-Waw lees muy bien hermanita- completó el mimi-uzumaki.

-Es por eso que debes leer más Minato -Advirtió la mini azabache. 

"Con que el rinengan "
Pensaba detenidamente Sarada mientras se rascaba la barbilla.

-Oye mamá sabes como se despierta el Rinengan?-preguntó la novena.   

-Lo siento hija- bajo la cabeza y evitó mirarle a los ojos- tu padre era un experto en esas cosas.

Unos segundos de silencio se estableció sobre el salón hasta que Boruto decidió romperlo.

-Oye y si le preguntamos al viejo?  Quizá él sepa respondernos -sugirió.

Sarada le da un puñetazo en su mano de forma vertical.

-Eso es. De seguro el Séptimo sabe algo y nos puede ayudar.

-Bien -Sakura se levanta- creo que es hora de irme.

-Oye abuela podemos ir contigo? -preguntó Mikoto.

-Eso depende de si vuestros padres lo aprueban. 

Los dos le lanzaron una mirada de corderito degollado a la Uchiha.

Está le miró a Boruto con una sonrisa e intentando no reirse de la situación. Este hizo una mueca de: "puede ser" .

-Vale pero por que queréis iros con la abuela?

-Es que queremos recoger el último regalo que nos dejó el abuelo.- se justificó Mikoto.

-Vale, pues... -Boruto se levantó-  Sarada y yo vamos a ver a mi viejo para zanjar este asunto del rinengan.

El Uzumaki hacia unos estiramientos mientras hablaba.

-Bien vámonos. -la azabache también  se levantó.

Los niños se fueron por un lado y Boruto y Sarada por otro, ya que sus destinos estaban en lados opuestos.

La pareja Uzumaki no tardó mucho en llegar en la casa del Séptimo. Boruto apretó el timbre a la espera de que alguien abriera.

Después de unos segundos Hinata abrió y los atendió con una sonrisa.

-Sarara y Boruto-  dijo sorprendida- que agradable sorpresa.

-Principalmente en el caso de Boruto-  dijo Naruto agarrando la cintura de su esposa. 

-Lo siento padre.

-Espera, espera, espera...  He oído bien?  Me has llamado padre?

-Je no te acostumbres-  los uzumaki mayores hicieron un pequeño espacio lo suficientemente grande para que ellos entrasen.

Hinata hacía el almuerzo mientras dos Uzumaki y una cierta Uchiha se sentaron en el salón. 

-Y bien?  De que queréis hablar- dijo en un tono serio- supongo que no habéis venido aquí tan solo para comer. 

-Hombre también... Ugh. -Boruto sitio un codazo en su estomago y sintió una mirada de:  "calla " proveniente de su esposa.

-Venimos a pedir información sobre el Rinengan? Sabe usted algo?

-Primero:si.  Segundo: soy tu suegro y ya no soy Hokage. Puedes hacer el favor de no hablarme en ese tono formal? 

-Lo siento. Es la costumbre.

-En fin. El rinengan es el doujutsu supremo y el estado final de la evolución del Sharingan...

-Ya y como lo conseguimos? -preguntó Boruto de queriendo ir al grano.

-Espera quieres despertar el rinengan Sarada-chan? Por que? 

Ella bajó la cabeza y lo pensó por un momento, luego la levantó y lo miró con seguridad y determinación.

-Es el legado que me dejó mi padre.

Boruto junto su mano con la de Sarada en una señal de apoyo.

Naruto suspiró.

-Aparte del mangekyou eterno, se necesitan células del primer Hokage y...

-Bien, los ojos de mi padre tenían células de Rikudou senin, así que creo que será suficiente.  Y que más? 

Naruto lo pensó,  conocía a las personas delante de él y sabía que  lo descubriria tarde o temprano.

-Para despertar en rinengan tienes que ir y volver.

-Ir y volver de donde? -preguntó Boruto. 

-De la muerte Boruto, de la muerte.