Capítulo XLVIII
Ajenos a todo lo que les pasaba a sus padres y a la triste noticia de su tío Inojin, los niños cuidados por Strea estaban cenando un delicioso Ramen.
-¡Uno más por favor! - le pidió Kasumi al dueño del restaurante.
-¡En seguida! - dijo un chico joven antes de irse a la cocina
La joven rubia se había comido su quinto tazón de ramen y ya lista para comer el sexto.
-Menos mal que al ser miembro de la familia real tengo derecho a comida gratis para mi y para mis invitados. - comentó Strea.
-Se nota que amas el ramen, Kasumi-chan. - comentó el minirrubio.
-El ramen es el mejor alimento del mundo - comentó la miniuzumaki.
-Yo prefiero las hamburguesas - comentó Mikoto.
-Y yo prefiero los sándwiches de mamá- comentó Yui.
-Bueno todos tenemos una comida favorita - comentó Strea- ¿Y a ti Minato-kun? ¿Cual es tu comida favorita?
-Yo estoy con Miko en esto - dijo el Minato- Las hamburguesas son la mejor comida.
Mikoto le dedicó una sonrisa algo sonrojada.
Kasumi recibió su quinto tazón de ramen y ella sonrió.
-A mi me gusta el ramen, porque me hace recordar mi vida pasada - dijo ella mirando a su ramen- Y me recuerda a mi padre.
Kasumi recordó a su yo de ocho años esperando a su padre volver del trabajo.
Ella siempre lo hacía, pero en aquella noche él se había tardado más de lo normal.
-Kasumi-chan, Kasumi-chan - le llamó su padre.
La joven niña se había dormido en el umbral de la puerta.
- Papá, al fin llegas - dijo la niña mientras se tallaba los ojos.
-No hacía falta que me esperaras cariño - le dijo el padre de la minirrubia.
-Pero nos habíamos prometido comer juntos el nuevo ramen súper especial - comentó Kasumi- Y como buena Uzumaki que soy siempre cumplo mis promesas.
-Está bien , pequeña- dijo el padre mientras le alborotaba el pelo.
Ambos rubios se fueron a la cocina para calentar el recipiente del nuevo ramen súper especial y compartirlo.
Mientras ambos esperaban el temporizador llegar a cero, una voz femenina invadió la cocina.
-¿Se puede saber que estáis haciendo?
Ambos rubios giraron la cabeza para ver una cabellera rosa al umbral de la puerta con las manos en la cintura.
-Mamá, solo íbamos a comer un poquito de ramen - se reía la chica nerviosamente.
-¿En plena media noche? - le preguntó con el ceño fruncido- ¿ No podíais esperar hasta mañana?
Los ojos verdes de la niña se conectaron con los ojos azules de su padre y luego dijeron al unísono:
-¡Se acabó! - la madre de Kasumi se puso a un lado y apuntó hacia afuera de la cocina- ¡A la cama los dos!
-Pero, si el ramen está casi listo - argumentó el padre.
-Además tu amas secretamente el ramen tanto como nosotros, mamá - argumentó Kasumi- Papá me dijo que cuando estabas embarazada comías ramen a cada dos por tres.
-Eso es... - la madre estaba ruborizada- por los antojos - luego susurró- malditos antojos.
-Entonces, ¿ por qué cenaste ramen en la última semana durante todos los días? - preguntó el padre.
-Bueno... pues... - tartamudeó cierta pelirrosa.
- Venga mamá, hay suficiente para los tres - insistió Kasumi.
Los dos miraron a la mujer con ojos de corderito.
Justo en ese momento el microondas sonó avisando que la comida estaba lista.
-¡Vale, vale! - gritó la mujer- ¡ Dadme un poco de ese ramen!
Mientras el vapor del caliente ramen subía hacia su cara Kasumi permanecía callada con lágrimas en los ojos.
-¿Estás bien, Kasumi-chan? - preguntó Minato poniendo una mano sobre la suya.
-Nada de caritas largas, por aquí- declaró la peliblanco- ¡ Te ordeno que te rías ahora mismo! - dijo Strea mientras le hacía cosquillas a la mini Uzumaki.
Después de pasar una buena velado con las hijas de Kazuto y Asuna, el nuevo equipo 7 se fue a casa a dormir, ya que al día siguiente cogían un tren que los llevaban de vuelta a Konoha.
-Ha sido un placer teneros aquí- dijo Kirigaya extendiéndole la mano a Boruto- Te prometo qu cazaré a ese oso que te dañó el ojo.
Obviamente Boruto no les contó la verdad sobre quién le causó un corte tan profundo en su ojo, así que se inventó una excusa creíble para la pareja Kirigaya.
-Muchas gracias por todo Kirito-san - le dijo Boruto con una sonrisa formal- Y no os preocupéis con mi ojo, en Konoha tenemos el mejor departamento de medicina de las 5 grandes naciones.
-Buena suerte con lo de Kara - comentó Asuna- Os aseguramos que haremos todo lo posible para ayudaros.
-Muchas gracias Asuna-san, Kirito-san - decía Sarada de forma educada mientras hacia una reverencia.
-¡Boruto-kyuuun! - estrella corrió hacia el rubio mayor mientras lo abrazaba presionando la cabeza contra su escote.
-Strea- Sarada la miró con su Mangekyou eterno activado- ¿Puedes soltarlos ahora mismo? - le preguntó con una siniestra sonrisa
-Venga, Sarada-sama - protestó Strea- Tienes que aprender a compartir.
-¡Que lo sueltes ahora mismo! - le gritó la Uchiha algo alterada.
-Vale, vale - La peliblanco empujó a Boruto hacia la Hokage- Es todo tuyo.
-El amor te vuelve un Idiota- comentó Mikoto viendo la escena de sus padres.
-Venga, Miko-chan - comentó Kasumi- si no es para tanto.
De repente Minato recibió un beso en la mejilla de parte de Yui.
-Gracias por estos últimos días, Minato-kun - le sonrió la Kirigaya- Me lo pasé muy bien.
-No hay de qué Yui-chan - comentó Minato con su típica sonrisa del estilo Uzumaki.
Al despedirse de su amiga, Minato noto que dos miradas le quemaban la espalda.
-¿Que os pasa? - preguntó el minirrubio a sus dos compañeras de equipo.
-No lo sé, tu dime - comentó Kasumi en un tono borde mientras caminaba hacia el tren.
-Pero... - El minirrubio miró hacia Mikoto en busca de respuestas.
-¿Por qué no se lo preguntas a tu anguita Yui ?- preguntó Mikoto mientras seguía su compañera rubia.
- Pero... - Minato sintió una mano sobre su hombro.
-Hijo mío- se trataba de su padre- Nunca trates de entender a las mujeres, te vuelves loco mucho antes de conseguirlo.
-Pero si tú entiendes a mamá a la perfección- comentó Minato mientras veía a su madre entrar el tren.
-No siempre- comentó Boruto con una sonrisa mientras miraba a su azabache entrar en el tren- tan solo en la mayoría de las veces.
Durante el viaje, la familia Uzuchiha estaba en una cabina enorme con una mesa frente a ellos. De una lado estaban la novena Hokage y su sombra y del otro se encontraban los miembros del nuevo equipo 7.
-¿Así que nos vas a decir que este corte en el ojo de lo hizo un "oso negro polar albino" ? - preguntó Mikoto sentada en el medio del banco con los brazos cruzados.
-¡No hemos nacido ayer papá!- comentó Minato a la izquierda de su hermana.
-Asi es , papá Boruto- comentó Kasumi- Además, no existe un "Oso negro polar albino".
-Te dije que esta era una excusa se pena - le murmuró Sarada a su esposo antes de continuar- A ver niños, lo que pasa es qué ese oso... no sé que albino - a Sarada le entraba pereza decir el nombre entero del animal- Es animal de invocación que un miembro de Kara, invocó para atacarnos, por eso vuestro padre tiene esa herida en el ojo.
-Pero tranquilos , cuando vuelva iré a ver vuestra abuela Sakura para que pueda curarme el ojo - les dijo el Uzumaki mayor.
La excusa pareció haber colado para los rubios menores, pero no para cierta miniazabache, ella aún sospechaba que sus padres le ocultaban algo.
-Para mi no cuela - comentó Mikoto- Sé muy bien cuando nos estáis mintiendo o ocultando algo.
Rubio y azabache mayores se miraron y ambos asintieron.
-Tienes razón, Mikoto - le dijo Sarada con el ceño fruncido- Os ocultamos algo.
-Vuestro Tío Inojin ha muerto en combate - declaró el Uzumaki.
Los tres menores se miraron preocupados, cuando Mikoto al fin declaró:
-E-es una broma, ¿verdad? - preguntó Mikoto- Solo lo dices para distraernos sobre lo de la herida de papá.
-Es verdad, cariño - declaró Sarada - Vuestro tío ha muerto.
Los tres se pusieron cabizbajos.
-¿Como...? - preguntó al fin Minato.
En ese momento Boruto empezó a contarles sobre la misión que le había incomendado.
-Vuestro tío fue un héroe y recibirá los honores que se merece - comentó Sarada.
-Maldito, Ishiki - masculló Kasumi- por donde pasa deja un rastro de destrucción.
-¿Tú le dejaste ir solo? - le preguntó Minato a su padre con el ceño fruncido- ¿Porque le dejaste ir solo?
-Porque confiaba en él y confiaba que seguiría mis órdenes al pie de la letra esta vez - comentó el rubio mayor.
-¿Por qué nos contáis todo esto? -les preguntó Mikoto- Creo que se trata de alto secreto, ¿no es así?
-Para que sepáis que ser un Shinobi no es como e vuestros videojuegos, a veces hay personas cercanas a ti que pierden la vida, hay veces que desobedeces una orden que no debías desobedecer y acatas una orden que no deberías acatar - explicó Sarada- la muerte siempre estará en la vida de un Shinobi, cuanto antes lo aprendas mejor.
-¿Como podemos saberlo? - les preguntó Minato- ¿Como podremos saber cuál orden debemos acatar y cuál no?
-Esto es algo que debéis juzgarlo por vosotros mismos- comentó Sarada.
En Konoha, el cielo estaba gris, era como si supiera que uno de los herederos de la voluntad de fuego se había ido.
Los familiares Uzumaki y Yamanaka se habían reunido en el cementerio de Konoha para despedirse de Inojin. Al ser un ANBU activo, no había
cuerpo que interrar, pero aún así había una carta de despedida escrita de puño y letra por el Yamanaka.
Himawari se fue a un podio improvisado y empezó a leer una carta que decía:
"Leed esto en mi funeral"
"Hola a todos, si estáis leyendo esto es porque no pude volver de mi misión."
"Espero que todos estéis con caras tristes o si no me enfadaré mucho"
Tanto Himawari como algunos de los presentes esbozaron una sonrisa discreta y la Uzumaki de pelo morado continuó con la lectura.
"Entiendo vuestro dolor y tristeza, pero quiero que sepáis que parte de la jornada es el fin de la mismo y aunque todos estéis tristes tenéis que entender que tarde o temprano esto iba a pasar"
"Cuñado, sé que en el fondo te sientes culpable por lo que me ha pasado, pero quiero que sepas que esto no es tu culpa y si mía, es mi culpa no ser lo suficientemente fuerte para volver con vida de está misión'.
Himawari no pudo terminar de leer, ya que sus lágrimas cayeron sobre la carta.
Ella se bajó del podio y se fue hacia su madre, para que esta le diese un abrazo para reconfortarla.
Y así todos se fueron despidiendo de la familia Yamanaka quedándose apenas la familia de Sarada y Himawari.
Boruto y Himawari miraban hacia una lápida vacía que le habían hecho en honor a Inojin.
-Lo siento mucho Hima - decía el rubio cabizbajo sin valor para mirarle a la cara de su hermana- Por mi culpa Inojin ha...
-No ha sido culpa tuya hermanito - decía ella mientras le ponía una mano en el hombro- Ya has oído la carta, la culpa la tiene él mismo por desobedecer tus órdenes.
"Inojin - Boruto apretó los puños- Te vengaré, lo juro"
Continuará
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