Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3💋


Compartiendo una superficial conversación con el senador Park, Yoongi sonrió y asintió sin escuchar realmente lo que el hombre le hablaba.

En sus ojos y mente, estaba cierto rubio que se mantenía alejado de su familia, más de lo usual, lo cual por supuesto que llamaba su atención.

Como siempre, Park Jimin vestía un aburrido traje color gris con unas tallas más grandes que no hacia gloria del cuerpazo que poseía, y si no fuera porque había visto aquellos marcados músculos y delgada cintura, Min habría creído que utilizaba ese tipo de ropa para esconder su gordura o algo así.

Pero no, por lo que se preguntaba si Jimin tenía realmente algún gusto de moda o era tímido para mostrar su cuerpo.

Distanciado de todos los demás, incluso de aquel amigo que lo acompañaba a cada una de las fiestas, Jimin parecía estar algo... Irritado, a punto de explotar si lo observaba bien y eso...

Eso no anunciaba nada bueno.

El chico probablemente podría arruinar su noche si hablaba de lo sucedido en las Vegas, aunque estaba la posibilidad también de que hubiera soltado todo el cuento antes de que llegara y por ello parecía que la familia lo había distanciado.

Y sí, no había forma de que lo negaran cuando antes por lo menos disimulaban un poco, aunque fuera con uno de los miembros turnándose para pasar, por lo menos unos minutos con el aburrido chico.

Pero si fuera así, más de alguno ya le habría mencionado algo al respecto y no estaría la supuesta "paz" Que los rodeaba luego de una gran cena lujosa e incómoda, tensa.

Tenía que buscar el momento oportuno para hablar con Jimin y así pedirle que firmara ese papel de divorcio o Jungkook y Namjoon estarían jodiéndole al respecto, sin contar que su boda tendría que verse retrasada y aunque no le importaría decir la verdadera razón de ello, no quería crear problemas si podía evitar el drama.

Pero buscar el momento oportuno estaba siendo algo difícil cuando tenía a Su-ji apegada a su lado y con cada familiar abordándolo por separado cada vez que eran liberados.

—¿Cierto, cariño? —preguntó su prometida.

Yoongi parpadeó y la observó.

—Perdón, ¿de qué hablábamos? —preguntó sonriendo para que no se percataran de su desinterés.

—¿Muchas cosas en la mente? —preguntó el senador Pak con una suave sonrisa comprensiva—. ¿Trabajo? ¿O la boda?

—Por supuesto que es por ambos, tío —sonrió la hermosa castaña de ojos azules—. Y lamento haberte molestado cuando tenías tanto trabajo —expresó con un puchero, apoyando un costado de su cabeza en su hombro.

—No, está bien —respondió con su mirada siguiendo el camino por el cual se retiraba Jimin y su amigo—. Un hombre inteligente siempre puede dividir bien su tiempo.

—Eso es cierto —apoyó el señor Park alzando su copa—. Ojalá pudiera decir lo mismo de mi hijo —negó.

—No hables mal de Jimin oppa, tío —regañó Su-ji—. Él siempre se esfuerza para estar a la altura de tus expectativas —indicó.

—Lamentablemente, nunca parece lograrlo —comentó despectivamente.

—Si vas a comenzar a hablar mal de Oppa, mejor me retiro un momento —anuncio observando no muy feliz al senador Park antes de observar a su prometido—. Vuelvo enseguida.

Asintiendo y recibiendo un beso en su mejilla, Yoongi contempló como su prometida se retiraba.

—Siempre se coloca así cuando hablamos de Jimin —negó el señor Park volviendo a llamar su atención.

—Es su primo, y lo estima a pesar de lo poco que lo hace este —se encogió de hombros.

—Desde pequeños que Jimin ha estado celoso y envidioso por recibir la misma atención que Su-ji, pero ella es la menor de la familia, me parece infantil de su parte —explicó con la reprobación marcada en los rasgos de su rostro.

—Algo me ha comentado Su-ji —asintió con una idea surgiendo en su mente.

¿Y si Jimin se había acostado a propósito con él en las Vegas solo para lastimar a Su-ji?

Tal vez no diría públicamente lo que había ocurrido para no molestar a su padre, pero sí podría contárselo solo a su novia para molestarla.

Uhm... Era una posibilidad que no podía descartar del todo considerando la relación de ambos primos.

—¿Y cómo te fue en tu fiesta de soltero? —preguntó el senador Park—. ¿Algo digno de recordar? —bebió un sorbo de su copa y le observó con interés.

Por supuesto que el senador Park se iba a enterar de su improvisado viaje a pesar de que había logrado que Jungkook omitiera la mayor parte de la información de este debido al pequeño inconveniente que sucedió con Jimin, un hombre tan importante e imponente como él seguramente le gustaba estar informado de todo.

—Bueno, muchas cosas a decir verdad —respondió finalmente y sonrió metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón—. Pero como dice el dicho, lo que sucede en las Vegas...

—Se queda en las Vegas —completó el contrario y asintió con aprobación.

—Exacto —asintió y observó como el amigo de Jimin volvía a aparecer en la fiesta, lo que significaba que en ese momento el hijo del senador se encontraba solo en el jardín trasero.

Y a juzgar como nadie parecía interesado en su ausencia, bien podría tomar la oportunidad para hablar con él.

—Si me disculpa, iré por una copa de champán mientras busco a Su-ji —anunció.

—Por supuesto —accedió el padre de Jimin, Park Seung-woo, alejándose y dándole la oportunidad a Min.

Observando a su alrededor, Yoongi comenzó a dirigirse hacia la salida del jardín trasero, evitando ágilmente a los invitados. Asegurándose de que su prometida se encontraba ocupada conversando con alguien, salió y la fresca brisa golpeó su rostro mientras miraba a su alrededor.

Cuando finalmente encontró a quien buscaba lejos de los ventanales que daban una perfecta vista a la sala donde la mayoría se encontraba, se detuvo un momento para contemplar lo tenso que parecía estar Jimin a juzgar por sus hombros y sus manos hechas puños a sus costados.

Interesante, algo parecía haber molestado al niño complaciente.

Pasando una mano por su cabello, desordenándolo, Jimin se percató de su presencia, pero no hizo más que torcer sus labios e ignorarlo, concentrándose en el jardín frente a él.

—¿Le dijiste a alguien lo que ocurrió en las Vegas? —cuestionó acercándose.

Jimin resopló.

—¿Por qué? ¿Qué hay de malo en que lo haya hecho? —cuestionó con tono amargo—. Tu imagen de perfecto millonario y empresario no va a cambiar con ello.

—Lo has planeado todo, ¿no?

—¿Perdón? —exclamó observándole confundido, con sus cejas levemente fruncidas y sus labios torcidos.

—Tengo razón —asintió—. Seguramente cuando apareciste en las Vegas, a saber por qué razón, te encontraste conmigo y le pusiste algo en mi bebida que no me dejó pensar ni recordar los sucesos de esa noche —expresó pensativo.

—Oh, ¿en serio? —preguntó el menor, divertido.

—Sí, porque odias tanto a Su-ji que estarías dispuesto hasta de acostarte conmigo solo para después echárselo en su cara para lastimarla —indicó aburrido.

—Interesante que digas eso cuando fuiste tú quien me ofreció un trago esa noche, me invitaste a bailar, me llevaste a otros bares y colocaste esto en mi mano —anuncio alzando su mano, revelando una réplica exacta del anillo que Yoongi seguía teniendo también.

—No, eso es mentira —negó—. ¿Por qué yo haría algo como eso? —exclamó frunciendo el ceño.

—Dijiste que no recuerdas nada, ¿cómo sabes que estoy mintiendo? —argumentó.

—Porque eres alguien tan infantil y celoso con Su-ji que estás dispuesto hasta de hacer algo así —respondió con un encogimiento de hombros.

La diversión en el rostro del rubio desapareció instantáneamente con sus palabras, y por el contrario, parecía volver a estar enojado, a punto de estallar.

—Será mejor que no hables si no sabes nada, señor Min —espetó fríamente.

Suficiente había tenido con la estúpida cena donde no solo Hoseok, sino que también Su-ji le había atacado sin descanso, como si quisiera hacer ver a los demás lo indigno y estúpido que era, sacando a relucir eventos del pasado que lo hicieran ver como un completo asno con la perfecta princesa.

Un plan bastante malvado a su parecer solo para que si soltaba lo que había hecho Su-ji, nadie le creyera, y un plan... Qué su padre había participado sin problema, aun si no estaba enterado del porqué sus primos estaban siendo tan odiosos.

—Ah, pero al contrario de lo que tú crees, sí sé toda la verdad de ti —le sonrió arrogante—. De la envidia que siempre le has tenido a mi prometida por el simple hecho de capturar más atención en la familia Park, incluido tus propios padres.

—¿En serio? ¿No me digas que te lo ha dicho ella? —le enfrentó con una sonrisa falsa—. Vamos, dígame, señor Min, ¿qué otra cosa le ha dicho la santa Su-ji?

—No es necesario repetir todo, es bastante obvio con tu forma de actuar con ella —resopló y observó hacia otro lado.

Apretando sus labios juntos, Jimin dio un paso adelante, acercándose más a Yoongi y logrando que este le volviera a mirar con aquella mirada aburrida.

Aquella que siempre le mostraba cuando se encontraban juntos, excepto esa noche en las Vegas.

—Entonces, ella te habrá dicho de las veces que hizo algo mal cuando era pequeña y me culpaba de ello, cosa que aún ahora no ha cambiado —resopló—. Ah, y también te contó de las veces que me lastimó físicamente fingiendo haber sido un accidente. De cada vez que obtenía ropa o un juguete nuevo, ella sentía tanta envidia que terminaba robando mis cosas, algo que no ha cambiado para nada a estas alturas —anunció—. Porque cada vez que Su-ji se da cuenta de que siento interés por algo o alguien, me lo arrebata.

—¿Dices que estás enamorado de mí y por eso me drogaste en las Vegas? —alzó una ceja.

Lo que por supuesto que tendría sentido también para Yoongi.

—No, lo digo porque ella sabía que Kang era mi novio y aun así se acostó con él —le sonrió ladino—. ¿Y la forma de enterarme? Una foto de ella desnuda con mi ahora ex en su cama —dijo con desagrado.

—No es necesario que mientas para salir de esto, si estás enamorado de mí... —Yoongi guardó silencio cuando el rubio alzó su teléfono colocándoselo en el rostro.

—¿Te parece que miento? —se burló.

Min juntó sus cejas y tomó el teléfono al contemplar a su perfecta novia sentada en una esquina de la cama, tapando parte de su cuerpo desnudo con una sábana que compartía con el hombre detrás de ella, quien dormía placenteramente con el torso descubierto expuesto.

Su-ji sonreía a la cámara con los dedos índice y el posterior a este, alzados, formando una v y colocados sobre su rostro en su ojo en una expresión de pura satisfacción malvada.

Más abajo, Yoongi leyó el mensaje y su mandíbula se tensó con ello.

—Pudiste haber preparado todo esto —expresó con cara de póker, sin dejar que el contrario contemplara como estaba comenzando a dudar.

—Por supuesto, porque molestar a Su-ji es mi pasión, ¿no? —se burló recibiendo de vuelta su teléfono—. Si quieres pruebas concretas, ven a este hotel una hora después de que termine la fiesta —anuncio entregándole una tarjeta.

—¿Por qué crees que te haría caso en esto? —preguntó deteniendo a Jimin que comenzaba a alejarse.

—Porque eres un hombre demasiado arrogante y orgulloso como para no comprobar que ella te ha estado mintiendo todo este tiempo —expresó—. Ah, y por cierto, tal parece que todos saben sobre su engaño y lo han cubierto y descartado con el pensamiento de que alguien como Min Yoongi no le sería fiel a una sola persona —soltó una risa irónica—. Descuida, es lo que ellos siempre hacen, le echan la culpa a los demás con tal de dejar libre a Su-ji, pero es algo que te acostumbras.

Un destello sincero y triste apareció en aquellos ojos grises azulados antes de que Jimin finalmente se retirara volviendo a la fiesta.

Frunciendo el ceño, Yoongi contempló la tarjeta en su mano y algo incómodo se movió en su estómago cuando ciertas cosas, comenzaron a calzar más con la historia de Jimin que con la de Su-ji.

Sin contar, que aquella mirada parecía ser más sincera que cualquier otra cosa.

Nunca se había percatado en realidad que Jimin tenía un destello azul en sus ojos grises, era un bonito tono que calzaba en su rostro.

—¿Amor? —llamó su prometida, buscándolo.

Guardando la tarjeta en su bolsillo, Yoongi volvió a la fiesta como si nada hubiese ocurrido.

—¿Qué sucede? —preguntó una vez estuvo a su lado.

—Nada, solo me extrañaba no haberte visto —contestó con una sonrisa, colocando sus manos en su brazo—. ¿Estabas con Jimin?

—¿Quién? —expresó confundido.

—Mi primo, bobo —sonrió radiante.

—Ah, él —musitó observando como Jimin y su supuesto novio salían de la fiesta—. No, estaba solo afuera —le observó—. ¿Por qué?

—Nada, solo temo que diga algo para arruinar el momento más feliz de mi vida, ya sabes cómo es él —explicó con expresión triste—. Siempre arruina todo lo que me da alegría —expresó y llevó sus manos cuidadas hacia su boca—. Dios, no le digas a los demás de esto o solo le traerás más problemas —pidió, pero tal parecía que ella ya se había encargado de decírselo a todos a juzgar por cómo había cambiado el ambiente con Jimin dejando la fiesta.

Realmente... ¿Con quién había estado saliendo todo ese tiempo?


💋1/2💋

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro