Después de contarle a la novena Hokage y su sombra lo sucedido con Inojin Kashin Koji explicó:

-Como sabéis los shinobi ANBU tienen un sello que elimina todo rastro de ADN del usuario para que el enemigo no utilice su cuerpo- Sarada y Boruto asintieron , mientras que Koji sacase un sobre de su bolsillo- en su bolsillo habían dos cartas, esta es para vosotros.

-Leed esto en mi funeral- Sarada sonrió- aún en su lecho de muerte tiene su típico y ácido humor.

-¿Y la otra carta? - preguntó Boruto.

-Envié a alguien para llevarla a su verdadero destinatario - explicó Koji.

En Konoha eran las tres de la tarde, 180 minutos menos que en el país del hierro.

Himawari estaba llevando las verduras para la cena cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta.

Ella se dirigió hacia la puerta en un ritmo alegre.

-¿Si? - al abrir la puerta la Uzumaki se encontró con alguien rubia con tres marcas de gato en cada mejilla.

-Hola, ¿Es aquí donde vive la esposa de Ino-boy?- le preguntó la chica.

-Asi es... - Asintió Himawari- ¿ Y tú eres..?

-Argo quiere entregarte algo de parte de Ino-boy -dijo ella entregándole una carta.

La Uzumaki dedució que Argo era el nombre de la chica, aunque le molestaba el hecho de llamar a su esposa  "Ino-boy".

Al recibir el sobre y leer la carta ella sintió que sus piernas empezaban a temblar.

-¡No puede ser! - gritó ella mientras se caía de rodillas al suelo y empezaba a llorar.

-Lo siento señorita Yamanaka, Argo lo siente mucho - dijo la chica antes de hacer una reverencia.

-¡Mamá! - Inoshiki corrió hacia su madre- ¿Todo va bien?

Himawari le miró con lágrimas en los ojos.

Al ver aquella situación Argo sintió que debería irse, así que se alejó del local sin que madre e hijo lo notasen.

-Acercate hijo - le pidió la ojiazul e Inoshiki lo hizo- Tu padre ha muerto.

Inoshiki abrió los ojos de par en par mientras empezaba a repetir.

-No, no, no... - decia Inoshiki sin para mientras caía de rodillas y era abrazado por su madre- No puede ser... papá no...

-Lo siento, cariño- decía la Uzumaki- lo siento mucho.

Y así madre e hijo permanecieron abrazados y flotando.

En el país del hierro, Koji estaba a punto de irse.

-He de irme- decía Koji mientras se movía hacia el bosque y levantó la mano- Seguid cuidando de mi ahijada por mi. - el peliblanco se detuvo y les miró de reojo- y... lo siento mucho.

-Ten por seguro que lo haremos Jiraiya- sama- dijo Sarada de manera seria- y... muchas gracias por sus condolencias.

El peliblanco apenas asintió antes de irse.

Al ver que estaban solos Boruto pudo descargar toda su furia.

-¡Mierda! - y lo hizo destruyendo un árbol con apenas un rasengan.

-¡Boruto! -Sarada se acercó y puso su mano sobre su hombro.

-Yo debería de haber ido con el o...

-Como sombra del Hokage estás justamente donde deberías estar - le dijo la Azabache- la culpa no es tuya, Boruto.

-Si que lo es...

-Boruto...

-¡Si que lo es! -Sarada se asustó al ver que su Karma se tomaba parte de todo su brazo y parte de la cara.

De repente e rubio empezó a sentir un inmenso dolor de cabeza mientras que un cuerno subiera por su sien izquierda y su jougan se activara.

-Boruto... - Sarada se asustó aún más al ver que su rubio se reía como un demente.

-Tarde o temprano Boruto Uzumaki lo perderá todo - decía el rubio con una voz extraña.

-Tú no eres Boruto - Sarada se puso en posesión de combate- ¡¿Que le has hecho a Boruto?!

-Todo empezó con su preciado maestro - el rubio empezó a caminar hacia ella- luego su cuñado; una de las personas que él más confia. -El supuesto Boruto sonrió de forma sádica- Y ahora imagínate la cara que pondrá al saber que mató al amor de su vida.

El falso Boruto le lanzó un rasengan que Sarada lo esquivó sin problemas.

En ese momento Sarada recordó lo que el Uzumaki le dijo en una de las reuniones en la torre del Hokage.

"Los Otsutsuki son parásitos"

-Tú eres Momoshiki - constató Sarada- ¡¿Que le has hecho a Boruto?!

-El está viendo esto y está impotente, sin poder hacer nada - decía Borushiki- ¡Él verá como mueres Sarada Uchiha!

-No lo permitiré- dijo Sarada creando una espada chidori.

-Para detenerme tendrás que matarme, Sarada Uchiha  - sonrió Borushiki- ¿Podrás hacerlo? -el rubio desenvainó la espada que alguna vez fue del padre de la Azabache- ¿Podrás matar a la persona que más amas?

-Está en mi ADN - dijo Sarada mientras corría hacia el hombro.

Borushiki se defendió del golpe de la Uchiha.

-Lo veo en tu cara, Uchiha - sonrió Borushiki- Tú jamás podrías matarlo, eres demasiado débil.

-¿Tu crees? - Sarada sonrió mientras su Sharingan se activaba.

Sarada consiguió adentrarse en la mente de Boruto tal y como lo hizo con el séptimo tres años atrás para ver a Kurama.

Por un momento Sarada se vio en un lugar completamente oscuro y decidió buscar por la esencia de Boruto, pero no lo consiguió.

-¡No te permitiré que lo hagas! - Borushika la alejó con una patada.

Sarada se recuperó fácilmente del golpe, pero no tuvo tiempo para descansar.

Borushiki intentó darle un golpe por detrás, pero gracias a su rinengan activado ella consiguió verlo y activar las costillas de su Susano.

-¡Esto no servirá contra mí!- activó su Karma y empezó a absorber el Susano- ¡La técnica del Susano no pasa de puro chakra solidificado, y eso no es problema para mi!

Al ver que había conseguido absorber una de las costillas del Susano, Borushiki decidió atacar a Sarada con un rasengan invisible.

Gracias a su rinengan, Sarada pudo esquivar el golpe de su esposo y causarle un corte con el chidori a la altura de su ojo y darle una patada.

Borushiki se estrelló contra un árbol y se quedó inconsciente.

Al ver que su Karma desaparecía junto con el cuerno en su siem, Sarada corrió hacia él.

-¡Boruto, Boruto! -Sarada intentaba despertarlo.

-¿Sa-Sarada? -Boruto abrió apenas el ojo izquierdo y vió a su azabache frente a él.

-Boruto, ¿Estás bien? - preguntó la azabache mientras le acariciaba la mejilla.

-Me... me duele el ojo- decía el rubio al no conseguir abrir su ojo derecho.

-Lo siento- ella le abrazó mientras recordaba su cabeza en su hombro y lloraba- Tuve que hacerlo, tuve que contarte el ojo.

-Has hecho lo correcto- Boruto le correspondió el abrazo.

-Pero... te ataqué  y... y... te he hecho daño, yo no debería...

-¡Sarada! -Boruto la interrumpió- Has hecho lo correcto.

-¡Yo no quiero esto! - le gritó la Azabache- No quiero tener que matar a la persona que más amo en este mundo yo...

-Sarada -Boruto le sonrió -¿Siempre juntos?

-Siempre Juntos - respondió ella antes de besarse.

Al terminar el beso Boruto le frunció el ceño y le habló:

-Quiero que me prometas algo - le ordenó el rubio con cara sería.

-¡No, no lo haré! - ella meneó la cabeza.

-Pero si aún no lo he...

-Sé lo que me vas a obligar a prometer- le interrumpió Sarada- Quieres que te mate caso Momoshiki vuelva controlar tu cuerpo.

-Es lo necesario a hacerse - le dijo el rubio.

-¡¿Quieres parar de ser capitán-general y ser Boruto Uzumaki tan solo un segundo?! - le preguntó la Hokage en un tono autoritario

Boruto bajó la cabeza para no mirarle.

-¿Recuerdas lo que prometimos hace muchos años en nuestra primera cita?- le preguntó la azabache.

-Morir juntos como los viejos de las películas- sonrió el Uzumaki al recordarlo- pero en aquella épica, no teníamos a Minato o a Mikoto y mucho menos a Kasumi.

-Aun así no deja de ser una promesa, Boruto- le dijo la Azabache en un tono serio- Y yo pienso cumplirla sea como sea.

Sarada le ayudó a levantar mientras que Boruto pasaba su brazo por el hombro de Sarada.

-Soy un pésimo capitán-general -dijo él rubio cabizbajo.

-No digas tonterías- decia Sarada mientras lo ayudaba a andar.

-En los últimos años todas las personas a las que envié en misiones importantes murieron, Sarada - explicó Boruto- Está tu padre y ahora Inojin.

-Ya te he dicho miles de veces que esto  no es culpa tuya, Boruto. - Explicó Sarada- Papá sabía que sus ojos le pondrían en problemas e Inojin decidió ir en contra tus ordenes, ya has oído a Jira.. Kashin- san.

Mientras Boruto y Sarada cargaban con una mala noticia, sus tres hijos estaban dando un paseo por las nevadas calles del país del hierro.

-¡Vamos chicos! - les gritó cierta peliblanca- La tía Strea tien un montón de sitios divertidos para mostraros.

-¿Ella es siempre tan animada?- comentó Mikoto.

-Mi hermana es siempre así- comentó Yui con una sonrisa en sus labios.

-Se nota que amas y admiras a tu hermana, Yui-chan -comentó Minato.

Yui iba a responder, pero Strea les interrumpió.

-¡Ta tam , ta tam, tachan!- Gritó Strea apuntando hacia un restaurante peculiar- ¡¿Que os parece un poco de ramen para cenar en este día tan frío?!

-¡Ramen! - celebró Kasumi mientras corría hacia dicho restaurante.

-¿Que le pasa? - preguntó Strea al ver que la rubia corría tan animada.

-Es que la comida favorita de Kasumi-chan es el ramen- comentó Minato.

-Entiendo - asintió Strea antes de correr hacia ella- ¡Hey prqueñina! ¡Espera!

Y así los niños se pusieron a cenar ajenos a lo que sus padres tendrían que enfrentar, a lo que ellos tendrían enfrentar.

Continuará