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Capítulo 53 💋


Sentando en su auto, Jimin soltó un lago suspiro intentando sacudir esos nervios repentinos junto a la ansiedad enterrada en su estómago.

Su sorpresa yacía bajo su traje y se encontraba a solo unos pasos y un elevador de su pareja. Jungkook le había dicho que ya todo estaba arreglado y solo necesitaba subir.

Pero... De alguna forma, leer esas palabras solo habían logrado ponerlo más nervioso.

¿Y si a Yoongi no le gustaba su sorpresa?

Porque podía ocurrir, a pesar de las palabras de su amigo, quien negaba completamente esa idea.

—¿Se encuentra bien? —preguntó su sombra a su lado.

—¿Qué? No, yo, si —asintió despacio—. Solo que es la primera vez que hago algo como esto y estoy un poco nervioso por sorprender a mi pareja —explicó.

A su lado, su guardia asintió.

—¿Qué sucede con lo que viste en el centro comercial? —recordó mientras sacaba el bálsamo labial de su bolsillo.

—El individuo que le seguía se retiró una vez salió del centro comercial —anunció—. Ya se lo mencioné a su jefe de seguridad, solo se trataba de otro reportero —informó.

—De acuerdo, supongo que nunca los podremos evitar por completo —suspiró y movió sus labios para esparcir bien el labial, observándose por el espejo retrovisor para comprobarlo.

Adelantándose, su sombra se bajó primero del auto y lo rodeó para abrirle la puerta.

Bajándose, Jimin observó el estacionamiento subterráneo casi vacío y luego su mirada se detuvo en las puertas que lo llevarían al interior del edificio y al ascensor directo al piso de su pareja.

Era la primera vez que visitaba a Yoongi en su oficina, y esperaba que esta fuera inolvidable por un buen tiempo para su pareja.

—Debemos de esperar a Jungkook ahí —señaló a su guardia.

Colocándole el seguro y la alarma a su auto, Jimin se alejó y se sorprendió cuando su sombra abandonó su lado por un segundo para luego escuchar un quejido de dolor.

—¿Pero qué...? —balbuceo, dándose vuelta para contemplar con sorpresa a Kang tirado en el suelo con Chanyeol sosteniéndolo desde arriba.

Con una rodilla en el centro de su espalda y un agarre un poco doloroso en sus brazos.

—¿Quién eres y qué quieres? —interrogó ferozmente su guardia.

—Déjame ir —exigió su ex quejándose de dolor en el suelo—. ¿No sabes quién soy? No puedes tratarme así.

—Te vi siguiendo al señor Min cuando estábamos en el centro comercial —indicó—. ¿Qué es lo que quieres? —demandó saber.

—¿Me estabas siguiendo? —exclamó con sorpresa, observándole con el ceño fruncido.

—No fue tan así —se quejó de dolor.

—Chanyeol, permite que se levante —pidió Jimin y su sombra obedeció, pero aun así se mantuvo detrás del supuesto extraño, sosteniéndolo.

—Suéltame —demandó Kang, pero fue ignorado olímpicamente.

—¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me estabas siguiendo? —exigió Jimin, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Ya te dije, no te estaba siguiendo como tal —le observó—. Lo del centro comercial fue una coincidencia, no sabía que estabas por ahí y quise acercarme a saludar, pero te vi acompañado y este tipo me miraba feo —se excusó observando mal a su guardaespaldas.

—¿Y aquí y ahora? —cuestionó—. ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo lograste entrar?

—Bueno... Solo necesitaba verte —se encogió de hombros—. Intenté comunicarme contigo, pero cambiaste de número y ya no estás viviendo en tu casa —explicó.

—No, vivo con mi esposo —anunció.

—Es imposible que estés saliendo con él realmente, nosotros estuvimos juntos —argumentó.

—Sí, y terminamos en el instante en que me fuiste infiel con mi prima más de una vez —le recordó con un resoplido—. ¿Sabes qué? No quiero perder mi tiempo contigo, tengo una sorpresa que darle a mi pareja.

—¿Te refieres a esa sexy ropa que compraste? —preguntó logrando que Jimin se detuviera y le volviera a observar.

—¿Tú...? ¿Cómo...? ¿Me espiaste? —exclamó con sorpresa.

—No, solo le pregunté a la vendedora lo que compraste —respondió como si no fuera la gran cosa—. ¿Me la mostrarás a mí también? —sonrió—. Fui tu novio por casi un año y nunca me diste este tipo de atenciones, me lo merezco, ¿no?

Acercándose, Jimin alzó su mano y estrelló su puño en su rostro, logrando que ambos se quejaran de dolor.

—¿Por qué hiciste eso? —exclamó Kang con su rostro arrugado de dolor.

—Porque eres un imbécil —gruñó sacudiendo su mano.

—¿Está ocurriendo algo aquí? —cuestionó Jungkook acercándose con el ceño fruncido de forma amenazante.

Sus ojos se posaron de Jimin, al guardia y luego a Kang antes de suspirar.

—Yo me ocupo de esto, tú ve con Yoongi —ordenó alejándolo de ahí—. No puedes engañarlo por mucho tiempo y pronto se dará cuenta de que algo anda mal —indicó abriendo las puertas para él—. ¿Necesitas que te acompañe en el ascensor? —se ofreció.

—No, estoy bien —gruñó observando sus nudillos rojos—. El imbécil me acosó en el centro comercial hasta el punto de entrar en la tienda y preguntar qué compré —informó.

—Yo me encargo de esto —asintió—. Olvídalo y disfruta de tu tarde con Yoongi, no dejes que esto lo arruine —aconsejó y Jimin asintió justo cuando las puertas del ascensor se cerraron.

Tomando un profundo respiro para tranquilizarse, Jimin decidió seguir con el consejo de Jungkook.

No iba a permitir que la interrupción de Kang arruinara toda la tarde que tenía planeada con su pareja, Tae se había esforzado para ayudarle y brindarle la confianza que le faltaba para hacer algo como eso.

Cuando las doble puestas se abrieron ante él, Jimin ya estaba un poco más relajado.

Caminando por el pasillo, con interesantes cuadros de diferentes aviones principalmente colgados en las paredes, pronto llegó a una pequeña salita de espera bastante cómoda y con una increíble vista a la ciudad. Pasándola, se encontró con dos escritorios enfrentándose, el cual asumía, pertenecía uno a la secretaria y otro a Jungkook.

Ambos lugares completamente vacíos, así como todo el piso en realidad, justo como lo habían planeado.

Acercándose a las dobles puertas negras con detalles dorados, Jimin inhaló profundamente antes de abrir sin ningún aviso más.

Inmediatamente la mirada de su pareja se posó sobre él, y la molestia dura que se habían reflejado en esos ojos mieles rápidamente se derritió al contemplarle detrás de su imponente escritorio.

—Hey, no esperaba tu visita —comentó Yoongi, dejando unos papeles sobre el escritorio como si no tuvieran más importancia.

—Es una visita sorpresa —sonrió sensual, acercándose luego de haberse asegurado de cerrar la puerta.

—¿Oh? —musitó, alzando una ceja—. ¿Sorpresa? —pregunto interesado.

—Tu sorpresa —asintió rodeando su escritorio.

Sin palabra alguna, Yoongi deslizó su silla hacia atrás, dándole el suficiente espacio a su pareja para que se sentara a horcajadas sobre su regazo.

—Dulce, hermoso, pero admito que esperaba un poco más de ti —expresó negando suavemente en fingida decepción a la cual Jimin no pudo evitar sonreír.

Acercándose, deslizó su nariz cariñosamente por la mandíbula de su pareja, subiendo, sus labios acariciaron su oído.

—¿Y si te digo que yo soy la sorpresa, Hyung? ¿Y qué otra más te espera bajo esta ropa? —ronroneó y lamió el lóbulo de su oreja, obteniendo una brusca exhalación de su esposo y un fuerte agarre en sus piernas.

—¿Es así? —preguntó en un suave jadeo mientras Jimin seguía mordiendo suavemente su oreja antes de trasladarse a su cuello.

—Desenvuélveme, Hyung —animó y movió sus caderas restregando sus miembros semi erectos juntos.

No hizo falta más palabras para animar a Yoongi, girando su rostro, capturó los exquisitos labios de su pareja mientras sus manos trabajaban en abrir la camisa de Jimin, quien jadeó con sorpresa cuando, en un fuerte tirón, todos los botones salieron volando.

—Hyung —se quejó, y en respuesta tuvo un mordisco en su labio inferior.

—Siempre he sido algo impaciente a la hora de desenvolver mis regalos —se excusó con una pequeña sonrisa sexy antes de proseguir.

Metiendo sus manos en sus hombros bajo la camiseta, Yoongi las deslizó hacia abajo, arrastrando a su paso la molestosa prenda hasta que cayó al suelo.

—Uhm, de momento puedo decir que me gusta lo que veo —ronroneó, su mirada fijándose en una suave tela de encaje rosa pálido aferrándose a la cintura estrecha de su esposo, con unas tiras más delgadas bajando por los costados y desapareciendo bajo el pantalón—. Estás escondiendo algo dulce aquí, ¿no? —expresó, acariciando su entrepierna.

—Tienes que seguir para descubrirlo, Yoonie —respondió empujando levemente su cadera.

—Quiero —asintió—. Pero antes... Esto me está llamando —pronunció y se inclinó hacia adelante.

Jimin gimió dulcemente cuando una lengua se deslizó por su pezón izquierdo, sonido que se convirtió en una suave protesta al recibir un pequeño mordisco.

—Delicioso —ronroneó su pareja antes de volver a deslizar su lengua por la pequeña protuberancia.

Sin pensarlo, las manos de Jimin se alzaron y sus dedos se enredaron en el sedoso cabello oscuro de su amante, sosteniendo su cabeza y arqueando su espalda, no queriendo que Yoongi se detuviera.

—Pero mira qué bonito se ve, todo rojo e hinchado —describió con orgullo Yoongi, soltando un suave soplo sobre el sensible pezón, logrando que su pareja se estremeciera y gimiera.

—Hyung —se quejó moviendo sus caderas, volviendo a restregar su entrepierna para sentir la dureza de su pareja.

—Allá voy, cariño —aseguró Yoongi, volviendo a capturar su boca mientras sus manos trabajaban detrás de su pareja.

—¿Qué fue eso? —jadeó Jimin, separando sus bocas con un chasquido cuando escuchó algo caer.

—Nada importante, solo papeles, carpetas y lápices —anunció levantándose repentinamente de su silla.

Sosteniéndolo desde los muslos, se acercó a su escritorio y depositó a Jimin encima de este sin poder dejar su dulce boca, su adictivo sabor.

—Yoonie, espera —pidió cuando una mano le empujó suavemente desde su pecho, obligándole a retroceder.

—¿Qué? —gruñó con una mirada hambrienta.

Jimin soltó una ligera risa y señaló el notebook a su lado.

—No puedes simplemente tirarlo como todo lo demás —indicó.

No muy a gusto con la idea de alejarse y detenerse un momento, Yoongi volvió a gruñir mientras guardaba los documentos en los que había estado trabajando antes de cerrar el computador y dejarlo en un cajón cualquiera de su escritorio.

Cuando su vista volvió hacia su pareja, su lengua emergió y recorrió sus labios, su entrepierna se sintió más apretada al contemplar a Jimin masturbarse sobre su pantalón mientras jugaba con un sensible pezón.

—Hyung —lloriqueó en su dirección, apretando la curvatura que deseaba escapar de su pantalón.

—Pero mira esta hermosura —susurró Yoongi acercándose, apartando la mano de Jimin para inclinarse y así depositar un suave beso en el miembro atrapado—. Ya está toda dura para mí, eh —sonrió satisfecho, presionando otro beso.

Con su bonito rostro sonrojado, Jimin gimió con desesperación mientras una pequeña mancha húmeda aparecía en el frente de su pantalón.

—No hables así —protestó, bajo.

—¿Por qué? —sonrió enderezándose—. Parece que te gusta —indicó satisfecho, finalmente abriendo su pantalón.

La erección de su pareja no saltó inmediatamente hacia afuera como Yoongi había pensado, no, esta se mantuvo atrapada por otra prenda más delgada, y con lindo encaje trasparente rosa que traslucía aquella perfecta polla dura y húmeda que se alzaba levemente por la hermosa prenda pequeña y apretada.

—¿Oh? —musitó, sin poder dejar de contemplar aquel bello trozo de pieza.

—Tienes que seguir —murmuró Jimin, logrando que su mirada viajara a su rostro para encontrarlo oculto bajo sus manos.

Lamiendo sus labios, las manos de Yoongi rápidamente siguieron con su trabajo, quitando del camino el pantalón y los zapatos de su pareja para revelar una exquisita y bella obra de arte.

Las tiras delgadas de un rosa fuerte que bajaban desde la cintura, pasando por su pelvis y se detenían poco antes de la mitad de su muslo, uniéndose a unas bonitas medias rosa pálido que se aferraban a sus piernas.

Retrocediendo un paso, contempló el lindo y sexy conjunto en ese bello cuerpo hermoso y pecaminoso.

—¿Te gusta? —preguntó Jimin algo inseguro, observándolo a través de sus dedos.

—¿Qué si me gusta? —exclamó, inclinándose cerca, apartó sus manos y observó ese bonito rostro sonrojado.

Enmarcando su rostro con sus manos, Yoongi capturó sus labios en un apasionante beso acalorado y sucio que tenía a Jimin en un desastre de gemidos.

—Eres un exquisito manjar a mis ojos, hermoso —ronroneó finalmente sobre sus labios, jadeante.

Jimin sonrió complacido, con un lindo rubor en su rostro que combinaba con sus rechonchos labios, viéndose hermosamente tímido y sensual.

Besándolo por última vez, un poco más lento, pero no menos intenso, Yoongi finalmente se enderezó.

Deseando observar y tocar más, alzó las piernas de su pareja y apoyó sus pies en el borde del escritorio, abriéndolas y exponiendo todo lo que deseaba ver.

—Nunca te vi este tipo de ropa —comentó, deslizando una de sus manos por el muslo suave de Jimin mientras que la otra acariciaba el encaje de su cadera.

—La compré hoy especialmente para ti —explicó y gimió cuando un dedo se deslizó recorriendo a lo largo de su erección sobre la prenda, enmarcándola.

—Estás tan duro que la punta sobresale fuera del encaje —pronunció en un tono bajo, hipnotizado por la vista—. El pre-semen se ve tan sucio y sexy —ronroneó.

—Yoongi —gimoteó—. Te quiero adentro, Hyung —pidió—. Ahora.

—Tengo que prepararte cariño, ni siquiera tengo un condón o lubricante conmigo ahora —dijo un poco frustrado.

—Revisa en mi pantalón —indicó.

Sin preguntar al respecto, Yoongi inmediatamente se alejó, tomó los pantalones que yacían en el suelo y buscó en los bolsillos consiguiendo ambos objetos.

—¿Solo un condón? —preguntó, arqueando una ceja.

—Quiero llegar caminando a nuestra casa, gracias —respondió divertido—. Además, no es como si nos fuéramos a detener solo aquí —se encogió de hombros, soltando una dulce risa sensual que solo puso más duro a Yoongi—. No te quites la ropa —pidió cuando observó a su pareja comenzar a acercarse.

Yoongi sonrió entendiendo perfectamente lo que deseaba su pareja.

—Entonces, solo te prepararé y te haré el amor duramente —anunció, separando un poco más las piernas de su pareja, corriendo la suave prenda a un lado para revelar otra pequeña sorpresa.

—Yo... No quería esperar demasiado —se excusó mordisqueando su labio inferior cuando el tapón anal fue descubierto enterrado entre sus nalgas.

—¿Y has estado con esto todo el día, hermoso? —preguntó excitado con la idea.

—No, yo... —un gemido cruzó de sus labios sin aviso, interrumpiéndolo—. Yo... Solo al salir de trabajo —gimoteó—. Me p-prearé para ti —explicó mientras sus manos se movían incómodamente, buscando a algo a lo que aferrarse mientras Yoongi movía el tapón, penetrándolo con ello.

—Eres tan perfecto —gruñó Min, empujando más adentro el tapón mientras acariciaba su miembro sobre la prenda, obteniendo otro dulce lamento de su pareja.

—Te quiero —sollozó casi desesperadamente.

Retrocediendo un paso, Yoongi abrió su pantalón y lo bajó junto a su bóxer, solo lo suficiente como para que su duro miembro grueso y goteante saliera.

Rápidamente, abrió el condón y lo deslizó sobre su pene, untando algo de lubricante en este observó ardientemente a su pareja.

—Sera amor rápido y fuerte, hermoso —expresó volviendo a acercarse, tomándolo de la cintura para empujarlo un poco más al borde del escritorio.

—Pero te falta... —balbuceo confundido.

—No quiero que te las saques —gruñó sacando el tapón anal y rompiendo la sexy ropa interior.

—¡Hyung! —exclamó con sorpresa, pero pronto solo un profundo gemido escapó de su garganta cuando su pareja comenzó a deslizarse en su interior.

—Eso es —jadeó Yoongi, inclinando sus caderas, empujándose más en el apretado interior de su pareja sin poder detenerse así mismo.

Solo podía pensar en empujar y pujar más en aquel cálido interior apretado que lo envolvía como un sedoso guante hasta que sus caderas golpearon contra esas perfectas nalgas.

—Joder —maldijo Yoongi, quedándose quieto unos minutos, esperando a que su pareja se acostumbrara a su invasión.

—Te siento tan bien, tan lleno —suspiro a gusto Jimin, observándole por sus ojos entreabiertos—. Vamos, Hyung, necesito que me jodas —pidió y Yoongi gruñó una aprobación.

Los dedos de Jimin apenas alcanzaron a curvarse en la orilla del escritorio antes de que Yoongi alzara sus piernas abiertas, colocando sus manos bajo sus rodillas antes de empujar, sacudiendo su cuerpo en golpes salvajemente rítmicos.

—Oh Dios —jadeó Jimin, cerrando sus ojos, disfrutando de la ligera quemadura mientras su pareja le penetraba con pasión, tan profundamente, tan perfectamente.

—Te sientes tan bien —gimió Yoongi, inclinando su cabeza hacia atrás mientras sus manos se aferraban a los muslos de Jimin.

—T-tú... —balbuceo su esposo, soltando un lindo sonidito excitado.

Observando el rostro sonrojado de su pareja, con sus labios hinchados entreabiertos, Min gruñó ante la magnífica vista y se inclinó sobre su amante soltando sus piernas, pero Jimin inmediatamente le envolvió la cintura con ellas mientras Yoongi internada sus brazos bajo su cuerpo, aferrándose a sus hombros.

—Mierda, te sientes tan bien que quiero joderte hasta que todo el maldito edificio te escuche —exclamó capturando sus labios en un beso desordenado.

Jimin gimió en sus labios, soltando el escritorio para rodearlo con sus brazos, con una mano cerrando en su nuca, mientras que la otra dejaba marcas en su espalda.

—Gritaré tu nombre todo lo que quiera, no hay nadie para que me escuche —confesó escuchando placenteramente el lascivo sonido de sus pieles chocando.

El movimiento de caderas de Yoongi se redujo a uno más lento, pero nunca se detuvo, era imposible hacerlo estando en el interior de Jimin.

—¿Lo planeaste? —preguntó, observándolo.

—Soy tu regalo, no quería que nadie nos interrumpiera —respondió besando su mentón—. Taehyung me dijo que todo CEO tiene fantasías en su oficina, así que... —se encogió levemente de hombros—. Solo quería cumplir la tuya si es que la tenías.

—Oh bebé, contigo fantasías es lo que más tengo durante día o noche, mientras estás o no a mi lado —ronroneó y una de sus manos se deslizó más abajo, rodeando su cintura antes de enderezarse, llevándoselo con él.

—¡Yoonie! —exclamó con sorpresa, aferrándose con sus brazos a su cuello rápidamente cuando la firme superficie desapareció y estuvo alzado contra el cuerpo de su pareja.

—Grita todo lo que quiera bebé, tal vez no haya nadie para escucharnos, pero tal vez si para vernos —expresó Yoongi y se detuvo frente al gran ventanal del piso al techo de su oficina—. Baja.

Desenredando sus piernas y brazos, Jimin se quejó con disgusto cuando Yoongi salió de su interior y se bajó. Dándose vuelta, observó sonrojado el hermoso panorama de la ciudad a las alturas del último piso del edificio.

Su respiración se agitó al imaginarse a alguien de un edificio cercano verlos y gimió bajito cuando sintió el desnudo cuerpo de su pareja presionando detrás del suyo.

—Coloca las manos contra la ventana y separa tus piernas, cariño —ordenó besando a lo largo de su hombro.

Ansioso, con su cuerpo ruborizado y totalmente caliente, Jimin obedeció colocando sus manos contra el frío cristal. Arqueando su espalda, separó sus piernas y le presentó su trasero aún vestido con los restos de su ropa interior sexy.

Colocando sus manos en cada nalga, Yoongi las separó y observó fijamente como su miembro desaparecía entre esos dos montículos hasta que estuvo totalmente enterrado otra vez.

—Siento como me llevas a tu interior, cariño, succionándome pervertidamente —gimió colocando sus manos en su cadera antes de comenzar a empujar nuevamente.

Jimin cerró sus ojos con un gemido y recargó su frente contra el frío cristal, su aliento cálido empuñando el vidrio mientras sus dedos se retorcían.

—Abre los ojos cariño, quiero que veas la ciudad o a cualquier curioso que nos esté viendo —susurró besando su oído—. Dales un espectáculo, muestra lo hermoso y mío que eres —ordenó.

Abriendo sus ojos con un gemido, Jimin siguió su orden.

A la altura y distancia que estaban, realmente dudaba que alguien pudiera verlos, aún más sabiendo que los ventanales tenían esa cosa especial que impedía ver el interior desde afuera, pero aun así...

El estar haciendo ese tipo de cosas, la sensación de que alguien lo pudiera ver... Seguía siendo igual de excitante.

—No creo aguantar más —jadeó sintiendo el familiar cosquilleo en su vientre bajo recorriendo hasta sus bolas—. Tócame, Hyung, por favor.

Gruñendo a gusto, Yoongi deslizó una mano por su cintura y bajo a su entrepierna, donde le comenzó a acariciar sobre la ropa, logrando una fricción más placentera para su pareja.

Pronto, el cuerpo de Jimin se estremeció y blanca crema salió disparada haciendo un total desorden, manchando el abdomen, la ropa interior y el ventanal.

Jadeante, Jimin gimió sintiendo su cuerpo débil y giró su rostro para apoyar su mejilla en el frío vidrio.

Detrás de él, su pareja gruñó salvaje y apretó su agarre en sus caderas mientras lo usaba para buscar su anhelado clímax con embestida rápidas, desordenadas y duras que le arrancaban pequeños gemidos a un tembloroso Jimin.

Gimiendo en su oído, el cuerpo de Yoongi finalmente convulsión mientras follaba a su pareja a lo largo de su orgasmo, hasta que se quedó quieto, respirando agitadamente sobre su nuca con manchas de amor recorriendo su cuello.

Cansado, salió del Interior de su pareja, se quitó el condón y lo anudó antes de arrojarlo al suelo. Enderezando a su cansado esposo, lo rodeó con sus brazos y lo tomó para dirigirlos al cómodo sofá.

—Hyung, ¿qué haces? —preguntó cansadamente Jimin mientras sentía a su pareja acomodarlo sobre su regazo a su antojo.

—Solo... —murmuró logrando que se sentara a horcajadas, enfrentándolo.

Entonces, lo alzó levemente y tomó su semi erección desnuda, enterrándola en aquel apretado agujero resentido por su reciente abuso.

Jimin soltó un cansado jadeo mientras permitía que su pareja siguiera.

—Quería sentirte otra vez sin nada de por medio —suspiro a gusto, besando su transpirada sien—. Descuida, prometo no hacer nada más hasta que lleguemos a casa.

Soltando una ligera risa en parte excitada y cansada, Jimin solo cerró sus ojos y se acomodó en su pareja sin importarle si Yoongi cumplía o no su promesa en un rato más, se sentía demasiado bien para preocuparse de ello.

Y por supuesto que nunca negaría una segunda vez. 




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Uy, uy, uy, tarde pero he llegado jdkshgdsjk

Hay fotitos en insta de la ropa que usó Jimin por si quieren una mejor idea <3

Espero que les haya gustado, un besito y se les quiere mis copitos! <3

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