La mano de Jimin era firmemente sujetada por la de Jungkook, mientras avanzan a las escaleras rumbo al juzgado. El trayecto silencioso. Al entrar, Jin suelta la mano de su padre, pero Jungkook la sostiene, llevándolo a su pecho. El pequeño enrolla sus bracitos al rededor del cuello de Jungkook mirando a todos lados con curiosidad.
 
—Estaremos afuera, Jimin, si necesitas algo por favor llámame.
 
Jimin solo asiente con sus ojos cerrados y expresión angustiada.
 
—Gracias, por favor vayan con cuidado. —Jimin se pone de puntitas y besa la frente de su pequeño y después a Jungkook en el mismo sitio.
 
—Jungkooook~— Jin lo llama en voz baja mientras trata de reconocer el lugar al que su padre lo llevo, mientras Jungkook se dirige a la salida. —¿Dónde estamos?
 
Jungkook sonríe, abrazando al pequeño contra su pecho.
 
—Tú papi vino a conocer a una buena persona para que lo ayude en algo... Son asuntos importantes que papi tiene que resolver.
 
—Aaah... —el pequeño asiente satisfecho con aquella respuesta.
 
—¿Quieres ir a jugar en los columpios?
 
Afuera hacía mucho frío así que Jungkook sube la bufanda color azul marino a la naricita del niño, mientras buscan una banca del parque de enfrente. Jungkook sabe que un juzgado no es un buen sitio para un niño de cinco años así que un parque es una buena idea. Toma su teléfono celular y marca al número de Jimin.
 
—Traje a Jinnie al parque del frente—Jungkook no aparta la vista del niño quien ya se encontraba montado en la resbaladilla. —¿Encontraste al abogado?
 
—No. La verdad es que no sé cuál de todos los que están aquí sea. Todos lucen igual, hay muchas personas con traje. —Jungkook ríe contagiando al hombre del otro lado de la línea.
 
—Quisiera estar ahí para apoyar y ayudarte.
 
—Me ayudas bastante cuidando de Jinnie... — dice —Bueno creo que lo encontré, te llamaré luego.
 
—Suerte...
 
—Señor Park. —el abogado le extiende una mano apenas estás frente a frente. —Choi San, yo llevaré su caso.

—Abogado Choi, muchas gracias. —Jimin se inclina respetuosamente. —Agradezco mucho que tomara mi caso.
 
—Debo advertirle, que a pesar de que todo parece apuntar a nuestro favor, si en dado caso el juez dictamina la custodia compartida, no podremos hacer nada para evitar que su hijo vea a su padre.
 
—Yo... —Jimin suspira. —No quiero evitar que se vean... Mi hijo se veía completamente feliz e ilusionado de conocer a su padre, creo que es derecho de ambos..., abogado, simplemente no pienso dejar que me quiten a mi hijo.
 
El abogado parece entender.
 
—¿Ha pensado en considerar una contra demanda? —Jimin niega con la cabeza.
 
—No, no quiero que esto se haga más complicado.
 
—Por favor, pase conmigo, debemos encontrarnos con la parte demandante en mi oficina.
 
Seguir a un abogado, por los pasillos de un juzgado, en medio de un juicio en el que podría perder a su hijo, no era parte de los planes de Jimin. Sin embargo, al abrirse la puerta de la oficina del abogado ver esas sillas vacías frente a su escritorio, lo hace ver todo más real, más palpable y más aterrador. Jimin siente que le fallan las piernas y el hecho de respirar se le volvió difícil. El teléfono entre sus dedos tiemblan, mientras el pitido de la llamada resuena como si fuese eco.
 
—¿Jimin? Cariño, ¿Todo bien? —la voz de preocupada de Jungkook se escucha tras la línea.
 
—Te necesito... Los necesito...
 
—Vamos para allá.
 
Jimin exactamente no sabe cuándo, por las puertas del juzgado entro Jungkook casi corriendo con su hijo en brazos. Su estómago se revolvió en cuanto diviso a YoungJo entrar de tras de Jungkook y su hijo, junto con quién cree Jimin era el abogado de YoungJo.
 
—Jimin... —Jin es sujetado por su padre, quien no es capaz de mirar a Jungkook, por estar demasiado concentrado mirando algún punto detrás suyo. —Jimin, mírame, estarán bien— Jimin asiente y mira a Jin.
 
—Jinnie... —Jimin susurra a su hijo, con voz quebrada. —T-te amo, mi vida.

— También te amo, papi. —Jin le sonríe tan hermosamente como siempre, acto que hizo relajar un poco a Jimin, pero no duro mucho al escuchar la voz de su abogado.
 
—Señor Park, debemos entrar a discutir los términos de su de demanda...
 
YoungJo por su parte solo se limita a mirar a su hijo con tristeza en sus ojos, regalándole una sonrisa que es de vuelta por el más pequeño.
 
—¿Quieres ir por un helado? —Jungkook le pregunta al más pequeño.
 
— ¡Sí! ¿Puede venir papá YoungJo? Sus ojitos se ven tristes...
 
—Debo hablar cosas de grandes con tu papá Jimin, por ahora no se puede Jin —YoungJo respondió.
 
—Jungkook... —Jimin lo llama, desde su sitio. —Vayan a fuera, estaré bien.
 
Jungkook asiente, con el pequeño en brazos, jugando con su bufanda, mientras ve a Jimin entrar a una oficina junto al otro padre de Jin y abogado.

Ya había pasado una semana desde el juzgado. Una semana de haber ganado la custodia completa de Jin. En cuanto escucho que el juez le dictaminó que la custodia sería completamente de él su alma le regreso al cuerpo y por fin pudo respirar cómo se debía. YoungJo solo podía ver a Jin los fines de semana bajo la vigilancia estricta de Jimin, puesto que YoungJo había cometido una diligencia al no cuidar de Jin como se debía. Jimin recuerda haber llegado a casa y llorar como nunca antes lo había hecho besando y abrazando a su hijo completamente lleno de felicidad.
 
Jungkook esa misma semana los invito a vivir con él. En un principio Jimin se negó pero después de tantas insistencias por parte de Jungkook y su hermano junto su cuñado, termino aceptando.
 
—¡Papá Jimin! ¡Papá Jungkook! ¡Miren, miren! —Jin los llamo entusiasmado mientras se resbalaba de la resbaladilla.
 
Jin había aprendido a decir correctamente el nombre de Jungkook, también había comenzado a llamarlo por "papá Jungkook" la primera vez que Jimin escucho a Jin llamarlo de esa manera entro en pánico pensando que Jungkook reaccionaria de una forma no muy positiva, pero sorpresa la que se llevó cuando vio lágrimas en los ojos de Jungkook y escucharlo decir "Es que se escuchó bonito" y abrazar a Jin amorosamente.
 
Ambos se encontraban en sentados en una banca del parque observando como Jin hacia amiguitos en el parque y correteaba con ellos.

—Jimin... —le llamó el pelinegro.
 
—¿Sí?
 
— Se que ambos llevamos poco tiempo juntos... Aún no cumplimos el año y tal vez sea muy apresurado porque ni siquiera estamos casados... aún... Nuestro Jin está solo... Pero no sé en un futuro, tal vez tú y yo podemos tener un hijo nuestro... Y-
 
—JungKook...
 
— Esta bien si no quieres, no sé cómo se siente estar embarazado, y no lo merezco por como te trate en el principio. Es cierto tenemos a Jin, pero ¿Te imaginas? Tener aún mini Jungkook corriendo con Jin en la casa ¡Ya tenemos un Minnie! No importa para nada que yo no sea el padre biológico de Jinnie, pero sabes que aprendí a amarlo y lo quiero como si fuese mío.... Pero realmente me hace ilusión agrandar a nuestra familia— JungKook finalizó tratando de recuperar el aliento puesto que había hablado muy rápido.
 
—¿De verdad eres el Jeon Jungkook que conocí en el principio? —Jimin rió —Me gusta más este Jungkook... No me parece mala idea. Sería lindo poder darle un hermanito a Jin, más adelante...
 
—Claro, sabes que no te obligaré a nada. Es más podemos esperar hasta el matrimonio.
 
—¿Quieres casarte conmigo?
 
—¿¡Me lo estás proponiendo!? —preguntó Jungkook, ilusionado. —Espera yo debería preguntar eso...
 
—No, bobo. —rio—Es decir... ¿De verdad estás seguro de que quieres estar conmigo?
 
—Claro que sí. Aquél idiota que conociste hace unos meses atrás no existe más. Créeme que estoy enamorado de ti. Somos una familia.
 
—¿De verdad?
 
—Claro que sí. —JungKook tomo amabas manos de Jimin. —Ahora sólo somos Jin, tú y yo. 

FIN

Holiiiis, este es el final de Boss, espero os haya gustado tanto como a mi hacer la adaptación. Mañana publicaré el epílogo y listo. Eso es todo por hoy, nos vemos mañana. Se despide:

–almin♡