Historia Original, personajes de propiedad de Masashi Kishimoto.

Aclaración: Infidelidad (como que últimamente todas tienen esto ¿no? XD), Sexo explícito, lenguaje soez.

Botado

Naruto frunció el ceño al ver el mensaje y se levantó rápido de la mesa, dejando olvidados todos sus libros y laptop. Tomó la chaqueta y se la puso mientras salía y agarraba las llaves de su motocicleta. Prácticamente estaba gruñendo mientras sacaba el casco y se lo ponía, subiéndose en el lomo de su moto respiró hondo, pero no sirvió de nada para tranquilizarse.

No era la primera vez que su novia lo dejaba botado. Muchas noches, más que nada cuando los sábados llegaba, ella se marchaba con sus amigas aunque él le había invitado días atrás.

Naruto arrancó su motocicleta y salió disparado a la dirección que le había dado Kiba diciéndole dónde había visto a su novia. Mientras los autos parecían volar por los costados de él, recordó cuando la conoció. Tan inocente, una chica tan tierna... Ella había llamado su atención con una sola mirada. Su cabello largo y lacio, siempre tan señorita y educada. Su novia lo había enamorada desde el primer día que la conoció.

Pero últimamente, ella había cambiado. Su ropa había dejado de ser holgada. Se maquillaba, era más extrovertida. A Naruto no le importaba, él le gustaba todas los aspectos de ella. Pero también había notado que cada vez salía más con sus nuevas amigas y le daba menos atención a él. Era extraño que se vieran días de semana, ya que ambos estaban muy concentrados en la universidad. Por eso él amaba pasar algunos fin de semana con ella. Naruto no era de salir mucho, ni de tomar alcohol, ni fumar... A ella le había gustado pero ahora decía que él era aburrido.

Naruto aceleró cuando recordó ese mensaje y se apresuró más a llegar a la casa donde su novia estaba de fiesta.

A él no le molestaba que ella saliera con sus amigas. Pero el mensaje de Kiba tenía una foto que puso furioso a Naruto. Ella no estaba con amigas... Ella estaba con un hombre. Bailando, las manos del chico en lugares que Naruto había creído que sólo él podía tocar. Hacía nueve meses que eran novios y él jamás se había sobrepasado con ella. Su novia había sido tímida y cada vez que él había querido tocarla de esa forma, se había asustado.

Naruto la respetaba lo suficiente para esperar a que ella estuviera lista. Él jamás había visto sus hermosos pechos sin sostén, ni siquiera sabía cómo era su coño desnudo. Ni ella lo había visto completamente desnudo a él. Naruto no era virgen, pero creía que la asustaría si le mostraba la polla dura por tantos besuqueos.

Pero ella parecía no tener problemas con que ese imbécil pálido metiera sus manos bajo su falda y apretara su trasero.

Por un momento pensó que tal vez estaba borracha y él llegaría para enseñarle a ese imbécil que no se tocaba a las mujeres que no estaban en sus cinco sentidos. La otra opción, que ella hubiera estado jugando con él, lo volvía ciego de ira.

Vió la casa antes de llegar, era imposible perderse y estacionó a dónde vió a Kiba fumando un cigarrillo. Le había dicho que iría y él lo estaba esperando para guiarlo a dónde estaba la "inocente" de su novia.

Trabó el volante y sacó la llave mientras se bajaba y ponía el casco en su codo.

-Deja ese casco, hermano. Podrías golpearlo con eso en un momento de calentura- dijo Kiba mientras pisaba la colilla.

Naruto apretó los dientes, pero sabía que Kiba tenía razón. Sacó la cadena del asiento y encadenó el casco con la moto.

-Vamos- dijo con la voz baja y amenazante.

Kiba sólo alzó una ceja pero asintió. Naruto no estaba del mejor humor, si la música estuviera más baja, podrían escuchar cómo sus dientes chirriaban juntos. Sus dedos se apretaban en puños apretados que él intentaba liberar, pero volvían a enrrollarse. Kiba iba saludando a unos cuantos muchachos de su universidad, gracias a él había conocido a su novia ya que eran compañeros.

Naruto notó como la mayoría tenía un vaso de cerveza o de algún líquido de colores llamativos. La música estaba al tope y la casa estaba llena de chicos de su edad, divirtiéndose, pasando un buen sábado con respecto a sus ideas. Naruto prefería estar con su novia en casa, pero ella estaba allí, seguro sin poder saber si quiera lo que pensaba con el volumen de la música y algo achispada con el alcohol.

Kiba lo guió a la cocina, dónde habían más y más jóvenes. Naruto ni siquiera los miró, conocía a unos pocos, pero no tenía ganas de verlos. Su amigo se detuvo en la puerta del patio trasero y señaló a un grupo que estaba cerca de la piscina. Naruto frunció el ceño.

-¿La ves? Aún está con el imbécil. Perdona amigo, pero no podía no decirte. Llegó con él y han estado juntos toda la noche. Si yo tuviera novia me gustaría que me lo dijeran viejo.

Naruto asintió y palmeó a Kiba en hombro, para que supiera que le agradecía que le hubiera abierto los ojos con la falacia que era su novia.

Naruto se movió, sus manos en puños decidió guardarlas en su chaqueta de cuero y se acercó al grupo. Reconoció a las amigas de su novia, pero no las miraba. Sus ojos celestes estaban clavadas en la nuca de la que había sido su chica por nueve meses. Las manos del chico por lo menos ahora estaban sobre la falda y no bajo ella. Naruto notó que su novia no parecía borracha y fue un golpe a su ego masculino.

Una de las amigas, Sakura se dió cuenta que él se acercaba y abrió grande sus ojos verdes y se precipitó a la espalda de su amiga. Naruto no se detuvo, ni cuando vió que ella le decía cosas al oído con la mirada asustada.

Naruto se detuvo justo al frente de su novia cuando ella se giró asustada y él sonrió.

-¿Na-Naruto? ¿Q.. qué haces a-aquí?- preguntó con la suficiente voz para que él la escuchará.

-Vine a abrir mis ojos.

Continuará...

Mañana habrá más capítulos.