Capítulo 48💋
Sentando en una mesita frente a una tienda en el centro comercial, bebiéndose su batido, Jimin soltó un suspiro mientras observaba las tiendas a su alrededor.
—No sé qué es lo que podríamos darles de regalo —expresó observando a su pareja sentada frente a él, concentrado en su teléfono y sin ningún indicio de prestarle atención—. ¿Me escuchaste? —cuestionó frunciendo el ceño.
—Hermoso, te he estado escuchando desde el mismo instante en que estuvimos fuera del departamento y llegamos al centro comercial, cada vez que entramos y salimos de una tienda —respondió y le observó—. Y al igual que antes, te diré que con cualquier cosa que le regales, ellos estarán felices, y de todas formas, ese bebé no sabrá con lo que juega realmente hasta que tenga un año o dos —se encogió de hombros.
—Lo sé, pero no quiero llegar con algo que ya tienen —expresó antes de beber de su malteada.
—Eso será difícil —bufó—. No le pago exactamente mal a Jungkook y no creo que Taehyung esté ganando poco ahora que consiguió un trabajo estable gracias a ti —le recordó.
—No fue realmente gracias a mí, fue solo él y su talento —corrigió—. Estaba muy feliz cuando varias compañías de modelaje le pidieron volver una vez tuviera a su bebé —recordó con una sonrisa—. Sabía que su popularidad volvería tan pronto se lanzara este nuevo proyecto, Taehyung tiene un don y un muy buen rostro.
—¿Nunca pensaste en ser tú un modelo? —preguntó observándolo intensamente.
—¿Yo? —se señaló con sorpresa a sí mismo.
—Ni siquiera te das cuenta de la belleza sensual que eres tu mismo, eh —negó con una sonrisa.
—No soy una belleza sensual —negó levemente sonrojado.
—Cariño, soy tu pareja, amante, cómplice y esposo, créeme cuando te digo la verdad —espetó tomando su mano—. Que tu familia te diera por menos y ocultara tu belleza no significa que no seas una, porque lo eres, superando con creces a muchos actores y famosos que he conocido —aseguró.
—Aw, a veces puedes ser tan tierno —le sonrió apretando su mano—. Y bueno, hay un nuevo cliente que me pidió ser modelo para su cerveza, pero pensé que estaba jugando conmigo o coqueteándome —comentó con un tímido encogimiento de hombros.
—El hombre simplemente sabe de gustos —le sonrió—. Y mientras no intente nada más que un simple coqueteo, todo estará bien por mi lado.
—¿Y si intenta algo más? —preguntó curioso.
—Lo arruinaré —respondió como si nada.
—Por supuesto —asintió divertido, sin dudar ni un ápice de sus palabras.
Min Yoongi tenía el poder y la influencia para hacerlo después de todo.
—Entonces... ¿Qué deberíamos de regalarle al pequeño bebé de los chicos? —retomó.
—No te estreses y regálale un juguete cualquiera.
—Pero no quiero...
—Un juguete cualquiera o que se repita, lo sé —asintió—. Ya le pregunté a Jungkook qué es lo que tienen en su casa, y además de los muebles y ropa, son muchos pañales, pero nada más —explicó—. Volvamos a las tiendas y escojamos algo —anunció levantándose.
—Es bueno saber que estabas intentando ayudarme con el teléfono y no simplemente ignorándome o trabajando —expresó encantado mientras le seguía.
—Tengo mis horas designadas para trabajar, no soy un trabajólico que trabaja cada hora que tiene disponible —bufó—. ¿Qué hay de divertido estar trabajando siempre y no disfrutar un poco de la vida? —expresó tomando su mano.
—Bueno, sinceramente a mí me gustaba trabajar en cada momento porque eso significaba que no tenía que encontrarme con mis padres, con la excusa perfecta siempre me dejaban en paz —explicó.
—Pero ahora no estás cerca de ellos —le recordó.
—Y por eso prefiero pasar mi tiempo libre contigo o mis amigos —le sonrió.
—¿Aunque estés lidiando con los medios posiblemente más que antes? —preguntó señalando con su cabeza las curiosas miradas y uno que otro idiota con cámara.
Y la razón por la cual ninguno de ellos se acercaba, era exactamente por las corpulentas sombras que seguían a la pareja a todos lados.
—Puedo lidiar con ellos —se encogió de hombros—. En las fiestas lo hacía y cada vez que alguno de ellos se metía en problemas —le recordó.
—Si, pero en cada uno de esos casos solo fuiste un escudo para tu familia, esta vez tú eres el verdadero interés de cada una de esas personas, y no solo porque estás casado conmigo, sino que también por tu belleza y personalidad —le recordó.
Soltando un profundo suspiro enamorado, Jimin observó a su pareja.
—Eres realmente bueno para mi ego, solo por eso te mantengo cerca —bromeó.
—Por supuesto, y yo aquí pensando que era por mi excelente rostro y presencia —negó desanimado.
Riendo alegremente, Jimin lo empujó juguetonamente, contagiando a su pareja con su alegría.
Rodeándole los hombros con un brazo, Yoongi lo acercó más mientras entraban a una tienda especialmente para bebés otra vez.
—¿Por qué estamos escogiendo un regalo cuando aún falta para el baby shower? —recordó Yoongi.
—Porque tenemos tiempo libre, estábamos cerca y no quiero estar a última hora viendo el regalo —respondió observando a su alrededor—. Tal vez Tae me pidió ayuda, pero en realidad, él ya había avanzado bastante por su parte, por lo que pronto lo estaremos celebrando —comentó.
—Pudimos haber pedido también por internet —comentó—. Pagando algo de más podríamos haberlo tenido mañana mismo si quisiéramos.
—No hay nada mejor como salir a escoger los regalos uno mismo —refunfuñó—. Además, extrañaba salir contigo simplemente por hacerlo —confesó—. Desde todo el escándalo que me mantienes encerrado en el departamento para protegerme, es dulce, pero es aburrido ir del trabajo al departamento y viceversa —se detuvo observándole con un puchero.
—Pudiste haberme dicho algo antes —suspiró besando su frente—. Eres tan precioso y delicado que no quiero que te dañes por culpa de esta sociedad —expresó con una mueca.
—Lo sé, y lo aprecio —dijo alzando una mano para sostener su rostro—. Pero no soy tan delicado como crees, vivir tanto tiempo con la familia que me tocó trae sus ventajas —prometió.
—Bien, supongo que podemos salir de vez en cuando a una cita —aceptó—. Lo que me recuerda, dentro de poco habrá una fiesta bien snob para celebrar, no recuerdo qué, pero Jungkook me dijo que fuimos invitados y debíamos de ir, aunque fuera solo un par de horas —anunció.
—¿Cuándo? —le observó curioso.
—Uhm... Un día de la semana, si no recuerdo mal, pero no sé específicamente cuál —respondió.
—Asegúrate de averiguar cuándo será y si debo de escoger algún traje especial —pidió comenzando a caminar—. Puedo aguantar un par de horas cuando se trata de esas fiestas llena de gente estirada y que habla solo de su dinero, riqueza y trabajo, pero no me exijas más que eso —expresó honesto.
—Lo suficientemente justo —asintió Yoongi deteniéndose frente a un mueble lleno de peluches de diferentes tamaños y formas—. ¿Qué te parece uno de esos?
—Son bonitos —se detuvo observándolos, acercándose para tomar una tierna oveja—. Pero algo que seguramente le darán.
—Ese no —indicó, señalando al gran oso sentado en el suelo que era más alto que Jimin.
—No hablas en serio —parpadeó observándolo.
—Es perfecto, y único —sonrió satisfecho.
—El pobre peluche probablemente ocupará toda la habitación —exclamó divertido.
—Querías algo único, ¿no? —le recordó.
Jimin negó divertido.
—Yoonie, ni siquiera podrá jugar con eso hasta que tenga ¿cuánto? ¿Cinco años? Y si es que puede jugar con algo tan grande en realidad —argumentó divertido—. Solo le serviría para acurrucarse en él.
—Que es perfecto dices —asintió sin escucharlo obviamente.
Resoplando una risa divertida, Jimin le dejó y observó a su alrededor.
—Creo que solo escogeré este parque de juegos —anunció—. Tiene alfombra gomosa para el bebé, barras de protección para que no salga y viene con los juegos incluidos —observó desde el pequeño columpio, una casita y una pequeña resbaladilla—. No lo podrá usar ahora para jugar, pero si le añado este set de sonajeros de diferentes colores y con formas de animales podrá —expresó tomando la cajita.
—Perfecto, ya tenemos regalos —asintió satisfecho Yoongi.
—Lo llevarás de todas formas, ¿no? —preguntó Jimin observando a su pareja.
—Por supuesto —asintió llamando la atención de un trabajador.
—No nos caerá en el auto y quedamos en almorzar con SeokJin y Namjoon ahora —le recordó—. No podemos estar arrastrándolo a todos lados, lo arruinaremos antes de que lo use —comentó.
—Te daré una jugosa propina si logras conseguir que ese oso y ese parque llegue a mi departamento —anunció señalando dichos juguetes en exhibición antes de sacar su billetera para mostrar su tarjeta de crédito negra junto a un pequeño fajo de billete.
—Por supuesto, señor —asintió ansiosamente el trabajador.
—Ah, y este juguete también va incluido —dijo, entregándole los sonajeros que sostenía Jimin.
—Enseguida —asintió una vez más antes de retirarse.
—No sabía que una tarjeta negra tenía tanto poder —resopló divertido.
—No es la tarjeta en sí, sino el dinero que representa —explicó con un encogimiento de hombros.
No mucho después, el empleado volvió a aparecer con un par de personas más que se llevaron al gran oso junto a la caja del parque.
Arreglando el pago, la dirección y para que lo recibiera el portero del departamento, la pareja salió de la tienda bastante satisfecha con su compra.
—¿Dónde nos vamos a encontrar con los chicos? —preguntó Jimin mientras caminaban.
—Un restaurante no muy lejos de aquí —respondió y revisó la hora en su reloj dorado alrededor de su muñeca—. Ya es casi la hora —anunció.
—Hay que apresurarse entonces, no quiero llegar atrasado —expresó tirando ligeramente de sus manos unidas mientras aceleraba el paso.
Pero al salir del centro comercial, inmediatamente fueron abordados por fotógrafos y periodistas, quienes rápidamente comenzaron a acosarlos y atacarlos con preguntas respecto a sus visitas en el centro comercial.
Algunas preguntas eran tan estúpidas e invadían totalmente la vida personal de la pareja, que ambos tuvieron que esforzarse mucho en fingir que no estaban ahí mientras avanzaban.
Pero hubo una pregunta que molestó y enfureció particularmente a Yoongi, una donde se le preguntaba a Jimin si le había exigido quedarse embarazado de nuevo para mantenerse a su lado.
Esa pregunta realmente le irritó porque debido a ella, comenzaron a preguntar por otras estupideces similares hasta el punto en que Min se detuvo y observó fijamente al hombre que la había hecho, hasta que este se incomodó y bajó la mirada, atemorizado.
—Vamos cariño, solo es un desperdicio de nuestro tiempo —pronunció Jimin tirando de su mano.
—Lo sé, pero no deja de ser desagradable —escupió Yoongi logrando que todos se callaran mientras eran apartados por los guardias que seguían a la pareja.
Siguiendo su camino al estacionamiento, ambos se subieron al auto y se quedaron un minuto en silencio.
—No pensé que entrar a ese tipo de tiendas los podría a llevar a pensar en todas esas estupideces —murmuró Jimin con una mueca—. Lo siento.
—Está bien, no es tu culpa, es su trabajo pensar en esas estupideces para alimentar la curiosidad de los demás —chasqueó su lengua Yoongi—. ¿Tú estás bien? —le observó.
—Sí, solo ignoré la mayoría de las estupideces que dijeron —se encogió de hombros—. Vamos, olvídate de ellos y sigamos con nuestra salida —le sonrió suave, intentando animarlo—. Realmente estoy interesado en saber cómo resultó la interrupción de Namjoon aquel día, no nos enteramos de nada de ellos hasta que te llamó Nam hoy —le recordó.
—Sí, me pregunto qué estuvieron haciendo todo ese tiempo —resopló.
—Ponerse al día obviamente de tanto tiempo negando sus sentimientos por temor —respondió con una risa traviesa—. Te dije que esos dos se traían algo —le recordó.
—Sí, lo hiciste —le sonrió antes de echar a andar el auto para dirigirse con sus amigos.
—Creo que esos periodistas nos siguieron —observó Jimin en el espejo retrovisor mientras se quitaba el cinturón de seguridad.
—Déjalos, aunque nos sigan nos les permitirán entrar en el restaurante sin reservación —aseguró—. ¿O prefieres que nuestros guardaespaldas se encarguen ahora de ellos? —ofreció.
—Está bien, no es necesario. Aunque nos deshagamos de ellos ahora de todas formas nos terminarán encontrando después —resopló—. Además, si nos ocultamos, solo comenzarán más rumores y teorías respecto a un supuesto embarazo forzado —expresó recordando las preguntas cuando salieron del centro comercial—. Ni aunque publique que era un regalo para nuestros amigos no volvieron viral esa estupidez —murmuró revisando su teléfono.
—Con esos idiotas no se puede, cariño —gruñó torciendo sus labios—. Le diré a Jungkook al respecto para que ese estúpido rumor se aclare antes de que salgan con algo peor —anunció bajándose del auto al igual que su pareja.
—Es un rumor, ¿qué tan malo se puede volver en cosa de horas? —preguntó tomando su mano.
—Hermoso, mi poder e influencias no es nada comparado a tu padre, lo que tuviste que manejar por él... —negó, diciendo todo con ello.
—Mh... Me gustaría decir que eres egocéntrico, pero la verdad es que si te creo considerando lo mucho que trabaja el pobre de Jungkook —sonrió suave—. Y podrías dejar eso de hermoso, me gusta más cuando me dices cariño —pidió.
—Hermoso, cariño... Para mí ambos significan lo mismo —le observó y le sonrió de aquella forma que revoloteó el abdomen de Jimin.
—Uhg, no hagas eso aquí —refunfuñó observando en otra dirección.
Riendo suave, Yoongi anunció su llegada al recepcionista del restaurante e inmediatamente fueron guiados al segundo piso, a una mesa apartada donde la otra pareja ya le esperaba.
—Viendo cómo se comen la boca, puedo decir que les fue bastante bien arreglando sus asuntos —anunció Min cuando se pararon frente a ellos sin recibir su atención.
—Yoonie —advirtió Jimin observándole con el ceño fruncido.
—Está bien, esta vez fue nuestra culpa —le excusó Namjoon con una sonrisa de hoyuelos.
Cuando Yoongi le apartó la silla, Jimin tomó asiento y observó con curiosidad a ambos.
—Entonces ¿sí les fue bien? —preguntó.
—Bueno... —pronunció Jin con una ligera mueca que era más una sonrisa que nada—. Con Kyungri no hubo problema, en realidad, estaba bastante feliz por nosotros.
A su lado, Namjoon bufó logrando que SeokJin se sonrojara.
Yoongi observó a ambos y luego sonrió ladinamente.
—Ella ya sabía que te gustaba Namjoon, ¿verdad?
—¿Es en serio? —exclamó Jimin con sorpresa.
—Tal vez —se encogió de hombros—. Cuando sus padres decidieron comprometernos, ella estaba feliz, no aceptaba del todo la idea, pero como era guapo me iba a dar la oportunidad —explicó—. Lentamente ella se comenzó a percatar de como actuaba alrededor de su hermano y juntó dos más dos, más su intuición femenina y...
—Pero si sabía... ¿Por qué aun así quiso seguir contigo? —preguntó Jimin juntando sus cejas.
—Porque mis padres seguramente la iban a comprometer con otro hombre —respondió Namjoon tomando la mano de su pareja—. Tengo que admitir que me molestó un poco pensar que todo ese tiempo que ellos pasaban juntos, solo hablaban de mí —expresó—. Para mis ojos, ellos realmente eran una pareja, por lo que ya pueden adivinar a dónde iban mis pensamientos —suspiró.
—¿Cómo se lo tomaron tus padres? —preguntó Yoongi.
—Podría decir que similar a cuando se lo contaste a tus padres —torció sus labios—. No hicieron un escándalo porque estábamos en un restaurante, pero tras llegar a casa... —negó.
—Está bien, necesitan tiempo —le reconfortó Jin, alzando sus manos unidas para plantar un beso en ellas—. Fue todo un shock para ellos, no los puedes culpar.
—Vamos Jin, conoces a los padres de Namjoon —bufó Yoongi—. Son unos snobs homofóbicos, por supuesto que no se iban a tomar bien la noticia.
Rodando sus ojos, Jimin observó a su pareja y alzó su mano para picotear con su dedo un costado.
—¿Qué? Es la verdad —anunció tomando su mano y entrelazando sus dedos de paso para que no lo molestara.
—Está bien, Jimin, Yoongi tiene razón y estoy más que acostumbrado a ese lado suyo —le sonrió amable—. No llegamos al tema de tener que amenazarnos entre sí, así que les daré tiempo y esperaré —expresó—. Solo espero que lo tomen de buena forma porque no estoy dispuesto a desperdiciar más tiempo con este hermoso hombre —anunció observando a SeokJin.
—Aww... Que tiernos —exclamó Jimin encantado.
—Demasiado dulce —aceptó Yoongi arrugando su nariz.
—Tú también puedes ser muy dulce y romántico a veces —le recordó su pareja.
—Sí, pero yo tengo más estilo —aseguró con arrogancia divertida, obteniendo una carcajada por sus acompañantes—. Es la verdad.
—Por supuesto, Yoonie —asintió Jimin alzando su otra mano libre para apretar la mejilla de su pareja—. Y eso también es encantador —le sonrió hasta perder sus ojos.
Por lo que por supuesto que Yoongi no pudo defenderse como debería con tal sonrisa hermosa y cautivadora, tampoco quería.
_________________________________________
Recuerden que ya es mitad de semana mis copitos, se les quiere un montón <3
Pd: Si sienten curiosidad por la mención de Jimin sobre su publicación en sus redes sociales, está subido en mi insta <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro