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Epílogo

Epílogo

Naruto observó a Hinata comer el ramen con una de sus remeras sobre su cama. La tarde había sido muy productiva. Su habitación estaba más desordenada de cuando había empezado, pero se habían puesto al día con el sexo. Eso hizo sonreír a Naruto. Él también comió, él iba por el segundo, Hinata por el tercero. Al parecer había encontrado alguien que le gustaba el ramen más que él mismo.

Ella notó su mirada y sonrió.

—¿Qué quieres saber?— le preguntó después de tragar su comida

Naruto la miró asombrado, recordando que ella le había dicho que le diría todos sus secretos. Él se encogió de hombros.

—Lo que quieras decirme, nena.

Hinata aflojó su expresión, una tierna sustituyó a la sonrisa picara que había tenido.

—Estoy segura que tienes preguntas—, le dijo en cambio.

Naruto se mordió el labio inferior. Tenía muchas preguntas. Él se estiró para dejar la taza de ramen instantáneo en la mesita de luz y observó a Hinata hacer lo mismo y acomodar sus piernas en posición de loto. Naruto la imitó, concentrándose en su rostro y no en sus piernas desnudas.

—¿Cómo conociste a los chicos?

Hinata aún no le había contado detenidamente la historia de cada uno y tenía muchísima curiosidad por saber esa parte. Hinata sonrió, mostrando sus ojos brillosos de recuerdos.

—Al primero que conocí fue a Toneri—. Naruto asintió recordando la historia de la difícil infancia de Hinata—. Estamos en preparatoria y mis amigas me habían dejado un poco de lado—. Ella se encogió de hombros, como si eso ya no le molestará—. Toneri era nuevo y la mayoría se burlaba de él porque era muy blanco y lo tenían de punto. Ya sabes, era el blanco de los abusivos, las chicas lo trataban para mandados. Hasta los nerd se burlaban de él.

Hinata tenía una mirada triste y luego sonrió.

— Hasta que me cansé. En mí cabeza, dije que éramos parecidos. A ambos nos hacían desprecios y lo defendí. Hice que los abusivos dejarán de molestarlo, diciendo que me enojaría con ellos. Los nerd se mantenían alejados de mí, se ponían todo nerviosos—, ella y Naruto rieron—. Las chicas era un asunto aparte. Comencé a enseñarle la forma de ganarse a las chicas y pronto todas estaban tras él. Pero Toneri no las quería. Él...

Ella suspiró y se detuvo por unos segundos. Pareció dudar.

—Si no quieres contarme todo, está bien—, dijo Naruto.

—No es un secreto mío, por eso no puedo decirlo. Sólo te diré que él estaba muy enamorado de una chica, pero ella se fue de la escuela y él se volvió algo frío con las demás. Excepto conmigo, obvio—, Hinata sonrió como si fuera obvio.

Naruto sonrió.

—Toneri te ama—, dijo sin pensar.

—Y yo a él. Es como un hermano menor que con el tiempo se volvió el mayor—, ella rió.

A Naruto no le molestó que dijera eso. Él sabía que había distintas formas de amar, y él comprendía que quería decir ella con eso. Aunque aún no olvidaba que ella no había contestado a su declaración de amor.

—Luego fue Suigetsu—, siguió ella—. Fue un tiempo después de Kurama. Yo no andaba en Buenos pasos en ese tiempo—, ella hizo una mueca y él frunció el ceño.

—¿Qué quieres decir?

Hinata suspiró.

— Bebía alcohol y fumaba marihuana. Dejé de hacerlo hace mucho, y tampoco me gustaba. Supongo que quería que la gente hablará con razón—, ella se encogió un hombro—. Suigetsu era el duro del barrio, pero todo era una pantalla. Él viene de una familia complicada, tenía un hermano menor que murió en una balacera y eso lo marcó mucho. Sus primos eran pandilleros, siempre estaba en la calle, pero en secreto él estudiaba mucho. Él quería salir de ese círculo en su familia. Él se enteró lo que yo estaba haciendo y fue a amenazarme—, Hinata se rió.

»— Nunca olvidaré lo que dijo: "Eres bonita, una niña tierna. Pero eres estúpida como un asno"—. Hinata negó con la cabeza con más risas—. Él me dijo que dejara de tirar mí vida a la mierda y que hiciera algo para cerrar la boca de los demás. Yo le dije que se metiera en sus asuntos, y él juró que yo lo era—. Ella lo miró algo culpable—. Otra chica de la que no puedo hablar.

Naruto asintió.

—Entiendo—, sonrió.

—Eramos los raros, yo me había mudado a lo de mí papá, pero él no vivía muy lejos. Así que seguía llendo a la escuela con Toneri y veía a veces a Suigetsu. Empecé a ayudar en un asilo de ancianos en el invierno. Allí encontré a Sasori. Él era muy retraído, siempre iba a visitar a su abuela. Todos los fin de semana, él estaba ahí sin falta. Creo que sus padres lo mandaban allí para no tener que tenerlo en la casa—. Hinata suspiró con el ceño fruncido.

—Un fin de semana, lo vi haciendo esos signos con la mano y me dió curiosidad. Hablé con su abuela un día de semana y ella me contó que Sasori era sordo y lo que eran el lenguaje de señas. Yo le dije que quería aprender y ella estuvo muy contenta en enseñarme. Aprendí rápido, así que al poco tiempo podía ver de qué conversaban ellos los días que él iba. A veces lo cazaba viéndome fijamente, pero cuando se daba cuenta que yo lo atrapaba, desviaba la mirada. Así estuvimos unos dos meses más o menos. Hasta que la abuela murió. Decidí buscarlo a los pocos días y cuando lo ví le dije:"lo siento"— ella movió sus manos mientras decía las palabras.

Sus ojos se llenaron de lágrimas que parpadeó. Naruto se acercó a ella y la abrazó. Ambos terminaron acostado, mirando el techo. De esa forma, Hinata siguió sin mirarlo, apoyando su mejilla en el pecho de él.

—Sasori lloró y me cerró la puerta en la cara. Volví, con el mismo resultado. Pero él no me conocía, iba todos los días, a la misma hora. Unas veces fui con Toneri y Suigetsu. Tuve que enseñarles lengua de señas, ellos lo aprendieron a la fuerza porque sabían que lo iba a integrar fuera como fuese.

Naruto acarició su cabello, sabiendo que ella era así. Era testaruda, pero de un corazón gigantesco.

—Una tarde él se cansó y me gritó que no fuera más a su casa. Toneri y Suigetsu lo sostuvieron mientras yo movía mis manos salvajemente diciéndole que no lo dejaría en paz hasta que fuera mí amigo—. Hinata rió—. Lo obligué, pero no me arrepiento. Ese verano conocimos a Gaara. Es el primo de Sasori.

Naruto parpadeó, eso no lo sabía. Aunque ahora que Hinata lo decía, veía las pequeñas similitudes. Aunque lo más obvio era sus cabellos rojos.

—Gaara nos ganó con facilidad. Él dijo que quería ser parte de los inadaptados sociales. A mí me gustó el nombre y le pregunté que tenía de raro, además de su foema de vestir. Nunca me olvidaré como info su pecho y dijo muy orgulloso: "Soy disléxico"

Hinata rió.

—"¿Eso que mierda es?" Gritó Suigetsu"¿Es contagioso?"—. Hinata negó con la cabeza, Naruto podía escuchar su timbre divertido—. Gaara nos explicó su problema y lo acepte en el grupo. Mí papá notó que yo extrañaba a mis amigos cuando no podía ir muy seguido y decidió que nos mudáramos más cerca, para estar todos juntos. Al lado de mí casa vivía un gigante. ¿Te puedes imaginar quién era?— preguntó riendo.

— Jūgo.

Hinata asintió.

— El tenía mí edad, pero era enorme y no iba a la misma escuela que yo y Toneri. Un día domingo lo ví comiendo un pastel en la vereda y me acerqué. Le pregunté si me convidaba y él me enseñó el dedo del medio—. Ella hizo la misma seña y río—. "Púdrete petisa" me dijo y siguió comiendo. A mí me molestó mucho, Toneri había empezado a entrenar profesionalmente con el Kong Boxing y estaba musculoso y metía miedo. Y yo era vengativa...

Naruto rió mientras negaba con la cabeza.

—¿Qué le hiciste al pobre Jūgo?

Hinata rió.

— Armamos un plan todos juntos. Dónde Toneri asustaría a ese gigante y Suigetsu y Sasori le sacarían el pastel que siempre comía los domingos a la tarde. Mientras Gaara hacía de campana. ¡Todo se fue a la mierda!— gritó entre risas. Naruto rió con ella—. Todo terminó con un Toneri con la nariz sangrante, un Suigetsu con un corte en la cabeza, un Gaara sin remera y el ojo morado y un Sasori con sangre en la boca. Jūgo está algo golpeado, pero estaba más enojado porque su pastel se había caído en la tierra. Yo estaba furiosa y me lance a él, Jūgo sólo actuó por instinto y me empujó.

»— Caí de culo sobre el pastel y lo mire con ojos llenos de lágrimas y me largué a llorar. Todos los chicos se preocuparon que me hubiera lastimado. Y Jūgo corrió a su casa—. Ella se encogió de hombros—. Al otro domingo él vino a mí casa y me regaló una porción de torta, pidiéndome disculpas y dijo que él nunca golpearía a una mujer. Yo no lo perdoné.

Naruto alzó las cejas, pero no dijo nada. La voz de Hinata se había vuelto algo hueca como si recordara algo doloroso.

—A los pocos días hubo un problema en la casa de al lado. Ambulancias y policías. El padre de Jūgo golpeó a su madre hasta casi matarla y él apuñaló a su papá. No lo mató, creo que le tuvieron que sacar un riñón, pero fue nada comparado a las costillas rotas que le había dejado a su madre.

Naruto la apretó en sus brazos cuando escuchó su voz furiosa. Ella había estado tensa, pero se relajó poco a poco.

— Así que decidí hacerle un pastel, como ofrenda de paz y decirle que lo perdonaba. Era domingo y Jūgo estaba sentado en la vereda, pero sin ningún pastel. Llamé al grupo antisocial y todos fuimos a pedirle disculpas y le ofrecimos el pastel. Jūgo había entrado en su casa sin decir una palabra y nosotros nos sentimos un poco heridos. Pero él volvió con platos y cubiertos. Jūgo nos convido a todos el pastel. Ahora siempre hago uno para su cumpleaños—, terminó con una sonrisa.

Naruto acarició su brazo, entendiendo a todos mucho mejor. La violencia con la que había conocido a Jūgo y Suigetsu. La seriedad de Toneri. La sensibilidad de Sasori y lo extrovertido de Gaara.

— Ellos son tan parte de mí, como yo soy de ellos—, murmuró Hinata haciendo un círculo en su pecho.

Ella suspiró y detuvo su mano para apoyar su barbilla allí y mirarlo a los ojos.

—¿Qué más quieres saber?— preguntó curiosa.

Naruto dudó un poco, sin saber si era correcto preguntar. Pero no iba a desperdiciar la oportunidad.

—¿Cómo nació la rivalidad entre tu e Ino? ¿Por qué se odian tanto?

Hinata se tensó, con la mirada fija en él. Luego suspiró y miró hacia la pared contraía, ofreciendo su perfil a él.

— Conocí a Ino en la biblioteca. Ella era muy callada y todo el tiempo se ponía roja con cualquier cosa que le decía. Me caía bien, no parecía mala ni prejuiciosa. Y era rara.

Naruto no separó los ojos de su perfil, así que no se perdió el tirón que sufrió la comisura de su labio, como si hubiera querido sonreír.

—Yo me hice su amiga al poco tiempo que empezamos la universidad, no puedes imaginarte lo feliz que estaba. Por fin tenía una amiga mujer y ella no me juzgaba con cualquier cosa que le contara. A veces parecía que se iba a desmayar—, ella no pudo evitar la sonrisa ahora. Pero sólo duro unos segundos, su rostro volviéndose distante de nuevo—. A mí me gustaba un chico que había visto por ahí, pero por alguna razón extraña no podía acercarme a él a hablar. Él era tan... Perfecto.

Naruto se tensó un poco, los celos se alzaron horriblemente. Pero se controló cuando entendió que ella había hablado en pasado.

—Le pedí a Ino que le hablará por mí, que se hiciera su amiga y me lo presentera un día. Yo estaba muy encandilada—. Hinata suspiró—. Pero cuando ella lo vió, cuando lo conoció, simplemente decidió que lo quería para ella—, Naruto frunció el ceño—. Se hicieron novios y cuando la enfrente por eso, ella dijo que yo no le gustaría nunca a él. Que él no me miraría ni dos veces porque le gustaba las mujeres como ella—. Hinata lo miró al fin con un extraño brillo en los ojos.

Naruto juntó toda la información. Él sabía que era el primer novio que había tenido Ino y si lo que Hinata decía era cierto...

Él abrió la boca cuando lo entendió y Hinata sonrió.

—Si, yo estaba encandilada contigo. Te había visto una vez con Kiba y me gustaste mucho—. Ella apoyó la mejilla en su pecho, pero sin dejar de mirarlo. Naruto estaba seguro que ella podía escuchar su corazón palpitar con fuerza en su caja torácica. Ella sonrió—. Te amé desde el principio— murmuró.

Naruto abrió más grande los ojos, sin poder creerlo.

—¿De verdad?— preguntó confundido.

Hinata rió y asintió, levantó su rostro de su pecho y se subió arriba de él, poniéndose a horcajadas.

—Te amo desde antes de que me veas nene. Intenté sacarte de mi cabeza, con otros chicos. Pero siempre que te veía con Ino, me dolía el corazón y sabía que no podía olvidarte. Pero te veáis tan feliz al lado de Ino, que yo pensé que jamás mirarías a mi dirección. Siempre lloraba cuando me regalabas algo porque sentía que estaba en un sueño. Yo ya te amaba y esos detalles... Sentía que me iba a morir si sólo estabas jugando conmigo, como lo habían hecho la mayoría de chicos que conocí.

Hinata sonrió y acercó su rostro al suyo y lo besó con lentitud. Naruto respondió a su beso, aún algo aturdido, pero la información fue instalándose en su cabeza y corazón y pronto tenía sus manos recorriendo la piel desnuda de su espalda por abajo de su remera.

—Te amo, nena— murmuró contra su boca.

Él jamás le había dicho te amo a otra pareja, novia o chica que no fuera su madre. Y se sentía bien decírselo a Hinata, porque eran palabras transmitidas de su corazón. Hinata le sonrió.

—Te amo, mí botado.

Naruto mordió el labio de ella y se separó.

— Tengo una última pregunta.

— Dispara.

—¿Por qué botado?

Hinata sonrió mientras comenzaba a mover sus caderas con sensualidad sobre su polla que comenzaba a llenarse de sangre.

—Porque esa tonta te botó y yo te tomé. Vi todo el día de la fiesta.

Naruto hizo una mueca cuando ella metió la mano entre sus cuerpos y sacó su pene duro de sus boxer y corrió su tanga a un lado. Sus manos fueron a su cintura cuando ella comenzó a bajar lentamente.

—¿Ah si?— preguntó con voz profunda, muy excitado al ver el rostro de Hinata mientras ella misma se penetraba con su polla tiesa.

Hinata asintió y tiró la cabeza hacia atrás mordiéndose el labio. Naruto gimio cuando ella estuvo totalmente adentro, sus dedos se apretaron en su cintura. Ella bajó la mirada a él, y Naruto se quedó casi sin aire por la intensidad de sentimientos qué habia allí.

—Y como dicen por ahí: La basura de otro, puede ser el tesoro de uno.

F I N

Y llegamos al final. Gracias por acompañarme en esta rara historia. Me gustó el resultado jaja

Se que fue algo distinto, todos me lo dijeron, pero estoy segura que valió la pena. Él personaje de Hinata fue... Asombroso. Ya que siempre tenía el problema que quería hacerla rebelde o algo dura, pero siempre salía a flote la Hinata del canon. En algún momento le agarraba la timidez y no podía salir de allí. Por fin lo logré.

Ahora bien. Mañana mismo me pondré a escribir Cediendo Terreno, ya que falta bastante o más o menos a esa historia. Si puedo, es probable que lo suba como está historia. Creo que los capítulos cortos puedo manejarlos mejor.

Estoy pensando en hacer otra historia de este grupo. No prometo nada, ya saben :la inspiración. Ni tampoco puedo decir quién será el siguiente... Pero todas las historias serán contadas por el chico, me gusta este punto de vista y amé los personajes. Y de paso sabemos cómo sigue la relación de estos Naruto y Hinata en el siguiente ¿Estaría lindo, no? Pero ya saben, hay que tener paciencia ya que tengo miles de proyectos sin terminar XD.

Aquí dejen su voto con comentarios para saber cuál les gustaría a ustedes.:

Toneri

Suigetsu

Sasori

Gaara

Jūgo

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