Botado XXIX
Historia Original, personajes de propiedad de Masashi Kishimoto.
Aclaración: Infidelidad (como que últimamente todas tienen esto ¿no? XD), Sexo explícito, lenguaje soez. Me olvidé de decir: personajes con OoC (aunque lo habrán notado XD)
Botado
—Naruto. Naruto, despierta.
Naruto se agitó cuando lo movieron con violencia. Él parpadeó sin entender dónde estaba y quien le estaba hablando. Hasta que reconoció a Toneri que lo miraba con ojos grandes y asustados.
Él se sentó de golpe, notando que Hinata no estaba.
—¿Dónde está?— preguntó contagiado con la preocupación que se veía en el rostro del pálido chico.
—Hace un rato se levantó y dijo que iba a bañarse—, Naruto ya estaba caminado a la puerta, siguiendo a Toneri—. Aún escuchó el agua, pero ella no abre la puerta.
Naruto corrió a Toneri, los otro cuatro estaban en la puerta del baño.
—Mi niña, abre la puerta— decía Suigetsu golpeando la madera.
— Permiso—, pidió Naruto aunque quería mover a todos. Los chicos se movieron y él llegó a la puerta—¿Nena?— él golpeó suavemente y acercó su oreja a la puerta, escuchando el agua correr—. Estás asustado a todos. ¿Puedes abrir la puerta?
Naruto empezó a sentir que su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, su estómago se apretó y su boca se llenó de un gusto horrible. Cuando comprendió que era miedo, también se enojo.
—¡Hinata! Abre la maldita puerta—, él golpeó con puños furiosos la madera.
—No creo que ese sea el mejor método—, murmuró Gaara a su espalda.
—¡La astuara!— gritó Sasori.
—¡Hinata! ¡Si no abres tiraré a bajo esta maldita puerta!— él le dió una leve patada en la zona baja—. ¡Te lo juro! Suigetsu y Jūgo tendrán que trabajar dobles turnos para arreglarla—, le prometió.
—¿Por qué yo?— preguntó Jūgo.
— Cállate—, gruñó Suigetsu.
—No te olvides de la cuenta de agua— dijo Gaara.
—¿Podrían callarse?— pidió con tono cansado Toneri.
—¡Hinata! Tiraré está puerta y todos tus amigos te verán desnuda y me voy a enojar mucho—. Era una amenaza estúpida, pero Naruto no podía pensar con claridad.
De todos modos no hubo un ruido adentro y él comenzó a desesperarse.
—¡Muy bien! ¡La voy a tirar!— gritó él dando unos pasos hacía atrás.
Estaba por lanzarse sobre la puerta para patearla cuando está hizo un click y se abrió lentamente. Todos se pelaron por llegar primero, entre tirones de brazos y empujones. Hinata salió con el cabello en una toalla en su cabeza y una bata en su cuerpo. Sus ojos se abrieron, asombrada, cuando los vio a todos y se sacó los auriculares, frunciendo el ceño.
—¿Que hacen todos aquí?— preguntó.
El pasillo se volvió una locura de gritos masculinos que apenas se podían entender y Hinata miró a todos con ojos grandes. Y de repente se largo a reír, todos se callaron cuando fuertes carcajada comenzaron a agitar el cuerpo de Hinata. Tan fuerte fueron sus risas que la toalla que tenía en la cabeza cayó y su pelo negro húmedo fue hacia adelante, la toalla tapando su cara. Hinata siguió riendo mientras se la sacaba de la cabeza.
Naruto la observó con la boca abierta, sin poder creer cuánto había extrañado su risa melodiosa y contagiosa. Y así como ella no podía detener sus carcajadas, sus amigos comenzaron a reír con ella. Naruto miró a todos, pensando que estaban locos de atar. Su corazón latía con fuerza aún, por un momento había pensado lo peor. Pero cuando su cuerpo comenzó a relajarse al ver a Hinata sana y salva, pronto se dió cuenta que él también estaba riendo, sin saber el por qué.
Y allí fue cuando lo supo.
Él era parte de este mundo. Hinata lo había contagiado con su locura y eso ya no tenía cura.
Naruto ni siquiera sabía si quería curarse.
•
—No puedo creer que creyeran eso—, se quejó Hinata mientras apretaba la taza que Naruto le había regalado y tomaba su café.
Naruto sonrió con la taza rosa en las manos. Observó cada taza de los chicos. La de Toneri era una normal, totalmente blanca. La de Gaara tenía unos lentes negros y era bordo. La de Sasori estaba pintada por él mismo con un fénix. La de Suigetsu tenía la cara de un tiburón que sobresalía con los colmillos y todo. La de Jūgo tenía dibujos de chocolates y cosas dulces, como muffins. Naruto ocultó su sonrisa tras su taza rosa.
—Nos asustaste como la mierda—, se quejó Suigetsu. Jūgo y Gaara asintieron.
Hinata los miró con ojos entrecerrados.
—Jamas haría eso—, se defendió enojada.
—No nos culpes Hinata. Ya no sabemos qué esperar. La semana pasada estabas muy deprimida—, dijo Toneri revolviendo su café.
Hinata lo miró con el ceño fruncido y un mohin. Ella pareció recordar que Naruto estaba ahí y le dió una mirada tímida. Él suspiró mientras bajaba la taza y le sonreía. Naruto sabía que tenían cosas que hablar, pero todo era a su tiempo. No ganaba nada apresurando una conversación, como le había pasado ya con Hinata. Lo único que había hecho, fue separarlos. Él no volvería a cometer el mismo error.
—Asi e uero —, murmuró Sasori con movimientos de las manos y el rostro lleno de angustia.
Naruto asintió, ya empezaba a entender mejor al chico. Aún no había aprendido el lengua de señas, pero podía comprender lo que quería decir con sus palabras incompletas. Él también casi se muere. La sola idea de un mundo sin Hinata.... Naruto sólo había estado tres semanas sin ella y casi se volvía loco.
Hinata resopló y movió sus manos sin decir nada. Sasori sonrió y le mostró el dedo medio. Naruto frunció el ceño. Tenía que aprender rápido.
Ellos estuvieron hablando un poco, Naruto no participo de la conversación. Sólo estuvo allí, viendo el increíble intercambio que tenían ese grupo de seis. Las palabrotas de Suigetsu, los comentarios mordaces de Jūgo, los ingenuos y graciosos de Gaara, las palabras incompletas de Sasori y la voz de la razón que era Toneri. Pero para Naruto, Hinata destacaba ante todos.
Él se dió cuenta que ella era una extraña combinación entre todos ellos. Tenía un poco de cada uno, y Naruto sonrió cuando un pensamiento paso por su cabeza.
Naruto de verdad no tenía problemas en tener estás reuniones todos los días. Él casi no aguantaba a Sasuke, pero él podía con este grupo porque cada uno de ellos les hacía recordar a Hinata.
Él definitivamente podía acostumbrase a eso.
Ahora sólo quedaba ver si Hinata podía aceptarlo en su grupo. Pero no como un amigo.
Continuará...
Cerquita, cerquita del final. Si todo sale bien.... Para mañana 🤗😍😘
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