
Botado VII
Aclaración: Sexo explícito, lenguaje soez.
Botado
-¡Franco! ¿Es verdad?
Franco rodó los ojos y los cerró cuando apoyó la cabeza en el sofá de la casa. Jazmín corrió a él y se sentó casi saltando a su lado.
- Jaz, respeta- le regañó su novio.
Franco hizo una señal con la mano de que no le molestaba. Fijo su mirada en la de Jazmin, parecía muy curiosa y sabía que ella era súper fanática de los chismes.
-¿Qué cosa?- preguntó, aunque sabía a qué se refería.
-¿De verdad te follaste a la Perra-Acosta?
-¡Jazmin!- gritó Marco con voz dura desde la cocina.
Franco frunció el ceño, pero no sé enojaba con la novia de Marco, ella no había dicho ese apodo con asco o repulsión. Simplemente lo repetía como si fuera su nombre. Franco escuchó el auto de Tobías estacionar en el garaje y alzó un dedo.
-Espera un segundo- dijo.
Jazmín frunció el ceño e hizo un mohin cuando no le contesto lo que quería saber.
-¿Que espere qué...?
-Tch, tch. Un segundo-, dijo Franco justo antes de que la puerta se abriera de golpe.
-¿¡De verdad te follaste a la Perra-Acosta!?- gritó Susy mientras entraba como un torbellino.
Franco sonrió con una mueca pretenciosa, conocía muy bien a su prima. Ella se dejó caer al otro lado de él y lo miró expectante. Tobías entró tras ella más tranquilo.
-Te dije que era ella la que vimos el otro día. No sé por qué no me crees-, murmuró mientras apoyaba su hombro en la pared cerca del sofá y miraba a Franco con los brazos cruzados.
Franco observó a las dos chicas y luego a Marco que entraba con un sándwich de verduras y lo mordía con la mirada fija en él.
-¿Por qué-, empezó Franco con calma-, de repente a todos les interesa mí vida sexual?
-¡No nos interesa! Nos interesa la vida de la Perra-Acosta.
- Jaz, deja de decirle así-, le regañó su novio de nuevo para darle otro mordisco a su sándwich.
-¿Y cómo quieres que le diga?- se quejó ella.
-Por su nombre está bien-, dijo Franco también algo molesto con ese apodo-. Se llama María y no es ninguna perra.
-¿Si le llamo María me dirás lo que pasó?- preguntó algo cansada Jazmin.
Franco rodó los ojos y asintió.
-Bien, bien. Lo haré. Ahora ¡cuenta!
-Si es verdad- dijo Franco mirando a las dos chicas al lado de él.
-Pero ¿cómo? ¿Por qué te la follaste?
Franco alzó una ceja.
-¿Quieres que te diga cómo me la folle?-, Franco miró a Marco-. Pensé que le habías mostrado esas cosas.
Marco se ahogó con el pan y comenzó a toser. Franco sonrió.
- Y el por qué-, siguió llevando su mano a la barbilla y hacia como que lo pensaba. Termino encogiéndose de hombros-. Está buena, es sexy y caliente como el infierno. Ella está soltera y yo también, ¿por qué no?
Susy golpeó en su hombro y él se quejó por el golpe duro.
-No te hagas el listillo con nosotras. Sabes muy bien qué queremos saber.
-¡No te voy a contar lo que hicimos!- gritó horrorizado con la idea de decirle a su prima cómo había tenido relaciones sexuales con María.
Susy puso los ojos en blanco.
-¡No idiota! Queremos saber cómo terminaron enredados.
-Aah-, Franco relajó su cuerpo tenso-. Cuando fuimos al bar ella estaba allí. Después de que ustedes se fueron, ella se acercó y las cosas se fueron dando. Estaba algo ebrio, pero recuerdo todo completamente y fue la mejor noche de mí vida-, aseguró.
-¿Es verdad que te la tiraste en el baño?- preguntó Jazmin.
-¡Dios Jaz!- gruñó su novio mientras la obligaba a levantarse-. Esa curiosidad tuya te va a traer problemas.
-Estoy estudiando para ser periodista, quiero saber todo. Además trabajo en el periódico de la universidad y este puede ser un gran informe en la columna de chismes.
Marco rodó los ojos mientras la subía a su hombro y ella gritaba.
-Perdona viejo-, dijo haciendo un asentimiento a la dirección de Franco y llevando a su novia a la habitación.
-¡Marco! ¡Para Marco!- gritó, pero sabía que él no la bajaría-. ¡Franco! Una última preguntar ¿De verdad ella te dejó seco? ¿Te dejó marcas?
Jazmín se detuvo en sus preguntas cuando gritó ya que Marco había golpeado su trasero y se encerró en la habitación. Franco rió entre dientes, apreciaba mucho a Jazmin y su carácter inquisitivo. Le parecía graciosa y única y estaba muy contento de que fuera novia de una persona tan seria como lo era Marco.
Franco volvió su mirada a su prima y reconoció su mirada.
-Bien, estoy listo. Dispara tu pregunta.
Susy se mordió el labio y dió una leve mirada a Tobías antes de preguntar:
-¿Por qué ella, Franco?
Él frunció el ceño.
-¿Qué tiene de malo?
-Le dicen la Perra-Acosta por algo, primo. Ella usa a los hombres y los descarta como si fueran ropa interior. Ella no es buena.
Franco se acomoda mejor en el sillón y puso su tobillo sobre la rodilla, su mirada seria clavada en su prima.
-Me da pena que pienses eso, Susy. Esa doble moral tuya no es buena. Ella no actúa diferente a un hombre que tiene muchas mujeres. ¿Por qué a ella le pueden decir perra y al hombre le dicen ganador? Pensé que eras más inteligente que eso.
Susy abrió la boca, pero la cerró y bajo la mirada.
-Ella se cuida, Susy. Yo no tenía condones y la traje a casa para follarla, pensando con la cabeza que tengo entre las piernas. Ella sí tenía y me los puso para asegurarse que no se rompieran y cada vez que me los sacaba los revisaba para ver qué no se habían pinchado. Es la mujer más responsable que conocí en mí vida.
Susy lo miró asombrada.
-Ambos disfrutamos una buena noche, sin preocuparnos por sentimientos de intermedio. Fue liberador para mí, sabes cómo la pasé con Pamela.
Su prima pareció culpable ahora. Él estiró su brazos y agitó su cabello.
- María fue toda una dama y no me importa si dice que me follo. Yo me siento afortunado, podría haber elegido a cualquiera y una mujer como ella me eligió a mí. No me pidió que hiciera nada, ni tuve que pagarle nada. Ella avanzó y tomó lo que quiso y yo se lo di. ¿Y qué? Las chicas que dicen esas cosas de ella son una envidiosas, porque les gustaría llevar la vida que ella lleva, si es que lo hace. Y los hombres que le dicen de esa forma, son unos resentidos, porque de seguro ella no les dió pie.
Susy se mordió el labio y miró a Tobías. Franco también lo miró y él tenía los ojos negros clavados en su novia con un obvio "te lo dije".
-Vas a la misma universidad que ella ¿nunca le hablaste?
Susy dudo pero terminó asintiendo.
-Empezamos juntas, pero me hice amigas de otras chicas y ella se fue separando del grupo.
-¿Era mala?¿Fue hiriente contigo? ¿Hizo algo en tu contra?
Susy desvío la mirada.
-No-, dijo de mala gana.
-Lo ves- dijo Franco golpeando su pierna con la palma abierta y se levantó del sillón-. Por lo poco que hablamos ella es inteligente y divertida. No te dejes llevar por las habladurías. Habla con ella, trátala y verás que no es un "perra".
Franco agarró el libro que había estado leyendo antes de que llegarán los demás y se fue a su habitación. Chocó el puño con Tobías cuando pasó a su lado y fue a la tranquilidad de su cuarto.
Cuando se sentó en la cama, tenía una pregunta que se repetía en su cabeza.
¿Qué ocultaba María Acosta?
Continuará...
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