Encierro
Espero que les guste~
Boruto se resigno un poco a estar atrapado con Himawari de cierta manera. Ella no lo dejaba mucho tiempo solo, llamándolo "hermanito" en cada oportunidad que tenía y brillando del puro entusiasmo cuando él decidió llamarla "hermana mayor", satisfecho con verla feliz. Se dejo peinar sin mucho problema, incluyendo la cola, agradeciendo que ella era cuidadosa y amable. Se dejo alimentar, porque ella se ofreció con una sonrisa tan esperanzada que no tuvo el corazón de rechazarla. Rayos, incluso se dejo abrazar, accediendo con cierta vergüenza a dormir entre sus brazos toda la noche.
Ella estaba apegada y encantada, luciendo orgullosa de si misma por tomar su papel de mayor, así que cuando llego la mañana y lo primero que Naruto anuncio en el desayuno era que Boruto se tenía que ir con él, su animo decayó.
-¿Qué? ¡No!- Himawari hizo un puchero, luciendo al borde de las lagrimas, su mano aferrada a la de su hermano, quien la miro con ligera tristeza ante su angustia. Naruto hizo una mueca, luciendo algo desesperado por calmar a su hija antes de que empiece a llorar o algo así y por esta vez, Boruto decidió tenerle algo de piedad a su padre.
-Oye- llamo, sonriendo cuando ella se volteo a verlo con curiosidad. -Volveré...- le dio un ligero apretón a la mano ajena, con total seguridad en esa simple palabra. -...y tendremos una pijamada esta noche, ¿no?- y aunque su puchero duro unos segundos más, no del todo de acuerdo con dejarlo irse, termino por asentir. Sonrío, divagando de un poco de todo mientras lo ayudaba a vestirse con esa ropa vieja que su madre guardo por alguna razón durante años y tuvo que lavar para ser usable, además de tener que abrirle un agujero para la cola.
-¡Adiós, hermanito!- se despidió en la puerta y él bufo. Estaba actuando como si se estuviera mudando o yéndose por días y no solo unas horas.
-¡Adiós, hermana mayor!- la puerta se cerro, dejando al padre y al hijo fueras, quienes se miraron de reojo antes de terminar de salir de los terrenos de su hogar, donde el mayor detuvo al niño antes de que fuera muy lejos.
-Mano- Naruto extendió la mano antes de que el pequeño rubio pudiera hablar, este mirando la extremidad con el ceño fruncido, casi ofendido. Se había dejado alzar la primera vez, anhelando cariño y contacto físico pero en ese instante, se sentía un poco más controlado y no entendía aquel gesto infantil. -No confió en ese instinto tuyo- le sonrío con diversión y Boruto bajo las orejas, desviando la vista con vergüenza al recordar su robo de carne.
-Como sea- bufo y sintiéndose un poco ansioso, deslizo su pequeña mano en la mas grande, observando los dedos grandes rodearlo en un agarre firme y amable. Se sentía pequeño y como un niño, sin contar su apariencia, aunque no de una mala manera. Era difícil de explicar. -Entonces...- caminaron así, tomados de las manos, y el niño metió la libre en el bolsillo de la campera que le pusieron, mirando de reojo a su alrededor. -...¿Por qué estoy yendo al trabajo contigo?- decidió preguntar aquello que había estado rondando por su cabeza desde el desayuno, volviendo a fijar sus ojos en su padre, decidido a ignorar la mirada de todos a su alrededor y la presencia del par que no se habían cansado de seguirlo al parecer.
-Shikamaru junto a un grupo de especialistas para que pudieran investigar lo que te sucedió y encontrar la forma de revertirlo- Boruto se animo, parando las orejas con atención, mirando de reojo al par cuando escucho a una reír.
-¡Jamás lo lograran!- Sunny bufo, riendo a carcajadas a los pocos segundos, chillando cuando pareció perder el control y rodo en el aire, adentrándose en un edificio. Su compañera bufo, divertida y continuo su camino, escuchando apenas los reclamos de aquella con orejas de gato que parecía intentar recuperar el equilibrio en el aire.
-Me temo que tiene razón- Bunny le mando una suave mirada al niño, aunque sin lucir como si realmente se estuviera disculpando. -Nuestros trucos no son tan fáciles de deshacer como los humanos piensan- acaricio sus orejas con un ligero tarareo.
-Aja, genial- hizo una mueca ante las palabras del par, teniendo la mala sensación que eran sinceras. Eso no era algo de lo que pudiera decirle a su padre y tenía la sensación de que nada de las escusas que luchaba por armar podría detener al grupo de expertos o lo que sea, quienes de seguro estaban guiados por la curiosidad y la sed de conocimiento. Si, nada podría detenerlos de investigar y aunque sea intentar quitar lo que sea que le hicieron. Es era malo. -¿Y estoy aquí porque...?- y tuvo una mala sensación cuando su padre apretó los labios, guardando silencio por unos segundos, dándole un ligero apretón a sus manos unidas. -¿Qué?- frunció el ceño. -¿Seré un sujeto de pruebas o algo así?- se erizo ante la sola idea de eso.
-¡No!- eso fue suficiente como para que el Hokage reacciones, haciendo una mueca ante el volumen que utilizo y las miradas alarmadas que se gano. Hizo un gesto y en cuanto la gente a su alrededor dejo de mirarlo, respiro profundo y se detuvo solo para poder agacharse frente a su hijo, acunando sus manos entre las suyas. Lo pequeñas que eran lo hacia sentir más alerta y protector que nunca. -Nunca dejaría que algo así sucediera...- lo miro con seriedad y Boruto se relajo apenas, confiando en el mayor. -...pero se necesita un punto de inicio para investigar y me temo que tu eres lo más cercano que se tiene para eso. Nunca vimos que algo así sucediera y no sabemos que es lo que lo causa, mucho menos sabemos como deshacerlo- el menor hizo un puchero, sus orejas cayendo. -No harán nada invasivo, eso te puedo prometer-
-No dejaremos que de hagan nada- Bunny coloco su mano en su hombro y a pesar de su estado invisible, él podía sentir su ligero peso y calidez.
-¡Es una promesa!- Sunny no dudo en agregar, sonriéndole por encima del hombro del Hokage, aunque pronto estaba flotando de cabeza pero manteniendo sus ojos brillante en él. Boruto no confiaba en ellas, porque fueron la causa de todo ese desastre para empezar, pero visto y considerando que en realidad no tenía muchas opciones, supuso tendría que creerles.
-...bien- cedió, esperando poder terminar con aquello lo más pronto posible para poder pasar tiempo con su hermana y sus amigos después. Tuvieron que volver a caminar, porque de cierta manera el adulto entre ambos ya estaba llegando tarde a su trabajo, y Boruto intento mentalizarse en el camino, escuchando a medias las palabras de aliento del par, pero cuando se detuvieron frente a la puerta que los llevaría al laboratorio, dudo. Podía escuchar voces venir del otro lado, adultos que hablaban con términos raros que no podía entender, y sintió una repentina ola de pavor invadirlo. No quería estar allí, no solo. -P-Papá...- tipo de la mano ajena, insistente, tragando en seco cuando sus ojos se encuentran con los preocupados del adulto. -...No...No me dejes aquí solo- suplico, repentinamente desesperado.
-Ah, Boruto...- Naruto se agacho, luciendo devastado por la suplica y Boruto decidió usar ese truco que le había enseñado a su hermana menor para que pudiera conseguir lo que quisiera en momentos desesperados.
-Por favor, papá- se aferra a la mano más grande, temblando, su cola moviéndose para quedar entre sus piernas en señal de miedo y bajando las orejas, sus ojos brillando con lagrimas no derramadas, suplicando. Naruto entra en pánico, con el corazón destrozado.
-¡No, no, no! ¡T-Todo estar bien!- cayo de rodillas, solo para poder abrazar a su hijo contra su pecho, su mente corriendo en busca de ideas en un intento de tomar la mejor decisión en ese momento. -Yo...- apretó los labios, sintiendo como el menor se acurraba, temblando. -...estoy seguro de que la aldea se las puede arreglar con un clon de sombras por unas pocas horas- y algo cálido se instalo en el pecho de Boruto al darse cuenta que su padre estaba dispuesto a abandonar su trabajo por él.
-Ni se te ocurra- el mayor se tenso ante la voz, alzando la vista, sonriendo con cierto nerviosismo ante la expresión llena de molestia de Shikamaru, quien de paso estaba cruzado de brazos. -Tienes trabajo que hacer, Hokage- señalo y el menor se aferro a la ropa ajena.
-No puedo dejar a mi hijo solo- ajusto su agarre ante de enderezarse, frunciendo apenas el ceño hacia su amigo. -Esta asustado- y Boruto entierra su rostro en el hombro del mayor, rezando porque no lo obligaran a quedarse solo.
-Ah, que fastidio...- Shikamaru suspiro, luciendo cansando pero hay un cierto entendimiento en su ojos a pesar de su expresión algo fría, como si se hubiera esperado aquello. -Por suerte, me imagine que esto podría suceder- hizo un gesto y alguien, más bajito, salió de atrás suyo para pararse a su lado y los ojos del mayor se abrieron con cierta sorpresa. Boruto agito las orejas ante el silencio que se instalo y se movió para poder ver de quien hablaba, parpadeando con confusión.
-¿Sarada?- esta sorprendido de verla, ladeando apenas la cabeza mientras ella le sonríe.
-Escuche a mamá hablar de lo que estarían haciendo hoy...- se acomoda los anteojos. -...y me ofrecí a hacerte compañía- y Boruto no puede evitar relajarse un poco ante sus palabras, sabiendo que puede confiar en ella.
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