Ambos chicos estaban sentados sobre la barra del bar al que solían frecuentar con sus amigos, Jimin se veía algo triste y eso estaba poniendo ansioso al mayor.

- Mimi. - El menor lo miró. - ¿Qué pasó, pequeño? ¿Porqué estás triste? - Le preguntó tomando su manito.

- Creo que... Kihyun se enojó, hyung. - El mayor frunció el ceño. - Se enojó porque le dije que no estaba listo para intentarlo. - Y el enojo de inmediato se hizo presente en Yoongi. - Es decir, fue como ese enfado camuflado de comprensión.

- Lo voy a golpear, Jimin. A penas me estaba cayendo bien y-

- Ya, hyung. Deja de ser tan agresivo. - Le dijo con una pequeña risa. - Supongo que es comprensibles porque-

- Vean a quien me encontré. - Jimin frunció el ceño ante la repentina voz, miró sobre el hombro de Yoongi y vio a una peliazul que por supuesto reconoció. - Yoonie, ¿Por este lugar feo es que me dejaste sola? - RyuJin se sentó sobre las piernas de Yoongi quien sólo la miró con el ceño fruncido, mientras que a Jimin lo invadió un sentimiento de incomodidad.

- Tan feo que estás aquí, no creo que te desagrade tanto. - Se burló, colocando una mano en la cintura de la chica, detalle que Jimin no pasó desapercibido.

- Entonces... ¿Me darás lo que me debes, Yoonie? - Preguntó casi en un susurró, Yoongi miró hacia los labios de la chica y apretó su cintura.

Por alguna razón, Jimin no soportaba ver eso. Se paró antes de que el mayor terminara por irse al baño con la tipa y se sentó en la pierna libre del mayor, quien de inmediato lo miró con semblante confundido.

- Lo siento chica, pero en este momento, mi Yoonie está conmigo. Te quedas con las ganas por hoy. - Le dijo empujándola levemente hasta que se paró, Yoongi apretó los labios para no reír y ahora se abrazó a la cintura de Jimin.

Ahí es donde van tus manos, tonto.

- Bueno, vamonos ya, Minnie. - Le dijo después de tomar la cerveza que le quedaba. - Antes de que las hormonas me ganen. - Le susurró. Jimin se estremeció. - Nos vemos, RyuJin.

Y ambos salieron prácticamente corriendo del lugar antes de que la chica lo pudiera detener.

Caminaron por las solas y obscuras calles de regreso al edificio donde vivían, en algún punto del camino Jimin había tomado la mano de Yoongi y ahora caminaban con tranquilidad.

- ¿Porqué no me dejaste seguir con Ryujin? Tengo ganas. - Le preguntó con falsa molestia.

- Llegaste a ese bar conmigo, tonto. Tenías que salir con tu Jiminnie. - Le explicó entrelazando sus dedos con los de Yoongi quien sólo rió mientras negaba. - ¿Ya tenías planeado verla a ella hoy, hyung? - Yoongi asintió metiendo las manos entrelazadas a las bolsas de su sudadera para tratar de evitar un poco el frío. - ¿Y qué pasó?

- Me llamaste. - Le dijo con simpleza. - Y tú, enano, eres más importante que cualquiera en mi vida. Si tu me necesitas, dejaré todo lo que estoy haciendo e iré contigo.

- Hyung~ tú me amas demasiado. - Le dijo con alegría, recargándose en el brazo de Yoongi.

Visualizaron el edificio después de unos minutos más, ambos entraron saludando al chico que se encargaba de la seguridad y subieron al piso de Jimin.

- Bueno, ya te dejé sano y salvo en tu casa. - Le dijo parado desde el marco de la puerta. - Duerme bien, mochi.

- Hyung, espera. - Lo detuvo tomándolo del brazo y lo adentró al apartamento. - Quiero hablar contigo sobre algo. - Yoongi frunció el ceño, sin embargo solo se dirigió a la sala del menor y se sentó, Jimin no tardó en sentarse, una vez más a horcajadas sobre él y los recuerdos de Yoongi aparecieron.

- ¿Hablar sobre qué? - Preguntó llevando sus manos a la cintura de Jimin.

- Lo que pasó el otro día en tu apartamento...

- Ya te lo dije, Minnie. No tienes porque disculparte más.

- ¿Te gustó? - Preguntó de repente, Yoongi se sorprendió un poco y Jimin solo vio su manzana de adán subir y bajar.

- B-Bueno...

- Hyung, hay alcohol en mis venas en estos momentos. - Lo interrumpió. - Y quiero creer que eso me da el valor de decirle esto pero... Tú tienes ganas, yo también...

- J-Jimin...

- ¿Lo podemos repetir, hyung?

Y Yoongi no se pudo negar, no cuando los movimientos que Jimin comenzó a repetir una vez más sobre él se hicieron presentes.