Capítulo 16💋
Cuando el extraño cosquilleo en su abdomen finalmente se detuvo, Jimin soltó un suspiro de alivio y contempló el perfil de Yoongi mientras este conducía su auto, un hermoso Ferrari negro.
—¿Y Jungkook? ¿Cómo es que te ha dejado ir solo cuando es tu misma sombra? —preguntó finalmente entablando una conversación, interrumpiendo el silencio no tenso que se había formado entre ellos con lo sucedido en su oficina.
—Taehyung tenía un control con el médico hoy —respondió—. Como no le gusta que Tae vaya solo a los hospitales porque generalmente es donde más discriminación hay por parte de los pacientes y el mismo personal, le doy permiso para que lo acompañe —explicó—. Pero eso no significa que me haya dejado sin protección —comentó observando rápidamente por el espejo retrovisor, encontrando aquella van negra que le seguía.
—Hacen un muy buen trabajo logrando que uno no los vea a menos que sea necesario —asintió Jimin sorprendido por ello—. La mayor parte del tiempo no me doy ni cuenta de que alguien está ahí.
—Como debe de ser —contestó y frunció ligeramente el ceño—. ¿Por qué no estaba el guardia contigo en la agencia? —cuestionó.
—Porque es mi trabajo y el señor Choi dijo que era un lugar completamente seguro, por lo que no necesitaba que mi sombra estuviera ahí conmigo cuando la agencia tenía a sus propios guardias de seguridad —explicó.
Min chasqueó su lengua.
—El mocoso de Jungkook va conmigo a todos lados, con tu guardia debería de ser lo mismo —se quejó.
—La diferencia aquí es que yo solo soy un simple trabajador que tiene que seguir los protocolos, tú por el contrario eres tu propio jefe con tu propia agencia —le recordó—. Hay una ligera diferencia entre nosotros que te permite hacer y tener cosas que a mí no —indicó sin maldad ni nada, solo observando un hecho.
—Pero eres mi esposo, automáticamente elimina esa pequeña diferencia y te da el mismo poder que a mí —argumentó.
—Yoongi-ah —le observó con una ligera sonrisa—. Haberme casado contigo no me convierte en alguien intocable y nunca usaría tu poder e influencias para conseguir un trato especial, no sería algo justo —explicó—. Estoy bien así como estoy —aseguró.
—Pero yo no —anunció estacionando su auto—. Lo que sucedió con tu secretaria se puede repetir y con personas más peligrosas, soy un hombre importante en los negocios, Jimin, por lo que definitivamente irán por ti para intentar llegar a mí.
—Pero eso es tonto, no soy alguien realmente importante para ti —musitó confundido.
—Pero ellos no lo saben. Para todos, nos hemos casado por amor —le recordó y sonrió ligeramente cuando la expresión del rubio hombre se iluminó al comprender el peligro al que se exponía.
—Vas a hablar con el señor Choi sobre esto, ¿no?
—Por supuesto —asintió sin dudar, sacándose el cinturón de seguridad—. Por lo que será mejor que te acostumbres a tener a esa sombra siguiente a todos lados también.
—El límite está en mi casa —decretó arrugando ligeramente su nariz mientras abría la puerta.
Bajándose también, Min rodeó el auto y se detuvo al lado de su pareja. Rodeando automáticamente su cintura con un brazo lo atrajo más a su cuerpo.
—¿Haces alguna clase de dieta? —preguntó mientras lo dirigía al interior del restaurante.
—Ninguna especialmente, pero voy al gimnasio —respondió—. ¿Por qué? —preguntó observándolo.
—Tu cintura es pequeña —contestó y a Jimin solo le pareció sentir una ligera caricia en dicho lugar.
Antes de poder preguntar si eso era algo malo, se detuvieron frente a una mujer demasiado arreglada que inmensamente les sonrió profesional al reconocerles.
—Señor Min, nos alegra que nos haya escogido para almorzar con su esposo —comentó y observó de tal forma a Jimin que le hizo sentir solo un poco incómodo y a la vez muy agradecido de que Yoongi le convenciera para que cambiara toda su ropa aburrida.
Frunciendo el ceño cuando la mirada de la mujer prosiguió en Jimin de forma insistente, devorándolo descaradamente. Min aclaró su garganta, volviendo a conseguir su atención mientras atraía más el cuerpo de su esposo.
Porque eso se suponía que eran ante las demás personas y tenían que respetarlo como tal, sin importar lo sexy y atractivo que se viera su "esposo".
—Lo siento —expresó levemente sonrojada—. Realmente hacen una bonita pareja —comentó—. Por favor, síganme. Los guiaré hacia su mesa —indicó comenzando a caminar.
La pareja siguió a la mujer avanzando entre los pasillos hasta llevarlo al segundo piso donde las mesas eran separadas por paredes, en cuartos privados e individuales.
—Por favor, siéntase cómodos y disfruten su comida —pronunció deteniéndose frente a una habitación, señalando el interior.
—Gracias —le sonrió Jimin antes de entrar con aquella mano presionando en su espalda baja suavemente, guiándolo.
Quitándose los zapatos, Jimin al igual que Yoongi se colocaron las pantuflas de interior y caminaron por la espaciosa habitación privada hasta la única mesa ubicada en el centro.
—Solo por curiosidad, ¿estás acostumbrado a estos lujos? —preguntó observando a través del gran ventanal antes de tomar asiento en la sofisticada mesa.
—Puedo vivir sin ellos si es que lo preguntas, pero de igual forma puedo vivir con ellos —contestó tomando asiento frente a él—. ¿Algo a lo que eres alérgico o no te guste y deba saber? —preguntó.
—No soy muy bueno con los mariscos y disfruto de un buen alcohol —respondió.
—Lo sé, nuestra situación en las Vegas habla por si sola —comentó y Jimin soltó una pequeña risita.
—No me acuses que al menos yo si recuerdo lo que sucedió —se burló.
—Tengo recuerdos de esa noche también, y pronto podré decir lo mismo que tú —indicó y revisó superficialmente el menú sobre la mesa—. Pediré por ambos entonces si no te molesta.
—Por favor —asintió.
Y como si esa fuera su señal, un empleado entró y tomó sus órdenes ofreciendo algo para beber, siendo un vino el escogido.
—¿Te gusta el vino? —no pudo evitar preguntar Jimin ante el claro manejo de Yoongi en el tema.
—Lo disfruto y podría decirse que es mi pasatiempo coleccionarlos. Mi familia tiene una larga colección inigualable de ellos y mi tatarabuelo dejó una bodega llena de ellos en la casa de campo en Daegu —respondió con una suave sonrisa en su rostro, una diferente a las demás.
—Vaya, parece que es un interés que se ha pasado en cada generación —comentó.
—Dilo, soy un excéntrico millonario. Namjoon siempre se burla de mí por ello.
—Que tengas de pasatiempo seguir coleccionando algo que te gusta, no te vuelve un excéntrico millonario —se encogió de hombros—. No es tu culpa que sea generalmente un hobby que poseen las personas con dinero, ni mucho menos que sea precisamente lo que a ti no te falte.
—Cierto, lo que me vuelve un excéntrico millonario es que sea precisamente eso —asintió.
—La humildad ante todo, eh —resopló divertido.
—Solo digo la verdad —se encogió de hombros, con una gran sonrisa en su rostro.
Siendo interrumpidos, Jimin se enderezó y contempló en silencio a su acompañante mientras la deliciosa comida era servida junto a un buen vino.
—Tengo otra pregunta, algo personal si no te molesta —pronunció una vez estaban solos.
—Adelante —asintió.
—Sé que todo esto se trata de conseguir nuestra venganza, ayudarme y que el nombre de tu familia quede limpio —comenzó—. Pero... Según tengo entendido la mayoría de tus relaciones se trataron con mujeres, ¿estás bien fingiendo que somos una pareja amorosa? ¿Besándome como lo hiciste en la oficina? —preguntó sin poder contener su curiosidad.
—¿Estás preguntando si acaso después me volveré loco y te culparé de haberme propagado tu enfermedad maricona como dijo tu padre? —preguntó con tranquilidad.
—Uh... Bueno, sí —aceptó un poco avergonzado.
—No te preocupes, mi sexualidad nunca ha sido un problema para mí y he estado tanto con hombre como mujeres, por lo que estar contigo y fingir ser una pareja amorosa no me volverá loco al confundir mis intereses —respondió—. Nuestra relación se basa únicamente en lo estipulado en el contrato. No te equivoques, eres una gran compañía, Jimin, puedo incluso considerarte un gran amigo, pero lo principal para mí es encontrar la mujer perfecta que encaje con mi familia —explicó.
Oh, sí. Jimin sonrió aun cuando una pequeña cosa en su interior se apretó ante las sinceras palabras de Yoongi.
Por supuesto, alguien como Min Yoongi no caería enamorado por él ni lo tendría en mente como candidato real con el cual casarse, debería de agradecer el trato el cual principalmente lo beneficiaba a él.
Lamentable. Patético.
Eso era lo que Min Yoongi había pensado de él y por eso decidió ayudarlo.
Un amigo estaba bien, de todas formas era lo más necesitaba en esos momentos y... Todavía no era demasiado tarde para ahogar aquel pequeño interés que despertaba ante la atención que el mayor le brindaba.
Solo era un sentimiento que había surgido al ser la primera persona que le observaba y prestaba atención, incluso más que el estúpido Kang, solo era eso.
—Un amigo —pronunció cuando se percató de que se había quedado en silencio por mucho tiempo—. Eso suena bien —asintió—. Debido a mi principal interés antes de conocerte, nunca tuve uno.
—Me alegra que estés de acuerdo con ello —asintió satisfecho—. A pesar de como me ves, son pocos los amigos realmente cercanos y en los que puedo confiar, solo son cuatro y ya conoces a tres de ellos. Eres una persona confiable —comentó.
—Gracias, esto me da un poco de alivio —sonrió tomando el servicio para comenzar a comer.
—Lo masculino y femenino no está solo definido por lo que dice la sociedad, todo en ella está mal, desde la política hasta la justicia, por lo que no debería de preocuparte lo que dicen los demás simplemente por ser gay, en especial por las palabras de tu padre —expresó críticamente—. Es más, si lo piensas, existe esta cultura donde la masculinidad se definen por ciertas emociones y acciones. No estoy a favor de esas expresiones. De hecho, ¿qué significa ser masculino? Por qué debe de ser lo que los demás piensan y no como uno lo hace.
—Eso es cierto —asintió Jimin apoyando su reflexión—. Todo lo que es diferente a lo que sociedad ya ha establecido como correcto es algo malo, por ejemplo la homosexualidad y no muy recientemente los hombres m-preg, a quienes lamentablemente son los que más han atacado últimamente.
—Todo ser humano se adapta para sobrevivir —comentó Yoongi—. Los m-preg surgieron cuando las mujeres comenzaron a tener problemas de fertilidad en tiempos antiguos, fue la ley del más fuerte, pero cuando se encontró la razón y la cura para ello, dejaron su supuesta adoración por esta característica que solo presentaron ciertos hombres y los denominaron como fenómenos —negó.
—La hipocresía viene desde tiempos antiguos —suspiro Jimin.
—Precisamente por eso no me importa lo que los demás piensen ni la sociedad ni lo que la cultura demanda —indicó—. Solo tienes una vida, ¿qué tiene de bueno si no puedes vivirla como quieres?
Pensando en las palabras del mayor, Jimin pudo comprender verdaderamente el significado de ellas luego de la vida que le había tocado vivir.
—¿Sabes? A pesar de que siempre estuve al pendiente de lo que mi padre pensaba de mí y me aseguraba de seguir sus órdenes, había algunas veces en las que me revelaba —comentó tomando su copa de vino.
—¿Oh? —arqueó una ceja—. ¿Y cómo es eso? —preguntó interesado.
—Trabajo en publicidad, Yoongi —sonrió—. He trabajado en algunas campañas y movimientos activistas de forma anónima, a pesar de que sabía que mi padre las odiaba o arruinaría a alguno de sus proyectos o los de sus amigos.
Curioso, Min le imitó tomando su copa.
—¿Cómo cuáles?
—Siempre tengo un seudónimo diferente, pero el que más me gusta es "Lie. MJ" —reveló con una sonrisa entre sus rellenos labios antes de beber vino.
Las cejas de Yoongi se alzaron inmediatamente ante aquella revelación.
—¿Tú estuviste involucrado en la protesta en la cual Taehyung participó en día de nuestra boda en Jeju? —exclamó—. Joder, salió en las noticias la campaña que se organizó para luchar para que se respeten los derechos de los m-preg, las imágenes y palabras de las pancartas todavía siguen difundiéndose por toda la internet —musitó admirando a Jimin desde otra respectiva—. Mierda, uno de sus proyectos arruinó completamente los planes de una empresa para arruinar el medio ambiente.
—Las personas necesitan saber las mentiras que le venden algunas empresas solo por dinero, y otros necesitan recapacitar —se encogió de hombros.
—Dijiste que ese era solo uno de tus seudónimos, ¿cuáles son los otros? —preguntó interesado.
—Si quieres saberlo, tendrás que investigar —indicó feliz por la admiración de Yoongi ante su trabajo—. Todos tienen mi esencia si te concentras en ello.
Escuchando a Yoongi intentando adivinar al respecto, Jimin sonrió y sacó su teléfono celular. Su sonrisa se borró y en cambio surcó un profundo ceño fruncido al encontrarse un mensaje de su madre.
—¿Qué sucede? —preguntó Min ante el claro cambio de humor en el menor.
—Es mi madre, quiere que vaya a cenar con ella esta noche —comentó.
—¿Irás?
Jimin simplemente se encogió de hombros sin saber qué responder.
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