Capítulo 22💋
—Un momento —gritó Jimin mientras buscaba las llaves de su casa.
Cuando finalmente las encontró, se apresuró a ir a la entrada, sacando su chaqueta blanca de uno de los ganchos del perchero en la pared antes de colocarse sus zapatos y abrir la puerta.
—Eres la primera persona que me hace esperar —acusó Yoongi con sus labios fruncidos.
—Lo siento, no encontraba mis llaves —se excusó colocándose su chaqueta—. ¿Qué? —preguntó y se observó a sí mismo cuando aquellos ojos ámbar recorrieron todo su cuerpo.
—La persona sí hace el traje... —murmuró Min, contemplando lo bien que se veía el joven rubio con aquellos ajustados jeans negros rasgados en las rodillas, la camiseta de igual forma negra y un poco transparente que se apegaba a su torso y por supuesto, una chaqueta blanca sin botones para destacar y formar un perfecto conjunto.
—¿Qué? —repitió Jimin, juntando ligeramente sus cejas sin haber podido escucharle—. ¿Debo de cambiarme? Pensé que íbamos al bar —expresó confundido.
—No, así estás bien, muy bien —se aclaró la garganta—. Al mejorar tu estilo de ropa se puede apreciar mucho mejor tu belleza que antes —indicó retrocediendo un paso.
—Gracias —sonrió Jimin sin poder evitarlo, tomando las palabras de Yoongi por lo que eran, un halago.
O al menos así había sonado para él.
Cerrando la puerta de su casa, se volvió y observó la mano de Yoongi estirada hacia él un segundo ante de tomarla.
—¿Seguro de que está bien que no vaya en mi auto? —preguntó bajando los tres escalones y observando la limusina que les esperaba.
—¿Para qué preocuparse por conducir cuando tengo personas que lo pueden hacer por nosotros? —expresó Min indicando que entrara primero.
Obedeciendo, Jimin se subió y se corrió dándole espacio a Yoongi a su lado. Observándole entrar, mordió ligeramente su labio inferior al contemplar como sus pantalones se estrechaban en sus piernas y su camisa blanca mostraba un poco más allá de las clavículas gracias a la inclinación al sentarse y que los primeros botones de esta estuvieran abiertos, al igual que su chaqueta negra.
Yoongi le había dicho que se apreciaba bien, pero la verdad es que él se veía mucho mejor a su parecer.
Jimin no sabía si era su confianza, arrogancia o solo su belleza varonil, pero quisiera o no había algo en Min Yoongi que provocaba mirarlo.
—¿Jungkook y Tae? —preguntó cuando la puerta se cerró y su acompañante le observó.
—Jungkook prefirió ir en su propio auto, así si Taehyung se aburre y quiere irse antes lo puede hacer sin quitarnos el transporte —explicó—. Tonto, lo sé, como si no pudiéramos conseguir un taxi o los mismos guardias que nos siguen no nos pudieran llevar —bufó.
Jimin soltó una pequeña risita al saber que Taehyung había tenido razón al decir que Yoongi le daba más trabajo a Jungkook que él mismo.
—¿De qué te ríes? —le observó interesado.
—¿Yo? Nada —le sonrió hasta perder sus ojos en el acto.
—Si, claro —bufó—. Mejor dime cuál es la importante noticia que Taehyung nos tiene que decir.
—¿Por qué crees que yo sé al respecto? —alzó una ceja.
—Porque se ha estado juntando contigo últimamente, y Jungkook dice que cada vez que vuelve está más feliz que nunca —respondió obvio—. De alguna forma, tú estás involucrado en todo esto.
—Tienes razón, yo sé qué es lo que quiere decirles —asintió—. Pero yo no hice nada realmente, él lo hizo todo y no, no te diré nada porque no quiero arruinar su sorpresa.
—Tengo derecho a saber las cosas antes de que sucedan —indicó con sus cejas fruncidas.
—¿Bajo qué criterio trabaja ese derecho? —cuestionó interesado, divertido más que nada.
—Por ser el hombre con más dinero y sexy de este siglo —anuncio con arrogancia, sonriendo incluso de aquella forma que provocó nuevamente burbujas en su estómago.
—Buen intento —le sonrió y desvío su mirada un momento hacia la ventana—. Pero Tae es mi amigo y no le arruinaré nada.
—Pero yo también soy tu amigo —le recordó Yoongi colocando su mano en su muslo, cerca de su rodilla donde la piel era expuesta.
Un pequeño escalofrío recorrió el cuerpo de Jimin ante el contacto de su piel, irrevocables recuerdos de su tiempo en cierto hotel en las Vegas vinieron a su mente e inmediatamente lo reprimió.
—Además, si lo pensamos, yo tengo un puesto más alto que él al también ser tu esposo —le recordó.
—Ooh, eso es jugar sucio, Hyung —le observó con una pequeña sonrisa de labios que contrarrestaba su mirada entrecerrada.
Yoongi lamió sus labios—. Solo es la verdad —se encogió de hombros.
—Si, ya te quiero ver en menos de ¿cuánto? ¿Cinco o cuatro meses? Diciendo lo mismo —se burló en una pequeña forma de ponerse a sí mismo en su lugar.
Y joder... ¿Por qué decir esas palabras dejaban un amargo sabor en su paladar?
Hasta las burbujas en su estómago habían desaparecido tras decir aquello.
¿Yoongi se sentiría igual que él? No, dudaba seriamente que eso sucediera.
Min Yoongi tenía que encontrar a la esposa perfecta para que perteneciera a su familia de renombre, él nunca estaría calificado en ese puesto, por algo en el contrato había especificado que no se enamorara de él.
Sí, si surgía la posibilidad, ambos podrían incluso tener sexo, pero ¿y si eso terminara arruinando las cosas entre ellos más adelante? ¿Su amistad?
Yoongi seguía siendo un amigo, una de las pocas personas que realmente le prestaba atención y le ayudaba en sus problemas, no deseaba... Perderlo de ninguna forma.
—Hey, te perdiste por un largo minuto —indicó Yoongi apretando su pierna para llamar su atención—. ¿Estás bien?
—Uh, sí —asintió sacudiendo ligeramente su cabeza—. Es solo el trabajo que mantiene mi mente ocupada, esta salida me hará bien —prometió forzando una pequeña sonrisa—. Se lo debemos a los chicos por dejarles plantados también.
—¿Has cuidado de tu gastroenteritis? —cuestionó con seriedad.
—Le presté la misma atención que anteriores veces —se encogió de hombros no muy interesado.
Min frunció el ceño.
—No me mires así, Yoongi-sshi —pidió.
—¿Cómo quieres que te mires si prácticamente me dijiste que no te cuidaste? —espetó con disgusto.
—Yo no dije exactamente eso —pronunció bajo.
—Decir que le prestaste el mismo cuidado que veces anteriores, es decirme que no te cuidaste —argumentó.
—¿Por qué estás tan seguro de ello?
—Porque si los demás no se preocupaban por ti, entonces tú menos lo hiciste por ti mismo —expresó con franqueza.
Jimin torció ligeramente sus labios al saber que era verdad.
—Pero ya estoy mejor, da igual —prometió dejando su mano sobre la de Yoongi—. Olvídate eso, esta noche se supone que es para divertirnos y relajarnos —le recordó—. Es verdad que no sé mucho de tu trabajo, pero sé que eres el CEO y eso es mucha responsabilidad.
—Tengo personas que se encargan del trabajo, lo mío realmente es el tomar las decisiones cuando no tengo una idea genial —anuncio como si no fuera nada—. ¿Tus padres no te han vuelto a molestar? —recordó.
—No desde aquella cena. Supongo que finalmente aceptaron que esto no es solo una fase rebelde y no volveré a ser su herramienta —comentó con una expresión algo amarga—. Solo me preocupa un poco que mi padre esté tan callado con las reelecciones tan cerca, temo que esté planeando algo para dar vuelta el juego —expresó.
—Jungkook me mantiene al tanto, toda su imagen se fue en picada y casi el cincuenta por ciento que lo apoyaba lo ha dejado ahora que ha demostrado su verdadero rostro —pronunció—. No creo que algo que haga o diga en este momento arregle mucho las cosas.
—¿Y Su-ji? —preguntó.
—Desde su supuesta preocupación por nuestra relación por no vivir juntos y lo que sucedió con tu secretaria que no ha intentado nada —respondió—. Jungkook supo muy bien cómo manejar los medios para que ese tema se olvidara con lo ocurrido en el gimnasio, ahora todos creen que vivimos juntos y solo vas a tu casa ocasionalmente.
—¿Cómo supiste lo de mi secretaria? —cuestionó sin poder evitar concentrarse en ello.
—Yo lo sé todo, niño —expresó con arrogancia, finalmente alejando su mano de su pierna cuando el automóvil se detuvo.
Bajándose del auto, Jimin apenas contuvo la sorpresa en su rostro tras apreciar al grupo de personas con cámaras en la entrada del club. Rápidamente se acomodó al lado de Yoongi cuando este se paró junto a él y lo atrajo a su cuerpo rodeando firmemente su cintura con un brazo.
—Vamos, los chicos nos deben de estar esperando adentro —indicó cerca de su oído, ignorando completamente a las personas con cámaras.
—¿No tenemos que hacer fila? —preguntó cuando se dirigieron directamente a la puerta, pasando cerca de las personas que esperaban pacientemente su turno.
En vez de responder, Yoongi simplemente saludó al gran hombre musculoso que custodiaba la entrada y este inmediatamente se corrió permitiéndoles entrar como si fuera el dueño del lugar.
—Por favor, dime que no eres el dueño —pidió mientras entraban.
—No, pero no hay lugar al que no pueda entrar aquí en Seúl —expresó con una sonrisa llena de arrogancia.
Entrando en la gran habitación, Jimin fue sorprendido por lo elegante y moderno que era el lugar, desde la gran pista de baile frente a la cabina abierta de un DJ, hasta el bar que ocupaba el frente y los asientos cómodos para conversar en el otro extremo.
El espacioso lugar tenía la comodidad para aquellos que deseaban simplemente bailar, conversar tranquilamente o beber.
—¿A dónde vamos? —preguntó cuando Min lo guio hacia unas escaleras.
—Zona vip, niño —respondió con tono obvio mientras deslizaba su mano hacia la espalda baja de Jimin para guiarlo.
Alzando su mirada, Jimin comprobó que, efectivamente, había un segundo piso un poco más tranquilo que la zona de abajo, con un aire más importante y sofisticado. El típico lugar donde los tiburones importantes subían para ver a sus presas.
Para más privacidad, el conjunto de cómodos sofás ubicados al final de la sala estaba separados por biombos de madera con una considerable distancia entre ellos, y en el frente, cerca de las barandillas se encontraban pequeñas mesas circulares con dos o cuatro banquillos que les permitía ver directamente hacia abajo.
—¡Chicos, aquí! —llamó Taehyung, alzando incluso su mano para llamar la atención.
Dirigiéndose a una de las mesas cerca del borde con cuatro banquillos, Jimin saludó a sus amigos antes de tomar asiento, finalmente dejando de sentir el peso de la mano de Yoongi en su espalda.
—Tae quería ver cuando llegaran al bar —explicó Jungkook ante la muda pregunta de su jefe y amigo.
—No vinimos al bar para conversar —señaló la otra zona del segundo piso—. Vinimos a divertirnos y celebrar —exclamó alzando sus brazos con un entusiasmo casi infantil.
—Entonces, ¿finalmente nos dirás qué estamos celebrando? —cuestionó Yoongi.
—¿No le dijiste nada? —preguntó Taehyung, observando a Jimin.
—Te dije que no lo haría sin importar lo que dijera —le sonrió.
—¿Van a pedir algo? —preguntó Jungkook al percatarse de un mesero, llamándolo para que tomara sus pedidos.
—Señores —pronunció el joven parándose cerca de ellos.
—Solo puedo tomar agua, refresco o un zumo —pidió Taehyung—. O un trago sin alcohol.
—Un trago sin alcohol y una cerveza para mí —pidió Jungkook.
—Yo quiero una cerveza o algo de soju —pidió Jimin—. ¿Qué? Me gusta el soju —pronunció cuando los tres le observaron.
—Para él que sea otro trago sin alcohol y para mí una cerveza también —ordenó Yoongi.
—Por supuesto, enseguida vuelvo con sus pedidos —sonrió el joven, alejándose inmediatamente.
—Estoy en un bar, ¿por qué no puedo beber? —refunfuñó Jimin observando a Yoongi que estaba sentado a su lado.
—Porque sinceramente creo que tienes problemas de alcohol si recordamos nuestra noche en las Vegas y por no cuidarte bien esa gastroenteritis —respondió.
—No tengo problemas con el alcohol —refunfuñó—. Yo sí recuerdo todo lo que pasó.
—¿Y crees que eso es mejor? —indicó alzando una ceja.
Jimin se sonrojó levemente mientras sus amigos se rieron por lo bajo.
—Te ves muy sexy esta noche, Minnie —comentó Taehyung—. Yoongi hyung no podrá quitarte los ojos de encima —movió sus cejas juguetonamente.
—Qué cosas dices, Tae —rió suavemente, obviamente sin creer mucho en las palabras del otro.
—Es verdad —anunció repentinamente Yoongi—. Esta noche estarás atrayendo a más de un tipo.
—Oh... Uh... —balbuceó Jimin y Min observó interesadamente como ese leve sonrojo en sus mofletes cambia a rojo intenso, dándole un aire adorable—. No sé por qué, pero siento que este es el mejor cumplido que recibiré de tu parte y fue mucho mejor que el que me dijiste en mi casa —expresó finalmente y sus amigos volvieron a reír.
—¿Qué fue lo que le dijiste a Jimin? —cuestionó Tae interesado.
—No es de tu interés —le espetó alzando su mentón.
Cuando el camarero volvió con sus pedidos, Jimin le agradeció eternamente en silencio porque la atención fuera desviada de él.
—Entonces, ¿salud? —preguntó Jungkook, alzando su cerveza.
—Sí, salud —anunció Taehyung alzando su vaso—. Salud porque gracias a Jimin, he encontrado nuevamente trabajo como modelo y no sólo eso, sino que seré el rostro principal en toda esta campaña —exclamó alegremente.
—Salud —sonrió Jimin chocando suavemente su vaso con el de su amigo.
—¿De qué campaña estamos hablando? —preguntó Yoongi interesado, ignorando como la pareja frente a ellos se felicitaba con abrazos y besos.
—Es el trabajo que me ha mantenido ocupado últimamente —confesó—. Marcas reconocidas se juntaron para apoyar las protestas ante la discriminación por los homosexuales y los hombres m-preg, Taehyung será el modelo para todo lo que tienen planeado —explicó y observó con una sonrisa a su amigo—. Esto le abrirá nuevas puertas que le habían sido cerradas por su condición, puede que hasta cumpla su sueño de ser actor.
—Gracias —pronunció Yoongi.
—¿Por qué? —le observó bebiendo un sorbo de su trago.
—Taehyung es un importante amigo y hace tiempo que había estado triste por no conseguir trabajo —explicó—. Con esto, le has dado el mundo entero otra vez. Tae solo necesitaba una oportunidad para que todos vean lo que se están perdiendo, y tú acabas de dársela.
—Yo no hice mucho —negó—. Todo esto, es por él y su trabajo —aseguró.
—¡Hay que ir a bailar! —anunció repentinamente Taehyung luego de beberse de golpe todo el contenido de su vaso—. Vamos, Jimin —pidió levantándose y tomando de la mano a su amigo.
Sonriente, Jimin simplemente se dejó llevar por su entusiasmado amigo que lo arrastraba escalera abajo, dejando a sus parejas en la zona Vip.
—Jimin es un buen chico —anunció Jungkook con sus ojos siguiendo al par que se metía en la pista de baile.
—Lo sé, solo necesitaba salir de las garras de su familia —asintió.
—No lo vayas a lastimar, Hyung —pidió con tal seriedad que Yoongi le observó curioso.
—¿De qué hablas?
—Taehyung ya me ha declarado que Jimin es su mejor amigo, a mí me cae bien y a Namjoon y SeokJin también. Él realmente es una buena persona que tuvo que esconderse por culpa de sus padres —expresó.
—Lo sé, y a mí también me agrada, es mi amigo —le recordó.
—¿Olvidas la verdadera razón por la cual decidiste juntarte con él? —le observó.
—¿Y eso a qué viene el caso? Jimin es una persona agradable que se ha vuelto un amigo, inesperado, sí, pero ¿qué le voy a hacer? —se encogió de hombros.
—No quiero ser malo, Yoongi, pero ¿y el día en que deje de llamar tu atención? ¿Seguirás actuando igual? —preguntó.
—¿Actuando cómo? ¿Cómo su amigo? —alzó una ceja.
—Puede que estés ignorándolo a propósito o tal vez no, pero no puedes negar que has hecho cosas por Jimin que no has hecho por otros. Lo tratas un poco diferente a un simple "amigos" como nosotros y no lo puedes negar, hasta Namjoon se ha percatado de ello —expresó.
—¿Diferente cómo? —preguntó, sin mirarle.
—¿En serio quieres que te lo diga? —resopló—. Lo llevaste a un parque de diversiones cuando muchas veces expresaste tu desagrado por ellos, constantemente estás teniendo citas con él ya sea para mostrase ante el público o no. Lo llamas para saber de su día, te preocupas por él, lo cuidas y estás pendiente de su salud profundamente. Joder, le diste incluso la contraseña de tu departamento cuando ni a Su-ji ni a tus antiguas parejas lo hiciste y Taehyung me dijo que Jimin le mencionó algo de tú queriendo mostrarle tus otras propiedades —expresó y negó con su cabeza cuando Min solo le observó en silencio—. Sé lo que dice el contrato que le hiciste firmar, dejaste muy claras tus intenciones de no enamorarte, no lo ilusiones.
—No lo estoy haciendo, Jimin también tiene muy claro nuestros términos —pronunció con su mirada desviándose al par, inevitablemente reparando en el hermoso rubio que agitaba su cuerpo al ritmo de la música, siendo tan sensual y atractivo.
—Solo ten cuidado, ambos podrían salir lastimados de esto —pidió otra vez.
Yoongi le observó y asintió lentamente mientras sus ojos se desviaban nuevamente a Jimin, quien le miró y sonrió hermosamente agitando su mano en su dirección, invitándolo a bailar.
Dejando su vaso sobre la mesa, ignoró a Jungkook y bajó las escaleras para reunirse con Jimin, apreciando la sonrisa y mirada sorprendida del hermoso rubio antes de integrarlo a su baile con Taehyung.
Realmente, no tenía un trato tan diferente hacia Jimin.
¿O sí?
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