Boruto y su familia habían llegado a la aldea de la hoja.

La nueva família Uzumaki se asustó al ver la aldea toda destruida.

Buscaron por todas partes, pero no encontraron sobrevivientes. 

Fue entonces cuando se encontró con cierto rubio mayor tirado en el suelo con su cuerpo llena de estacas negras.  

-¡Papa! - Boruto fue corriendo tras él. 

-¡No lo veáis niños! - Sarada se apresuró en tapar los rostros de sus hijos. 

-¡Papa! - Boruto llegó al séptimo- No, por favor, no. 

-No te preocupes hijo - escupio sangre- Todo va a...

Derrepente sintió que algo puntiagudo atravesó su corazón. Era el mismo tipo de estaca negra que atravesaban el abdómenes de su padre. 

Cayó al suelo paralizado. 

"No puedo moverme"

Con gran esfuerzo giró sus ojos a un lado y vio que las mismas estacas acertaban a Sarada y los niños. 

Intentó gritar, pero no consiguió. Era como si sus cuerdas vocales fuesen arrancadas de cuajo.

¿Pero que está pasando? -mientras intentaba moverse con en agonía. 

-Esto es solo una advertencia Uzumaki- esa voz pertenecía a un viejo conocido.

-T-Tu... - habló con el máximo esfuerzo posible.

Se trataba de Momoshiki.

-Es maravilloso, ¿verdad? Podía verlo una y otra vez. 

El Otsutsuki se refería al hecho de ver a la família del rubio caer uno a uno.

¿Quieres enloquecerme? ¡¿Es eso?!
Pensó, ya que no podía hablar.

-Guarda este nombre Uzumaki, Jigen

Boruto se repetía ese nombre una y otra vez mientras todo se oscurecía. 

De repente escuchó un eco lejano clamando por su nombre.  

El eco se fue acercando poco a poco hasta descubrir que se trataba de su esposa: Sarada. 

-Sa-ra-da...

Todavía no podía hablar con claridad.

-Sarada, ¿donde estas? - poco a poco volvía a tener voz mientras la buscaba con vehemencia.

-¡Aqui! Boruto... ¡Aquí! - una luz fuerte alumbró su rostro de la nada. 

La luz desapareció poco a poco hasta verla con claridad.

-Boruto, ¿estas bien? - le preguntó mientras limpiaba su sudor con una toalla húmeda. 

Después de unos segundos notó que su respiración volvía a la normalidad. 

-He vuelto a tenerlas Sarada - explicó- Mis pesadillas han vuelto. 

Sarada tomó una bocanada de aire para asimilarlo.

Para otras personas una pesadilla es algo normal, un mal sueño que la gente suele tener a veces. 

No obstante para los Uzumaki era una señal de peligro. 

-Cuéntamelo todo-  dijo en un tono serio- y si me ocultas algo... Lo sabré. 

Le enseñó su Sharingan. 

Esta es la segunda temporada de Borusara: nuestra familia amigos. 

Disfrutad de la fanfic y si no has visto la primera temporada,¿A que esperas?

Ps: este es solo el prólogo,  los episodios comunes serán más largos.