—Suena perfecto —asintió—. Jungkook explotará con esto —sonrió malvado mientras salían del centro comercial, ignorando los flashes de las cámaras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro