Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☪ 58 ☪

─────✧✦✧─────

"Querido diario"

─────✧✦✧─────

Narradora Pov

«No puedo ser, no puedo ser, no puedo ser».

—Akko.

—¡Ah!

—¿Estás bien? —consultó Johan.

Su corazón no había dejado de latir sin control y su arrepentimiento por cómo había actuado se hacía cada vez mayor. ¿Por qué salió corriendo diciendo una vaga excusa con cierta verdad? Tenía hambre y estaba empezando a oscurecerse.

—S-sí, e-estoy bien —contestó tomando la manzana que se resbaló de sus manos.

«¡Lo sabe, lo sabe, lo sabe, lo sabe! ¡¡¡Lo sabe!!!» Le iba a daría un infarto real si seguía de esa manera, pero no podía controlado. Al parecer, había sido lo demasiado directa como para que la guardiana lo descubriera.

—Te esperaré en el negoció, no demores.

Sus manos temblaban dificultándole la tarea. Habían pasado dos días y lo único que estuvo haciendo, era evitarla. No podía verla; de tan solo imaginarlo se moría de pena. Sin embargo, ¿Ahora que haría? No le gustaba la idea de esconderse, pero tampoco le agradaba la intención de dirigirle otra vez la palabra.

Estaba segura de que las cosas serían incomodas y no deseaba sufrir ese ambiente; era diferente con sus hermanas, pero, con la guardiana... «¿Por qué...?» ¿Qué debería hacer?

—¡Bu!

—¡Ah! ¿Qué...? ¿Mary?

—Buenas tardes, hermana —dijo con diversión.

—No estoy de humor... —soltó y continuó con su labor. Mary levantó una ceja y tomó asiento en el tronco de al frente.

—¿Estás bien?

—E-estoy perfecta.

—No lo parece. —Señaló sus manos temblorosas y su intranquila pierna derecha. Akko suspiró, dejó caer la manzana en el balde y ocultó su rostro.

—Lo sabe...

—¿Qué cosa? —preguntó y quedaron en silencio—. Oh... ¡Oh! ¡Oh! ¡Eso es bueno! ¡Al fin! ¡¿Cómo fue?! ¡¿Qué respondió?! —exclamó tomándola por los hombros, pero al verla ahora bajar la cabeza su expresión cambió a uno de preocupación—. ¿Qué te dijo...?

Akko exhaló y sujetó su cabeza.

—Nada. Yo... me fui.

—¿Te declaraste y te fuiste?

—¡No me declaré! Bueno, ¡no de manera directa! ¡Ella lo descubrió!

Mary levantó una ceja.

—¿Y eso es malo?

Akko arrugó confundida su entrecejo.

—¿No...? —¿Era realmente malo que Diana le hubiera dicho lo que ella no podía? Si no era así, ¿por qué sentía tanta vergüenza y miedo? La expresión y palabras de la guardiana no demostraron algún disgusto, molestia e inconformidad—. Es solo que... tengo... miedo. Ella lo sabe y me atemoriza conocer su respuesta.

—Nunca la conocerás si permaneces aquí. Ve a hablarle.

—No puedo. No ahora, quiero pensar.

Mary suspiró.

—Solo no lo sobre pienses, eso en verdad es malo.

—No es sencillo. Te lo dije, es complicado.

—¿Por qué todo tiene que ser complicado?

—No lo entenderías...

—¿Me crees muy tonta como para no hacerlo?

—¡No! No dije eso.

—Escúchame, es tu oportunidad, no lo arruines distanciándote. Y si te vas a tomar un tiempo para prepararte, será mejor que lo hagas bien —dijo y agarró una de las manzanas.

—¿Qué me recomiendas?

—Comienza desde el principio: cuéntale como te sentiste desde el primer día hasta ahora. Se cursi —acotó y Akko se sonrojó. «¿Cursi con Diana?» Era cierto que lo había intentado, pero en ese momento... las cosas dieron un giro inesperado.

Su corazón volvió a hacerla sentir nerviosa; no podía soportarlo, no por mucho tiempo. Mary tenía razón y debía actuar si quería conocer la respuesta que esperaba, pero, ¿qué sucedería si la guardiana no le correspondía? ¿No volvería más al bosque? ¿Se distanciaría? No lo creía posible.

El lugar mágico que tanto le había costado conocer, no era fácil de dejar a un lado.

—Hey. —Chaqueó sus dedos frente a sus ojos—. No lo pienses tanto.

Akko suspiró y volvió a bajar la cabeza. «Comenzar... desde el principio».

***

«Vuelve a casa». Una sonrisa se dibujó en sus labios. «Aquí vamos...» «Es un poco divertido retroceder al pasado y vivir el recuerdo del comienzo de nuestra amistad». «No es de mi interés conocer las historias que inventan». «Aún esas palabras dan vueltas en mi cabeza y no puedo dejar de pensar que... aunque no me querías cerca, yo continué insistiéndote».

—Esas cajas van de este lado —dijo Johan y Akko asintió.

«Eres real. Esas historias que me contó la Sra. Holbrook cuando era una niña más pequeña, no eran solo eso...» «Las historias que me narraba la anterior dueña de la biblioteca, me llenaron de ilusión. Creí en la magia; creí en ella después de conocerla sin necesidad de verla».

«¡Entonces, el perro saltó sobre el hombre y lo arrojó junto a él al agua! ¡Fue asombroso!» «Las intenciones de escucharme mientras te contaba las cosas que pasaban en mis días, me gustaba».

«Una guardiana... que existe en un bosque mágico». «Estaba... ilusionada; estaba... anhelante. Cuando escuché tu voz, recuerdo que mi corazón dio un vuelco. Era tan... divina que creí que había escuchado a una Diosa, aunque no estaba del todo equivocada. Quien diría que me enamoraría de un ser semejante a un Dios».

«¿Es posible que tu amor me sea entregado? ¿Es posible que el mío sea correspondido? Son las preguntas que más me he hecho en estos días. Escribir en mi cuaderno me ayuda a desahogarme y pensar mejor en mis decisiones. Me gusta... poder dejar mis más agobiantes pensamientos en una hoja en blanco».

«Dime, ¿qué palabras te dedicaré? ¿Qué historia puedo contarte? La nuestra apenas ha comenzado y me siento emocionada de poder pasar el tiempo que me resta contigo, aunque no será el final: seguiré viviendo en otros mundos más. ¡Estoy dispuesta a encontrarte en otra vida!»

«Esto suena más como una despedida que como una carta de amor. Volvamos al principio, en donde te encontré; donde te conocí; donde te escuché; donde te vi; donde aprendí; donde lloré; donde reí y sonreí; donde te miré; y donde pude... tocarte». Sus mejillas se tiñeron de color carmesí.

«Me pregunto, en qué pensabas cuando te acercaste a mí y me miraste con esos hermosos ojos azules e indiferentes que me tomaron por sorpresa causando que mi corazón de nuevo latiera de esa forma... que tú solo puedes provocar». «¡T-tengo que irme!» «Estos sentimientos los siento devorándome por dentro». «Mi nombre es Diana, Diana Cavendish».

—¡Buenos días, castaña!

—¡Buenos días!

«Creí que este sentimiento desaparecería pronto. Pensé en que tal vez... era algo provocado por mi "hallazgo", pero me equivoqué. Mi primer amor; mi primer latir; mi primer interés romántico... Te llevaste todo de mi corazón». «Eres hermosa; tu cabello rubio, tus ojos azules, tus manos, e incluso tus orejas y colas. Todo de ti es... realmente maravilloso. Eres una bella mujer que vive en un bosque único; y eres... todo lo que mi corazón añora».

«Tu comportamiento, tus palabras y tu mirada, aún me confunden, pero poco a poco voy aprendiendo más de ti y no quiero dejar de hacerlo. Así que, por favor, no te alejes, no te distancies de mí, porque mi mayor deseo es hacerte feliz; muy feliz a mi lado».

—Gracias, Akko. Sin ti no hubiera podido mover estas cajas.

—Es un placer ayudarla, ¿Necesita algo más?

«La persona que esté a tu lado, será muy afortunado». «¿Esas palabras son ciertas? ¿Qué piensas tú? Me gustaría saberlo, porque es tu respuesta la que más me importa».

«La vida es impredecible». «No me estás ayudando». «¿Qué deseas escuchar, Atsuko Kagari?» Se rio. «Siempre me has llamado por mi nombre y no por mi apodo. Es lindo pensar que eres la única que lo hace; me hace sentir... bien y extraña».

«La vida para ustedes es incierta e impredecible. El amor es un sentimiento confuso, descuidado y controlador». «Esas palabras aún las recuerdo, pero mi punto de vista es diferente. Déjame compartírtelo: el amor que me has creado; el amor que siento por ti, ha hecho que en mis labios se dibuje una sonrisa; me ha hecho llorar; me ha hecho reír; me ha hecho tomar decisiones peligrosas y buenas; y me ha lastimado».

«No todo es malo; invariablemente habrá una luz tarde o temprano que nos ayude a avanzar». «Son unas palabras que me dijo mi padre y no pienso permitir otra vez que mi corazón se llene de decepciones, aunque mi mente me pide a gritos que me prepare para cualquiera desilusión».

«La primera vez que me permitiste entrar al bosque, estaba nerviosa; me moría de nervios, pero, la emoción era más, y verte... sin un muro entremedio fue... el día más feliz de mi vida».

«¿Siempre vamos a estar así, Diana?» «Mi corazón añora tu calidez; mi corazón añora poder sentirte; mi corazón está harto de aquella pared nos separara; mi corazón te ama; mi corazón te anhela; mi corazón... quiere decirte muchas cosas».

—¿Están listos? Solo faltan cuatros días. En el penúltimo, le avisaremos a los demás.

«Crea tu propio camino y alternativas. Y descubrirás y aprenderás de muchas cosas en el trascurso». «He creado mi camino; he tomado mi decisión. ¿Estarás bien con eso? ¿Estarás feliz cuando te diga que te veo en mi futuro? ¿Será suficientemente? ¿Yo seré suficiente para ti? Es difícil explicar estos sentimientos en palabras».

«Gracias... por hablar conmigo. Me haces feliz». «Mis indirectas dieron el resultado que deseaba, pero no el que esperaba. Lastimosamente, me había concentrado tanto en que te dieras cuenta de mis sentimientos, que no pensé en qué haría después». Suspiró.

«Díselo a mi padre, parece no dejarme salir nunca». «Tendrá que hacerlo si quiere que le presentes a tu pareja». «No lo voy a hacer».

«La Sra. Holbrook una vez me dijo que, una mujer no puede amar a otra. ¿Es eso muy mal visto? ¿Es eso realmente malo? Esas preguntas me fueran contestadas con el tiempo, y entendí que, sin importar lo que hagas, las personas siempre tendrán un mal pensamiento sobre aquello que amas».

«Y mi corazón te ha amado por tanto tiempo que... estoy segura que este amor es de un para siempre. Un amor duradero; un amor puro; un amor naciente y creciente; un amor dispuesto a permanecer sin importar las dificultades; un amor... incondicional que yace en mi corazón».

«Tu cuerpo es cómodo; tus manos son suaves. Me creas seguridad; me creas tranquilidad. Y el collar que me has entregado, es el mejor obsequio que conservo».

—Es momento de cenar. Ten cuidado, está caliente.

Sonrió y agarró el utensilio. «No te conozco lo suficiente. Sé que tienes más años y yo no he vivido ni la mitad de los míos, pero... aun así, ¿te dejarías amar por mí? ¿Dejarías que mis manos tomen las tuyas y te guíen a un mundo diferente donde solo estemos nosotras dos? Sé que nuestras diferencias son grandes; sé que hemos tenido dificultades para entendernos; sé que mi amor puede no llegar a ser correspondido; sé que, aunque no duré mucho tiempo con vida, podré encontrarte en otra».

«Y es aquí, donde comienza nuestra historia». Sonrió sutilmente. «En un bosque mágico donde tus fantasías y más profundos sueños pueden hacerse realidad, habita un peculiar ser... que destaca entre muchos otros». «En un bosque mágico donde cualquiera cosa puede llegar a hacerse realidad, vive alguien que es considerado... como el guardián del lugar». «En un bosque donde todos tus deseos llegarían a hacerse realidad, habita una hermosa mujer cuya edad supera los cuatrocientos años».

«Una joven humana descubrió lo oculto; descubrió la magia; descubrió lo que existe más a allá de su mundo; descubrió seres que parecen sacados de cuentos de hadas; descubrió de lo que es capaz; y descubrió... el amor». Sus ojos se cristalizaron. «Todo este tiempo...» Sus puños se cerraron con fuerza. «Todo este fuerzo...» Exhaló y miró el muro que la separaba de un... «Bosque mágico». Inconscientemente su mano se situó en su pecho. «Mejor que en los cuentos de hadas...»

Su brazo con delicadeza se extendió pasando a través del velo, provocando que su corazón empezara a latir sin algún control. «Un mundo desconocido». Aves de diferentes aspectos y colores pasaron volando sobre ella en conjunto. «Un nuevo comienzo...» Exhaló conmocionada y respiró con profundidad.

«Conoces las adversidades que existen en tu mundo; has visto una de las muchas maldades que se hayan en las más profundas oscuridades. Entonces, dime». Poco a poco la melodía que era tocada, se hacía más cercana. «¿Por qué deseas entregarte a ellos? ¿Por qué los escoges, Atsuko?» Detuvo sus pasos y con el corazón agitado la contempló, y con fuerza sujetó la bandolera de su bolso.

«En mis brazos, a mi lado, no temerás. Conmigo estás a salvo». La mujer terminó de tocar y giró a verla. En ese momento, su corazón se llenó por completo.

«Lo que quiero decirte. Lo que anhelo que sepas... es que tú... Tú eres... lo que más amo en este mundo».

--------------

Fin del Cap. 58 (Querido diario)

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro