En la lujosa y extensa sala de estar de un codiciado departamento, Jeon Jungkook se encontraba sentado en los sofás mientras esperaba que su jefe terminara de arreglarse.

La gran Tv de pantalla plana que colgaba en la pared se encontraba encendida con su avanzado sistema de sonido, del cual sería de envidia para muchos, incluido él mismo, pero la atención de Jungkook solo estaba completamente en su tablet, organizando el equipo de seguridad que seguiría a Yoongi esa noche.

Cuando mencionaron boda y el nombre de su jefe, alzó la cabeza y contempló con curiosidad a la mujer con espantoso traje rosa hablar animadamente.

No es que le interesara particularmente la noticia, pero cualquier cosa que estuviera en los medios relacionada con Yoongi, era su asunto por lo que constantemente tenía que estar revisando las noticias, revistas, diarios, etc.

"Y con esto, como ustedes sabrán, la gran boda tan esperada del año con el apuesto y ex lobo solitario Min Yoongi con la famosa actriz y modelo Jung Su-ji ocurrirá dentro de los próximos tres días.

Escucharon bien mis amores, ¡tres días!

Así es mi querido público, nuestro famoso señor de negocios que controla todo el cielo y único heredero del grupo Min, aquel apuesto hombre tan codiciado que sale cada mes en las revistas de hombres millonarios, guapos e inteligentes está siendo finalmente domado por esta increíble mujer... "

—Bueno, eso ya no es tan interesante —comentó Yoongi tomando el control para cambiar el canal, bajándole nuevamente el volumen a un nivel moderado.

—¿No es interesante que los programas alaben a tu prometida? —preguntó Jungkook, alzando una ceja mientras se volteaba para verlo parado detrás del sofá.

Yoongi resopló y negó con su cabeza antes de observar a su amigo y jefe de seguridad en todos los sentidos.

Si tenía cualquier tipo de problema, él era el hombre encargado para botar la basura o esconderla bajo el tapete. Sin importar el trabajo, él lo hacía, tan perfectamente como pudiera y más.

Lo cual, no era menos para un hombre que era amigo y trabajador de Yoongi, no contrataría a nadie menos capaz que eso, claro. Las personas que le rodeaban tenían que estar a su altura al menos en inteligencia para poder tener una conversación adecuada.

—Tonto niño. No es interesante ver un programa que no hablen sobre mí, la mayoría de ellos viven tratando de seguir toda mi vida, demonios, algunos fueron creados especialmente para hablar sobre mí, y por lo tanto, eso es lo que deberían de limitarse a hacer —explicó volviendo a concentrarse en anudar la corbata alrededor de su cuello.

—A veces puedes ser demasiado narcisista —resopló Jungkook, volviendo a concentrarse en la tablet en su mano.

—No es narcisista, solo es la verdad —indicó y detuvo sus manos—. ¿O sí lo soy? —cuestionó y se encogió de hombros—. No importa, de todas formas la gente me quiere así.

—Narcisista... —canturreó su amigo.

—Pero con dinero —argumentó y se rindió finalmente con la tonta corbata, sacándola y dejándola en el sofá al lado de Jungkook—. De todas formas, gran trabajo arreglando el pequeño inconveniente en las Vegas.

—¿Pequeño inconveniente? —preguntó observándole—. Te casaste con una persona que no es tu prometida.

—Pero es su primo, estuve cerca —bromeó.

—Lo encontraría gracioso si no tuviera que lidiar con las llamadas de Namjoon estos días, acosándome con preguntas sobre ti porque no te dignas a contestarle —se quejó negando con su cabeza.

—Namjoon en este momento es como una madre intentando regañarme —explicó—. No deseo escuchar su sermón días antes de mi boda —se encogió de hombros.

—¿Y cómo planeas casarte con Su-ji si ya estás casado con su primo? —cuestionó observando interesadamente el anillo que Min seguía usando en su mano.

Gracioso en realidad, tal vez no era el único anillo en su mano, pero desde que se había comprometido que no lo había visto usar el anillo de compromiso que Su-ji había elegido mientras que esta lo tuvo puesto desde el mismo día que anunciaron la gran noticia.

—Solo hablaré con él en esta cena y le pediré que firme los papeles de divorcio —solucionó fácilmente.

—Bueno, si no ha dicho nada de su presunta boda en las Vegas luego de que hablaras con él, no lo va a hacer ahora o después —suspiró.

—Oh, pero no hablé con él al respecto ese día —aclaró Min como si nada.

—¿Qué quieres decir con eso? —demandó el menor, observándole rápidamente.

—Eso mismo, luego de llamar a Namjoon y reconocerlo, simplemente tomé mis cosas y me largué sin decirle nada —respondió con una pequeña sonrisa mientras contemplaba a su amigo comenzar a enojarse—. Claro que fui un caballero y pasé a pagar la habitación, lo cual resultó innecesario porque lo había hecho con anticipación al parecer —comentó.

—Disculpa, ¿eres idiota, Hyung? —exclamó.

—¿Por qué siempre usas el Hyung cuando piensas insultarme? —cuestionó cruzando los brazos sobre su pecho mientras le observaba con el ceño fruncido—. Soy mayor que tú por cinco años, deberías de utilizarlo siempre —indicó.

—Es para que veas que te insulto con respeto —argumentó—. Si lo utilizara siempre, no sabrías cuando hablo con seriedad.

—Esas solo son excusas —argumentó y observó la hora en su reloj de muñeca.

Un hermoso Rolex dorado que combinaba a la perfección con su traje de Armani color azul marino.

—Volviendo al tema, ¿qué vas a hacer si ese chico dice algo durante la cena? —cuestionó—. Digo, no es como si solo ustedes hubieran tenido sexo sin control hasta el olvido y desmayo, ustedes se casaron. Es una fiesta grande, el escándalo estará a primera hora en todos los lugares y no podré retenerlo u ocultarlo como la última vez —expresó.

—¿Cómo sabes que tal vez fue un sexo increíble y no uno aburrido? —preguntó curioso—. Como ya sabes, no recuerdo mucho de esa noche por no decir nada y tú no estabas ahí.

—No estaba ahí porque te fuiste sin decirle nada a nadie —espetó solo algo molesto—. Y si lo digo, es por las marcas en tu cuerpo —respondió—. Han pasado tres días y algunas siguen ahí, y como una persona experimentada en hacer el delicioso de forma apasionada con mi hermoso Tae, puedo decirte que ese hombre es una fiera en la cama —argumentó.

—Que pervertido señor Jeon, le diré a su pareja que ha estado observándome mientras me baño —exclamó observando nuevamente la Tv cuando el programa que había puesto al azar terminó.

—Por favor, como si tuviera que hacerlo cuando tengo a un increíble hombre a mi lado y tú te paseas sin camiseta —resopló—. Como si quisieras presumir de tu cuerpo conmigo —agregó divertido y se enderezó sacando su firme pecho.

Bueno, algo de razón tenía en ello Jungkook, con su cuerpo completamente equipado con músculos firmes y abdominales marcados, no tenía que envidiar el físico de nadie.

Incluso si su cabello había sido tintado para que tuviera ese brillo azul que combinaba con la argolla de la perforación en su ceja, el menor se veía bien.

Claro que no tan bien como él, con su piel un poco pálida pero bien cuidada, su cabello naturalmente negro con un corte de moda, sus ojos color miel y su cuerpo firme sin importar sus treinta años gracias al gimnasio al cual iba con sus amigos.

Sí, él no tenía nada que envidiar a su jefe de seguridad, era su trabajo también mantenerse en forma para protegerle después de todo.

—Y volvieron a la misma mierda —expresó Yoongi con claro disgusto cuando en las noticias comenzaron a hablar sobre los hombres m-preg y como los experimentos del ser humano que habían resultado ser—. Me enferma escuchar sus estupideces simplemente porque no pueden aceptar algo diferente de ellos —chasqueó su lengua, apagando la Tv.

—Te apoyo en eso —asintió el menor levantándose—. Taehyung planea ir a una marcha que se realizará dentro de estos días por los derechos de los hombres m-preg —comentó.

—No te ves muy feliz con ello —observó Yoongi, tomando su teléfono celular.

—Sabes que siempre lo apoyo en sus movimientos para luchar contra la sociedad, pero tiene cinco meses de embarazo y no creo que sea precisamente sano que vaya a protestar en un lugar lleno de personas —explicó siguiéndolo a través del pent-house—. ¿Qué ocurre si lo pasan a llevar? O peor aún, ¿si la policía nuevamente actúa sobre ellos utilizando la fuerza física?

—Entonces tomate ese día libre y ve con él, así lo apoyas en su lucha contra el mundo y a la vez lo proteges —solucionó subiéndose al ascensor junto a su amigo.

—No estoy muy seguro de dejarte solo —dijo frunciendo el ceño mientras presionaba el botón del estacionamiento privado del edificio—. La última vez te casaste y olvidaste completamente esa noche —le recordó.

—Lo dices como si siempre hiciera tonterías cuando no estás cerca —resopló—. Soy un adulto completamente maduro y con un coeficiente intelectual superior al de todos ustedes —le recordó.

—Ególatra —tosió Jungkook.

—Claro niño músculos, solo sigue diciendo eso para defenderte —se burló saliendo cuando las puertas de su ascensor privado se abrieron.

—No sé cómo las personas pueden estar tan enamoradas de una persona tan... Tú —indicó Jungkook, adelantándose y pasando su tarjeta para que las puertas de vidrio que lo llevaban al estacionamiento se abrieran.

—Gracias, eso se llama encanto natural —le sonrió de una forma deslumbrantemente atractiva, una sonrisa que era de su marca personal.

—Volviendo al tema, ¿qué vas a hacer si ese tal Jimin te amenaza con decirlo todo? —cuestionó deteniéndose al lado del auto elegido, un hermoso Ferrari stralade color rojo sangre de doble puerta.

Min Yoongi tenía una colección de cinco autos elegidos al menos en su departamento, siendo solo uno de estos una limusina para casos de fiesta y choferes disponibles a toda hora en caso de que no quisiera conducir.

Quitándole la alarma y el seguro al automóvil deportivo, Yoongi le observó.

—Hablamos del mismo Park Jimin que siempre está en silencio escuchando atentamente lo que dicen sus padres, que utiliza ropa aburrida y se mantiene en silencio y apartado no sólo en las reuniones familiares, sino que también en cualquier evento social —indicó—. Además, no haría nada que pudiera hacer ver mal a su padre, es demasiado complaciente y buen hijo para ello —bufó subiéndose a su auto.

Inclinándose, Jungkook golpeó la ventana del asiento de copiloto.

—No irás conmigo —anunció bajando la ventanilla—. La casa de los Park ya tiene suficiente seguridad como para llevarte, es innecesario —indicó.

—Lo sé —asintió—. Pero de todas formas, un grupo de seguridad te acompañará en el trayecto hasta que llegues a la residencia Park y te esperarán hasta que te retires.

—No es necesario que esperen —negó colocándose el cinturón de seguridad—. No creo que haya un lugar más seguro que ese esta noche, solo mi departamento, claro —argumentó.

—No esperarán para cuidarte mientras estás en la mansión Park, lo harán para cuidarte en el trayecto de ida y vuelta —corrigió—. Ya has tenido accidentes automovilísticos en el pasado por acosadores que te siguen o idiotas envidiosos que envían amenazas, no correré el riesgo.

—Bien —bufó—. Como quieras, aunque no sé cuánto demore la cena, ya sabes cómo es Su-ji con ese tipo de cosas —arrugó su nariz.

—No importa, esperarán —decretó—. Avísame también si tienes un problema con el primo de tu prometida, ya sea porque te esté amenazando o debido a que no quiere firmar el divorcio.

—No creo que haya problema alguno sinceramente —aseguró—. Ya te dije que Jimin es demasiado complaciente con su familia, en especial con su padre y no hará nada que lo moleste de ninguna forma, y desde que tiene un favoritismo por Su-ji, cualquier cosa que la molesta a ella lo molesta a él —expresó con desagrado.

Eso era algo que realmente le irritaba y molestaba de cierta forma. No creía que fuera posible que hubiera un hombre más aburrido en la tierra que Park Jimin, quien vivía bajo el deseo y mandatos de su padre, obedeciéndole cada orden por más tonta o exorbitante que fuera.

—Te molesta —observó Jungkook.

—No es que me moleste totalmente o me caiga completamente mal —respondió encogiéndose de hombros—. Solo... No me agrada mucho el tipo de gente sumisa que no lucha por lo que quiere y aguanta todo en silencio.

—Fue criado de esa forma, es el único hijo del senador Park —indicó.

—Aun así... —negó—. Hacer todo eso solo por ganarse el favor de su padre...

Torció su boca recordando todas las cosas que su prometida había dicho respecto a Jimin y la envidia que este le tenía por el simple hecho de que su padre tenía cierta debilidad con ella.

—Claro —sonrió Jungkook, enderezándose.

—¿Por qué sonríes? No me gusta que sonrías cuando no hay un chiste de por medio porque significa que entiendes algo que yo no —argumentó inclinándose para observarlo.

—Y eso es porque es así —respondió golpeando el techo de su auto—. Solo ten cuidado en tu viaje y no lo conduzcas a toda su capacidad —ordenó.

—¿No me dirás que no debería de casarme con Su-ji como Namjoon? —cuestionó.

—Si no lo escuchas a él que ha sido tu mejor amigo desde la infancia, ¿por qué lo harías conmigo? —se encogió de hombros, metiendo una mano al bolsillo de su pantalón—. Es tu vida, y tú decides que hacer con ella por más que a ninguno de nosotros le agrade tu prometida.

—Uhm, sí, tienes razón —asintió enderezándose—. Es mi vida, y ese chico firmará los papeles de divorcio esta noche —anuncio decidido, encendiendo su auto.

Por en su mente, un recuerdo de un firme cuerpo sexy moviéndose sobre él apareció y se disolvió rápidamente, dejando un rastro de fuego a su paso.

Bueno, tal parecía que Park Jimin guardaba algunos trucos bajo la manga, aunque realmente era un delito privar a las personas de ese cuerpo tan sexy digno de ser besado y mordido.

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Bueno mis copitos, demos inicio a esta nueva historia <3

Espero que tengan un buen fin de semana y se me cuiden un montón, un besote y abrazote <3