Entonces desperté con cefalea.
Bajé con el pijama gris con corazones de colores pasteles aún un poco aturdida por las pulsaciones que atacaban mi cabeza cuando una voz masculina surge de algún lado del living. Di un brinco.
Se trataba de Ángel.

Por alguna extraña razón hoy su cabello parece más claro y brillante de lo común. ¿O quizá sus ojos son los que lucen más de un modo más cautivante?.

<<Demonios. Debo de dejar de pensar tanta tontería. >>

-Hola - dice y yo aún muda sin decir palabra alguna.

Espero no lucir tan desaliñada.

- Buenos días, ¿qué hace aquí? - dudosa.

¡Muy bien! Ahora he olvidado el motivo por el que bajé. Hago me memoria y recuerdo que vine a poner a hervir el agua para desayunar.

- Yo bien, ¿la pregunta es cómo te sientes tú?.

Sincera y para ser franca no gusto en estos momentos de hablar de ello. No poseo ánimo. Me costó la noche de ayer conciliar el sueño. Pasé la mayor cantidad de las horas volteando de un lado de la cama al otro. Extrañas imágenes aparecían en mi mente... supongo que es producto de lo que viví ayer. Se trataba de escasas apariciones de espectros oscuros. Tan abstractos en forma que llegaban a erizar mi piel dándome escalofríos.

- Bien... ¿por qué habría de estar mal?

Y es que definitivamente el papel de chica fuerte no me sale muy bien. Tampoco así las mentiras.

- ¿Ah si?, ¿qué tal todo en el consultorio?. - Mierda. Maldigo que me conozca tan bien.

Salgo de la cocina y dejo caer todo el peso de mi cuerpo sobre el marco de la puerta. Lo observo desde allí. Sigue apoyado en su hombro izquierdo contra la blanca pared, cruzado de brazos.

Maldigo internamente, me pone nerviosa.

- Sí, estoy bien - quitándole importancia y haciendo una mueca con el rostro tornando los ojos.

Si sigo hablando de esto me descubrirá, debo salir de aquí.

- Iré a lavarme, ¿te quedas a desayunar?. - Dije mientras intentaba zafarme de aquella conversación. Necesito alejarme y tomar distancia de lo de ayer, la imagen de aquella chica tirada el el frio suelo de la consulta. Eso... eso. No quiero recordarlo.

Pero el me detiene y toma de mi antebrazo cuando paso por el lado de él para subir a mi baño personal.

Santa Cielo. <<No, por favor>>

No quería subir mi mirada, pero allí estaba él. Observándome con sus ojos, que poco a poco comenzaban a hacerse más profundos. Y que ligeramente empezaban a envolverme.

Mi mirada se ablandó.

- ¿Qué quieres que te diga?. - El hilo de voz me delataba. Muy bien, ahora tenía ganas volver a llorar.

- Alicia, por favor. No mientas.

Y una lágrima brotó de mi ojo cayendo lentamente por mi pálida mejilla.
Y sin saber el momento en que ocurrió, ya me encontraba envuelta en lágrimas entre los brazos de Ángel. Y lo necesitaba, necesitaba eso y su apoyo en estos momentos.

- Ángel... yo... yo no pude. Ella lo hizo y cortó su cuello...¡¿qué iba a hacer yo?!. De pronto comencé a sentirme muy mal... todo se volvió muy confuso-

Pero él me abrazó con más fuerza y con su dedo pulgar comenzó a frotar mi brazo derecho.

- Shh.. tranquila. Todo estará bien.

<<Oh por favor, te necesito>>

Había apoyado su mentón en mi cabeza mientras yo mantenía mi mejilla pegada a su pecho. Lograba oír el palpitar de su corazón.

No quería separarme de él. Pero lo hizo. Con el dorso de su mano limpió las últimas lágrimas que se encontraban cayendo desde mis ojos ya cristalizados.

Ahora estoy segura que debo de verme roja además del desorden de mi cabello matutino y ojos hinchados tras el mal dormir.

- Vamos, ve a arreglarte. Te haré compañía hoy. Prepararé el desayuno mientras tanto.

...

Una vez vestida y un poco más fresca nos encontrábamos fuera en el muelle con los pies colgando a punto de tocar las cristalinas y turquesas aguas del lago.

- No es necesario que me acompañes donde el oficial. Es decir, ni si quiera sé cuánto me harán esperar ni el procedimiento que seguirán - observaba la cascada allá hacia el horizonte meneando mis pies en sos de un compás. Uno detrás del otro, reiteradas veces.

- ¡Hey!, lo haré. - Me toma el hombro momentáneamente para dedicarme una sonrisa y agregar burlonamente-. ¿Sería tu mejor amigo si realmente no lo hiciera?

Reí. <<Y lo eres>>, pensé.

- Claro que no.

Y así compartimos un buen rato hasta llegada la hora de irnos a la comisaria.

...

- ¿Es tu novio?

<<¿Esto va dentro del cuestionario que debo de responder?>>

- Ángel... un muy buen chico. Serían una muy buena pareja.- Hace una pausa, pero yo sigo confundida por las palabras que acaba de mencionar. Primero que nada, ¿por qué se involucra en temas personales?, y segundo, ¿acaso no vine por otras cosas?. Realmente lo último que tengo ganas de hacer es hacer vida social.- Pues, buenas tardes señorita Carrasco.
Comenzaremos esto haciendo un par de preguntas. Luego de ello gustaría que usted me diera acceso al informe que el día de ayer alcanzó a llenar de información y los apuntes conductuales de la niña O'' Connell.
Claro, si no es molestia y no sale del reglamento bajo su estamento.

- Claro que no. Bajo estas condiciones está permitido siempre que los padres de la niña estén de acuerdo. Ya que es algo confidencial.

La ronda de preguntas fue bastante menos extensa que la primera que se me realizó. Y antes de finalizar me vi con la necesidad de salir de una pequeña duda que me había quedado dando vueltas en la cabeza.

- Señor, disculpe. Antes de partir, me gustaría pudiese responder una pregunta.

- Dígame, siempre que se me sea permitido.

Ahí voy.

- Ayer mencionó que había oído hablar de mi familia. ¿A qué refería con ello?.

Dejó de arreglar los documentos y fichas desordenadas y esparcidas sobre la mesa metálica. Puso alto a la grabadora de voz.

- Escucha joven. Vengo de una gran ciudad. Viví en Estados Unidos antes de este pequeño pueblo; y una de las ciudades donde ejercí fue Chicago. Allí vi toda clase de atrocidades. Cosas macabras que sólo son capaces de aparecer en tus peores pesadillas. Gente tan retorcida mentalmente que manicomios son lugares suaves para mantenerlos aislados de la sociedad.
Mi deber como sheriff de este pequeño pueblo es mantenerlo a salvo de cualquier peligro. Y para serte sincero...nunca creí que en un lugar tan pequeño pudiese ocurrir lo que sucedió ayer. - Bajo sus orbes color café oscuro con matices para tomar un lápiz y analizarlo con su mirada.- Ayer, aquella niña. No estaba bien de los estribos. Nadie con sus cinco sentidos se cortaría el cuello como lo hizo ella...¡por Dios!. Menos ella, teniendo tan corta edad. Y pues, con aquello y todo lo que dije sobre tu familia. En este pueblo, como en todos, todos se conocen. Hasta lo más mínimo. Sólo eso joven.

- ¿Se refiere a malos comentarios?

-No, para nada. - Y parece que le hubiesen dado una estocada en el pecho, porque responde aceleradamente a modo de aclarar sus intenciones. - Todo lo contrario, sé y conozco a su padre, un hombre sin duda muy trabajador y honorable. Su madre, una mujer esforzada y entregada a su familia. El pequeño... de aquel chicoco siempre olvido el nombre.

<<Pues muy bien, al menos no ha escuchado de todo lo que dice la gente de mí.>>

- Pablo. Su nombre es Pablo.

- Claro.

<<¿Qué comentarios le habrán llegado de mi?>>. Me pregunto internamente y la idea me retuerce las vísceras.

- Pues bien, tengo unos asuntos que atender. Debo mencionar que el señor y la señora O'' Connel no han bajado su veredicto de presentar cargos en contra tuya. Por parte mía, he sido testigo de las grabaciones de las videocámaras, y al menos en ellas, nada indica que tú fueses la culpable. No al menos en los gestos que hacías.
Los equipos de investigación usarán expertos en lector de labios, aunque es difícil descifrar lo que decías a aquella niña siendo que la mayor parte del tiempo permaneces recostada en el piso con cefalea.

Me cuesta comprender las palabras, pero entiendo y asiento a lo que dice el oficial.

- Oficial, no puedo asegurarle qué fue lo que le ocurrió a Ava, pero sí sé que ella sabía de cosas que son inexplicables incluso para mí.

Antes de levantarse del asiento me mira y me extraña la sensación que me envuelve repentinamente ante su mirada de consuelo.

-Le creo Alicia, este pueblo guarda muchos secretos.

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Buenas tardes lectores, aquí un nuevo capítulo. Si les gusta denle a la estrellita. Acepto críticas constructivas, adorar a cada uno de los que la está leyendo ♡
Bianca~