La mirada de Jimin vagó por toda la habitación, admirando desde la ventana, las cortinas, las repisas con libros, los muebles, las paredes de un rojo cálido, los cuadros, las plantas, el escritorio, y por supuesto, la mujer de aspecto amigable sentada frente a él.

Bajando la mirada, contempló como la uña de su dedo índice raspaba en la superficie cuerina negra del reposabrazos, una y otra vez, en silencio.

—Jimin-ah —anunció la mujer frente él.

Torciendo sus labios, el nombrado alzó su cabeza y observó a la hermosa mujer de cabello castaño que le observaba fijamente con un cuaderno y lápiz entre sus manos.

—Pensé en que habías dicho que me ibas a contar algo —comentó suavemente.

Jimin asintió—. Lo sé, pero es algo difícil —murmuró bajando la mirada.

—¿Te sería más fácil si la próxima vez vienes con tu esposo? —preguntó.

—No lo sé —respondió bajo—. Ni siquiera sé que es lo que debo de decir —expresó derrumbándose contra el sofá.

—Solo habla de lo que quieres hablar —indicó suavemente—. Soy una persona completamente nueva para ti, entiendo si aún no puedes contarme algo significante.

—¿Pero no se supone que es más fácil contárselo a los desconocidos? —cuestionó.

—En algunos casos sí —asintió—. Pero de igual forma debe de existir un pequeño lazo de confianza entre nosotros para que eso ocurra —explicó.

—¿Y lo va a contar a alguien lo que le diga? —preguntó inseguro.

—Absolutamente a nadie —prometió solemnemente—. Ni siquiera a su esposo.

—Usted no conoce a Yoongi si dice eso —sonrió suavemente al pensar en él—. Siempre tiene que tener la última palabra y consigue todo lo que quiere —expresó.

—Se oye como un hombre decidido —comentó.

—Muy decidido, un poco arrogante y ególatra, pero eso lo hace quien es —le observó—. Aún me sorprende que me haya enamorado de un hombre como él, pero a la vez lo entiendo, Yoongi ha sido el único que ha visto a través de mí completamente, que deseó hacerlo —explicó.

—Seguramente porque vio algo que nadie más lo hizo en ti —dijo, escribiendo en su libreta—. Dijiste que tu esposo es el único que ha querido ver a través de ti, ¿tus padres o algún amigo no lo hicieron? —cuestionó.

Jimin bufó sin poder evitarlo.

—Mis padres no me prestaban atención más que cuando necesitaban utilizarme para algo —contó—. Y nunca tuve tiempo para tener amigos, siempre estaba preocupado por lo que ellos desearan y siguiendo las órdenes de mi padre —se encogió de hombros—. No eran mis prioridades en ese momento.

—¿Pero era algo que deseabas?

Jimin frunció ligeramente sus cejas y observó sus manos.

—Realmente, no pensé en ello hasta que mi ex me fue infiel con mi propia prima y me di cuenta de que no tenía a nadie a quien contárselo —respondió honesto—. Luego llegó Yoongi a mi vida y compartió conmigo sus amigos, demostrándome lo bueno que es tener a alguien a tu lado, preocupándose y apoyándote en tus payasadas.

—Eso es bueno —asintió.

—Yoongi ayudó a mi madre —anunció repentinamente.

—¿Qué quieres decir con que ayudó? —preguntó observándole.

—Bueno, sé que es mi mamá y eso, pero no quería tratar directamente con ella después de todo lo que hemos pasado y mi pareja tampoco lo deseaba, así que él se ofreció a ver ese tema y yo acepté —contó.

—¿No deseas relacionarte con tu madre?

—Ella tampoco fue la mejor madre del mundo ni nada por el estilo, tal vez no me despreció directamente como mi padre cuando se dio cuenta de que era un m-preg, pero el ignorar a una persona y su situación, igual duele —expresó—. Ni siquiera sé por qué realmente lo hizo, si porque en verdad no era de su gusto o debido a que terminó de empeorar la relación con su esposo —explicó y se encogió de hombros.

—Y aun así decidiste ofrecerle ayuda —observó—. ¿Por qué?

—Porque nadie merece vivir la vida a base de golpes, insultos, maltrato y miedo —anunció—. Yo tuve a Yoongi para alejarme, ella a nadie, por lo que simplemente le ofreció algo de protección para que mi padre no la fuera a molestar, pero supongo que el resto depende de ella —expresó.

—¿Era algo que pasaba constantemente? ¿El maltrato?

—Cuando era pequeño y mi padre recién comenzaba su carrera, sí —asintió—. Siempre prometía que se detendría una vez fuera senador, pero, aunque lo hizo, algunas veces simplemente no podía evitar golpearnos o encerrarnos en lugares pequeños —explicó—. Y fue entonces que comenzó con sus palabras hirientes.

—De acuerdo —asintió la mujer y observó la hora—. Creo que hemos llegado al final de nuestra primera sesión —anunció para sorpresa de Jimin.

—¿Ya? —exclamó sorprendido.

—Así es —le sonrió suave—. Pasamos la mayor parte del tiempo observándonos en silencio —expresó.

—Lo siento —murmuró sonrojado.

—Está bien, aunque no lo creas, pasa la mayoría del tiempo —aseguró—. Una última pregunta antes de que te retires. ¿Estás teniendo problemas para dormir?

—No. Bueno, si estoy solo sí, pero como Yoongi ha estado durmiendo conmigo... —se encogió de hombros.

—De acuerdo, si en algún momento tienes problemas, no dudes en informarme de ello.

—Por supuesto —asintió levantándose.

—Y un consejo, no mires las noticias y trata de evitar las redes sociales —comentó tomando su mano.

—Así de mal, eh —sonrió con tristeza.

La psicóloga solo sonrió con simpatía, soltando su mano.

Despidiéndose, Jimin salió de la consulta acomodándose la capucha de su chaqueta junto a sus lentes de sol y la mascarilla. Metiendo la mano en sus bolsillos, salió del edificio siempre acompañado de su sombra y fue directamente hacia el auto que le esperaba, extrañándose cuando no encontró absolutamente a nadie a su alrededor, esperando para asaltarlo con preguntas, micrófonos y cámaras.

—¿Yoongi? —pronunció con sorpresa al encontrarse con su pareja en el interior del auto.

—Hey, hermoso —sonrió dejando de prestarle atención a la tablet en su mano, entregándosela a Jungkook.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó, intercambiando de lugar con Jungkook para estar al lado de su pareja.

—El jefe aquí no aguantó estar más tiempo encerrado en la oficina mientras tú tenías un día ocupado —explicó su amigo.

—¿Cómo te fue con tu primera cita del día? —preguntó Yoongi, quitándole los lentes y la mascarilla para poder apreciar su rostro.

—Mejor de lo que esperaba —se encogió de hombros—. Supongo que podría volver.

—Jungkook arreglará eso —aseguró Min tomando su rostro para besarlo lentamente—. Estoy muy orgulloso de ti por haber decidido ir por ayuda —expresó acariciando su nuca.

—Solo pensé en lo que me dijiste —le sonrió suave—. ¿Cómo es eso de primera cita del día? —indagó.

—SeokJin llamó diciendo que tenía algo de espacio libre en su agenda —respondió—. No pude acompañarte con el psicólogo, pero lo haré ahora, al menos durante el trayecto —anunció.

—Gracias, pero podría haber ido solo —tomó su mano.

—Y eso mismo le dije yo —interrumpió Jungkook—. El trabajo se acumuló estos días que no estuvieron, pero él aun así simplemente abandonó una reunión cuando me preguntó cuánto faltaba para que salieras —expresó.

—Jungkook, guarda silencio —ordenó Min observándole de mala manera.

—Si tenías trabajo no debiste de haber venido —pronunció Jimin tomando su rostro con una mano para que le observara.

—No quisiste almorzar conmigo —se excusó.

—Ahora, no es que no quisiera, sino que quede en almorzar con Taehyung —explicó y la mirada de su pareja viajó nuevamente hacia su jefe de seguridad.

—¿Jungkook?

—Nunca preguntaste al respecto —se encogió de hombros, observándole de forma malvada.

—Maldito mocoso —chasqueó su lengua.

Soltando una pequeña risa, Jimin le besó castamente y luego se acercó apoyando su cabeza en su hombro.

—Está bien, podremos cenar juntos y así después me llevas a mi casa —propuso.

—A recoger tus cosas, por supuesto —anunció.

—¿Por qué recogería mis cosas? —preguntó observándole.

—Porque es obvio que mis cosas no caerían en tu casa y mi edificio tiene mejor seguridad —explicó—. Ahora, si no te gusta mi departamento, puedes escoger para mudarnos algunas de las propiedades que tengo —anunció.

—Ya las estuve estudiando de ser el caso —informó Jungkook—. Hay una que está en un buen lugar y seguirán teniendo su privacidad, pero me gustaría mejorar el sistema de seguridad y colocar cercas altas alrededor de la propiedad para que los curiosos no tomen fácilmente fotos —expresó.

—¿Esta es tu forma de pedirme que me mude contigo? —preguntó observando a su pareja algo divertido.

—Hermoso, eso ya es un hecho, solo tenemos que averiguar en dónde —contesto acariciando su mandíbula—. ¿Si no, por qué crees que no te he permitido volver a tu casa?

—No es que no me lo permitieras, sino que yo no hice el empeño de ir una vez volvimos de Daegu —resopló divertido—. Me gusta tu departamento, pero es innecesariamente grande y no tiene un jardín —expresó.

—Tiene un acceso privado a la azotea, pero no es un jardín como tal —comentó Jungkook—. La propiedad que les digo si tiene un extenso jardín.

—¿No te molesta mudarte? —preguntó Jimin, observando a su pareja.

—Estaba en el edificio porque era conveniente, se encontraba cerca del trabajo, mis autos están bien protegidos y la seguridad es buena —respondió—. Pero puedo conseguir lo mismo en otro lugar.

—Menos quedar cerca del trabajo —indicó Jimin.

—Tengo autos para conducir y choferes para llevarme —descartó como si nada—. Como te dije, es un lugar conveniente.

—La casa también es innecesariamente grande por si le quieres hacer algunas renovaciones —añadió Jungkook—. Una sala de juegos, de cine o tu propio gimnasio.

—¿Y tiene piscina? —preguntó con una gran sonrisa traviesa—. Porque descubrí que realmente amo nadar durante la noche —expresó—. ¿No, hyung?

—Ahora, no estés siendo un mocoso arrogante —reprochó deslizando su mano por su cintura, intentando meterla dentro de su pantalón para acariciar directamente su trasero.

—¡Yoongi! —exclamó entre risas el rubio.

—Bien, deténganse que ya hemos llegado —anunció Jungkook logrando que ambos se quejaran.

—Aquí tampoco hay nadie, ¿por qué? —preguntó Jimin tras observar por la ventana.

—Puse señuelos para que esos buitres te dejaran en paz —explicó Jungkook—. No te preocupes, me aseguraré de que tampoco molesten en tu cita con mi pareja —prometió.

—Gracias —sonrió y volteó hacia su pareja—. ¿Te veo después? —preguntó.

—Sí, Jungkook no me dejará bajar para acompañarte —resoplo tirando de él más cerca para besarlo.

—Tienes trabajo, suficiente tiempo te di ahora —se excusó.

—Se supone que yo soy tu jefe —le recordó.

—De acuerdo, nos vemos después —se despidió Jimin, interrumpiendo divertido.

Besando por última vez a su pareja, se alejó y se colocó nuevamente su mascarilla, junto a los lentes y la capucha de su chaqueta.

—No hables con extraños y llámame cuando termines con SeokJin —pidió Min observando cómo se bajaba.

—Está bien —agitó su mano antes de cerrar la puerta.

Con su sombra parándose a su lado y un paso atrás, Jimin se internó al gran edificio.

—Jimin —anunció SeokJin acercándose a él antes de que pudiera preguntar en recepción.

—¿Cómo supiste que era yo? —preguntó curioso—. No soy el único con mascarilla.

—Pero si el único con una sombra —indicó divertido—. Namjoon quería venir a recogerte, pero le tocó reunión con los grandes —explicó comenzando a guiarlo.

—Pensé que Namjoon hyung solo era un médico pediatra —comentó.

—Lo es, pero también es el hijo mayor de los dueños de este hospital junto a todos los hospitales Kim —indicó—. Tiene la inteligencia y poder para ser algo más y sus padres lo están incluyendo en ese estilo de vida ya —explicó.

—Lo siento, eso no debe de ser nada agradable —comentó—. Sé lo que es que otros manejen tu vida.

—Si bueno, mientras él no diga nada no puedo ayudarle al respecto —expresó con un suspiro—. Ni siquiera tengo el poder realmente para hacerlo, solo soy un obstetra que consiguió su trabajo gracias a las recomendaciones de Namjoon —comentó.

—Pero si no fueras bueno en tu trabajo, hace tiempo que habrían hecho algo al respecto, ¿no? —indicó.

—Probablemente —asintió y abrió una puerta—. Adelante, este es mi consultorio —indicó—. ¿Tu acompañante no entra? —preguntó cuando la sombra de Jimin se quedó afuera.

—Oh, no —respondió quitándose los lentes—. Él prefiere quedarse afuera para asegurarse de que nadie entre sin permiso o nos espíe.

—¿Eso puede pasar? —parpadeó Jin cerrando la puerta.

—Según Kook, sí —respondió divertido—. ¿Qué necesitas que haga?

—Puedes llamarme Hyung si quieres —le sonrió y señaló la camilla—. Toma asiento, primero quiero empezar con un examen rutinario de sangre —anunció.

—Por supuesto —asintió y se quitó la chaqueta quedándose en su camiseta negra manga corta.

Mientras Jin preparaba lo que iba a utilizar, Jimin se dedicó a observar a su alrededor, encontrando la habitación celeste pastel en realidad algo... Cómoda.

En las paredes SeokJin tenía algunos cuadros de paisajes hermosos y en su escritorio algunas revistas para padres junto a unas fotografías en marcadas.

—¿Son Namjoon y tú? —preguntó señalando una fotografía en particular.

Observando sobre su hombro, SeokJin sonrió al reconocerla.

—Sí, hace tiempo le había comentado a Namjoon que tenía deseos de ir a pescar y entonces me llevó a un lago —contó—. Fui pésimo en ello y el igual, pero desde ese momento hemos estado yendo y mejorando.

—Que buen amigo —sonrió.

—Lo es —asintió mientras amarraba un elástico alrededor de su brazo—. Él realmente no es muy fan de pescar, prefiere llevarme y hacerme compañía mientras lee un libro —expresó.

—Dulce —comentó y observó otra fotografía—. ¿Y quién es ella? —señalo a una mujer entre ellos dos.

—Oh, ella es Kyungri, la hermana de Nam y mi prometida —respondió.

—¿Prometida? —repitió observando como finalmente sacaban la aguja del interior de su brazo.

—Sí —asintió—. Pero no preguntes sobre una fecha porque aún no hay nada —rió mientras se alejaba.

—¿Y hace cuánto están comprometidos? —indagó curioso.

—Uh... Un año o un poco más, tal vez —respondió volviendo con él y un estetoscopio para revisar sus pulmones.

Jimin le observó entre profundas respiraciones.

—¿Seré muy entrometido si preguntó por qué? —expresó.

—¿Por qué? —repitió, sin observarle.

—Por qué estás saliendo con ella cuando te gusta Namjoon —respondió.

—Vaya, ¿con poco tiempo de conocernos y ya puedes ver eso? —exclamó con sorpresa, sin ninguna molestia aparente.

—Bueno, lo pude sacar de las pocas veces que nos encontramos y Taehyung —explicó con un encogimiento de hombros tímido—. Lamento si te moleste.

—Está bien, no hay drama —aseguró alejándose—. Y para responder tu pregunta, podría decir que mientras yo soy bisexual, Namjoon es completamente hetero y su familia desprecia a los gays a pesar de que públicamente no lo dicen —explicó—. Tomaré tu presión y niveles de azúcar en la sangre —anunció.

—Seguro —asintió y se quedó pensando en las palabras de su amigo.

Había estado seguro de haber apreciado el amor y deseo en los ojos de Namjoon aquella vez en el departamento mientras observaba a SeokJin.

No podía haberse imaginado eso, ¿cierto?

—De acuerdo, puedes sentarte frente al escritorio ahora —indicó alejándose mientras anotaba algo.

Asintiendo, Jimin tomó su chaqueta y bajó de la silla para sentarse frente al médico.

—Muy bien, como ya debes de saber, eres un m-preg —comenzó.

Jimin asintió lentamente.

—Descuida, que seas un m-preg no te hace diferente a cualquier hombre a pesar de obviamente lo obvio —indicó—. Las únicas dos diferencias notables entre tú y otro hombre, es que puedes quedarte embarazado y que hay unos ciertos días dentro del mes en que tu fertilidad es más alta —explicó.

—¿Cómo es eso? —preguntó confundido.

—No te preocupes, te explicaré todo lo que debes de saber sobre un m-preg y sus cuidados, y con estos exámenes podremos informarnos si todos los medicamentos que te dieron anteriormente te afectaron de alguna forma para ayudarte con ello —expresó—. Y sí, antes de que preguntes, también hablaremos de los cuidados durante el sexo, pero descuida, como en toda relación, no hay nada que pastillas anticonceptivas y condón no puedan solucionar —le guiñó un ojo.

—Gracias —sonrió tímido—. Solo una pregunta antes de eso —pidió.

—Por supuesto.

—¿Tendré posibilidades de quedar embarazado otra vez a pesar de mi pérdida y el tratamiento que me sometieron sin consultarme? —expresó su más grande temor.

—Lo sabremos con certeza una vez los resultados estén listos —anunció—. Pero te puedo decir algo, no eres el único a quien han tratado de quitarle la cualidad de quedar embarazado y a pesar de todo ello, nunca lo han logrado —informó para el alivio de Jimin.

—Gracias.

—No es nada —sonrió—. Entonces, comencemos —anunció.

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Hoy es miércoles mis copitos, mitad de semana!

Espero que hayan disfrutado del cap de hoy, un abrazote y un besote, se les quiere <3