Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 42💋

Leer cap anterior...

💋2/2💋

Conduciendo uno de los tantos autos que poseía Yoongi, Jimin había tomado el menos llamativo, que, dentro de todo, no dejaba de ser lujoso, para conducir a la casa de sus padres sin llamar la atención.

Pero por supuesto, como nada estaba saliendo como él pensaba últimamente, los periodistas lo habían seguido desde el mismo instante en que había salido del estacionamiento hasta la villa privada donde sus padres vivían.

Las noticias habían dicho que su padre estaría hablando desde su casa, así que no le sorprendió mucho contemplar a un grupo de fotógrafos esperando frente al portón, por la oportunidad de tomar una fotografía a su familia.

Con su llegada, ellos se apartaron automáticamente y comenzaron a tomar fotografías aun cuando desde el exterior del auto, no era visible el interior.

No dispuesto a bajar el vidrio de la ventana para poder ingresar el código y así entrar en la mansión, Jimin tomó su teléfono y marcó el número de su madre.

—Estoy aquí, abran —ordenó tan pronto como contestó y cortó la llamada.

Solo pasó un minuto antes de que las doble puertas frente a él se abrieran y Jimin condujo al interior, con estas cerrándose automáticamente tras pasar, impidiendo que más personas entraran.

Y aún a pesar de haberse alejado finalmente de todos los reporteros y fotógrafos, Jimin seguía sintiéndose observado, y no se trataba exactamente por el hombre en traje que se encontraba sentado a su derecha, no, era más bien una sensación bastante familiar y que realmente odiaba.

Deteniéndose frente a la mansión, ni siquiera se preocupó realmente de estacionarse bien o dirigirse al garaje, al contrario de lo que debería de estar pensando sus padres, solo era una rápida visita de la cual esperaba, no repetir nunca más el resto de su vida.

—¿Es necesario que entres en la casa conmigo? —preguntó observando a su guardaespaldas.

—Mis órdenes fueron seguirle a cada lado fuera del departamento, no dejarle ni un minuto solo y no permitir que nadie lo lastime —anunció el hombre sin mirarle.

Jimin asintió lentamente y soltó un suspiro solo un poco tembloroso.

—¿Le dijiste a Yoongi que veníamos aquí?

—Le informé que salimos del departamento —respondió y se quitó el cinturón de seguridad para bajarse primero y así comprobar que no había nada raro afuera.

Observando la entrada de la mansión, Jimin tomó una profunda respiración y quitó las manos del volante, seguido el cinturón de seguridad. Con su puerta siendo abierta, se bajó del auto y contempló a su alrededor.

Al reconocerle a pesar de la distancia, los periodistas y fotógrafos que esperaban fuera de la propiedad se volvieron locos gritando sus preguntas y tomando fotografías.

—Si esto es una villa privada, ¿realmente pueden estar ahí? —preguntó, a pesar de que ya se hacía una idea de la respuesta.

—Con el permiso de alguien que viva aquí, sí, señor —respondió cubriendo su figura con su gran cuerpo.

Sí, eso suponía.

Torciendo sus labios en una mueca, Jimin sacó su teléfono y le envió un mensaje a su pareja diciéndole dónde estaba.

Si Yoongi se llegaba a enterar de dónde se encontraba en ese momento, deseaba que fuera por él mismo y no por los buitres de la sociedad, aunque eso significara que su pareja se enojara con él.

Quitándole el sonido, volvió a guardar el celular y se dirigió a su antigua casa con su sombra siguiéndole de cerca.

Al menos, su nuevo guardaespaldas era más comunicativo que el anterior y tenía la habilidad de desaparecer en la sombra cuando el momento era necesario y aparecer cuando era conveniente.

Deteniéndose bajo el porche, alzó su mano para tocar la puerta y se detuvo a sí mismo, dudando. Como si supieran que comenzaba a dudar, esta fue abierta y el mayordomo de la casa apareció ante él.

Sin una palabra o emoción en su rostro, retrocedió un paso, permitiéndole pasar.

—Sus padres le esperan en el jardín trasero —anunció cerrando la puerta y abandonándolos tan pronto como estuvieron en el interior.

Observando la mansión, Jimin no pudo evitar tener el mismo sentimiento cada vez que estaba ahí.

Fría.

Esa era la sensación que daba la casa pintada de blanco, dorada y negro. Y a pesar de que desde el exterior la lujosa mansión creaba la ilusión de ser una perfecta casa para una hermosa familia, la verdad es que era innecesariamente grande y extravagante, sin sentimiento alguno.

Las paredes estaban pintadas de un blanco puro y solo cuadros de pinturas famosas los decoraban junto a muebles con sus obras de algún artista reciente o un jarrón antiguo.

Ese era un lugar de revista, no un hogar realmente.

Con sus zapatos haciendo eco en el pulcro piso mientras caminaba, la nariz de Jimin se arrugó con desagrado al presenciar que todo en esa casa seguía exactamente igual.

Parándose bajo las dobles puertas de vidrio abiertas, Jimin contempló la hermosa terraza que daba una vista al jardín trasero bien cuidado y una gran piscina.

Y en aquellos sofás que un decorador había ubicado estratégicamente en la terraza, se encontraban sus padres hablando junto a un hombre que no conocía, con videocámaras rodeándolos como si buscaran la mejor toma de su padre.

Frente a ellos, otro hombre le observaba con atención mientras revisaba sus tarjetas.

—Hasta que finalmente llegas —espetó su padre al verle—. Sabía que vendrías, toma asiento, estamos hablando sobre cómo será tu disculpa pública para resolver todo este problema que armaste —ordenó señalando el restando sillón, sin mirarlo.

Por supuesto que su padre ya tenía planes para él, como siempre.

—Lamento las molestias que podría haber causado al presentarse aquí, señor, pero eso no va a suceder —anunció hacia el periodista, logrando que todos le observaran.

—¿Qué dijiste? —preguntó Seung-woo, observándole fríamente.

—Vine a hablar contigo, padre, no a organizar una disculpa pública por tus propios errores —dijo firme.

—Creo que será mejor que se tome un momento en la casa mientras resolvemos este pequeño inconveniente —anunció la persona encargada de la imagen de su padre, invitando tanto a la madre de Jimin como a su invitado, al interior de la casa.

Quedando a solas con su padre, Jimin le observó sin ningún deseo de acomodarse tomando asiento, o eso indicaría que se quedaría más tiempo de lo necesario y eso no iba a ocurrir.

—¿Por qué? —preguntó finalmente—. Por qué hiciste esa maldita conferencia anunciando al mundo que fui yo quien ocultó mi propio estado como m-preg cuando ambos sabemos que fueron ustedes —expresó controlando la furiosa tormenta que despertaba en él con tan solo recordar todo lo que su padre había dicho.

—Ya eres una desgracia para nosotros, al menos sé útil en algo —expresó con frialdad.

—¿Ser útil? —repitió incrédulo—. Y quién crees que en todo este tiempo se ocupó de ocultar y arreglar cada problema en el que te metías tú o tu querida Su-ji, mi tía Minah o incluso mamá —espetó—. Y no trates de darme por menos que en cuanto me alejé de ustedes, cayeron en picada.

—Solo porque tú te esforzaste en hundirnos —acusó—. Utilizaste las malditas influencias de ese tipo para arruinarnos a cada uno de nosotros —escupió.

—No, ustedes mismos con sus acciones y palabras fueron lo que provocaron todo esto, yo ya me había desligado de esta maldita familia y aun así no quisieron soltarme —expresó—. Yoongi no hizo nada más que apoyarme en todo el proceso, protegerme.

—¡Mi carrera está arruinada por culpa de ese bastardo! —gritó alterado—. Todo porque tú no pudiste seguir con tu cabeza baja, obedeciendo, sino que te fuiste con el enemigo —exclamó furioso, levantándose de su asiento.

—Yoongi no tenía ningún interés en ti o tu maldita carrera hasta que comenzaste a molestarme —aclaró—. Él no hizo nada más que protegerme al descubrir el monstruo que eres no solo tú, sino que toda esta maldita familia cegada por el poder y el dinero, la ambición —expresó—. Me odiaste y despreciaste toda tu maldita vida solo por ser un m-preg, algo que ni siquiera yo mismo podía controlar. Y como si no fuera suficiente ocultármelo, inventaste una enfermedad para meterme en estudios clínicos que ni se han aprobado para borrar esa parte de mí, y luego lo usaste a tu conveniencia —acusó.

—De algo tiene que servir que seas un fenómeno enfermo como esos bastardos —se burló—. ¿O qué? ¿Realmente creías que alguien te podría amar siendo la basura inservible como eres? —dijo, observándole con desprecio.

—¿Y qué vas a saber exactamente tú de amor cuando sigues engañando a mi madre en cada maldita oportunidad que tienes con su propia hermana? —indicó—. Y no digas que lo invento, porque Yoongi encontró muchas pruebas al respecto.

—¿Qué hiciste qué? —exclamó su madre, apareciendo.

—Ahora no es momento, SeonMi —descartó fríamente.

Jimin observó como su madre pareció rendirse con tan solo esas palabras, pero al observarlo, enderezó sus hombros y volvió a observar a su marido.

—¿Que no es momento? —repitió—. Todo este tiempo me trataste por menos no sólo por dar a luz a un m-preg, sino que me acusabas de ser una perra infiel cuando tú te estabas acostando con mi maldita hermana, aun cuando juraste nunca más hacerlo —dijo con odio, acercándose y empujándole por el pecho.

—Te dije que ahora no es momento, mujer —ordenó alzando su mano, pero fue Jimin quien detuvo el golpe.

—No, ya no más golpe a ninguno de los dos —indicó, empujando su mano lejos y observó a su madre—. Yo estaba hablando con él primero, tendrás que esperar tu turno si deseas hablarle.

—No —anunció, alzando su mentón y apretando sus labios temblorosos—. Ya estoy cansada de toda esta mierda también, me iré de esta maldita casa —espetó alejándose.

—Ves lo que logras, destruyes todo lo que tocas —acusó.

—Yo no he destruido nada, solo fuiste tú mismo como siempre y para no asumir la responsabilidad, me estás culpando a mí de ello —aclaró—. ¿Y sabes qué? Me alegro de que finalmente te haya dejado, ella no es la mejor madre del mundo y no ganaría ningún premio, pero me puedo imaginar la forma en que la trataste para mantenerla a tu lado.

—Madre e hijo son iguales —sonrió de forma desagradable—. Una palabra dura, un golpe firme y se mantuvieron a mi lado como los peones que son —dijo arrogante.

—Éramos —corrigió—. Solo mira a tu alrededor, ya no tienes nada a tu lado que te sirva, y tu flujo de constante dinero se ha ido —se burló—. Porque no me sorprendería que mantuviste a mi madre a tu lado solo por su dinero, ya que el abuelo no le dejó nada a la tía Minah al seguramente saber que arruinaría y gastaría todo en cosas superficiales. Tu imperio está cayendo.

—No, yo no me estoy cayendo. Tu madre volverá, es igual a ti, no puede mantenerse lejos de mi por mucho tiempo —se burló—. ¿Cuántas veces crees que ha intentado dejarme sin éxito?

Si, Jimin podía entender exactamente ese sentimiento de miedo y culpa, aquellos demonios que no le dejaban en paz y la firme cadena alrededor de su tobillo.

—Bueno, esta vez no estará sola —anunció.

La sonrisa de su padre solo se hizo más grande.

—¿En verdad piensas ayudar a la misma mujer que te trató igual o peor que yo? —se burló—. ¿Aquella que te ignoró y apoyó ese tratamiento que mencionaste? ¿Esa, que más de una vez intentó dejarme abandonarte a tu suerte conmigo?

—No lo haría porque es la mejor madre o porque la estimo, es más porque sé lo que es estar encadenado a tu lado y lo que es soñar con la libertad —expresó—. No la culpo por estar tan desesperada por querer dejarte, incluso si significaba dejarme en el proceso, ¿quién querría estar con alguien como tú para el caso? —se burló—. Yo tuve la suerte de conocer a mi pareja, quien me apoyó y aprecio como ustedes nunca hicieron, y yo seré ese apoyo para ella solo para que no vuelva a caer en el mismo error —prometió observándole con desagrado.

—Intenta lo que quieras, ella conoce su lugar y volverá.

—Yo también conocía mi lugar y adivina qué, no volví y te superé —expresó enderezando su postura—. Superé tus palabras de desprecio, tus golpes y tu asqueroso control.

—No, tú piensas que lo has superado, pero no es más que una ilusión que creaste, si no ¿por qué estarías aquí? —expresó con arrogancia.

—Porque tú, maldita basura despreciable, no dudaste en usar a mi hijo para tu propio bien —exclamó—. Él solo era un ser inocente que se vio afectado en todo esto por tu maldito desprecio hacia los m-preg.

—Por favor, no quieras acusarme de que perdieras a esa basura, tú fuiste quien se cayó por las escaleras —dijo desinteresadamente.

—Exacto, me caí por las escaleras porque la tía Minah fue a buscarme para exigirme que arregle los escándalos que ustedes mismos provocaron y al negarme, ella no dudó en empujarme —anunció—. Yo no me tiré ni esa mujer intentó ayudarme como expresaste a todo el mundo, yo ni siquiera sabía entonces de la existencia de mi bebé, porque todo este tiempo creí que era otro hombre normal solo porque tú decidiste ocultar e intentar borrar esa parte de mí —exclamó furioso.

—No metas a tu tía en esto, ella solamente estaba intentando ayudar, no solo estabas arruinándome a mí, sino que también a tu prima Su-ji, si tan solo hubieras aceptado tu papel...

—¿Mi papel? —interrumpió—. Yo no debería de tener ningún papel más que el de tu hijo, no soy tu empleado ni nada —le recordó—. Ella solo fue a exigirme cosas por miedo a perder todo lo que tenía, porque Su-ji y tú malditamente no pueden verme siendo feliz mientras ustedes son infelices con sus asquerosas vidas.

—Deja de meter a tu prima en el asunto, tienes que superar tu envidia hacia ella...

—¡No es envidia! Hace tiempo que dejé de tener cualquier sentimiento hacia ella —exclamó—. Si decidiste amarla a ella y complacer todos sus caprichos para mantener feliz a tu amante, bien por ti, ni siquiera me sorprendería si realmente resultara ser tu hija, ambos son igual de malvados y despreciables, pero no intentes cubrir todo lo que me ha hecho Su-ji con la palabra envidia porque hace tiempo que dejó de tratarse de eso —indicó.

—Deja de hablarme así, soy tu maldito padre y merezco respeto —ordenó furioso.

—No, tú no tienes ningún derecho de hacerte llamar mi padre, nunca has sido uno y si tú no me respetas como tal, ¿por qué tendría yo que respetar te a ti? —negó—. Ya sea que hicieras todo esto para salvar a tu amante o a ti mismo, no me importa, pero no vuelvas a mencionar a mi hijo en todo esto —ordenó—. Puedo soportar que me insultes, golpees e intentes utilizarme, pero no a este ser inocente que ni siquiera pudo llegar a conocer este mundo por tu egoísmo —aclaró, tocando su vientre con una mano.

—¡Ser inocente! —exclamó divertido—. ¡Minah le hizo un favor a todos al deshacerse de ese fenómeno! Todo el mundo estaría mejor si ustedes, los malditos m-preg y cada gay del mundo dejaran de existir para ensuciar este planeta —expresó—. Si ella no lo hubiera hecho, yo me habría encargado de ello, ningún fenómeno llevará el apellido Park en él, suficiente hubo contigo.

—Para tu información, llevaría el apellido Min, que supera mil veces el Park —exclamó—. Yo también preferiría haber llevado cualquier otro mil veces antes que el tuyo, porque no quiero estar emparejado a un monstruo como tú —escupió—. Fue una verdadera bendición cuando me casé y acepté que mi apellido fuera Min.

—¡Eso es suficiente! —espeto alzando su mano en forma de puño—. Supongo que debería de enseñarte una lección como antes, tal vez volver al interior del clóset te recuerde a ser un buen hijo —amenazó oscuramente.

Pero antes de que pudiera llegar a él, la sombra de Jimin apareció y se interpuso en su camino, impidiendo que su padre siguiera avanzando.

—¿Sabes? Muchas veces a lo largo de los años me pregunté qué hice mal, por qué ustedes no me querían, por qué nunca podía hacer nada bien y cumplir con sus expectativas —expresó, parándose al lado de su guardaespaldas—. En las noches lloraba preguntándome por qué no me amaban y qué debía de cambiar en mí para que lo hicieran, solo era un tierno niño buscando el amor de sus padres —sonrió triste—. Hoy, puedo decir que yo nunca estuve mal, todo este tiempo fueron solo ustedes, porque ustedes debían de haberme amado tal cual como soy sin la necesidad de cambiar nada en mí mismo —dijo seguro—. Hoy en día, gracias a Yoongi, sé lo que es ser amado por lo que eres, lo que es vivir y disfrutar, amarse a sí mismo —le observó—. Y yo deseo seguir viviendo mi vida de esa forma, lejos de ustedes y todos sus problemas de mente cerrada y ansiosa de poder. Dejen de buscarme e incluirme en sus problemas, porque ya no deseo relacionarse con ustedes nunca más de ser posible —ordenó comenzando a alejarse.

—¡Eres un maldito Park, no puedes escapar de mí! —gritó su padre a sus espaldas.

—Hace tiempo que dejé de ser un Park, me casé con Min Yoongi, ¿recuerdas? —respondió sin mirar atrás, alejándose de ese infierno llamado padre, su familia.



_________________________________________________

Espero que les haya gustado esta pequeña sorpresita mis copitos! Les deseo un buen inicio de semana, se me cuidan y recuerden que hay alguien que les quiere ❤

Un abrazote y un besote, nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro