Explicaciones
-Papá- Boruto cerró los ojos y apretó los puños para reunir fuerzas para contarle todo- Mamá y Hima han muerto.
-¿¡Que!? - Naruto le miró espantado.
Sarada siguió a su madre hasta un vistoso despacho.
-No sabía que tenías tu propia oficina- Comentó Sarada.
-Es nuevo - explicó Sakura, mientras se sentaba en la silla detrás del escritorio- Me lo dieron esta semana.
-¿Pero no eras enfermera? - preguntó Sarada- creí que no necesitabas un despacho.
-Hija - ella puso los codos en la mesa y juntó los dedos- Caso no lo recuerdes solo soy enfermera por opción, ya que soy graduada en medicina.
-Es verdad, se me había olvidado- la azabache se rasco la nuca.
-Siéntate- le señaló a la silla delante suya.
Sarada obedeció a su madre y se sentó.
-¿Que pasa mamá? - le preguntó Sarada.
-Se lo has dicho. ¿Verdad? - Ella asintió con la cabeza- cuéntame más.
-¿Espera? - Naruto aún no se lo creía- ¿Que quieres decir con...?
-Mamá murió en el acto y Hima no resistió y murió camino al hospital- Boruto empezó a llorar.
-¿Y Kawaki? - preguntó Naruto intentando no demostrar sentimientos.
-Kawaki se culpó por lo sucedido y calló en el mundo de las drogas- Boruto bajó la cabeza y aún seguía llorando- Ahora mismo no sé donde está.
Boruto decidió no cantarle a su padre sobre la pelea que tuvieron o sobre el hecho de haberle expulsado de casa.
No le contó la verdad, pero tampoco le mintió. Boruto apenas ocultó los hechos a su padre.
-Lo siento papá -Se secó las lágrimas con la manga de su camiseta.
-Hijo, ven aquí.- Naruto abrió los brazos- dame un abrazo.
Boruto se quedó confuso.
-Pero la tía Sakura dijo... - Naruto le interrumpió.
-Sakura-Chan no está aquí.- Boruto corrió y abrazó a su padre lo más fuerte que podía.
-Boruto - Dijo Naruto mientras le acariciaba el pelo- ¿ Te acuerdas del padrino Jiraiya?
-Si...
-Cuando tus abuelos murieron él me dijo algo que no lo olvidaré en la vida:
"No eches de menos a los muertos; valoriza el tiempo que estuvieron contigo, no lamentes a los que se han ido; disfruta de los que han quedado "
Naruto perdió a sus padres cuando tenía apenas 12 años y después de su pérdida el se fue a vivir con su padrino: Jiraiya.
Por desgracia Jiraiya se fue hace seis años.
-Por eso -Naruto aún seguía acariciando los pelos de su hijo- pese a todo agradezco por al menos tenerte a ti.
-Gracias papá- Boruto se acurrucó en su pecho- ya no me acordaba de tus buenos consejos.
-¿Por cuanto tiempo he dormido? - preguntó Naruto.
-Unos seis meses.
-Jeje es mucho.- le sonrió.
-Si. - Boruto le devolvió la sonrisa.
-¿Puedes ir por un poco de agua? - le pidió su padre.
-Pero si tú estás con suero, creí que no sentirías sed.
-Y no siento- explicó su padre- pero eso no evita que tenga la boca seca- le dio una palmadita en la espalda- anda ve.
-Esta bien- fue directo a la puerta y antes de irse le miró con una sonrisa- me alegra volver a verte papá.
-Yo también hijo- le devolvió la sonrisa.
Boruto cerró la puerta y al notar que su hijo se había ido él empezó a llorar.
Naruto puso las manos en su rostro y empezó llorar.
A veces los padres tratan de hacerse los fuertes para no prepcupar a sus hijos y eso fue lo que hizo Naruto.
Si, Jiraiya le había dicho eso, pero no por eso que él no derramaría lágrimas por las personas perdidas.
-Y fue así como le conté todo a Boruto- dijo Sarada.
-¿Y como te sientes ahora? - le preguntó Sakura a su hija con una sonrisa.
-En el momento en el que le conté todo - Sarada puso la mano en su pecho- sentí que me había quitado una carga de encima y...
Sarada recordó aquél momento en el que uno se perdió en la mirada del otro.
Ojos azules y negros: los dos se miraron fijamente por unos segundos.
Y quien sabe lo que hubiera pasado si Sakura no le hubiese llamado al rubio.
-Siempre te lo dije hija - ojos negros y verdes se conectaron- cuando tengas verdaderos amigos cuéntales todo, te sentirás mejor.
-Supongo que tenías razón mamá- Sarada sonrió.
Esa era la primera vez en años -muchos años- que Sarada le dedicaba una sonrisa alguien tan abiertamente.
Una calidez le tomo el corazón de la rosada.
Sakura empezó reirse.
-No sabes lo cuan feliz estoy en este momento.
-¿Por qué? Si no hemos hecho na... - Sarada se detiene al notar los dos dedos de su madre en su frente.
-Es la primera vez que te ries delante de mi hija.
-Bueno creía que sonreír no era tan importante hasta que...
-¿Conociste a Boruto Uzumaki? - Sakura completó la frase de su hija.
-S-si - Sarada desvío la mirada y se puso algo sonrojada.
-Los Uzumaki tienen ese efecto- Sakura parecía recordar su pasado.
-Mamá.- Sarada puso una cara picara- ¿Has tenido algún caso con Naruto-san?
Sakura se puso roja con la pregunta de su hija.
-Bueno... En aquella época yo estaba demasiado enamorada de tu... - se aclaró la garganta- de tu padre.
Sarada sabía que su madre ocultaba algo, pero decidió ignorarlo.
Boruto acababa de coger un vaso de agua para su padre y se dirigió a la habitación del mismo.
Al llegar a la puerta del cuarto, el rubio oyó los llantos de su padre.
Él se deslizó de espaldas por la puerta, puso el vaso a un lado, abrazó sus rodillas, ocultó su cabeza y empezó a llorar.
Boruto sabía que Naruto trataba de hacerse el fuerte con él, no vio mentira en sus palabras, pero eso no significaba que él no iba a llorar.
Cuando Boruto tenía diez años -en el funeral de Jiraiya- Naruto hizo lo mismo.
El rubio mayor les dijo algo parecido y en la misma noche Boruto le oyó llorar desde el tejado.
Al rubio menor no le gustaba eso. Boruto creía que Naruto no necesitaba hacerse el fuerte para ser buen padre.
Al notar que su padre paraba de llorar se levantó, cogió el vaso de agua y abrió la puerta.
-Aquí tienes papá- le entregó su vaso de agua.
-Gracias hijo.- le dedicó una sonrisa para diafrazar su llanto.
-Papá.- Esta vez le tocaba a Boruto darle consejos- Ya no necesitas hacer eso.
-¿Hacer el qué? - Preguntó Naruto fingiendo no saber de lo que hablaba su hijo.
-Deja de hacerte el fuerte, no hace falta que lo hagas.
Naruto cogió el vaso y sonrió al frente sin mirarle.
-Tu madre me decía lo mismo que tú- bebió su agua de un trago- por más que te parezcas conmigo tienes muchas de sus características.
-¿Como cuales? - Preguntó Boruto curioso.
-Tu amabilidad y el hecho de saber que alguien tiene problemas y querer ayudarlo.
Los ojos de Boruto brillaron.
-Se nota que la querías papá- comentó Boruto.
-Ni te lo imaginas- le mira y sonrie- cuando salga de aquí quiero visitar su tumba, ah y la de Himawari también.
-Está bien - le extiende su puño- trato becho.
-Trato hecho- los dos se chocan los puños.
Eso significaba que era una promesa padre e hijo y que no se podía romper en hipótesis alguna.
-Lo siento Naruto-san y Boruto - Sarada acababa de abrir la puerta- el horario de visitas ya se acabó.
-Cierto- Boruto le dedicó una última sonrisa a su padre antes de irse- Nos vemos papá.
-Adiós hijo- Naruto se despidió y como un buen Uzumaki, le dedicó una sonrisa a su hijo.
La noche ya estaba al caer y no había mucha gente en la estación.
-Oye Boruto - Sarada iba decir algo, pero fue interrumpida por el sonido del tren.
Al entrar en el vagón notó que éste estaba más vacío que en el viaje de ida.
-Allí- Boruto señaló a dos asientos libres.
Sarada siguió a su amigo hasta dos asientos libres cerca de la ventana.
-Yo quiero la ventana- dijo Sarada.
-Lo que tú digas señorita - Boruto se hizo a un lado para que Sarada se sentase.
Los dos se sentaron y pasaron un rato en silencio.
-¿Que me ibas a preguntar antes de que el tren llegase? - Boruto decidió romper ese incómodo silencio.
-¿Yo? -Miró a la ventana- Na- nada- tartamudeo.
-Me ibas a preguntar algo - insistió el rubio- Anda escúpelo.
Ella suspiró y al final preguntó.
-¿Tú crees que mi madre y tu padre tuvieron algún tipo de relación en el pasado? - preguntó con la mirada fija en el paisaje.
Boruto se rasco la nuca un tanto confuso.
-Bueno... No lo sé él nunca me dijo nada ¿Por...?
-Yo creo que sería mucho mejor si ella se hubiese quedado con Naruto-san - Habló en un tono frío- Así yo no hubiera nacido y mi padre no me hubiese... Ya sabes...
-Sarada -Ella se giró a ver la sonrisa que era ya su marca registrada- A mi no me gustaría que eso sucediera, porque así yo no podría haberte conocido.
-Boruto... Gracias - el tiempo se paró por completó porque Sarada "orgullosa" Uchiha le había mostrado su sonrisa a Boruto por primera vez.
Fue en ese momento, al ver la sonrisa de alguien que nunca sonríe, en el Boruto se dio cuenta: Su corazón ya le pertenecía a aquella azabache.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro