Lentamente giro la manilla para luego observar y apreciar la apasible calma dentro de aquella habitación. Invadida por profunda oscuridad. Una extraña sensación de curiosidad repentinamente me atrapa, de la cual algo en mi interior sabe que no se puede fiar. Y es que esto es lo que caracteriza a este cuarto en especial. Te cautiva y atrapa lentamente hasta apoderarse de ti. Eso lo sé porque ya lo viví. 

Me adentro con paso cauteloso y entre el espesor de la penumbra sólo puedo divisar una cosa que no se encuentra en el lugar que corresponde según mi memoria logra recordar. Se trata de un cuadro que la misma Angela se dedicó a pintar a la corta edad de tres años. A mis padres les encantó tanto que incluso lo enmarcaron. 

Desde la partida de la pequeña no me había atrevido a volver a entrar en esta pequeña habitación debido a la incómoda e indeseable sensación que solía generar. Por lo que con cierta tristeza comienzo a acercarme al cuadro caído para recogerlo y dejarlo con cierta desconfianza sobre la cama, en donde aún yacía sobre ella el pequeño Timmy, el querido osito de peluche de mi hermana. 

Mientras echaba un vistazo a las cosas que hace claramente mucho tiempo no tuve el privilegio de poder observar y estar cerca de ellas a modo de poder sentir cerca a Angela, de pronto una ligera brisa fría comienza parecer rodear el pequeño cuarto. Me abrazo para dar un último vistazo a través de la ventana que da vista directa a aquel antiguo bosque en el que hasta cierta edad disfruté ir a visitar luego de nuestra llegada aquí desde México, pero que tras algunos años decidí por alguna extraña razón no volver a pisar. 

La imponente luna llena incorporaba leves rayos difusos de luz por medio de la ventana situada a los pies de la cama, lo cual iluminaba débilmente el lugar. Y es que en mi cabeza comenzaban a surgir de pronto mil dudas, pensamientos, recuerdos e incertidumbres de acerca las ideas me había creado sobre esta habitación, dándome cuenta que no puedo dejar guiarme por ellas otra vez. Ya que, fueron estas las que me llevaron a la depresión. No es que intentara convencerme a mi misma, pero no es tan extraño pensar ahora teniendo mi titulo que en realidad todo lo que sentí luego de la muerte de mi hermana fue una reacción innata de mi mente al duelo creando una realidad o respuestas a su repentino fallecer un tanto rebuscados y algo irreales. Pero a decir verdad no lo creo. Sigo confiando al cien por cien en lo que vi y viví cuando las perdí. Finalmente opto por hacer  caso omiso a todo lo que mi mente en este momento está pensando, no vayan a creer sea debido a lo primero que mencioné. No intentaré convencerme de que en realidad todos mis dolorosos recuerdos no son reales, porque lo son, pero sí me alejaré porque es lo mejor para mi salud mental. Una cosa no quitará la otra, no dejaré que la ciencia intente desplazar mi realidad. La que sé que fue quizá surreal, pero que a pesar de eso sé que presencié... Asi que rápidamente salgo para encontrarme con Pablo en su habitación jugando con un gran juguete de una granja. 

Suspiro y sonrío.

-Es hora de comer amor.

...

Hoy veinticuatro de octubre Ángel vino a buscarme para pasear por los alrededores de mi hogar. Y sí, puede sonar un tanto gracioso, pero creo que necesito un tanto de tranquilidad y aún falta ponernos al día por completo.

-¿Cómo sigue tu tío?

-A decir verdad creo que no se puede hacer mucho. Mamá lo ha acompañado al doctor. Él le ha dicho que no se puede esperar más que lo inevitable, pero que la idea es que lo acompañemos hasta el final y hagamos sus días más amenos. Han sido unos días muy tristes. Mamá llega muy agotada todas las tardes y a papá no se le ve mucho en el hogar.- Hago una pausa en la caminata para luego agregar.- Me preocupan ambos.

-Lamento mucho oír eso. Sabes que si necesitas algo, estaré aquí para lo que sea. 

De pronto suelto una risa nerviosa.

-¿De qué ríes?

-¿Acaso no puede reír una joven?

-¡Hey!, ¿qué he dicho de gracioso?.- Dice acercándose para hacerme cosquillas a lo cual no puedo evitar reír. Niego con la cabeza.

-Nada, es sólo que eres un buen amigo.

Bajo la mirada y todo se vuelve silencio. Llegamos a la orilla del lago y caminamos hasta llegar al muelle de madera para sentarnos en el borde a apreciar el paisaje. La cascada yacía hacia un costado izquierdo mirando con dirección al horizonte. Siempre creí que caer de allí sería una muerte horrible y terriblemente desgarradora. Sus aguas a la distancia suelen escucharse con cierto grado de ligereza y aire cautivador, como si ésta reinara e hiciera que todo el bosque temiera ante algo... Ante su gran poder. Pero al acercarse, las vistas que tan sólo podía apreciar desde aquí me hacían deducir una cosa: lo que mostraba ser, no era para nada parecido a lo que realmente era. Una asesina a sangre fría. Aguas estrepitosas y violentas capaces de azotar hasta al más gigante y corpulento ser entre rocas resbaladizas. Pero, a pesar de todo; no se podía negar que era relajante escuchar su relajante agua turbia y helada. Aquellas hermosas corrientes cristalinas azuladas caer, verlas formar espuma y formar parte del hermoso lago frente nuestro hogar. 

Mirando hacia todo el paraje que nos rodea incluido los arboles y pinos más allá adentrándose en el bosque a nuestro alrededor y el cielo color grisáceo, digo.

-Quería hablar sobre algunas cosas que antes no fui capaz. Cuando me marché estaba asustada y no sabía qué más podía hacer. Nuestra bebé...

-No es necesario que hablemos de esto, no necesitas explicar nada.

-Sí tengo.-Interrumpo.- Yo me sentía muy mal y bueno, sabes que las dos pérdidas fueron mucho para mí. Para mis padres... y, para ti. En el tiempo que estuve afuera logré despejar mi mente y aunque no se me hizo fácil, lo que decidí estudiar...mi carrera, me ayudó bastante a poder afrontar el proceso de todo lo que me estaba afectando para aquel entonces. Me siento bien Ángel, y espero todo esté bien para ti ahora. 

Logro distinguir que Ángel a un costado asiente con su cabeza.

-Era hora de pasar página y seguir adelante. Me enfoqué en un futuro, para reconstruir lo roto en mi. Al fin puedo decir, tras todos estos años que me siento nuevamente plena.- Para luego decir con tono amargado.- Aunque para algunos siga siendo una loca.

-No lo estás. 

Ángel permanece mirando fijamente hacia el lago mordiendo su labio inferior algo pensante, para luego afirmar.

-Hubieses sido la mejor mamá del mundo.

-¿Eso crees? Hubiese dado todo por ella. 

-Fue un accidente. Yo... siempre pienso en ella. 

-Nunca desaparecerá de nuestros corazones, ¿la imaginas dando sus pequeños pasitos por el hogar? Hubiese dado cualquier cosa por...

-¿...que no hubiese ocurrido?- Interrumpe.

Le miro un tanto expectante. 

-Sí.

De pronto me rodea con su brazo y me besa en la frente.

-Ángel, a veces tengo miedo. Pero luego recuerdo que no dejaré que todo lo del pasado me vuelva a derribar.  Jamás tocaré esas heridas nuevamente. 

-No debes de hacerlo, pero promete que sea lo que sea. No te acercarás al bosque.

¿Qué?, ¿a qué se debe este cambio tan repentino de conversación?

-¿De qué hablas?

-No lo hagas. 

-¿Puedes decirme por qué?- Digo apartándome de él.

-Alicia, tú sabes lo que ocurrió allí.

-Ángel, eso quedó en el pasado. Y créeme no volveré a permitir algo vulnere a mi familia. ¿Crees están en peligro?. Oh...entiendo. ¿Crees Pablo lo está?

Necesito saber si él lo está.

-Este bosque no ha cambiado Alicia. Desde que tú partiste han seguido ocurriendo hechos inexplicables. Y sé que no quieres tocar las heridas del pasado, pero por favor ten cuidado. 

-Explícame.

-No es necesario explicar. Este bosque te elige y una vez lo hace no hay vuelta atrás y una vez te envuelve no te dejará de llamar hasta obtener de ti lo que quiere. Lo sabes.. Por favor, no soportaría algo más ocurriera a personas que quiero. Y sabes que los pueblerinos aquí hacen como si nada ocurriese. Pero no es así. 

Las ideas comienzan a dar vuelta en mi cabeza. ¿A qué quiere llegar? 

-A veces paso por ahí, y aún escucho los susurros en las noches. 

Pero sólo una idea concuerda con todo lo que dice y eso me lleva a...

-Han seguido ocurriendo muertes. Dime por favor que no te has involucrado.

Pero él permanece en silencio.

Oh no. Lo ha hecho.

-¡Maldición, Ángel!

-¡Sí, lo siento!, pero no sabes a todo lo que me ha llevado todo lo que he investigado.

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Agradecer a mis lectores lean esta novela, espero les esté gustando. Pedirles un pequeño favor, si pudiesen dejar su voto y/u opinión si les gustó les agradecería mucho.

¡Gracias! 

Bianca